Cuatro meses después

El despertador en la mesa de noche indica que son tres de la tarde, no tengo siquiera fuerzas para levantarme, habíamos hecho una pequeña fiesta de fin de año en el departamento. Hace tres meses nos mudamos al nuevo, habíamos invitado a los más cercanos, hubo champaña y vino, pero no bebí nada de eso prefiriendo deleitarme con la comida. Bostezo girando en la cama quedando boca arriba, miro a mi izquierda donde JungKook está dormido con su ropa de anoche, su cabello puede recogerse en una coleta pequeña por lo largo que está, le he dicho para cortárselo, pero se niega, tiene en mente pintárselo de rojizo o púrpura.

No puedo ver su rostro, está boca abajo abrazando la almohada, paso mis dedos por su cabello escuchando un suspiro de su parte. Me incorporo con cuidado teniendo también la ropa de anoche, camino hacia las cortinas dejando que un poco de luz entre, afuera está nevando. En el baño hago la rutina de cada mañana, decido tomar un baño con agua tibia para despertar mejor, me visto con algo cómodo para estar en casa, salgo de la habitación viendo a TaeHyung y Lia durmiendo, la niña duerme en el sofá mientras que su padre está en la colchoneta. Jennie se encuentra en la cocina con rostro somnoliento.

— Buenos días—me acerco al mesón.

— Estaba preparando algo de chocolate caliente—sirve dos tazas—Desperté hace rato.

Ellos habían escogido quedarse a pasar la noche, el resto prefirió irse a casa, la fiesta había terminado a las siete de la mañana. Sé que luego de comer algo volveré a dormir otro rato más.

— Me hubieras despertado.

— Descuida, Mochi me hizo compañía—sonríe un poco pero no lo suficiente. Acerco la taza a mí sintiendo el calor en mis manos.

— ¿Sucede algo? ¿Discutieron?

— No, no es eso—bebe un poco de chocolate—Quería contártelo ayer, pero había muchas personas.

— ¿Le darás un hermanito a Lia? —bebo también.

— Lo supe la semana pasada—ante eso casi me ahogo y casi me quemo. Cubro mi boca con mi mano mirándola con ojos bien abiertos—TaeHyung no lo sabe aún, pero estoy embarazada.

Miro al chico que sigue durmiendo abrazando la almohada y volteo a ver a Jennie.

— ¿Cómo que no lo sabe? Oh, por eso no bebiste licor anoche.

— Así es.

— ¿Por qué no le has dicho a...?

— Porque siempre está ocupado o yo estoy ocupada, además Lia estuvo enferma hace poco...

— Tienes que decirle, sé que Tae se emocionará, lo conozco—sonrío un poco—¿Pero no dijiste que no habría más bebés?

— ¿No dijiste que JungKook y tú se cuidaban? —levanta una de sus cejas—Algo así ocurrió, la semana pasada fui a hacerme un eco, con dos hijos tengo que trabajar, no quiero dejarle toda la carga a Tae.

— Deben hablar, incluso si están ocupados debes decirle—insisto—Y bueno, felicitaciones, Lia se alegrará.

— Mis padres entrarán en pánico.

— No tienen por qué.

— Ya sabes lo mucho que aman a Tae—Sonrío divertida negando con la cabeza—Por cierto, ¿Qué me dices de tu padre? No volviste a hablar sobre él.

— Está bien, no está de acuerdo con nada de lo que he hecho.

— ¿Odia a la bebé?

— No la odia, simplemente no acepta que será su nieta, intenté que se llevara bien con JungKook, pero dejé de intentarlo, es mi vida y es mi familia—me encojo de hombros.

— Al menos tu madre parece haberlo aceptado.

— Está contenta de ser abuela.

Mochi sube sobre el sofá olfateando a la niña que sigue dormida.

— Dami y Vernon me dijeron que JungKook había pensado en visitar a SonWoo.

— Pero le dije que no lo hiciera, no quiero saber nada de él y no quiero que JungKook esté cerca de ese chico—niego con la cabeza—Está loco, por su culpa casi pierdo a HaRim.

— Pero ahora tienen lo que merecen, las cosas van cada vez mejor.

— Y se siente irreal, estoy tan acostumbrada a que algo ocurra que sigo esperando por eso.

— So, tienes que relajarte, nadie les hará daño, SonWoo está en la cárcel y pasará mucho tiempo en el psiquiátrico, ni siquiera su esposa puede hacerles algo—toma mi mano—Creo que ella también tenía algo de locura.

