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Especial De San Valentin: Cita Con Una Mapache.

"Bien, realmente no me gusta mucho contar esta historia… o mejor dicho, no sé me permite contar esta historia, porque es uno de los momentos más embarazoso que ha vivido Rakkun desde que entró a mi escuela de intercambio.

Lo peor de todo es que esto ocurrió en el 14 de febrero, el día de San Valentin, nuestro primer San Valentin juntos el cual Rakkun había estado esperando ansiosa desde semanas atrás.

Aunque, realmente no debería contarles simplemente lo que sucedió, porque no mejor… lo observan ustedes mismos. "

Era 13 de febrero, por lo que el día de San Valentin estaba a la vuelta de la esquina. Realmente estaba feliz de poder pasar esa festividad con Rakkun, siendo este mi primer San Valentin con una pareja… al menos una que realmente me quiera.

El día de hoy teníamos clases como ya era normal, aunque se podía ver que varios alumnos se preparaban para un festival para el 14 de febrero dentro de la escuela.

No mentiré, jamás tuve interés alguno en ese dicho festival, pero ahora que estoy con Rakkun lo veo con una luz distinta, ya que me encantaría pasar junto con ella este absurdo, pero bello festivo.

Camine hacia mi salón de clases, Rakkun ya estaba dentro ya que esta mañana quería adelantarse al salón de clase ella sola.

–Esto quedaría así, y esto de esta forma –murmuraba mientras parecía estar haciendo su tarea.

–Buenos días Mari –la saludé con aquel nombre que tanto le gustaba.

Ella me ignoro por completo y siguió metida en aquella hoja de papel arriba de su escritorio, intente echarle un vistazo para ver si podía ayudarle con su tarea, pero cuando lo intente ella oculto la hoja de tal forma de que yo no la viera.

–Nada de ver, esto es algo privado, así que por el resto de la clase quiero que te sientes por allá –dijo apuntando al otro lado del salón.

–… Ahm, esta bien, pero sí iremos a desayunar juntos, ¿no? –pregunté para poco después recibir mi respuesta.

Rakkun saco un emparedado de su mochila y comenzó a comerlo a prisa.

–Lo siento, pero estoy algo ocupada –dijo con la boca llena de pan.

Yo tan solo la miré extrañado mientras me dirigía a mi asiento para la clase de hoy.

Sabía que esto era algo sumamente extraño, o por lo menos lo sería para una persona que no conozca lo extraña que es Rakkun. Eso sí, solo espero que esta vez este planeando algo bueno en comparación a la vez pasada.

Mientras esperaba a que la clase comenzará, podía escuchar las charlas de mis compañeros que se sentaban cerca mío.

–¿Escuchaste que habrá en el festival? –preguntó una chica con cierto entusiasmo al que seguramente era su pareja.

–Lo de siempre, ¿no? La cabina de "matrimonio", puestos de comida y el stand de besos –dijo con cierto disimulo.

–No, bueno sí, pero esta vez incluyeron algo un poco, extravagante –continuó la chica con su emoción.

–¿Extravagante? ¿Es por eso que no dejan entrar a la zona del deportivo? –preguntó el chico con una clara incógnita en su cabeza.

–Jejeje, justamente eso, no lo oíste de mi, pero escuche que se tratara de un juego de carnaval –dijo aquello último con entusiasmo esperando una enorme respuesta de su compañero, pero lo único que recibió fue una simple pregunta.

–¿Un juego de carnaval?

–Es broma, ¿verdad? –ella miró el rostro del chico esperando una respuesta positiva a su pregunta. –Bien, son esos juegos en los que tiras botellas o metes aros en botellas para ganar premios– termino diciendo a falta de conocimiento de parte de su pareja.

–Ahhh, uno de esos –respondió el chico de forma nada emocionada.

–De hecho escuche que una chica adinerada dio los fondos para que pusieran varios en el festival –continuó la chica con su platica.

El chico no tenía interés alguno en la platica de la chica, tan solo la seguía escuchaba para que seguramente esta no se molestara con él.

