4 - Convencerlos
Camina lentamente por aquel frío pasillo, mientras ve como las paredes de matices grises la guían hacia la puerta en donde sabe que él está ahí dentro. Siente como por su cuerpo recorre un pequeño escalofrió, eso sucede ya que tiene miedo al saber que una vez que pase por esa puerta, su vida dará un gran giro.
Aunque la Dra. Jerry fue quien tuvo la idea, ella sabe que es la única que tiene la decisión sobre querer tener una vida como cualquier adolescente, antes de tocar la puerta se detiene pensando si es una buena idea lo que está a punto de hacer.
Duda por unos segundos, pero aun así toca la puerta, ya que sabe que no quiere vivir toda su vida arrepintiéndose de no haber tenido la valentía suficiente para vivir una vida fuera de su casa.
Cuando entro a aquella habitación no puedo evitar sentir una leve ráfaga de viento fría, ya que no había entrado a esa habitación desde hace ya muchos años. Dentro de esas cuatro paredes es donde el pasa la mayor parte del tiempo cuando está en la casa.
Él está sentado detrás de su escritorio con la vista en su laptop, tomo asiento en uno de los sillones, y así estamos durante varios minutos, en donde el único sonido que resuena son las teclas de su laptop.
-Si no tienes nada que decir, será mejor que te retires- me dice en tono frio y despectivo.
-Hace unos días tuve una sesión con la doctora –siento como mi voz solo se convierte en un susurro-la terapia me ha estado ayudando mucho y también las nuevas pastillas. - sigo hablando mientras que él solo mantiene la vista en aquel aparato.
-Ya lo sé, recibo un reporte de tu avance cada semana-dice sin mirarme aún.
-Si lo se papá, como ya sabes he mejorado mucho-digo mientras empiezo a ponerme demasiado nerviosa- la doctora dijo que necesito socializar un poco más y para eso lo mejor sería ir a una secundaria donde pueda interactúa con chicos de mi edad. -al momento en el que suelto la frase, él cierra lentamente su laptop.
-Entiendo que quieras dejar de asistir a las clases particulares e ir a una secundaria, pero debes de tener en cuenta que eres una Weisther-dice mientras junta sus manos, señal de que está a punto de cerrar un trato- Hagamos esto, sí tú haces una propuesta lo suficientemente buena que convenza a tus hermanos y a mí, podrás asistir a una secundaria normal.
-Ellos jamás me dejaran asistir-digo a modo de queja, aunque sé que no va servir de mucho.
-Si siempre vas a estar evitando a las personas por las opiniones que puedan llegar a tener, entonces aun no estas listas para salir al mundo-dice de manera firme, haciéndome saber que las negociaciones se acabaron. - Quiero esa propuesta dentro de tres días.
-Está bien-digo con resignación y me voy de aquella habitación, con la preocupación de si podre convencer a mis hermanos.
...
- ¿Cómo puedo convencerlos Maddi? -digo mirando a la laptop donde veo la cara de mi mejor y única amiga, quién tiene puesta una mascarilla blanca en el rostro.
-Si tú que los conoces desde que naciste no tienes idea de cómo convencerlos, ¿Qué te hace pensar que yo, que los vi 3 veces, pueda tener la solución? -dice con cierta ironía
Conozco a Maddi desde que tengo 6 años, la conocí poco después de aquel evento, se mudó en la casa de al lado ese mismo año, solía entrar a mi patio a través de una cerca rota. Aunque no le dirigía la mirada ni le hablaba, ella iba todos los días sin falta, y me contaba historias, a veces incluso me traía dulces, no tuvimos un buen comienzo, pero poco a poco nos volvimos las mejores amigas que somos hoy en día.
-Tienes razón, mejor dime que es lo que estás haciendo- digo de manera un poco curiosa.
-Ahora estoy preparándome para una sesión de fotos-dice mientras la veo quitarse la mascarilla, dando a relucir su piel un poco bronceada-Lo único bueno de este trabajo es que de esta manera puedo obtener contactos y reunir dinero para cuando me independice-dice mientras en la pantalla aparece Marco, su maquillista personal a comenzar su trabajo.
- ¿Aun no lo supera? -digo con un poco de preocupación por mi amiga.
- A mis progenitores solo les importa de qué manera pueden joderse el uno al otro – dice con resentimiento – Me gustaría no ser su hija, pero para mí desgracia no es posible.
En ese momento el foco se me prendió, ¿Y si la que va a esa secundaria no soy yo, sino otra?, eso resolvería muchas cosas.
-Maddi eres una genio-digo mientras doy un brinco de la cama mientras agarro la laptop y la coloco en el escritorio.
- Exactamente, ¿Por qué soy un genio?, digo, la inteligente siempre fuiste tú – dice con una cara de confusión.
-Pues me acabas de dar la idea de cómo convencer a mi papá de que no avergonzare al apellido, y de asegurarme de que mis hermanos me dejen ir.
-No sé qué loca idea tengas en esa mente, pero quiero escucharla en la próxima video llamada-dice mientras se despide con la mano.
...
Los tres hombres más importantes para ella estaban sentados en aquel sillón de la sala de proyecciones, dos de ellos tenían un semblante serio.
Su padre como siempre vestido con un traje totalmente negro, una corbata de color gris y su característico semblante serio.
Sebastián viste con ropas oscuras, y unas gafas negras de descanso, las cuales opacan el verde de sus ojos, mientras que mantiene su semblante serio.
Cassian, para la sorpresa de todos, estaba totalmente serio, no hizo bromas durante toda la reunión, y se quedó callado hasta que este acabo.
Aquellos tres hombres vieron los folders que la joven les había entregado anteriormente, mientras que ella cambiaba las imágenes de las proyecciones, al terminar aquella presentación, ellos discutieron durante mucho tiempo, pero finalmente llegaron a un acuerdo.
- Amelia Reed comenzara las clases en la secundaria – dice Sebastián, de forma neutral – y a partir de ahora Amelia Weisther está de viaje.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro