Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 13

Hola mis amores,  Como están? que les parece esta historia? los amodoro

Un mes. Cuando Martín observó la fecha en el calendario no podía creer que cuatro semanas al lado del escritor hubieran pasado tan rápido, pronto recibiría su segundo cheque. Lo que significaba que había pasado un mes desde que Dave lo había bloqueado de todas sus redes sociales, por amigos en común había descubierto post en Instagram del chico llorando por su rompimiento. Después de eso se había hecho un perfil falso para espiarlo. Sí, psicópata , pero Martín parecía ser el jodido villano en la historia de Dave, vamos, después de que él había sido quien fue botado como basura. Todos los amigos que tenían en común lo miraban como si fuera un cretino por "hacerlo elegir entre sus sueños y él"

—cualquiera puede ver que eso es mierda.—Martin alzó la vista. Max había invadido todo su espacio personal antes de que se diera cuenta. Estaba revisando el perfil de Dave en la cafetería de la universidad. Otra vez.—deberías ignorarlo.

Martín observó el cuerpo esbelto detrás de él y los ojos verdes y brillantes del chico que había comenzado a acercarse más a menudo a él desde que Dave había salido de la escena. Recordaba al chico de alguna de las reuniones familiares de cuando era crío, su madre era amiga de su familia, o lo había sido un tiempo, pero nunca habían sido cercanos. En realidad hacía mucho tiempo que sus familias no hacían parrilladas en conjunto. Quizás Max tenía intenciones de recuperar la pseudo amistad que tenían de niños.

Max observó los restos de su almuerzo sobre la mesa. Martín ya había terminado.

—Tienes que olvidarte de él. Nadie va a creer lo que dice de ti. Si lo hacen es porque no conocen la pequeña mierda que es.—Dijo alzando la vista más allá de su hombro.

Martín siguió su mirada forzándose a ignorar esa parte muy arraigada de su cerebro que aún quería defender a Dave. Por lo visto iba a tardar más que unas cuantas semanas en eliminar todos sus instintos protectores de novio, incluso si Dave era un "pedazo de mierda" o una "planta venenosa". Jesús, Dave había sido su pedazo de mierda venenosa.

Desde el otro lado del local Vania Ericovich McGraw los observaba con su mirada fría fija en ellos.

Martin se estremeció. El tipo era jodidamente un dios nórdico, tenía una melena platinada peinada con trenzas que despejaba un lado de su rostro, facciones refinadas y un cuerpo que hacía que Martin se sintiera escuálido a su lado. Vamos, el tipo estaba para modelar en revistas, probablemente podría empalmarse de solo verlo si no desprendiera ese aura de voy a arrancarte los sesos. Por puro instinto de supervivencia se echó para un costado en su silla, creando una sana distancia entre Max y él. Sí, llámenlo cobarde, él no estaba mirando a un hombre tomado, menos uno que tuviera un perro sexy guardián detrás. no señor. Apreciaba su miserable existencia.

Como si pudiera leer su pensamiento Max soltó una risita divertida entre dientes.

—Él no es el peligro.—Le dijo antes de erguirse para salir también de su espacio personal. Martín por fin respiró.

—Deberías comenzar a almorzar con nosotros.—añadió en tono más audible con simpatía.

—Claro.—Mintió Martín. Claro que no lo haría. — En fin. Nos vemos en derecho privado. Tengo, estoy trabajando ahora.

Observó a Max despedirse y caminar hasta la mesa de Vania. Intercambiaron un par de palabras antes de que se giraran de nuevo a verlo. Max lo saludó con la mano alegremente y una sonrisa llena de dientes blancos. Vania en cambio solo le mantuvo la mirada.

Jesús. Martin se estremeció antes de salir huyendo. No fue del todo consciente de lo incómodo que se sentía en su entorno normal desde que Dave se había ido hasta que llegar al departamento de Jude Rose se transformó en la representación del alivio puro. Sí ¿cuando había pasado eso?

Martín dejó su abrigo en la entrada y fue por la cafetera que a esas alturas ya era su mejor amiga. Jude Rose seguía justo donde lo había dejado el día anterior, gruñendo sobre su ordenador. Martín apretó sus labios en una línea para no saludarlo. Patrick le había ordenado no interrumpir al hombre cuando estaba escribiendo, pero a la parte educada de Martín aquello le resultaba bastante desagradable. En realidad sí era honesto consigo mismo Patrick le resultaba desagradable. Una opinión que había construido después de observar la relación entre el escritor y el representante.

No era como si a Martin le agradara particularmente Jude Rose, pero Patrick parecía solo vivir para presionarlo a escribir y asegurarse de que el hombre tuviera alguien que le rellenara el vaso de alcohol. Vamos, eso de prohibir que interrumpiera sus momentos creativos ? Pues mierda, para Martín era como si quisiera que el hombre fuera una máquina funcional 24/7 produciendo grandes éxitos de súper venta. La peor parte? Cuanto más pasaba el tiempo sin que Jude cumpliera con los plazos esperados, más Patrick parecía impacientarse, su careta del hombre agradable y preocupado por su cliente deslizándose en los bordes para mostrar al verdadero ser codicioso detrás de él.

De hecho su opinión sobre el pelirrojo se afianzó negativamente cuando llegó hasta la sala habitual del sr. Rose unos días atrás y pudo oír los últimos retazos de lo que parecía una acalorada conversación entre él y su representante viniendo desde el pasillo. Martín se había aproximado todo lo que pudo para poder escuchar sin ser oído por la pareja que discutía. Poco ético? Sí. Martín era curioso condenenlo por ello.

—...Tienes que darme más que esto Jude, los editores esperan más que esto. Yo esperaba más de ti.—El tono de Patrick era contundente, casi un reproche. Entonces los pasos comenzaron a aproximarse y Martín se apresuró a volver a su lugar habitual junto a la cafetera intentando lucir todo lo inocente que fue capaz.

Nadie pareció sospechar de él, bueno si era honesto consigo mismo a veces creía que sus patrones olvidaban por completo su existencia.

Volvió a subir su vista hacia Jude Rose que en esos momentos se encontraba encorvado sobre su ordenador. La arruga de frustración en su seño que se había hecho una constante perpetua en su rostro estaba allí. Martín había comenzado a preguntarse como se vería sin ella, vamos, comenzaba a conocer cada detalle infinitesimal del rostro del hombre. Era un buen asistente ¿de acuerdo?

quizás solo pasaba demasiadas horas en silencio alrededor del hombre, se aburría. Martin balanceó sus pies en su banquillo, no era que no llegara al suelo pero se las arregló para que sus pies colgaran, distrayéndose un momento hasta que la voz de Jude lo interrumpió.

—¿Puedes jodidamente parar de una vez, Zyde?

Otra cosa que comenzaba a amodiar del hombre, era que siempre lo llamaba por su nombre de pila. Al principio había sido raro y molesto, ahora lo hacía parecer más...cercano.

Martin alzó la vista a la arruga de frustración en el ceño del hombre mayor, casi sintió ganas de apoyar su pulgar sobre ella para alisarla. Que pensamiento más estupido. Martin sacudió la cabeza como si quisiera despejarse de él.

—¿Qué tan difícil puede ser escribir porno?—Ups. sí, realmente él no pensaba preguntar eso. Ahora que tenía la atención del escritor sobre él, su boca lo había traicionado. La frente de Jude volvió a arrugarse con un nuevo patrón, la molestia reemplazada por la sorpresa.

al menos es algo, se dijo martín y luego se preguntó por qué demonios le importaba que Jude no estuviera molesto. Martin no tenía idea, pero una parte de él quería borrar el ceño en el hombre.

—¿que? tu crees que escribo porno?—Preguntó Jude sonando incredulo.

—¿no lo hace?—Le devolvió Martin en el mismo tono.

—A veces lo hago.—Concedió Rose. Martin alzó una de sus cejas rubias en una pregunta silenciosa que decía "¿Esta seguro que solo a veces?

—He leído un poco de su material sr. Rose, se exactamente como describe una polla empalmandose con todos sus detalles anatómicos.

—De acuerdo, todas mis historias incluyen descripciones sexuales pero no se trata de eso.

—¿De que entonces?