— Creo que ella pasó por lo mismo que la madre de JungKook.

— ¿A qué te refieres?

— Amó a la persona incorrecta, incluso sabiendo lo que es capaz de hacer quiere seguir allí con él porque dice amarlo—miro a JungKook salir del cuarto somnoliento—Buenos días.

— Buenas tardes—corrige Jennie—¿El futuro padre durmió bien?

— Me duele la espalda—JungKook restriega sus ojos con su mano—La futura madre no dejó de darme patadas anoche.

— ¿Te di patadas? —lo miro como si estuviera loco.

— Desde hace dos meses no dejas de moverte en la cama, siempre me empujas con los pies como si te molestara que durmiera en la misma cama—se sienta en una de las sillas del mesón robándome mi taza.

— ¿Y por qué me entero de esto ahora? —golpeo su brazo—Mentiroso.

— No es mentira, juro que te grabaré.

— Y ese es mi chocolate—le quito la taza—Sírvete el tuyo.

Jennie ve con diversión la escena, niega con la cabeza sin borrar la sonrisita.

— Te serviré una taza.

La bebé patea un poco incomodándome, no le tomo mucha importancia, pero es inevitable no sentir algo de dolor. TaeHyung y Lia despiertan cuando la comida llega, JungKook fue quien pidió a domicilio.

— ¡Yo te ayudo, tía! —Lia estira su brazo para alcanzar los vasos en mi mano, la niña sin querer golpea con su codo mi vientre.

— ¡Lia! —Tae le reprocha—Lo siento, SoHee, ¿Estás bien?

— Sí, descuida—apenas digo eso un fuerte dolor me invade. Me sostengo de la mesa llevando la otra mano a mi vientre, nunca había sentido ese dolor.

— ¿Tía, So? —Lia se ve preocupada.

No puedo responder, una fuerte patada en mi vientre me hace jadear de dolor e inclinarme hacia adelante. TaeHyung alerta a los demás y en segundos tengo a JungKook a mi lado.

— ¿So?

Algo se desliza por mis piernas, es transparente, luce como agua. Es...

— Oh, Dios—caigo en cuenta. El dolor regresa casi de inmediato.

— Tranquila, te llevaremos al hospital—JungKook acaricia mi espalda—Jennie, ¿Puedes traer el bolso de la bebé en su cuarto?

No escucho respuesta, pero si pasos. Respiro profundo sosteniéndome de la mesa, JungKook indica a TaeHyung que tome las llaves de su auto.

...

El camino al hospital se hace eterno para mí, hay tráfico mientras nieva, las contracciones están siendo más constantes torturándome, JungKook no suelta mi mano en ningún momento. Siento como si algo desgarrara mis caderas, el dolor está volviéndose insoportable. Una vez en el hospital me atienden de inmediato, todo transcurre muy bien hasta que la doctora dice que no estoy totalmente lista para el parto.

— Aguanta—JungKook acaricia mi mano, estoy acostada en la camilla intentando soportar los dolores. La bebé no estaba en posición todavía.

En la espera comienzo a estar incómoda en la camilla, JungKook me hace caminar en la habitación, muchas preocupaciones pasan por mi cabeza.

— ¿Y si ella no puede nacer? —apoyo mis manos en los hombros del chico—No quiero que le pase nada malo a HaRim—contengo las lágrimas—Tengo miedo.

— Oye, respira—coloca sus manos en mi cintura—Nada malo pasará.

— ¿Entonces por qué esto se está alargando? —las lágrimas salen y no puedo controlarlas—No quiero hacer nada mal, no quiero perderla—sollozo.

— No vamos a perderla—apoya su frente con la mía mientras limpia mis mejillas—HaRim nacerá, sólo está tomando su tiempo—acaricia mis mejillas—Respira profundo y cierra tus ojos.

Obedezco enfocándome en su perfume y en su calor. Inhalo y exhalo sintiendo sus caricias en mis mejillas, casi me olvido del dolor, JungKook comienza a tararear una canción, se me hace familiar, es entonces que comienza a cantarla en voz baja, fue la canción que le recordó a mí durante su rehabilitación. Su voz es suave y melodiosa, como si fuera un concierto personal, JungKook sigue acariciando mis mejillas, el momento no dura mucho cuando una fuerte contracción interrumpe.

— ¿Quieres que llame a la doctora para revisar de nuevo? —pregunta a lo que asiento. Jennie y TaeHyung deben estar esperando a los demás en la sala de espera.

Nadie dijo que traer un bebé dolería tanto.

¡:D!