✔Capítulo 2
El típico mejor amigo, planea enamorarse.
Roberto estaba muy molesto puesto que su hermana menor le había robado varios minutos de su valioso tiempo, al parecer tenía mucha prisa para llegar donde sus amigos, ¡pero si aún faltaban 20 minutos antes de que las clases empezaran!
Cuando tomaron el taxi e iban en el trayecto para llegar a la escuela, Roberto se la pasó gritando y reclamando porque la gran pérdida de tiempo. No comprendía como su hermana no se preocupaba por la puntualidad, y le hacía perder el tiempo. De por sí ya estaba de mal humor cuando el taxi se detuvo frente a la escuela, no había que pensar como se puso al llegar.
Ciertamente, el pelinegro tenía severos problemas de ira. Lo airaba el hecho de que su hermana simplemente no le hacía caso a sus gritos, empero, también se enfadaba si le respondía algo.
—Buenos días, maestro, es un gran placer verlo. —saludó Christyn mientras entraba al salón de clases, aún no habían muchos estudiantes en la clase, así que aprovechó el momento para leer un libro. Se dirigió perezosamente a su asiento tranquila pero... siempre había una persona que arruinaba los momentos de felicidad.
Todo le daba flojera por las mañanas, y hablar con alguien, era mucho peor.
La vida monótona de una estudiante de secundaria era lo más repetitivo que podía existir.
—Señorita Shoukell venga conmigo, por favor. —Ordenó el director del instituto cuando se había sentado en su lugar.
Mayormente mantenía un índice alto en sus calificaciones, aunque le daba mucha pereza hacer sus deberes. Simplemente lo hacía para obedecer a sus padres, pues lo demás le aburría.
—Inmediatamente, señor. —Respondió y siguió el paso hacia su oficina y una vez ahí, cerró la puerta.
—Ahora dígame maestro, ¿cuál es el motivo de mi llamado?
—Señorita Christyn, queremos hacerle una propuesta.
A pesar del mal carácter que Christyn poseía hacia sus compañeros, y su incesante pereza de socializar, muchos la admiraban por su esmero en el ámbito escolar, incluyendo a los docentes.
"Detesto las propuestas, pero... ¿Una propuesta de qué?" Pensó la castaña. "Creí que esto era un castigo o algo así... espera, pero ni siquera me porto mal" Volvió a decir en su mente en ese momento que el director se lo dijo.
—Y bien, ¿puedo saber de qué se trata su "famosa" propuesta? —Respondió fastidiada.
—Necesito que seas tutora de unos alumnos de tu clase, sus padres quieren que ellos mejoren sus notas y sólo tu puedes ayudarlos.
Christyn respiró profundo meditando en la imprudencia que estaba por responder. Eso podría conseguirle un castigo, pero era mejor que tener que juntarse con personas que no conocía y no le interesaban.
—¿Disculpa, yo? Perdone mi imprudencia pero yo sólo soy una alumna de último año, los profesores deben encargarse de eso, además no tengo interés en ayudar a alguien, no me interesa lo que me ofrezca usted.
Mordió el interior de su boca con disimulo. Había expresado su repudio sin querer.
Había sido muy maleducada con el joven director, y eso la hacía ver muy mal. Sin embargo, a Christyn no le importaba. No tenía ganas de ser tutora.
" Que desagradable conversación." Pensó.
—Eso puede ayudarte a no ser tan fría con los demás, serás tan popular como tu hermano.
Christhyn no era popular de la buena manera, a lo contrario de Roberto. Muchos la consideraron "fría" cuando en realidad había una intensa llama ardiendo en su corazón.
Nadie se daba la oportunidad de conocerla realmente y la juzgaban por lo superficial.
Era muy paciente, pero poco tolerante. Solía ser muy impulsiva y gruñona cuando la comparaban con alguien.
—¡¿Usted cree que eso me importa?! ¡yo soy como soy y ya, no tengo porque imitar a otros! —En ese momento creyó que si se ganó un castigo por levantar la voz al director. El comentario del susodicho la molestó.
—La entiendo perfectamente, señorita Christyn, pero debería hacer un esfuerzo por ser sociable...
Dejó de escucharle por estar conversando con su conciencia. Evidentemente, al director no le interesaba la vida social de la joven, él solamente quería aumentar el estatus de su institución, y ella era la víctima perfecta.
Aunque su carácter era de lo peor.
"Los demás deberían hacer el esfuerzo por llevarse bien conmigo, no yo con ellos." Dijo en sus adentros.
Rió en su mente por lo ególatra que se escuchaba a sí misma.
El sonido de la campana los irrumpió a ambos, y realmente agradecía eso.
—Disculpe, señor director, mi clase esta a punto de empezar, a la próxima hablamos —salió de la oficina del director algo molesta. ¿Quien quiere ser popular? ¿Ella era fría? Sólo decía las cosas tal y como son. No necesitaba ser popular y sensible. Era directa, no antisocial.
Bueno, sensible ya lo era, un poquito nada más, pero nadie sabía. Además, era mejor estar con un buen libro o una historieta que con un molesto alumno.
Sus pensamientos de friki la irrumpían.
Luego de regresar a su salón, era extraño que el maestro de historia no estuviera presente, así que se sentó en su lugar y se recostó al respaldar de la silla, no quería pensar en lo que dijo ese director, todos lo admiraban por ser joven y atractivo, era casi como estudiante, no le parecía extraño que él la llamase, la última vez que aceptó sus propuesta terminó en su casa. No quería ver a ese tipo. «No le agradaba para nada».
—¿Christyn? —Una voz interrumpió sus ridículos pensamientos, conocía muy bien esa voz, estaba segura que era Alexile, la única persona a la cual podía llamar "amigo"
—Hola Alexile, ¿cómo va todo? —Dijo sin siquiera mirarlo. El libro estaba muy bueno. Superman estaba rescatando a Louis.
—Quiero contarte sobre la chica que me gusta.
Un tema muy trivial que en algún momento todos los amigos hablan.
—Eso no me importa, estoy ocupada, ve a pedirle consejos a alguien que sepa del amor yo no conozco ese tema. Él huye de mí y yo no ando siguiendo a los cobardes.
Crueldad a toda hora.
—Entonces... ¿no quieres ayudarme a conquistarla? Creí que... tu podrías ayudarme a perder mi miedo y confesarme...— ¡Ese Alexile! Era un dramático de lo peor, mayormente manipulaba a sus semejantes con eso.
"Agh, él y sus temas melosos". Pensó y se quedó mirándole fijamente. ¿Era su imaginación o le estaba pidiendo ayuda para conquistar a una chica?
—Ya no importa, dime como es ella —expresó con disgusto.
—¿De verdad me ayudarás? ¡Gracias! —Dijo mientras se acercaba a la castaña para abrazarle.
—Eh, no te pases, no te pases. —Expresó ella con mucho estrés al ver que se puso meloso.
No era de su agrado involucrarse en temas amorosos, pero al fin y al cabo Alexile era su amigo ¿no? Ayudarlo no podía ser tan malo.
A menos que él se pusiera tímido y arruinara todo. Bueno, el tiempo diría si se pondría así o no.
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