—Ven aquí

—¿Que?

—Ven aquí, Zyde.

Martin dudó, pero sus pasos lo llevaron hasta el escritorio del escritor. Jude apartó su silla haciéndola rodar fuera para darle espacio, entonces señaló sus propios muslos.—Ven aquí, siéntate.

—¿Está usted queriendo abusar de sus privilegios de empleador para coersionarme a hacer cosas sucias con usted?—Preguntó Martin pero de todos modos hizo lo que se le dijo apoyando su trasero en las piernas del escritor, su espalda no tocó el pecho del hombre, pero de todos modos podía sentir el calor corporal de Jude a pesar de la sana distancia que había dejado entre ellos.

—¿Cosas sucias?—Jude parecía divertido.con un solo movimieto cortó la distancia por completo rodeando el cuerpo de martín. El chico se estremeció sintiendo el calor de jude abrazarlo, la respiración del hombre en su oido. Sí, tal vez no había sido una buena idea, pensó en cuanto la voz del hombre se transformó en un susurro una octaba mas rasposa y suave —Definitivamente no haría "cosas sucias" con un niño que ni siquiera puede poner en palabras el sexo.

—Poner en palabras las cosas no es cosa suya? —Preguntó Martin concentrándose en el hilo de la conversación, se removió ligeramente incómodo. El escritor gruñó sus manos se aferraron a sus muslos y lo detuvo fijando sus caderas en su sitio. Ups, Martin sintió una pequeña dureza debajo de si. No había esperado que su inocente movimiento provocará la polla del hombre. Intentó parecer indiferente al asunto y lo hubiera logrado si su voz no lo hubiera traicionado saliendo como un carraspeo. Se aclaró la garganta y repitió.

—Pensé que ya habíamos pasado por esto del manoseo sr. Rose, si esto era todo lo que quería mostrarme...

—En primer lugar, yo nunca te manoseé, tu te tiraste en mi cama borracho y me ofreciste sexo completamente consensuado. El cual ni siquiera tuvimos. En segundo, no, niño, esto no era todo, mira.—Dijo, Jude hizo rodar la silla de nuevo a su sitio en el escritorio, dejando a Martin encerrado entre el ordenador y el propio cuerpo de Jude. El hombre pasó sus manos por debajo de los brazos de Martin hasta alcanzar el teclado mientras observaba por encima del hombro del chico por lo que su cabeza prácticamente quedó apoyada en la unión entre el cuello y el cuerpo de su empleado.

Jude tecleó algo, Martin no estaba seguro de qué demasiado concentrado en la cercanía del hombre.

—¿Lo ves?—Martín no veía nada, su cabeza estaba demasiado concentrada en el aftershave de Rose.¿Como podía una loción para después de afeitar oler tan bien?

—Es más que descripciones de pollas.—Joder, oir a su jefe decir polla en su oido no tenía que resultarle tan perturbadoramente erotico. —Es como en el sexo real, son momentos, cercanía, ansiedad, emociones, el sudor corriendo por su espalda, el presemen goteando, el olor amizclado del sexo, corazones palpitando. aliento chocando contra el cuello. la anticipación al acto.—Martin sintió el aliento de Rose rozando su cuello y un vergonzoso sonido estrangulado escapó de su garganta. Jude estaba marcando un párrafo en su borrador, pero en ese momento Martin estaba lejos de poder leerlo, sus ojos entrecerrados concentrados en las calientes manos del hombre que fueron a descansar en sus muslos.—Escribir "porno" como tu lo llamas, es un jodido juego de seducción entre yo y mi lector, Zyde, un juego en el que mi objetivo es conseguir que se pongan duros, que se mojen. Que chorreen y quieran acariciarse con sus fantasía. Si lo hacen, entonces yo gano. Si no te pone entonces la escena es mala.—Terminó Jude apartandose de su espalda, el olor de su colonia se atenuó.

Martin parpadeó y se llevó la mano al pecho, su corazón latía acelerado como si acabara de correr una maldita maratón. Bajó la vista a sus pantalones, sí, su polla estaba dura en la prisión de sus pantalones.

Sip, el tipo si que tenía talento. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro