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Epílogo


[Jin]

Han pasado seis meses desde que desperté de un coma. La policía aún no había dado con ningún sospechoso y aunque seguían por la labor de encontrarlo pedí que no lo hicieran, quería vivir mi vida tranquila y olvidar lo que ocurrió, aunque tampoco recordaba demasiado, pues mi memoria sólo alcanzaba al momento antes de mi atropello y poco más.

A pesar de que la policía no sabía nada yo conocía toda la verdad. A la semana de haber despertado abrí un pequeño cajón que había en una mesita junto a la cama para guardar uno de los regalos que me habían hecho, allí encontré un libro que por mi aburrimiento sentí curiosidad por leer, pero al levantarlo algo llamó aún más mi interés. Era un papel doblado por la mitad, lo cogí sin mucha importancia y cuando lo desdoblé comencé a leer lo que había allí escrito; que no era poco.

La cutre carta, si es que la intención era de ser una carta, prácticamente pedía miles de veces "perdón". No había frase que no contuviese dicha palabra, pero no era lo único que contenía, en ella se podían reflejar sentimientos llenos de temor, preocupación y, lo más sorprendente para mí, amor.

Al principio no sabía cómo reaccionar pero mis actos por si solos ya se ocuparon de hacerlo. No entendía por qué lloraba, ni siquiera por qué sentía esas palabras escritas tan profundas dentro de mí; como si las hubiese estado escuchando en mi oído mientra las leía.

Por supuesto había algo más, algo que me dejó muy desconcertado y me mantuvo semanas con la cabeza llena de líos, nudos, dudas y batallas mentales por saber qué hacer.

El mismo que escribió la carta, el mismo que me hizo llorar con solo leerla, era el causante de mi accidente; claramente era una confesión por su delito. Pero, ¿por qué lo haría? o más bien..., ¿por qué esos sentimientos hacia mí? Yo no lo podía recordar, pero cuando leí su nombre al final de la carta un fuerte pinchazo en el pecho fue lo que hizo que me llenara de dudas y no fuera corriendo a avisar a la policía sobre el culpable.

Aquella situación se podría catalogar de extraña, pero nada comparado con lo que ocurrió después, justo el mismo día que me dieron el alta, pues me encontré con la persona que hasta ahora ha sido mi pareja, o como yo lo llamo, "fantasma". ¿Por qué?, pues porque se niega a separarse de mí así sólo sea un rato; algo así como mi sombra. Me sigue a todas partes, cuando estoy fuera o en el trabajo me llama a cada hora y lo más gracioso es que es un celoso que no soporta que nadie me mire. Puede parecer algo psicótico pero lo cierto es que es un chico muy dulce y deja muy claro que no lo hace con malas intenciones; como siempre dice él: "no puedo volver a perderte".

Resulta curioso cuando lo escucho decir cosas así, pero lo es más cuando me reprocha que el fantasma siempre fui yo, quizás por eso lo llamo así; es como ver a un niño pequeño hacer berrinche.

En los meses que llevamos juntos me ha contado muchísimas cosas, y entre ellas todo lo que pasó mientras yo estuve en coma, sí, me llegó a relatar como todo ese tiempo que estuve en cama había vivido prácticamente con él. Nadie a parte de él me podía ver e incluso me contó todos los acontecimientos que ocurrieron. Algunas cosas me sorprendieron, como el que tomara drogas, se emborrachara hasta no recordar nada al día siguiente o estuviera a punto de violar a su propio novio. ¿Me causó miedo?, aunque parezca raro, no lo hizo, más bien sentí impotencia por no poder haber hecho nada, pero cuando se lo dije él soltó un rotundo "no". Aunque sentía que no había hecho nada, él aseguró que fue por mí que todo aquello quedó en un pasado.

¿Lo creí?, por supuesto que lo hice, pues sin poder explicarlo en mi cabeza había una vaga sensación de haber vivido todo aquello, por no hablar de los vagos recuerdos que tenía de haber soñado con él. Todo había sido muy extraño, pero después de seis meses juntos, ¿nuestra vida se podría clasificar de... normal?


Con una simple camisa blanca de NamJoon tapando únicamente mi cuerpo fui hasta la cocina y cogí una botella de agua, volví a nuestro dormitorio y me subí de vuelta a sus piernas. Desenrosqué el tapón y bebí un poco pasándosela luego a él.

— ¡Uff, me iba a deshidratar! —expresó exageradamente.

— ¿Tan poco aguante tienes? —pregunté mientras le arrebataba la botella para volver a beber y luego dejarla en la mesita de noche.

— No debiste preguntar eso —mordí mi labio inferior, pues lo que quería era provocarlo para tener una segunda sección de sexo.

Atrajo mi rostro hacia él y lamió mis labios aún húmedos por el agua, se relamió los suyos y me besó introduciendo su lengua en mi interior. Nuestras bocas estaban frías por la temperatura del agua que habíamos ingerido, pero eso fue cambiando cuando nuestras bocas la subieron y se convirtió en un beso más fogoso.

Lentamente desabotonó la camisa y me la sacó para tirarla al suelo. Pasó sus manos por toda mi espalda con una suavidad que me causó escalofríos y no pude evitar reír sobre sus labios. Luego viajaron por mis costados y subieron por mi pecho para nuevamente bajar a la misma velocidad y delicadeza, como si mi cuerpo fuera del cristal más frágil del mundo.

— Me haces cosquillas —admití.

— Lo sé, me gusta como se te eriza la piel —sonreí dando un casto beso en sus labios y luego ladear mi cabeza para besar su cuello, dejando marcas por las succiones que le hice sobre su piel. Lo oí gemir ronco y posicionando mis manos en el cabecero de la cama comencé a moverme sobre él.

NamJoon tenía sus partes tapadas por una fina sábana y yo estaba sentado sobre él completamente desnudo por lo que, aunque hubiese una sábana de por medio, ésta no era impedimento para sentir nuestros miembros frotarse juntos.

— Ahh..., me vuelves loco —me levantó por mi cintura y me quedé apoyado sobre mis rodillas. Algo desesperado apartó las sábanas y volví a sentarme, ahora pudiendo sentir nuestra piel—. Mucho mejor.

Acaricié con mis manos su tostada piel, bajando poco a poco hasta que mi cara se topó con su miembro, el cual no dudé en meter en mi boca y lamerlo entero como si éste fuera una paleta de mi sabor favorito.

— A-ahh... ¡Ah! ¡Más rápido! —mientras lamía y succionaba su glande, le eché un ojo y estaba con su cabeza hacia atrás y los ojos cerrados disfrutando del tacto de mis labios y lengua. Tal como me pidió, aceleré mis movimientos y me detuve cuando sentí el sabor del líquido preseminal.

Volví de regreso a sus labios, los cuales me recibieron desesperados de tocar, morder y lamer. Metió su lengua hasta lo más profundo que pudo y yo la recibí gustoso de querer llevar su ritmo; el cual me costó un poco al principio. Nuestra saliva caía por la comisura de nuestros labios y nos separamos limpiándonos mutuamente. Luego alargó su mano al cajón de la pequeña mesita y sacó un lubricante con olor a vainilla. ¡Adoraba ese dulce olor! Nuestra casa prácticamente olía a vainilla, tenía ambientadores en cada rincón de la casa con esa fragancia. Se podría decir que estaba un poco obsesionado, pero a NamJoon nunca le molestó, al contrario, lo ponía duro porque le recordaba a mí; palabras textuales suyas.

Metió dos de sus dedo embarrados en lubricante en mi interior, no dolió ya que no hace mucho lo habíamos hecho y aún estaba ligeramente dilatado. Metió y sacó unas cuantas veces y después agarró su miembro y esperó a que yo me sentara sobre él, auto penetrándome.

Ambos soltamos unos gemidos, dejé descansar mi frente en su hombro y comencé con un vaivén lento pero profundo, él agarraba mis caderas ayudándome con la labor. Después de un par de minutos levanté mi cabeza para besarlo y aumenté el ritmo de mis movimientos, volví a agarrarme del cabecero y lo cabalgué rudo. NamJoon apretaba mis nalgas fuerte cada vez que una ola de placer recorría su cuerpo.

Desesperado me detuvo y tiró de mi cuerpo hasta dejarme tumbado boca arriba, se posicionó entre mis piernas y volvió a meter su palpitante miembro dentro. Ahora era él quien llevaba las riendas y las estocadas eran más fuertes y rápidas, controladas por la excitación de sentir más. Mi cuerpo tembló bajo él cuando certero tocó en un punto culminante para mí, agarró mi miembro y siguió el ritmo hasta que me vine en su mano. Mis manos aferradas a las sábanas disminuyeron el agarre y las llevé a su cuello para rodearlo y acercarlo a besarlo. Unas cuantas embestidas más bastaron para que él soltara su semilla dentro de mí y dejara escapar un fuerte gemido.

— ¡Estoy muerto! —gritó y yo reí cuando su cuerpo cayó como un peso muerto a mi lado. Me giré para quedar en su dirección y acaricié sus cabellos rubios con delicadeza.

— Una doble sesión no es broma —lo apoyé y seguí acariciando, despegando mechones rebeldes de su frente pegados por el sudor.

— Ven aquí —agarró mi cintura y me pegó a su cuerpo, dándome un beso en los labios, luego otro en la nariz, mejillas, barbilla y terminando por mi frente. Yo sonreí como un niño cuando es llevado a una tienda de dulces y no pude evitar abrazarlo por sentirme la persona más feliz del mundo junto a él.

— Te amo mucho —confesé cerca de su oído.

— Yo más.

Después de una noche de intenso placer, nos quedamos dormidos abrazados en la misma posición.


[...]

A la mañana siguiente preparé tortitas con caramelo y chocolate, un desayuno que luego requeriría una buena sesión de ejercicio para hacerlo desaparecer de nuestro organismo y que no quedara rastro de él, pero era una receta que había aprendido de mi madre de cuando iba a sus clases de cocina occidental y tuve que probar a hacerlo.

— ¡NamJoonie! —grité desde el comedor mientras colocaba tres platos, sí, tres.

— Quiero dormir más —el rubio apareció por la puerta con unos pantalones deportivos y el torso al descubierto, era sencillamente sexy verlo así, aunque luego le mirabas la cara y tenía su expresión arrugada por la claridad y el pelo hecho un desastre; pero aún así era perfecto.

— Son las diez de la mañana.

— Uff, muy temprano para ser sábado —giró su cuerpo y comenzó a caminar de vuelta al dormitorio con pasos algo torpes. Rápidamente lo hice girar y lo dirigí hasta la silla.

— En un rato se te pasará el sueño. Además, mira lo que preparé.

— ¿Tortitas? —asentí sonriente y orgullo por lo bien que se veían.

La puerta sonó y fui corriendo a abrir, al ver la persona que estaba detrás de ésta, la abracé efusivamente y le pedí que pasara.

— Bue... nos días —saludó entrecortada mi madre cuando al entrar al comedor vio las pintas de NamJoon.

— Buenos días, suegra —saludó adormilado y levantando su pesado cuerpo para abrazarla.

Aunque pareciera raro, mi madre y NamJoon se llevaban muy bien, tanto que siempre que se veían se abrazaban. Nunca llegué a entender como mi madre pudo aceptarlo tan fácilmente, además parecía como si se conocieran desde antes, y bueno, según los relatos contados por NamJoon, ellos ya se conocían mientras yo dormitaba en aquella cama.

— ¡Menuda pinta tiene esto! —dijo mi madre sentándose frente a su plato y yo haciendo lo mismo con el mío.

— Espero esté bueno.

— ¿Bromeas? Todo lo que haces está buenísimo —dijo NamJoon posando una de sus manos sobre mi muslo y mi madre lo notó.

—Ejem —ambos la miramos con nuestras bocas llenas y, aunque nos percatamos, el rubio no retiró su mano—. ¿No tienes una camiseta para ponerte? — preguntó en dirección a Namjoon.