Yo deje de prestar atención a su conversación ya que volteé a ver a Rakkun, viéndola tan contenta mientras continuaba escribiendo su plan seguramente para mañana.

Sería nuestro primer San Valentin juntos, así que supongo que Rakkun quiere preparar algo especial. Sé que debería ser yo el que planeé nuestra cita, pero con mis experiencias pasadas sé mejor que nadie que esa no es una buena idea… aunque debo admitir que tengo un plan de respaldo si es que el de Rakkun falla… de nuevo.

–Muy bien clase, empecemos repasando lo que vimos la clase pasada…

La clase había empezado, y como buen alumno que soy trate de prestarle atención, pero me veía distraído por voltear a ver a Rakkun cada cierto tiempo. Ella parecía estar más concentrada en idear su plan maestro qué prestar atención a las clases, aunque no la culpo, no es como si realmente esté aquí para aprender.

Cuando terminó la clase iba a ir hacia donde ella estaba, pero antes de que pudiera acercarme ella salió corriendo a toda prisa. No puedo decir que no me lo esperaba, pero seguía siendo algo doloroso ver a tu novia correr de ti.

Al final me quedé caminando por la escuela por mi propia cuenta hasta que tuviera mi siguiente clase, y no hice mucho que digamos, tan solo veía como muchas parejas estaban ansiosas por el día de mañana… normalmente diría que es una tontería, pero creo que ahora soy un poco parecido a ellos.

A la hora de la salida finalmente pude estar con Rakkun, la cual mostraba una sonrisa de satisfacción, como si hubiera ideado el plan para acabar con el hambre mundial y el calentamiento global al mismo tiempo.

–Te ves realmente feliz –dije mientras sostenía su mano.

–¡Y lo estoy, porque mañana tendremos el mejor día de San Valentin de todos! –dijo con sumo entusiasmo.

–¿Es mañana? –pregunté en forma de broma.

–Así es, así que no se te olvide comprar todo lo de esta lista –ignoró mi broma para darme una pequeña hoja de papel.

En esta hoja había muchas cosas que no parecían tener sentido alguno, como rollos de papel y algunos vivieres tipicos para el hogar… creo que lo que realmente quiere es que haga las compras por ella.

–Bien, pero tienes que aprender a ir a la tienda por tu cuenta un día de estos –dije en tono burlon.

–No se de que hablas, esto es lo que necesitamos para Sam Valentin –dijo aun entusiasmada.

–Sí, lo que digas, sigo preguntándome que hacías cuando vivias sola –susurre aquello solo para mi.

Nos fuimos caminando juntos a su departamento y la deje antes de regresar a mi casa, ya que según ella, pasar la noche juntos antes de un día importante es de mala suerte.

Realmente no me molestaba, ya que me sube bastante la expectativa de lo que pueda llegar a ocurrir.

Y así, dormí aquel día, esperando con ansias San Valentin.
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.
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–Hijo, levántate de una vez o no vas a llegar a tiempo, recuerda que Mari te espera.

En la mañana mi mamá me despertó con un tono que jamás le había escuchado en mi vida, uno amable y con verdaderas expectativas de que me levante. Miento, sí lo he escuchado en otras ocasiones, pero casi siempre el nombre para disimular de Rakkun esta presente en la conversación.

Me levante y me dirigí a la cocina para encontrarme a mi mamá cocinando un festín de San Valentin.

–Vaya, ¿vamos a comer todo esto? –pregunte fascinado.

–Sí, así que no se te olvide traer a Mari, hice todo esto para ella.

–Me lo imaginaba –dije resignado.

Y con esa idea en mi cabeza fui a casa de Rakkun para poder ir juntos a la escuela.

Al principio hice lo que cualquier persona con sentido común haría, toque la puerta un par de veces para darle el beneficio de la duda a la dormilona de Rakkun, y una vez eso no funcionó, tome mi copia de la llave y abrí la puerta para ir a despertarla.

Camine por la oscura y poco amueblada casa hasta llegar a la habitación de Rakkun, pues no tenía permitido entrar a ninguno de los otros cuartos ni de broma estén o no las roomies de Rakkun.

