— ¿JungKook? —susurro en su oreja.

— ¿Te sientes mal? —se aleja un poco.

— SonWoo y su esposa están en esa mesa—indico con la cabeza. JungKook mira a donde dije, su semblante cambia, SonWoo y su esposa comen en silencio sin verse o hablarse, creo que ellos ni saben que estamos aquí.

— ¿Quieres que nos vayamos?

Respiro profundo, ellos no están haciendo nada y nosotros tampoco. Podemos llevar la fiesta en paz, ante mi negación regresamos a la mesa. El apetito por mi pudín sigue intacto, JungKook llama la atención de un mesero, le pide que se lleve los platos vacíos y los vasos. Al mismo tiempo pide la cuenta.

— Te dije que no necesitamos irnos...

— Esta noche quisiera pasar un rato agradable con mi novia sin sentirme incómodo por mi loco hermano—recoge su chaqueta. En minutos el mesero deja los datos de la cuenta, JungKook se levanta para pagar con su tarjeta. Espero en la mesa mirando hacia la pareja, SoHee parece decirle algo, pero SonWoo niega con la cabeza, ella luce preocupada mientras él está muy relajado, diría que desinteresado.

— Vamos—JungKook toma mi mano al aparecer. Salimos del restaurante juntos agradeciendo al hombre de la entrada por la atención, afuera hace una fría brisa, me abrazo a mí misma caminando hacia la acera para esperar un taxi—So, espera—toma mi mano. El chico me coloca su chaqueta, hace que introduzca mis brazos por ella, sonrío divertida captando su perfume al instante.

— ¿No tienes frío?

— Un poco, pero si tú tienes frío el bebé también debe tenerlo—toma mi mano—¿Quieres que vayamos a casa?

— Estoy algo cansada—el chico me quita mi bolso llevándolo por mí. Me causa gracia cuando JungKook actúa así—Mañana estaré muy nerviosa, ¡Oh no! —me detengo—Debo buscar una ropa presentable para mañana.

— Tranquila, respira, no has comenzado a trabajar allí y ya enloqueces.

— No enloquezco, quiero estar presentable para ese CEO—nos detenemos a un costado de la calle. JungKook se mantiene alerta por los taxis, ha comenzado a lloviznar—No sé si tengo ropa presentable, ¿Y si no me aceptan y decepciono a mi profesor?

— So—se acerca.

— ¿Y si te decepciono?

— Oye.

— No quiero decepcionar a nadie.

— So, nena, todo saldrá bien—me abraza. Oculto mi rostro en su cuello rodeándolo con mis brazos—Estarás perfecta en esa entrevista que no dudarán en aceptarte, ¿De acuerdo?

— Sólo una cosa—levanto mi rostro un poco—¿Puedes decirme así de nuevo?

— ¿Qué cosa?

— Nena. Me gusta cómo lo dices.

Una sonrisita divertida se dibuja en sus labios, deposita un corto beso en los míos repitiendo esa palabra con un toque de picardía.

— Nena.

...

No sé cuántas prendas he intentado combinar, pensé que tenía algo decente, pero nada me convence, JungKook es como un jurado diciéndome que está bien o mal, aun así, parece que para él todo me queda bien, estoy dudosa e insegura.

Tomo una bocanada de aire acercándome al espejo una última vez, tengo puesto una falda negra con un chaleco del mismo color, debajo del chaleco tengo una camisa de tirantes, había tomado unos botines negros hasta mis tobillos.

— Llevaré el cabello recogido—digo atándolo en una coleta alta, chasqueo la lengua probando una baja pero tampoco me convence—¡No sé qué hacer!

— Primero debes respirar—JungKook pone sus manos en mis hombros.

— Pero es...

— Respira—dice. Obedezco tomando una gran bocanada de aire—Segundo, me gusta más cuando llevas tu cabello suelto—lo suelta haciendo que caiga por mi espalda—Se ha puesto más ondulado.

— Mi cara se ve gorda.

— Entonces recoge una parte y deja suelta la otra—imita un peinado dejándome ver cómo quedaría—Cualquier cosa te queda bien, SoHee, debes calmarte o ellos notarán que estás nerviosa.

— Deberías ir conmigo.

— No puedo entrar a la oficina y acompañarte en tu entrevista—besa mi mejilla—Me gusta este conjunto.

