𝐸𝑝𝑖́𝑙𝑜𝑔𝑜
Cinco años después
Intento hacer que el hilo entre en la aguja, pero mi vista no está funcionando del todo bien últimamente, para completar, me llevo un gran susto al escuchar un portazo. Me quito mis gafas levantándome de la silla, salgo de la habitación viendo a HaRim aparecer furiosa con su uniforme escolar.
— Hola, cielo—ella pasa directamente a su cuarto volviendo a dar otro portazo. La puerta del departamento se abre dejando ver un JungKook tan serio como HaRim, él había ido a buscarla a la escuela—¿Se puede saber qué ocurrió?
JungKook deja las llaves en una pequeña mesa quitándose su abrigo dejándolo en el sillón. Sigo esperando una explicación, no es común que HaRim se moleste tanto por algo, ni siquiera siendo una adolescente de quince años.
— ¿Sabías que nuestra hija tiene novio?
— ¿Qué? —lo miro incrédula.
— ¡Ese mocoso la besó!
— Debemos calmarnos...
— ¡Eso hacen los novios! —escucho el grito de HaRim desde su cuarto.
— ¡Tienes quince años, HaRim!
Llevo mi mano a mi frente sin creer que esto esté pasando, sé que JungKook es celoso con ella, la protege como cualquier padre haría, pero cuando HaRim quiere hablar de chicos suele buscarme por lo mismo. JungKook no acepta que tenga novio, esa niña está en la edad donde las hormonas controlan el cuerpo, debemos cuidarla, pero también hay que confiar en ella.
HaRim abre la puerta saliendo de su cuarto, sus ojos están llorosos, sus mejillas están rojas como tomates, es primera vez que la veo de esta manera.
— Appa le dijo a JiSung que si volvía a verlo cerca de mí lo haría lamentarse—acusa señalándolo—Era un beso, ¡Todos hacen eso!
— No me importa, eres muy pequeña para tener novio, Jeon HaRim.
— ¡Tengo quince años!
— Sigues siendo menor de edad.
— ¿Quieren dejar de gritar? —reprocho—HaRim, nunca me dijiste que ya eras novia de ese chico—los ojos de JungKook se abren como platos y no tarda en señalarme.
— ¡¿Sabías que a HaRim le gustaba un chico?!
— ¿Prefieres que me gusten las chicas? —insinúa la menor imitando su gesto cuando está molesto, HaRim empuja su mejilla con la lengua. Intento no reír cuando JungKook rueda los ojos haciendo ese gesto—Lia tiene novio y el tío TaeHyung no está molesto por eso.
— ¿Si Lia salta de un puente harás lo mismo? —acusa—A tu edad esas cosas no son duraderas, no te quiero ver cerca de ese chico.
— ¿Cómo puedes decir eso cuando mamá y tú se aman desde la secundaria? —se cruza de brazos—JiSung oppa y yo estudiamos juntos.
— ¿Cómo le dijiste?
— Es un buen chico, omma sabía que me gustaba y lamento no haberte dicho—me mira—Pensé que tendrías la misma actitud que papá—lo mira a él de nuevo—Incluso si no es duradero, ¿Podrías dejarme sentir las mariposas en el estómago? Es normal tener novio a mi edad, papá.
Como ambos se quedan callados aprovecho la oportunidad para hacerme escuchar. Respiro profundo colocando mis manos en mi cintura.
— HaRim, ¿Podrías dejarme a solas con tu padre? —la chica se va directo a su habitación sin decir nada. Con JungKook voy hacia nuestro cuarto cerrando la puerta, él sigue luciendo molesto.
— Si vas a decirme que ella tiene razón no quiero escucharte.
Bufo mirándolo con incredulidad.
— Pues vas a escucharme quieras o no porque también soy la madre de esa niña y tengo derecho a opinar—uso un tono de voz serio—Siéntate—ordeno. JungKook obedece quedando a orillas de la cama, coloco mis manos en mi cintura sin dejar de verlo—Sabía que a HaRim le gustaba un chico, pero desconocía sobre ese noviazgo.
— Tiene quince años, SoHee—repite—Debiste verlos, ese...mocoso estaba besándola.
— E incluso yo me hubiera molestado quizás, pero HaRim ya no es tan niña, no podemos controlarla tanto, es normal que le gusten los chicos, a su edad todos tenemos las hormonas revueltas...
— A su edad yo no estaba fijando mi vista en nadie.
— No puedes compararte con ella, HaRim no lleva la misma vida que tú llevabas y ni siquiera se acerca a mi forma de vivir en ese entonces—me acerco levantando su barbilla—Ella es ella.
— ¿Entonces apoyas esa relación?
— ¿Crees que no quisiera mantener a nuestra hija en una cajita de cristal para protegerla todo el tiempo? —acomodo algunos mechones de su cabello—HaRim crece cada día y ella también debe experimentar muchas cosas, no podemos decirle que no.
JungKook suspira abrazando mi cintura y apoyando su cabeza de mi abdomen. Acaricio su cabello sonriendo un poco, es un buen padre, lo ha demostrado y no se da cuenta, pero estas situaciones se harán constantes. Sólo nos queda guiar a HaRim, nada más.
...
La cena está servida en la mesa, JungKook y HaRim vienen a ella cuando les aviso. Están muy callados, ni siquiera se miran, cuando tomo asiento sólo escucho el televisor de fondo, respiro profundo sabiendo que no podré comer así.
— ¿No tienen nada que decir? —insinúo mirándolos. HaRim se encoge de hombros, entrecierro mis ojos y ella suspira.
— No debí gritarle a papá, lo siento.
Volteo mi cabeza a JungKook quien se sirve un poco de arroz.
— También lo siento.
— ¿Podrían decírselo a la cara? —reprocho.
Ambos se miran.
— ¿Sigues molesto conmigo?
— Todavía tengo la imagen de ese beso en mi cabeza.
— No debías ver eso—HaRim se sonroja, su cabello es largo y negro, cae por su espalda con leves ondas.
— ¿Enserio te gusta tanto ese chico?
— JungKook—reprocho.
— No, quiero saber.
— Me gusta—asiente con la cabeza—Me gusta tanto como te gusta mamá.
— La relación de tu madre y mía es diferente.
— Quiero vivir el presente, en este momento me gusta, me gusta mucho—admite encogiéndose de hombros.
— Prométeme que no pasará más de ahí.
— ¡No! —HaRim arruga su nariz asqueada—¡Ni siquiera he pensado en eso! —sonrío divertida.
— Quiero conocer a ese chico y espero no volver a verlo dando muestras de cariño en público—advierte Kook.
— Eso es difícil.
— HaRim.
La chica sonríe angelicalmente. Me dedico a mirarlos discutir en calma, en ocasiones me detengo a recordar que esta es mi familia. Esa adolescente de quince años es mi hija y ese hombre de tatuajes es mi esposo.
El resto ha tomado su rumbo.
No sé cuál será el rumbo de HaRim, ni JungKook lo sabe, pero siempre y cuando nuestra hija viva una vida saludable además de buena, no tendré nada de qué preocuparme.
Amo esta vida.
¡Finalmente acabo esta trilogía! Iba a tener una cuarta parte pero decidí que no era necesaria.
Gracias a los que apoyaron la trilogía desde el principio, es la más profunda que he hecho hasta ahora.
Saranghe ♡
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