Toque suavemente su puerta, pero no recibí respuesta alguna, así que nuevamente abrí la puerta solo para encontrar que la cama de Rakkun estaba completamente vacía.

–Vaya, ¿se habrá despertado antes para llegar a la escuela temprano? No, ella es incapaz de siquiera despertarse sin mi ayuda –dije en forma de broma.

–¡Ey! –se escucho un grito detrás mio.

Sabía que era la voz de Rakkun aunque se escuchara ligeramente más aguda, lentamente volteé a ver a Rakkun pensando en que me haría algo innombrable, pero una vez volteé no había nadie ahí.

Confundido comencé a buscar a Rakkun pensando en que esta se estaba escondiendo como en una clase de juego, busque dentro del ropero hasta incluso debajo de la cama, pero sin importar cuanto buscará no parecía encontrarla.

Al final me senté al lado de la pila de peluches qué le he regalado a Rakkun, y note algo extraño, pues parecía haber un peluche qué no recuerdo haberle regalado.

Se trataba de un pequeño mapache que parecía un poco real, solo que estaba muy limpio y era sumamente esponjoso.

Lo tome entre mis manos y comencé a apretarlo instintivamente por lo suave que estaba, pero este soltaba pequeños quejidos cada vez que lo apretaba.

–Oh, un muñeco qué hace sonidos, que lindo, me pregunto en donde lo compró Rakkun –dije mientras abrazaba el muñeco.

–Haa, huele muy bien, huele igual a Rakkun –no sabía que me sucedía, simplemente me sentía hipnotizado por ese lindo muñeco.

No podía dejar de acariciar el suave peluche por todos lados, por la cabeza, por el estómago y hasta por la cola, pero cuando la toque este soltó un sonido similar a una palabra.

–Para –fue lo que dijo.

Aun más confundido alce el muñeco sobre mi cabeza y comencé a verlo detenidamente.

–Que raro, habla, y parece que el interruptor es la cola –dije mientras lo volteaba para jalar de nuevo su cola.

–Ay hijo de la… –dijo nuevamente.

–Vaya, que muñeco tan grosero, me pregunto como permitieron que esto saliera a la venta –dije sorprendido.

–Aunque me pregunto donde estarán las baterías, seguramente debe haber un compartimento debajo de la cola –dije mientras volteaba al muñeco, pero este desesperado me grito.

–¡No por favor, todo menos eso! –grito el muñeco, o debería decir Rakkun.

–Bien, esto no es algo que se ve todos los días –dije mientras bajaba a Rakkun al suelo.

Ella se paro frente a mi con sus pequeñas patas de Mapache mientras me miraba molesta, o eso creía, ya que no entendía sus expresiones de Mapache.

–¡Eso no se le hace a un muñeco, pervertido! –grito Rakkun molesta.

–La verdad tenía la idea de que eras tu, solo quería ver hasta donde podías llegar –dije en tono burlon.

–… Si hubieras visto debajo de mi cola te habría arrancado los ojos –amenazó.

–Sí, yo también pensé eso, me alegra de que te revalaras ante de que llegáramos a ese punto. Ahora, ¿por qué te transformaste en un mapache? ¿Acaso querías hacerme una broma?

Rakkun evito verme mientras tenía la cebeza baja, parecía bastante apenada por lo que seguramente esa no era el caso.

–Bueno, ya no te pongas así, regresa a tu forma humana para que podamos ir a la escuela, el festival ya va a empezar –dije mientras me levantaba del suelo.

–Y-yo no puedo –dijo con una voz algo quebrada.

–¿No puedes? ¿Por qué? ¿Qué sucede?

–Yo no lo sé, me desperté esta mañana y estaba convertida en esta forma, y no importa cuanto trate no puedo volver a ninguna de mis otras formas, achuu –soltó un pequeño estornudó al final de su frase.

–Salud.

–Gracias. Ah sí, y también estoy enferma –continuó.

–Hmm, entonces, dejame entender esto, te convertiste en un lindo Mapache de peluche y no puedes volver a la normalidad… vaya, esto si que es un dilema –dije confundido por lo que había descrito.

–Uahh, no puede ser, y justamente hoy que tenia muchas cosas planeadas, no es justo –comenzó a llorar Rakkun.

–Oye, no llores, no es para tanto, podemos hacer tu plan otro día cuando regreses a la normalidad –dije mientras cargaba a Rakkun.

–Pe-pero hoy es San Valentin, el día del amor, por eso es que planeé muchas cosas románticas –dijo aun llorando.

–Amor, es solo un día, además, sin importar el día que sea, para mi es el día del amor cuando estoy a tu lado, porque yo te amo sin importar el día, momento o apariencia que tengas –dije antes de darle un pequeño beso en su nariz.

Rakkun dejo de llorar y me miró con su pequeña mirada, seguramente sonriendo.

–Tienes razón, el día de San Valentin es solo para amores superficiales, pero el nuestro no es superficial en lo absoluto –dijo con una voz tan suave y linda que no pude evitar abrazarla. –O-oye, no tan fuerte –decía ella mientras trataba de alejarme.

–Oh, lo siento, es solo que eres tan linda –dije un poco apenado antes de dejarla en la cama.

–Haa, al fin puedo respirar. Bueno, nuestro día de romance tendrá que esperar a otro día, aunque, realmente quería ir al festival a hacer todas esas cosas que oí –dijo un poco decaída.

–A mi también, aunque puede que un día nos casemos de verdad –susurre para que Rakkun no escuchara.

–Hmm –y ella se encontraba pensando detenidamente algo. –Creo que tengo una idea –dijo mientras escalaba por mi mochila hasta entrar en ella.

–¿Qué haces?… espera, ¿no estas insinuando que?

–Sip, iré contigo de esta forma y podremos ver el festival juntos –dijo antes de cerrar parcialmente mi mochila.

Esto será un verdadero desafío.

No podía negarme a la petición de Rakkun, así que fui a la escuela con ella dentro de mi mochila, por lo que tuve que tener mucho cuidado para que nada le pasara mientras viajábamos en el camión.

Ocasionalmente se podia escuchar a Rakkun tarareando dentro de mi mochila y en otras pocas se escuchaba sus pequeños y lindos ronquidos.

Pará mi suerte nadie parecía escucharlos, ya que la mayoría traía sus audífonos puestos, agradezco que todos se metan en su propio mundo.

Tras varios minutos finalmente había llegado hasta la escuela, desde la entrada se podía ver una clara separación de emociones, entre las parejas, las cuales se notaban completamente enamoradas y en celo, y las personas que no tenían pareja, los cuales su aura negativa trataba de atacar a las parejas para que estos rompieran en el acto… o al menos así me lo imagino.

Entré a la escuela un poco preocupado, pues sería malo que la gente me viera con un lindo peluche de Mapache, aunque tal vez muchos creerían qué sería para dárselo a mi novia… si tan solo supieran que este peluche es mi novia… vaya, eso sonó muy triste.

Recibí un mensaje de texto repentinamente, era un mensaje de Rakkun el cual decía "Sácame y cargame entre tus brazos". Sí, ella mandaba mensajes desde mi mochila sobre querer salir cuando yo estoy super nervioso en estos momentos.

–No, alguien podría darse cuenta de que no eres un peluche –susurre en voz baja mientras escribía el mensaje.

Pasaron pocos segundos para que recibiera un nuevo mensaje.

"–Descuida, fingiré que soy un peluche, no te preocupes por nada."

–Es lo que dices, pero eres pésima para ocultar tus emociones a simple vista –dije esta vez en voz alta y sin mandar un mensaje, pero aún así recibí una respuesta.

"–¡Sácame de una vez si no quieres estar una semana sin Ñiqui ñiqui!"

–… no recordaba su forma tan extraña para decir eso –dije un poco sorprendido.

Estaba seguro de que no tendría ningún problema con eso, en su lugar, era más probable que Rakkun sufriera por no poder hacer… “ñiqui ñiqui” por una semana.

–Haa, bien, solo, trata de no moverte mucho –dije mientras bajaba mi mochila para sacar a Rakkun peluche.

–Jeje, siempre obtengo lo que quiero –dijo arrogantemente mientras la abrazaba por la espalda.

