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𝑇𝑟𝑒𝑠

Jeon JungKook

Hay varios niños jugando en aquel parque, el día es algo caluroso con el sol brillando en el cielo azul, todo luce muy animado y colorido, quisiera ser parte de eso, pero al parecer el color que más se acerca a mí es el gris. Miro a mi madre que está sentada a mi lado en el banco, luce cansada, tiene ojeras, está más delgada de lo usual, su cabello castaño va recogido en una coleta baja, tiene poco brillo y no entiendo porque está así, incluso su mirada es perdida.

Desde hace unos días vengo considerando la idea de tener un hermano.

— ¿Omma? —llamo en voz baja, pero alcanza a escucharme volteando a verme.

— ¿Quieres jugar con esos niños, Kookie?

— No, yo...pensaba que...sería bueno tener un hermano—levanta sus cejas sorprendida por lo que digo.

— ¿Por qué?

— Así no estaríamos solos.

— Te tengo a ti conmigo, Kookie—acaricia mi cabello y luego mi mejilla sonriendo dulcemente—No necesito tener más hijos, contigo es suficiente para mí, no estoy sola y tú no estás solo.

No muy convencido de eso no puedo aceptarlo.

— Cuando estés viejita y ya no puedas seguir conmigo...estaré solo, omma.

— No estarás solo, incluso cuando ya no esté en este mundo seguiré cuidándote.

Despierto con un suspiro, todavía no amanece, la habitación está a oscuras y cuando compruebo la hora falta un poco para que amanezca. Giro en la cama encontrando a SoHee profundamente dormida, lo único que puedo ver es su espalda, sé que debo agradecerle por estar conmigo y apoyarme, también sé que hice mal enojándome con ella, no supe expresarme bien.

Me incorporo en la cama quedando sentado en ella, restriego mis ojos bostezando un poco, paso mis manos por mi cabello respirando profundo, caigo en cuenta del sueño que tuve, más bien un recuerdo, tenía siete años cuando le dije eso a mi madre. De hecho, ni siquiera lo recordaba.

"Necesito calmarme y no perder la cabeza"

Miro la mesa de noche abriendo uno de los cajones, las fotos que SonWoo me dio están ahí, la misma SoHee las guardó, tomo la foto que mi madre dibujó con So y conmigo, respiro profundo mirando la imagen, a simple vista lucen enamorados, mi padre incluso luce sano, ¿En qué momento las cosas comenzaron a ir mal con ellos? Guardo la foto, cierro el cajón y vuelvo a acostarme tardando esta vez en reconciliar el sueño.

...

Cuando despierto por segunda vez escucho la ducha del baño, la cama está vacía, me incorporo somnoliento esperando que SoHee salga del baño, una vez que ella sale con su cuerpo cubierto por una toalla entro al baño haciendo mi rutina, antes de tomar un baño también quiero hablar con ella primero. SoHee viste con una falda azul y una camisa de cuadros rosadas, se encuentra arreglando su cabello frente al espejo, aclaro mi garganta dando un paso hacia ella.

— ¿Podemos hablar, So?

— No te disculpes.

— ¿Qué?

— Vas a disculparte por haberme hablado así, ¿Cierto? —voltea a verme—No tienes que disculparte ni decirme nada pero espero que sepas que no te dejaré solo incluso si lo quieres, no te dejaré solo porque me preocupa que caigas de nuevo en lo que ambos conocemos.

— No voy a caer...

— No te puedo creer, siempre corremos ese riesgo—dice muy seria.

— Pues créeme, eso no ha pasado por mi cabeza en ningún momento—me acerco a ella deteniéndome a escasos metros—Estoy...confuso.

— Lo sé.

— Frustrado...

— Lo sé.

— Y no entiendo.

— Lo sé, sé todo eso, pero si te alteras no lograrás nada tampoco—dice—Estaba pensando que tal vez deberías probar la hipnosis, eso que hizo mi psicólogo.

Las citas del psicólogo de SoHee eran mucho más constantes que las mías, no he tenido siquiera el tiempo de centrarme de lleno en eso, había pensado en verme con su psicólogo, pero al mismo tiempo quería no hacerlo.

— No creo que funcione en mí.

— Ha funcionado en muchas personas, has tenido muchos momentos difíciles en tu vida, quizás no puedes recordarlo debido a ello—sonríe un poco—Piénsalo, ¿Sí?

Ella me da la espalda para seguir arreglándose, me siento a orillas de la cama observándola, aplica un poco de perfume a su cuello y acto seguido revisa su bolso con las cosas de su clase. Vivir con SoHee es lo que quiero, me gusta convivir con ella y no sólo por sexo, ha sido una amiga, una confidente, una novia, una amante, todo, ella lo es todo para mí.

Pero necesito respuestas y quizás deba hacerlo solo esta vez.

— Voy a ir.

SoHee se detiene mirándome de nuevo.

— ¿De qué hablas?

— Iré a la dirección que SonWoo me dio.

— Pero dijiste que...

— Sé lo que dije, pero iré solo esta vez.

— ¿Estás seguro?

— No pero no me quedaré tranquilo hasta que lo haga—chasqueo la lengua—Lo detesto, pero estaré bien, prometo escribirte.