— Mmh, pero estamos en agosto y hace calor, además me acabo de despertar —mi madre rodó los ojos. Era evidente sus tantos intentos de enderezar al rubio pero que hasta ahora no había conseguido.

Después de desayunar y de charlar un rato con mi madre, se marchó para comprar el almuerzo para su casa y yo corrí hasta mi novio para saltar sobre él y quedar sentado con mis piernas a los lados.

— ¿Qué quieres almorzar?

— Lo que sea, todo lo que haces es perfecto.

— Deja de halagarme y sé sincero —sonrió y dejó un delicado roce en mis labios con los suyos.

— Podemos ir a almorzar fuera, así no cocinas y aprovechamos nuestro sábado —me lo pensé por unos segundos hasta que terminé por asentir—. ¿Quieres que invitemos a los demás?

— ¡Buena idea! —me levanté para coger su móvil y se lo pasé mientras me sentaba a su lado a mirar la pantalla a la vez que él abría sus conversaciones y preguntaba al resto.

— JungKook dice que sí y trae a Jimin.

— Pregunta a los tórtolos raros —NamJoon rió por mi comentario e hizo lo mismo obteniendo la misma respuesta que la de los otros chicos.

Los dos nos fuimos a alistar para salir cuando la hora del almuerzo se aproximara y, llegando al restaurante acordado, entramos cogidos de la mano viendo a HoSeok y TaeHyung sentados en una de las mesas.

— ¡Aquí! —gritó el castaño y fuimos hasta ellos, nos sentamos juntos y al poco tiempo llegó YoonGi con un chico que salía desde hace poco, pero que al parecer llevaban bastante bien su relación, ya que NamJoon me contó que era bastante reacio al tema de parejas.

— Lo sentimos, llegamos un poco tarde —dijo Jimin un poco apenado cuando llegó junto al menor de todos—. La culpa es de JungKook. De camino hacia aquí vio unas máquinas de peluches y me tuvo ahí por media hora hasta conseguirle el muñeco que quería —dijo negando con su cabeza y el pelinegro a su lado sonreía feliz con ese peluche entre sus manos.

— Es que me recordó a ti —dijo mostrando el peluche de pequeñas dimensiones, pero bastante adorable. Todos soltamos carcajadas a la vez y terminamos por sentarnos y comenzar a comer mientras conversábamos sobre situaciones vividas, pero bastante graciosas.

Quien diría que la vida me premiara con una vida llena de sonrisas, cariño y diversión cada día y a todas horas después de haber recibido un accidente del que podría haber muerto.

Las cosas no solían ocurrir porque sí y podía asegurar que mi encuentro con NamJoon no fue casualidad. ¿Cómo podría serlo cuando era imposible encontrar explicación a todos los acontecimientos ocurridos? Simplemente no podías.

Pero, ¿eso no lo hacía más interesante?





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Se acabó D: Creo que terminó bien, ¿no? xD Aunque os hice sufrir un poquito... pero acabó bonito (es que si no hago sufrir no soy yo jajaja). Sé que dije que sólo mencionaría a los demás, pero al final quise darles un poco más de presencia xD.

Quiero agradeceros a todos/as por haber leído el fic, me hacéis una personita muy feliz y nunca encuentro cómo expresar toda la gratitud que tengo acumulada dentro jaja, así que lo siento si no lo demuestro como es debido, me cuesta expresarme D: Pero de que os lo agradezco pff, ni os imagináis cuanto, así que... ¡MUCHAS GRACIAS!

Pd: He subido un fic nuevo, se llama "Escape" y obvio es de BTS, pero tendrá a todos como personajes principales, caridad para todos (?). Y bueno, las parejas principales serán, JiKook, NamJin, V-Hope y Suga con alguien que se le ocurrió a una persona y me gustó, ah y no es Zico xD, algo nuevo jaja. Bueno si os apetece leerla estáis invitados/as <3

De nuevo, muchísimas gracias por leerme y por todo el apoyo. ¡¡¡Os quiero inmensamente!!!

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