Al llegar a mi departamento con los pies arrastrando, deje caer mis cosas en la entrada principal de mi hogar, cerre la puerta, deje escapar un suspiro de lo cansado que estaba, mi cuerpo me pedía a gritos por algo de descanso sin embargo, no me podía dormir, pues era tan temprano para dormir, además mis deberes me esperaban.

Y no era para menos que debía de hacer los quehaceres de mi hogar, para mi buena suerte no todo estaba fuera de su lugar, pues yo era ordenado y algo quisquillozo con eso de la limpieza en mi casa, así qué revisaría lo que estuviera fuera de su lugar, lo recogería después haría algo de comer o ordenaria comida china, luego debía de hacer mis tareas; todas aquellas que se me habrían acumulado en todo mi fin de semana, y finalmente y si Dios lo quería dormiria un poco para recuperar fuerza.

—Necesito un baño.—Con decir esas palabras, me quite mis zapatos y corrí escaleras arriba para darme una buena ducha caliente.

-*-*-*

—¿Cómo va tu día Yugi?.—Me preguntó Jaden desde el otro lado de la línea.

Me encontraba en mi cocina comiendo finalmente un tazón de cereal luego de ducharme y acear un poco mi departamento mientras hacía mis tareas.

—Me va bien, no me quejo en nada. —Respondí. Luego recordé la situación de Jaden. —¿Y a ti cómo te va? ¿Cómo está tu mamá? .—

Escuché como suspiraba mi amigo del otro lado, se le podía escuchar cansado y agotado.

—Como siguen las cosas necesitaré trabajar pronto, mamá está mal. —

Pare de comer y al mismo tiempo deje mis tareas de lado .

—¿La haz llevado al doctor?.—Pregunte preocupado.

—No e podido, no tengo ahora dinero. —Se notaba angustiado y muy preocupado.

Yo ya me encontraba poniéndome los zapatos, una chaqueta, tome una mochila grande , subí las escaleras hacia mi habitación y de un mueble tome bastante ropa para algunos días, tome mis cuadernos y libros del instituto y baje encontrándome con Miu que no dude en tomarla en brazos, finalmente tome mi billetera que estaba reposada en mesa junto con aquel sobre que me dió Yami, agarre mis llaves y salí de mi hogar cerrando la puerta con llave.

—De acuerdo no te preocupes, voy para allá. —

—¿Qué? ¿Para qué?.—

Antes de poder contestar colgué y guarde mi celular, llegué a la parada de autobuses e hice la parada para subirme, indique la dirección y el autobús se puso en marcha.

Pasaron alrededor de unos treinta minutos, cuando llegue a una pequeña casa y cuando baje Jaden ya me estaba esperando.

—¿Donde está?.—Pregunte.

—En el jardín, dice sentirse bien pero yo sé que no es así. —

Solo asentí, le di a Miu y al instante a Jaden se le iluminaron los ojos de solo verla, luego me dirigió hacia el jardín para que encontrará a una mujer de cabellos pelirrojos, ojos como el color de las hojas, la piel blanca y en sus ojos algunas arrugas bajos sus párpados.

—Pero miren quién a venido a visitarnos. —

—Madre Celeste. —Dije llendo a ella para abrazarla.

*Continuará...

Este personaje, Celeste, será muy importante en esta historia.
Más adelante verán porque.