— ¿Irás ahora mismo?

— Ujum—asiento—Esta vez no podré acompañarte a la universidad.

— Sufriré mucho con eso y más sabiendo que mi enemiga la moto iba a asistir—bromea sacándome una pequeña sonrisa. Una vez tiene todo en su bolso lo coloca en su hombro y se acerca a mí depositando un corto beso en mis labios y luego en mi frente—Escríbeme una vez salgas de allá, ¿De acuerdo?

— Lo haré, te amo.

...

El motor de la moto es apagado una vez llego a la dirección indicada, las calles están algo movidas porque la mayoría se dirige a sus centros de trabajo o estudios intentando sobrevivir un día más. La dirección que SonWoo me entregó me trae a un barrio no muy lejos de donde él vive, hay una casa más grande que la anterior (esa la que perteneció a mi padre), hay un portón que no permite la entrada, las rejas son doradas, nada más de imaginar a mi padre aquí me enferma.

Toco un botón el cual es el timbre, respiro profundo echando un vistazo a mi moto con el casco en ella, no sé si hago bien o mal, pero quiero calmar mi duda. Pasan unos minutos hasta que distingo una persona salir de la casa, es un muchacho joven, su cabello es de color cobrizo, es delgado, pero de hombros anchos, sus labios son delgados, luce un poco somnoliento, viste con unos pantalones de algodón negros, camisa blanca y verde con pantuflas, su cabello corto está despeinado. Entrecierra un poco sus ojos detallándome.

— ¿En qué te puedo ayudar? —bosteza un poco.

Aclaro mi garganta ignorando mis nervios e incomodidad, aquí es cuando caigo en cuenta que no sé cómo decirlo. No sé cómo explicarle lo que ocurre.

— Jeon SonWoo me envió aquí—meto mis manos en los bolsillos de mi pantalón.

— ¿A qué te envió mi primo?

"Así que este chico es mi primo, se siente raro tener tantas...conexiones familiares"

— Ahh...

— ¿Cómo te llamas?

— Jeon JungKook.

— ¿Jeon? —inclina su cabeza de lado cruzándose de brazos—Nunca te he visto.

— Ni yo a ti, tu primo me envió aquí para buscar respuestas, ¿Tus padres están en casa?

— Ya—sonríe divertido—¿Cuántos años crees que tengo? No soy un niño, espera aquí—indica antes de regresar a casa.

Comienzo a arrepentirme de mi decisión y comienzo a arrepentirme de no tener el número de SonWoo, quizás este chico no me deje pasar, soy un desconocido por completo para él. Echo un vistazo a la casa al menos en lo que puedo, no luce descuidada, todo luce muy limpio, muy...cuidado, esperaba encontrar desastre por parte de mi familia paterna. Cuando estoy a punto de retroceder para largarme, la reja se abre de la nada, el chico de cabello cobrizo aparece en la puerta de la casa indicándome que pase.

Avanzo con pasos seguros y firmes, al menos es como intento sentirme. Hay un auto estacionado al costado de la casa, es simple, no tiene la gran cosa, dentro de la casa todo luce muy...minimalista. Una chica se une a nosotros dos, viste completamente de negro resaltando su piel pálida, tiene ojos grandes, cabello azabache con puntas azules, cae en sus hombros totalmente liso y un flequillo cae sobre sus cejas, sus tacones se escuchan al caminar.

— ¿Eres Jeon JungKook? —pregunta con un tono serio.

— Sí.

— Soy Lee Dami, él es Hansol Vernon...

— Pero me llaman Vernon—se presenta ofreciéndome su mano.

Acepto el gesto asintiendo con la cabeza. No hay fotos personales en las paredes.

— ¿A quién buscas exactamente, JungKook?

— Soy el hijo de Jeon JaeYoon—ante eso levantan sus cejas sorprendiéndose—SonWoo me envió aquí...

— ¿Eres el hermano de SonWoo? —interrumpe Vernon.

— Medio hermano—corrijo—Dijo que nuestros tíos vivían aquí.

— Creo que SonWoo no te ha contado la verdad con exactitud—Dami señala la sala—Toma asiento, ¿Quieres algo de beber?

— No, estoy bien así.

Una vez en el sofá blanco ella toma asiento a mi lado. Vernon en cambia dice que debe arreglarse para ir a clases, una vez quedamos solos, la chica de negro habla.

— Vernon y yo somos primos de SonWoo...y ahora primos tuyos—corrige cruzando sus piernas—Lamento decirte que ninguno de nuestros tíos existe, bueno, sólo mi tío JaeYoon existe...

— No—interrumpo esa idea porque imaginarlo vivo, aunque sé que no es así me aterra—Mi padre murió hace dos años debido a una sobredosis—sé que está mal, pero me alegra decirlo.

Dami sonríe ladinamente, parece que está burlándose.

— Al parecer esta familia tiene la misma maldición—se cruza de brazos inclinándose hacia atrás—Nuestros tíos han muerto por lo mismo o por tener deudas con otros drogadictos.

El nudo en mi garganta aparece impidiéndome tragar mi propia saliva.

"¿A qué clase de familia pertenezco?"

Arriba en multimedia tienen la foto de Dami y Vernon.

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