-Yei lambo-san es el mejor! -grita el pequeño vestido de vaca contento por su triunfo
- Estúpida vaca has vuelto hacer trampa -tirando las cartas de mala gana
-Dame-Tsuna es malo hasta en este juego
-Reborn! -se quejó el castaño
-Jeje vamos, otra partida seguro en esta ganas - añadió el joven animando a su amigo
-Yamamoto tiene razón, ¡volvamos a jugar al extremo!

-Me sigo preguntando porque tienen que estar todos aquí, ¿Acaso no tienen la casa de Sawada? - se acercó la joven con unas galletas a los presentes y bebidas

-Mama salió y no queremos que la casa explote mientras no esté ella por los intentos fallidos de Dame-Tsuna a cocinar. -tomando tranquilamente su café
-Lo siento por las molestias cafiero, prometo no ser una molestia ¡Gracias por esto, está delicioso!
- ¡Ven aquí vaca estúpida, el décimo no se va a hacer cargo de tus travesuras en casa ajena! -intentando atrapar al pequeño que se encontraba jugando con I-pin y el felino de la joven.

Nanami solo suspiro pesada al ver el panorama que se había formado, hacía solo un par de horas que habían llegado por sorpresa y aunque es una persona que le guste la tranquilidad de su hogar no le guste para nada las visitas no podía negar que el ambiente le producía una extraña sensación agradable y familiar, era la primera vez que su casa estaba tan activa, la primera de muchas que se avecinaban. El pequeño felino también estaba contento jugando con los dos pequeños correteando de arriba abajo.

Le hacía recordar momentos felices de su infancia con su hermano y eso daba un pelicular tono brillante a sus ojos poco a poco menos opacos.

-En el fondo te diviertes y lo sabes~kora -dijo el pequeño sonriente a lo que ella solo le respondió con una mueca para después sonreír también.

-Ts, herviboros escandalosos. Cafiero dame tus piernas. - A lo que ella lo miró con mirada asesina pero accedió a sentarse y dejar que el guardián de la nube se tumbara usando sus piernas de almohada. Sabía que discutir con el pequeño demonio no llevaría a ningún lado y tampoco le molestaba pues de cierta forma le gustaba tocar su cabello mientras este se recostaba. Pero esta acción era algo nuevo para todos los demás, que miraron con asombro lo sucedido, nunca habían imaginado que El demonio de Nami-chu hiciera algo como eso.

-¡Lambo-san también quiere! ¡Las piernas de Nanami son lindas! - corriendo hacia la chica pero antes que pudiera siquiera tocarla Hibari sacó una de sus tonfas y se las mostró con mirada asesina - Mejor seguiré jugando, igual tampoco tengo sueño jajajaja - algo asustado

-¡Kyoya, no asustes al niño! - pero éste sabía como hacerla caer sacando una caja de Pokis de su bolsillo - Bien,tu ganas.

-¿Pero qué demonios? Levántate de ahí ahora o te asesino~kora - un molesto hermano estaba mostrando su lado celoso y protector que fue calmado por una pequeña con gorro blanco

-Tranquilo Colonello, mirala es toda una jovencita y estas galletas están muy ricas come, son tus favoritas.

Y así fue como todos pasaron una extraña pero agradable tarde en casa de Nanami Cafiero.

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Capitulo extra cortito sorry chiquis unu no me maten solo no he tenido tiempito :'( prometo volver a estar más activa