–También trata de no hablar, tu boca se mueve cuando lo haces –dije mientras comenzaba a caminar.

–Puedes fingir que soy un muñeco ventrilocuo –dijo feliz tras dar su idea.

–Claro, y todos pensarían que estoy loco por hablar con mi propio muñeco fuera de un show.

–Bueno, pues eso parece que estas haciendo ahora –dijo haciendo que me de cuenta de que había varias personas que me veían extrañadas.

Al final decidí caminar más a prisa para evitar que la gente me vea, pero era algo imposible, pues llamaba mucho la atención por estar caminando mientras abrazo un lindo muñeco de peluche.

–Esto es tan embarazoso –dije en voz baja mientras me alejaba del ojo del público.

El festival no había tardado en empezar, por lo que la gente comenzó a reunirse en el patio central de la escuela, se podía ver a muchas personas cargando peluches, rosas y cajas de chocolate, por lo que dejé de llamar la atención con mi novia convertida en un peluche.

–Bien, disfrutemos del festival –dijo Rakkun entusiasmada.

–De acuerdo, pero trata de no hacer movimientos bruscos –dije sin soltar el abrazo.

Camine por los diversos puestos que habían colocado en la escuela, desde los juegos hasta los puestos de comida, y en diversas ocasiones Rakkun quería que le comprara algo para comer… no podía negarme, aunque era difícil disimular que yo estaba comiendo cuando en realidad era Rakkun la que engullia los platillos.

–¡Esto está tan rico! –grito alegre.

–Me alegro que te guste, pero trata de no comer mucho o alguien podría sospechar –dije aun preocupado.

–Tranquilo, todos están en su propio mundo, dudo que alguien nos esté viendo –dijo con toda la tranquilidad del mundo.

Volteé a ver a mi alrededor, solo para notar que todos estaban atentos a sus parejas en estos momentos. Con esa idea en mente volteé a ver a Rakkun, la veía tan feliz comiendo su manzana de caramelo en forma de corazón, instintivamente acaricie su cabeza, haciendo que ella soltara una pequeña sonrisa un tanto audible.

Estaba disfrutando este día a pesar de todas las dificultades que estábamos teniendo, después de todo estaba al lado de mi pequeña Mapache favorita.

–Oye, tengo que ir al baño –dijo mi Mapache favorita de repente.

–Oh, eso es un problema, ni de broma puedo dejar que vayas sola, pero tampoco puedo entrar al baño de las mujeres –dije pensante.

–Bueno, hay un baño que siempre está vacío, ¿no? –dijo mientras apuntaba a la dirección de dicho baño.

Es cierto, había un baño que casi nadie usaba ya que era el más alejado a todos los salones de clase, o a cualquier lugar dentro de la escuela, pero…

–No es buena idea, en San Valentin lo usan para… ñiqui ñiqui –dije apenado.

–Oh, oh vaya. Tiene sentido, yo haría lo mismo –dijo sin pena alguna.

–Y supuestamente yo era el pervertido –susurre para mi mismo.

–¡Bueno, piensa algo, no sé cuanto más pueda aguantarme! –dijo comenzando a sonar desesperada.

–¡Ay carajo, veamos!… Lamento esto, pero no tenemos más opción –dije antes de meter a Rakkun a mi mochila y comenzar a correr hacia uno de los baños de hombres.

Pará mi suerte uno de los inodoros estaba vacío, por lo que entre apresurado en este y saque a Rakkun de inmediato.

–¡¿Qué…?!

Antes de que pudiera gritar tape su boca, pues no podía dejar que se escuchara la voz de una chica dentro de los baños de los hombres o todos se volverían locos.

–Lo lamento, pero no hay otra forma –me disculpe con ella, pero aún parecía molesta.

–Bien, pero no sé te ocurra voltear a ver, no podía con la vergüenza –dijo apenada.

Yo le hice caso y mire hacia la puerta, todo mientras sabía que detrás mío Rakkun, en forma de Mapache, estaba haciendo del baño, y el sonido que hacía no ayudaba para nada, pues en mi imaginación veía a la Rakkun se siempre, con sus orejas y cola, pero la Rakkun de siempre.

Tras terminar, y aún perdido ligeramente en mis sueños, salimos del baño con ella aun dentro de la mochila para no ensuciar sus ojos con los horrores del baño de hombres.

–Ughh, me siento sucia por usar un baño de hombres –dijo con un tono triste.

–Bueno, tengo algunas toallas sanitarias por si quieres usarlas –dije ignorante de a lo que se refería.

–No hablaba de eso…, pero gracias, las necesito –dijo cansada.

Ese momento fue bastante extraño para ambos en cierta forma, pero siento que estos eventos serán los que nos unan cada vez más.

Una vez Rakkun estaba más tranquila la volví a sacar de la mochila y volví a cargarla. Podía sentir que su cuerpo estaba un poco más caliente que antes, y note que parecía algo agitada, seguramente por todo lo que ha sucedido hasta ahora.

–Oye, dijeron que había un evento especial en el deportivo, hay que ir a verlo –dijo un poco apenada.

–Claro, solo, trata de no hablar mucho allá, hay menos gente y será más fácil que nos noten –dije en voz baja.

Caminamos hasta el deportivo el cual estaba bastante vacío, había varias parejas y todo eso, pero ninguna parecía estar aquí para el evento especial, más bien estaban aquí para besarse.

Realmente los que estaban en los juegos de feria eran los que estaban solteros, pues los regalos que estaban dando eran… nada románticos.

–¿Muñecos de terror? Parece que no saben leer el ambiente –dije un tanto burlon, pero el peluche en mis manos dijo.

–¡Yo quiero uno, están bien hermosos! –gritó mejor dicho.

Varias personas voltearon a verme tras aquel grito, pero intuyeron que había sido yo el que había gritado, pues Rakkun había usado su voz grave en su grito.

–Eso estuvo cerca –susurro Rakkun aliviada.

–¿Eso te parece? –dije molesto.

–Jeje, lo siento –dijo apenada.

–Haa, no sé qué es lo que voy a hacer contigo –dije un tanto fastidiado.

–Amarme y quererme, oh, y conseguirme uno de esos peluches –dijo sin recato alguno.

–Bien, solo, no vayas a gritar otra vez –dije mientras metía a Rakkun de nuevo en mi mochila.

Me acerque al juego en donde debes de tirar un grupo de botellas con una pelota, un juego bastante simple, si es que no está trucado.

–Un boleto por favor –dije mientras daba uno de los tickets que nos habían dado para los juegos.

–Bien, tienes 3 tiros, aprovechalos bien.

El hombre dejó las tres pelota sobre la mesa y si hizo a un lado para dejarme tirar.

Tire la primera bola y esta termino golpeando la base del juego, rebotando y pasando al lado mio con una peligrosa velocidad.

–¡Mala suerte, te quedan dos tiros más!

–Sí, gracias por preocuparse –dije desanimado.

Mientras me concentraba podía escuchar las burlas de algunas de las chicas, no por el pésimo tiro de anres, más bien era por otra cosa.

–Mira ese chico, de aquí para allá con ese muñeco feo de Mapache, de seguro se confesó a una chica y lo rechazo, obvio, con un obsequio tan feo quien lo querría –decía con un tono claramente burlon y malicioso.

La ignore, pues sabía que esa era solo la idea de una idiota que no sabía que era el amor de verdad, después de todo, estoy aquí tratando de conseguir un feo peluche para mi novia que le gustan las cosas así… espero que eso no me incluya a mi.

Lance la segunda pelota y en esta ocasión logre tirar una de las botellas en la cima.

–Buen intento, pero aún lejos de lograrlo –burló el hombre.

–Bien, esta vez no fallare –dije confiado, pues ahora sabía como debía lanzar la pelota.

Había personas que aún se burlaban de mi, incluso creían que trataba de conseguir un peluche monstruoso para que convinara con el feo peluche en mi mochila. Me vi con la necesidad de lanzar la pelota en mis manos contra sus feas cabezas, pero me contuve ya que no quería desperdiciar mi último tiro.

