Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo XXIX

Wilfredo estaba precavido ya que los príncipes se habían quedado solos mientras sus padres corrían hacia el lugar dónde provenían los alaridos. Cuando se acercaron al lugar, con cierta prudencia, vieron a Tomás herido arriba de su ceja mientras que el toro pirata estaba mordido, arañado y con un ojo entrecerrado. Sus músculos estaban marcados por las garras del anciano quién a pesar de su edad no demostraba tanto cansancio. 

-Grrr... ¡Lobo desgraciado! -Gritó aquel pirata estando rasguñado.

-¡Cállate! ¡No hables! -Exclamó Tomás- Has merecido poco para lo que le hiciste tanto a Aquiles como al príncipe Leonardo.

-¡No sabes nada! -Dijo el toro- Pude haberme convertido en el soberano de estas tierras... Pero por culpa de esos estúpidos no pudo ser... -Seguía diciendo mientras reía y era observado sin saber por los reyes- Leonyx y Lycax fueron dos tierras que mis antepasados quisieron poseer desde que las descubrimos al tocar tierra firme aquí. Nunca nos conformamos con esa isla, esa isla que Aquiles descubrió y que no sirvió de nada por lo pequeña que era. Lo mató mi padre para nada.

La rabia y el resentimiento se apoderaron de Tomás quién al mirarlo a los ojos, sacó sus garras y le dio un zarpazo certero en la cara.

-¡Arghhh! -Gritó el toro quién mandó un puñetazo hacia las fauces del lobo anciano quién cayó al suelo derribado.

-¡Ugh! -Dijo Tomás arrodillado en el suelo tratando de reincorporarse.

-Mi padre quiso siempre que yo fuera rey de todo esto... Fue su pensamiento y luego era mi ambición... Yo quise poseer esto pero por culpa de ustedes no pudo ser... -Siguió diciendo sangrando por su cara mientras caminaba hacia Tomás- Pero... Aunque no sea rey y ya no me quede nada... Te mataré... Ja ja ja... Así como mi padre mató a tu novio...

En ese entonces, el toro tomó una roca enorme como pudo y sosteniéndola sobre sus musculosos brazos, la alzó con toda su fuerza. Sin embargo, los reyes al ver el peligro que Tomás corría, se abalanzaron sobre él y lo empujaron haciéndolo perder el equilibrio y que la roca cayera al suelo con tan mala fortuna que aquel toro cayó en un abismo poniendo fin a su vida. Los tres se quedaron mirando hacia el abismo y suspiraron porque la pesadilla que estaban viviendo ya había terminado.

-Muchas gracias por ayudarme... Pero no debieron... -Dijo Tomás agarrando uno de sus costados y mirándolos.

-¿Bromeas? Ese toro por poco te aplasta con esta enorme roca -Dijo el rey Sebastián limpiando su traje real.

-Sí debimos, lobo. Sino él seguiría vivo y tú muerto -Dijo el rey Horacio levantando a Tomás.

-Eso es verdad... Llegaron en el momento oportuno -Dijo el anciano quién cojeaba un poco al caminar. 

-Lo es, sí. Por curiosidad, ¿conocías a este tipo? -Preguntó el rey león.

-Sí, según él era el hijo del pirata que había asesinado a Aquiles. Aquiles era mi pareja mucho tiempo antes de perecer a manos de ellos -Respondió Tomás.

-Con razón nos habías dicho que ya era algo conocido para ti -Dijo Sebastián acomodando su corona- Nosotros encarcelamos a muchos de ellos a nuestro regreso.

-Es verdad -Dijo el rey Horacio- Wilfredo y Leonardo nos ayudaron mucho con ellos. Estarán felices de saber que ya todo terminó y que podrán continuar con su relación.

Después de haber sostenido esa charla, los tres fueron al encuentro con los príncipes. Wilfredo los recibió con una enorme sonrisa al verlos bien y suspiró tranquilo cuando supo que aquel toro pirata había pagado por todo lo que hizo.

-Y-Ya... Terminó... T-Todo... -Decía Leonardo recuperándose poco a poco tras su prolongado desmayo.

-Sí, mi príncipe. Ya todo terminó -Dijo Wilfredo acariciando su barbilla.

-Ahora, lo que importa es la felicidad de cada uno -Dijo Tomás mientras tomaba unos libros de la mochila de Leonardo y Wilfredo respectivamente- Espero no les moleste que tome esto.

-N-No... N-No me molesta -Dijo Leonardo al verlo- G-G-Gracias... A e-ellos aprendí... M-Mucho...

-A mí tampoco, gracias a ellos aprendimos muchas cosas -Dijo Wilfredo sonriente.

-Siempre andaban con ellos, me alegro por ustedes porque pudieron apreciar la importancia de leer algo y reconocer la historia de cada uno. Por el momento debo despedirme -Dijo despidiéndose de todos con su cuerpo cansado y golpeado por la dura batalla sostenida con el toro pirata.

Los demás se despidieron de él y antes de que llegara el anochecer, ya cada uno estaba en su respectivo lugar felices y contentos porque todo marcharía bien a partir de aquel entonces.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro