#15.
-- La escuela luce igual a cuándo yo asistía aquí. -- El director se puso muy nervioso ante Atem, no era de esperarse el viejo sabia aque se dedicaba ese joven tan esbelto.. --Dígame, ¿cuáles son los cambios que le ha hecho a la institución? No por nada invertí una generosa cantidad de dinero en este cuchitril. --
Atem sin dudarlo se sentó en la silla del director, alzó sus pies y los colocó sobre el escritorio tirando algunas cosas de paso que le pertenecían al sucio viejo que tenía en frente.
-- ¡L-los cambios p-pronto se harán!. -- Tembló el viejo. -- Solo espere un poco más. --
-- Llevo esperando 3 años, señor director. --
El viejo se encrespo en su lugar, la verdad era que ese director se había robado el dinero de la escuela, había desviado el dinero y depositado en un banco extranjero. El viejo creyó que nadie se enteraría de sus planes; desaparecer de la ciudad e irse del país sin dejar una pista.
Lastima para él que Atem era muy bueno en su trabajo, sus instintos jamás le traicionaban y cuándo veía a una rata de alcantarilla no dudaba en ejecutarla, pero las razones para que esa rata vieja estuviera vivo era por cierta señorita difunta que se le había cruzado en su camino y lo había enamorado; lastima que aquella dama tenía por esposo a un cerdo codicioso y mal agradecido que solo sacaba sacarle dinero y abusaba de ella continuamente.
Atem al recordar eso se enojaba tanto que lograba golpear a quien se le pusiera en su camino.
-- ¿Donde estan los cambios de la institución que me prometió?. -- De su elegante abrigo saco una pistola y corto cartucho. El viejo se puso muy nervioso, comenzaba a sudar.
“Asqueroso.” Se dijo mentalmente Atem viendo a la rata frente a él.
-- Tienes tres segundos para decirme donde estan los cambios que pedí.--
--¡Pero yo...!. --
--1.--
-- ¡Debe entender que nuestros alumnos han necesitado becas para su educación!. -- Se excusó.
--2.--
La rata pensaba, ¿qué más podía decirle a ese mocoso de mierda?.
-- tre... -- Y antes de seguir el conteo, Atem fue interrumpido abrutamente.
-- ¡Mi mejor alumno ha a viajado para competir con las mejores escuelas de diferentes países!. - Casi grita el viejo esperando que con eso pudiera convencer al mafioso que tenía enfrente.
Atem por su lado solo levanto su ceja, examinó al asqueroso hombre enfrente de él y luego se paró de su asiento poniendo en alerta al anciano.
-- Entonces los 10 millones que he invertido en el instituto, se han gastado en las becas de los estudiantes y en ese estudiante estrella suyo. --
—-¡Sí! ¡Sí! Debe comprender que lo único que quiero para mis alumnos es lo mejor. -—
¿Cuántas mentiras podían salir de aquella mugrosa rata?
-- De acuerdo. -- Sonrió Atem pasando de largo del viejo. Tocó el picaporte de la puerta, estaba apunto de irse y eso agradecía el viejo, en cuanto Atem se marchara del instituto, él se iría del país con esos 10 millones.
-- Una cosa más. --
--¿Sí?. --
-- ¿Cómo se llama su apreciado alumno?. --
¡Mierda! Maldijo el viejo, ¿en que nombre podría pensar? No podía inventar uno ya qué el mocoso investigará cada ficha de cada alumno para saber si en realidad existía el estudiante, fue ahí cuando recordó la libreta que Atem se encontró.
-- Su nombre es Yugi Mutó, señor. --
Atem sonrió complacido al escuchar el nombre del menor que se había topado antes en los pasillos.
-- Yugi. -- Pronuncio Atem saboreando cada letra de ese pequeño nombre. El chiquillo le serviría de algo aquí, es decir; sí la servía a su hermano menor, ¿por qué no a él en la escuela? Sería su pequeño espía en el instituto.
-- Así es mi señor. --
-- Genial, entonces paso retirarme. -- Atem abrió la puerta y uno de sus guaruras ya lo estaban esperando con las cosas del pequeño Yugi, sin dudarlo Atém las tomo y comenzó a caminar.
-- Trasladen esos 10 millones a una cuenta nueva a nombre de Yugi Muto y desaganse del cuerpo de ese viejo, no levanten sospecha y si alguien pregunta por él díganle que se júbilo de por vida. --
--Sí señor. -- Su guarura acató sus ordenes y se alejo de Atem, en seguida los gritos del director se comenzaron a escuchar y luego ya no.
Atem volvió a hurgar en la mochila del Amatista sacando el cuaderno que antes tenía.
-- ¿Donde podrás estar?. --
--¿Se te perdió algo por aquí?. -- Atem de inmediato reconoció esa distinguida voz.
-- Un chico con bella mirada. -- Contesto cómo si nada Atem pasando de largo de su hermano.
-- ¿Ahora te dedicas a acosar menores?. --
-- No precisamente, solo a uno. --
Yami frunció su ceño molesto.
-- Creí que los lobos se ocultaban en la oscuridad. --
-- Pero también salen a cazar. -- Respondío Atem llegando a una grandes puertas de madera y con el logo de biblioteca.
Yami se paró en medio del camino de su hermano mayor.
-- ¿Cuáles son tus intensiones de estar aquí?. --Cuestionó directamente.
-- Vine a reglar algunos asuntos personales y a entregar esto. -- enseño la libreta, Yami abrió sus ojos de la sorpresa cuando vio el nombre de Yugi en ella.
Las puertas de la biblioteca se abrieron estrepitosamente dejando ver a un Yugi agitado y apresurado.
Yugi al ver al tricolor mayor en medio de su carrera no pudo evitar detenerse y volvió a chocar contra el moreno.
-- Ya te encontré. -- Dijo Atem.
Yugi levanto su mirada hacia al mayor.
*Continuará....
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