Lance la pelota esta vez con más fuerza y logre tirar las tres pelotas de un solo golpe.

–¡Tenemos un ganador, y dime chico, ¿cual premio quieres llevarte hoy a casa?! –preguntó con un falso entusiasmo.

–Hmm, tomaré ese –dije apuntando al más grande de todos.

–¡Bien! Por que eres el único que ha ganado y ya arruinaste el negocio –susurro creyendo en que no lo escucharía.

Realmente no entendía su punto, ya que todos esos muñecos ya han sido pagados y el solo está cuidando el puesto, pero debe de estar acostumbrado a no perder haciendo trampas.

Una vez tenía mi peluche fui a donde había dejado mi mochila, ya que no quería molestar a Rakkun con los movimientos bruscos al lanzar la pelota.

Llegando a mi mochila note qué estaba abierta y que Rakkun no estaba por ningún lado, volteé a ver a mi alrededor comenzando a alterarme, buscando a la chica que debería estar cuidando, pero lo único que vi fue a las chicas que se habían burlado de mi hace escasos minutos, sufriendo por que alguien había jugado con su cabello.

–¡Ahh, no, quítate, me estas jalando el cuero cabelludo!

–¡Y tu a mi cada vez que me alejas!

Gritaban un par de chicas a las que le habían amarrado el cabello entre ellas.

–Eww eww, e-esto es, ¡oh por dios, es chicle, hay chicle en mi cabello!

Grito una chica cuyo cabello tenía una gran masa de chicle masticada a él.

Había otros casos más, todas las chicas que se burlaron de mí por traer a Rakkun como un peluche.

Deduje que estas bromas las había provocado Rakkun, pero eso no quitaba el hecho de que estuviera preocupado por ella, ya que si alguien la viera en su forma de Mapache, moviéndose, entonces no sé qué ocurriría.

Comencé por buscar debajo de los asientos y de las mesas que había en la zona deportiva, pero no encontraba nada más que basura y polvo.

Tome mi mochila y comencé a ampliar mi zona de búsqueda, después de todo, si Rakkun estuviera bien entonces habría regresado a mi mochila después de hacer sus bromas.

Sin importar cuanto buscará no podía encontrarla, tenía miedo de que un perro la haya atacado como si de un juguete se tratara, o que alguien la haya visto moverse y que la hayan abduccido para hacerle estudios del porqué podía moverse.

Mi mente se estaba volviendo loca, eso hasta que vi a una pequeña niña, seguramente la hija de una maestra, cargando con un peluche muy parecido a Rakkun. Al verlo detenidamente, podía notar ciertos movimientos qué me indicaron que se trataba de Rakkun.

Corrí hacia la niña que estaba con su madre, una chica un poco más grande que yo y no una profesora. Eso me distrajo un segundo, peor volví a mi misión y hablé.

–Disculpa, creo que ese peluche es mio –dije a la madre.

–Oh, perdona, mi hija lo encontró y se encariño con él al instante. Ves Sofi, te dije que este peluche tenía un dueño –dijo la madre con poco interés.

–¡No, es mi mapachito, mio y solo mio! –hizo un berrinche la niña.

–Vamos Sofi, no seas así –continuó la chica sin darle importancia.

–Y-yo realmente necesito ese peluche de vuelta, es, es muy importante para mi… puede que sea lo más importante que tengo en la vida, así que, por favor quisiera que me lo regresaras –dije con un tono suave.

–Hmm, ¡no, es mi pequeño Totoro ahora! –continuó la niña.

Esta niña berrinchuda y su madre despreocupada comenzaban a molestarme, pero tampoco podía pelear con una niña enfrente de tanta gente, así que solo tenía una opción.

–Te doy este peluche mucho más grande por ese que tienes ahí –dije mostrandoles el peluche qué había ganado minutos atrás.

–Hmm, ¡esta bien! –dijo arrebatandome el peluche y tirando a Rakkun al suelo.

Pará su suerte la niña apenas aun era muy pequeña, por lo que no cayó una gran altura.

Rápidamente tome a Rakkun y la coloque en mi mochila antes de salir corriendo.

