𝐷𝑖𝑒𝑐𝑖𝑠𝑖𝑒𝑡𝑒
Los días han transcurrido como siempre debería ser, todo tranquilo y sin nada nuevo. La grabadora que Vernon dejó en el departamento sigue en el mismo lugar, JungKook no ha tenido tiempo de echarle un ojo, pero me parece que está evitando verla. No le he dicho nada más y él tampoco lo ha hecho, la pizzería se encuentra con pocos clientes, en todo el día he tenido un sueño terrible, estoy agotada con las clases y el trabajo. Últimamente llego a casa, como algo y me voy a dormir para repetir la rutina al día siguiente.
Estoy comenzando a pensar que sería buena idea irnos de vacaciones.
A la hora de salida espero a JungKook más rato de lo normal junto a su moto, estoy cruzada de brazos luchando con el sueño, quizás hoy no coma y sólo vaya a dormir. JungKook aparece no muy contento.
— ¿Qué sucede?
— El señor Choi no quiere que falte tanto al trabajo—saca las llaves de la moto de su bolsillo—Digamos que me llamó la atención—saca los dos cascos del asiento. Se coloca el suyo pasando una pierna sobre la moto ayudándome luego.
— Te dije que no era buena idea faltar tanto—bostezo.
— Estás muy cansada, ¿No?
— Estudiar y trabajar al mismo tiempo no es sencillo—subo a la moto apoyándome de sus hombros, abrazo su torso recostando mi cabeza de su espalda.
...
— ¿Acabaste con tus diseños sobre el verano?
— ¡No! —me quejo como niña pequeña al entrar al departamento—Me falta uno para completarlo, tampoco he tomado la estúpida foto—restriego mis ojos—Maldita sea la hora que decidí estudiar.
— Oye—me abraza por detrás—Tranquila, ¿Cuándo debes presentar tu catálogo?
— La próxima semana.
— Mañana es viernes, ¿Te parece si el sábado tomamos esas fotos?
— ¿Y si terminas ese diseño?
— No soy diseñador—ríe un poco. Besa mi mejilla soltándome un poco—¿Vas a comer?
— No, tengo sueño.
— Me haré algo de comer y tomaré un baño.
— Entonces hasta mañana—me despido escuchando su risita.
...
— ¿So? —mueven mi brazo, pero no quiero moverme en lo absoluto—So, despierta, debes ir a clases.
— No me siento bien—mi voz se escucha algo ronca. JungKook toca mi frente comprobando si tengo fiebre.
— Tu temperatura está normal.
Entreabro mis ojos llevando mis manos a mi estómago, específicamente en la parte baja, hace mucho que mi periodo no avisaba que llegaría con dolor. El chico coloca un mechón detrás de mi cabello acariciando mi mejilla.
— Mi estómago duele demasiado.
— No comiste nada anoche, ¿Crees que algo te cayó mal?
— No, mi periodo está por llegar y es normal estos dolores—me cubro más con las sábanas, realmente no quiero salir—Estoy bien.
— Tu rostro no dice eso, ¿Qué sueles hacer cuando te pasa?
— En ocasiones mi madre preparaba algún té, parecerá estúpido, pero me calmaba un poco—lo miro. Sé que está pensando que hacer para ayudarme—No puedes llegar tarde al trabajo.
— Me quedaré contigo, es evidente que te sientes mal.
— No, hablo enserio, ve a trabajar.
— SoHee.
— JungKook—imito su tono. Respira profundo para luego decidirse.
— Llamaré a Jennie, tal vez pueda a cuidarte—saca su teléfono del bolsillo de su pantalón. Toma asiento a orillas de la cama causándome gracia.
— No soy una niña, no necesito que me cuiden.
— Eso diría una niña—sonríe ladinamente. Deposita un beso en mi frente llevando el teléfono a su oreja.
...
Cuando Jennie llegó tuve que levantarme a abrir la puerta, luego de que JungKook se fuera lavé mi rostro haciendo mi rutina del baño, volví a la cama sin querer estar de pie, fue Jennie quien pudo hacerme un té de manzanilla, había venido sola ya que a TaeHyung le tocaba llevar a Lia.
— ¿Todo está bien con Tae? —pregunto bebiendo despacio de mi té. Ambas estamos sentadas en el sofá, tengo una manta cubriendo mis piernas, todas mis hormonas se están poniendo en mi contra.
— Habló conmigo sobre no mudarnos—cambia los canales del televisor—Dijo que no quiso decírmelo, pero se siente un poco incómodo con ellos.
"Me alegra que si le haya dicho"
— ¿Qué le dijiste?
— Que yo tampoco quisiera mudarme—sonríe encogiéndose de hombros—Algunas veces creo que estoy haciendo lo mejor para Lia y otras veces siento que no sé lo que estoy haciendo.
— Él dijo que Lia parecía llevarse bien con sus abuelos y que tú parecías...contenta con ellos.
— Sí, eso me dijo—asiente—Le pregunté si era tonto, que mis padres aparezcan y volvamos a tener comunicación no significa que todo está solucionado.
TaeHyung y Jennie han crecido mucho en todos los aspectos, ambos se subestiman, pero son buenos padres, todo lo que hacen lo hacen pensando en la pequeña Lia. Aunque Jennie me comentó sobre ser stripper de nuevo no lo ha hecho, sé que piensa en el que dirán a la niña cuando llegue a la escuela.
— Ustedes son los padres que esa niña merece tener—indico—Tú eres su mamá, y Tae su papá, eso es todo lo que a Lia le importa, Jennie.
— Pero es una niña, necesita muchas cosas...
— Lo que más necesita en este momento es a sus padres.
— Cuando JungKook y tú tengan hijos ya quiero verlos—dice burlonamente—Por cierto, ¿Han tocado ese tema?
— No creo que sea un buen momento para tenerlos.
— ¿Quieren varios? —levanta sus cejas.
— No, me refiero a que no creo que sea un buen momento para tener un bebé—indico. Miro la televisión sin ponerle mucha atención—La única experiencia que tenemos con niños es con Lia.
— ¿Enserio?
— Muy enserio.
— ¿JungKook realmente quiere uno?
— Dice que sería todo lo que su padre no fue, pero al mismo tiempo tiene miedo de no lograrlo—doy un sorbo a mi té—Por ahora no queremos bebés, no es un buen momento.
— ¿Por su medio hermano?
— Así es.
— ¿No ha aparecido de nuevo?
— No. Tampoco quiero que aparezca, aunque el otro día lo vi discutir con SoHee, era lo que me parecía.
— ¿Discutían en la calle?
— Sí, ella llegó a un edificio, él salió vistiendo formal y parecían estar discutiendo, no le conté a JungKook porque sé que tiene muchas cosas en la cabeza, no es de mucha importancia tampoco.
— Por cierto, ¿Qué es esa grabadora? —señala.
— El primo de JungKook la trajo.
— ¿Qué tiene?
— No lo sé, él no ha querido revisarla, a veces siento que tiene miedo de recordar tanto.
— ¿Te ha dicho eso?
— No, sólo lo...pienso—bebo otro poco de té. Jennie sube una de sus piernas al sofá mirándome con más atención.
— ¿Por qué no va con un psicólogo?
— Se lo he dicho.
— Lo ayudaría mucho...
— Puedo decírselo, pero no quiero sofocarlo, Jennie—suspiro dejando la taza en la mesa de café—No sé qué tiene en mente con exactitud, no sé si quiere recordar todo, pero sé que extraña a su madre, sé que su medio hermano lo envidia, no me cansaré de decir que hay algo raro allí.
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