— A mí también—termino aceptando—Voy a cambiarme.

Me dirijo al armario quitándome la ropa y colgándola. Me coloco algo cómodo para dormir dejando mi cabello suelto, bostezo un poco entrando al baño, cepillo mis dientes apagando las luces luego, voy hasta la cama acomodándome junto a JungKook, apago la lámpara de la mesa de noche cerrando finalmente mis ojos.

Por unos minutos hay silencio, estoy comenzando a entrar en el trance del sueño hasta que unos brazos me rodean y una voz se escucha cerca de mi oído.

— ¿So?

— Hoy no tengo ganas—y no miento. Me siento muy cansada para tener sexo esta noche.

— Quería preguntarte... ¿Cuándo iremos con el doctor?

— ¿Para qué? —mi voz es lenta y se nota que arrastro las palabras.

— Para comenzar tu chequeo y del bebé.

— No lo sé, luego lo pienso, hasta mañana.

El silencio reina de nuevo, todo está tranquilo, todo está en paz, inhalo y exhalo, mi mente se pone en blanco, los problemas no existen, sólo soy yo y la cama.

— ¿So?

Éramos la cama y yo.

— ¿Mmm?

— Si algo sale mal puedes llamarme—y añade—¿Sabes eso? Saldré corriendo sin pensarlo, ¿De acuerdo?

Coloco sus manos sobre las suyas dando pequeñas y suaves palmaditas dándole a entender que lo escuché.

...

Mi mañana en la universidad transcurre con normalidad, no hay nada nuevo, sólo un detalle. El maldito clima decidió que hoy era un buen día para llover a cántaros, apenas salgo de clases tomo un taxi que me deja en el edificio donde vivo, me visto de prisa luego de un baño, acomodo mi cabello dejándolo suelto y usando la ropa que escogí anoche. En un maletín pequeño guardo mis diseños, aquellos que destacan más en mi opinión, verifico varias veces que nada se quede. Una vez lista salgo del departamento, tomo un taxi dando la dirección de la tarjeta de presentación.

Tardamos un poco debido al tráfico, JungKook le diría al señor Choi sobre mi situación. Apenas salga de la agencia debo ir a la pizzería para dar mi renuncia.

¿Y si no quedo?

"No, no, voy a quedar, el profesor dijo que era algo seguro"

El taxi me deja frente a un edificio de ladrillos, tengo la sensación de haber estado aquí, luce como un edificio normal, coloco la correa del maletín en mi hombro dirigiéndome a la entrada. Empujo la puerta escuchando mis pasos en el suelo de madera, las paredes son blancas, hay un guardia en las puertas del elevador.

— Buenas tardes, disculpe, soy Park SoHee, estudiante de diseño, tengo una cita con el CEO...

— Un momento—asiente sacando un comunicador o radio de su bolsillo. Repite mis datos y puede escucharse como del otro lado alguien permite que pase.

En el elevador el tipo marca el botón correspondiente, una vez las puertas se cierran y subo sola, respiro profundo manteniendo la calma. Debo estar tranquila, sólo es una entrevista. Cuando las puertas se abren el suelo es de cerámica, las paredes siguen siendo blancas, hay un espacio grande con telas, mesas, computadores, escritorios y todos están metidos en sus asuntos. Parece que esta agencia apenas inicia.

— Buenas tardes, ¿Park SoHee? —aparece un chico tan joven como yo. Viste con traje y tiene una tablet en su mano—Me asignaron para atenderla hoy, ¿Trajo algunos de sus diseños?

— ¿Ah? Sí—asiento—Dijeron que el CEO...

— Ahora mismo se encuentra en una reunión, yo estaré a cargo de su entrevista, la llevaré a la sala de reunión, ¿Me sigue?

Hay algo que no me cuadra o quizás estoy muy nerviosa. Recuerdo las palabras de JungKook anoche, si estaba en problemas no debo dudar en llamarlo, miro alrededor, no hay nada fuera de lo normal y no estoy en problemas. Camino siguiendo al chico, hay un tipo arreglando uno de los focos del techo, al pasar a un lado escucho un "buenas tardes" de su parte, repito lo mismo obligándome a calmarme.

Espero salir bien de esto.

No sé que decir :)