Fuimos a una zona escondida qué solo pocos conocían, y para mi suerte ninguno de ellos tenía una pareja, así que este estaba completamente vacío.

Saque a Rakkun de mi mochila, y al verla suspirar aliviada no pude evitar ser embestida por un mar de emociones, comenzando por enojo.

–¡¿En que estabas pensando?! ¡Pudieron descubrirte, o mucho peor, pudiste haberte vuelto el pequeño Totoro de esa niña! –grite molesto.

Rakkun no me respondió al instante, se quedo cabizbaja mientras hacía un puchero.

–Es que, no me gustó como esas chicas se burlaban de ti y que me llamaran fea –dijo fastidiada.

–Haa, mira, lo entiendo, pero no puedes ir arriesgandote para hacerles bromas pesadas a chicas que te dicen cosas feas –hable con un tono más calmado.

–Hmm, lo lamento, pero tampoco me gustan que llamen a mi novio cosas feas –dijo un poco apenada.

Si estuviéramos en una situación distinta me habría sonrojado y la abrazaría, pero la situación no es nada favorable para ella.

–Bien, no diré nada más del tema, tan solo, me alegre de que no te haya pasado nada –suspire aliviado.

–Jeje, por supuesto, pues soy una experta escondiéndome –dijo con la cabeza en alto.

–¿Te recuerdo que una niña te atrapó? –dije matando su orgullo.

–E-eso no cuenta. Después de todo, me vengue de todas esas chicas que se burlaron de ti –volvió su orgullo.

–Oh sí, vi que jugaste con el cabello de todas –dije entre risas.

–No todas, una fue muy especial, y solo diré que, a la próxima no deberían dejar algo tan importante como sus condones al aire libre, o algo malo podría pasarles –dijo con una sonrisa macabra.

–No me digas, que tu… –dije mientras pensaba en el pero escenario.

–Así es, los roi todos, dejándolos inservibles –dijo con orgullo.

Al verla ahí, tan orgullosa en su forma de Mapache no pude evitar reír, pues parecía que al fin podríamos estar un poco más tranquilos, después de todo, el festival escolar había terminado.

Regresamos a casa de Rakkun para poder descansar, además de que tenía que pensar en una escusa con mi madre ya que parece que no puedo llevar a Rakkun de esta forma a la comida que preparo.

–Haa, hogar dulce hogar –dijo aliviada.

–¿Por qué suenas cansada? Si estuviste dormida todo el camino –dije mientras la bajaba a la cama.

–Jeje, bueno, fue un día bastante cansado… y aun no sé cómo volver a mi forma normal –dijo eso último con cierta depresión.

–Bueno, seguro es algo temporal, haa, necesito un baño después de todo lo que sucedió –dije cansado.

–Oh, puedes tomar un aquí, y ya que estas en eso, podrías bañarme a mi también –levanto sus brazos esperando a que la cargará.

–… bien, pero usaré un traje de baño –respondí apenada.

–Fufufu, pero no es algo que no haya visto antes –dijo burlona.

–… con más razón usaré un traje de baño.

De esa forma entramos al baño de Rakkun para tomar una ducha, aunque era raro bañarse con un pequeño Mapache qué a cada rato decía comentarios indebidos.

Fue algo tortuoso para ser sincero, pero repentinamente el cuerpo de Rakkun volvió a la normalidad, apareciendo completamente desnuda frente a mi.

Ella celebró volver a la normalidad, pero al darse cuenta de que no tenía ropa puesta se cubrió apenada al instante, por lo que comencé a reírme tras lo sucedido y por los comentarios pervertidos de Rakkun.

Pero, la burla no duro mucho, pues no era la primera vez que nos mostramos tal y como venimos al mundo, y no sería la última.

Aquel momento, duro unos minutos para muchos, pero para nosotros fue algo eterno qué durará por siempre.

Después de bañarnos y arreglarnos fuimos a mi casa para comer toda la comida que mi mamá había preparado para Rakkun.

Y así fue nuestro primer día de San Valentin, fue bastante loco, pero es algo común en nosotros, no lo creen?

Fin.

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