𝐶𝑖𝑛𝑐𝑜
Estoy completando algunas preguntas de uno de mis trabajos en mi laptop. JungKook acaba de bañarse y viste con algo cómodo para estar en casa, lo escucho mover algunas cosas en la cocina, ambos estamos en silencio por una hora quizás, el chico me deja en la mesa de café donde estoy haciendo mis cosas un plato con dos sándwiches y un vaso de limonada. Sonrío un poco cuando se sienta a mi lado con la misma cena.
— Dijiste que no tenías hambre—acuso tomando un pedazo de sándwich dándole el primer mordisco, tiene queso, jamón, tomate y lechuga.
— Dijiste que no necesitabas ayuda con tu tarea—acusa también imitándome.
— No necesito ayuda, las respuestas están en este libro y estoy organizando mi trabajo en la laptop—explico. JungKook toma mi carpeta con los diseños, la abre mirando lo que he hecho—No has usado más mi abrigo.
— Ese abrigo es para invierno, estamos en primavera, no ha hecho mucho frío.
— ¿Hablaste con el señor Choi sobre tu falta hoy?
— No, tenía la cabeza en otras cosas—me mira unos segundos—¿Te preguntó por mí?
— No.
— ¿Has dibujado más?
— No.
— ¿Necesitas tela para confeccionarlos?
— No.
— ¿Puedes decirme algo más que eso?
— ¿Qué?
— Todo lo que pregunto dices no—toma su vaso de limonada dándole un trago. Su cabello está húmedo.
— No estoy mintiendo, no necesito nada, deberías ir a dormir luego de comer, cuando termine iré a la cama.
— Quiero ir a la cama contigo.
Toso un poco ante eso y él sonríe divertido sabiendo lo que provoca, paso mi mano por mi cabello colocándolo hacia un lado intentando ignorar eso. Todavía estoy acostumbrándome a esas cosas, intento continuar con lo mío, pero con JungKook aquí es difícil, al ver que no estoy comiendo tan seguido como él comienza a alimentarme, el silencio vuelve a hacerse presente, cuando acabo el trabajo en Word me dedico a corregir algunas cositas o detalles, JungKook ya ha terminado de comer y yo también.
Pequeños besos en mi cuello interrumpen mi concentración, intento omitir una sonrisa, pero no puedo.
— No hagas eso.
— Estoy aburrido—se queja como niño pequeño. Lo miro incrédula sin creer que juegue conmigo así.
— Estás cansado, eso es lo que pasa.
Una vez mi trabajo está listo cierro la laptop al guardarla. JungKook se acerca más a mí mordiendo mi oreja haciéndome reír.
— ¿No puedes darme un minuto?
— Ya pasó el minuto—aparta algunos mechones de mi cuello dedicándose a besar y succionar un poco, quiero guardar mis cosas y quiero torturarlo un poco.
— Dame dos minutos.
— Ya pasó el primero.
— ¡Ya! —reprocho organizando mis libros y cuadernos. Los llevo a la habitación dejándolos en el escritorio, doy un respingo cuando al girar sobre mis talones JungKook está de pie con una sonrisa inocente—Me estás asustando.
— Es que enserio estoy aburrido.
— ¿Cuántos años tienes? ¿Cinco?
— ¿Qué necesitas hacer? Te ayudaré.
"Esto es gracioso"
— Limpia lo de la cena, organizaré mi bolso de mañana.
Cuando sale del cuarto me dedico a lo mío. Dejo el bolso con los libros de mañana, aunque hay otros que tengo en el casillero de la universidad, me acerco al armario revisando que prendas puedo usar mañana, quizás me he tardado mucho o JungKook ha sido rápido porque cuando muevo los ganchos de ropa unos brazos me rodean por detrás.
— ¿Algo más?
— Ordena la sala y limpia un poco la cocina.
— ¿No podemos hacerlo mañana? —susurra en mi oído.
— No, no podemos porque mañana por la mañana no tenemos tiempo—aparto sus manos sin ser agresiva—Anda.
Escucho un suspiro de su parte. Sonrío divertida burlándome en silencio, mi teléfono vibra en la cama, lo tomo encontrando un mensaje de Jennie.
Jennie:
Hola So, ¿Podemos comer algo cuando salgas de clases?
SoHee:
Debo ir a trabajar. ¿Pasó algo?
Jennie:
¿No podemos siquiera almorzar juntas?
— ¿Ahora qué? —susurro extrañada. No es común eso.
SoHee:
Es algo grave, ¿Cierto?
Jennie:
No tienes que asustarte, no es nada malo, pero si es necesario que nos veamos. ¿Podemos?
Frunzo el ceño acercándome a la puerta de la habitación, JungKook empuja un poco el sofá colocándolo más derecho.
— ¿Has hablado con TaeHyung?
— Hoy no—hace lo mismo con el sillón y la mesa de café—¿Por qué?
— Jennie acaba de escribirme, quiere que comamos juntas mañana, pensé que Tae te había dicho algo.
— ¿Quieres que le escriba a TaeHyung?
— No, olvídalo, está bien.
...
— Oye, oye, ¿SoHee? —escucho la voz de JungKook a lo lejos, poco a poco se acerca más, pero por alguna razón no puedo soltarlo—So, despierta—toma mis manos. Logro abrir los ojos, pero no puedo ver mucho, todo está oscuro—SoHee, bebé, despierta.
— No me hagas daño, por favor—suplico sin soltar su camisa, todo mi cuerpo está tenso—Dile que se vaya.
— ¿A quién? Estamos solos—intenta aflojar mis manos.
— No, no, dile que se vaya, por favor.
— Escúchame, no hay nadie aquí—la luz de la mesa de noche se enciende de su lado cuando estira su brazo. Estamos en nuestra habitación, no recuerdo que estaba soñando, pero claramente fue malo, todo mi cuerpo está alerta y tenso, mi corazón late rápido—¿Ves? No hay nadie, puedes soltarme—acaricia mi cabello—Estás sudando, So.
Apoyo mi frente en su pecho cerrando mis ojos, mis manos sueltan lentamente su camisa, me rodea con sus brazos acurrucándome como una bebé, leves temblores atacan mi cuerpo, respiro su perfume masculino enfocándome sólo en él. JungKook no me aleja ni él se aleja, me mantiene cerca suyo acariciando mi espalda.
— Tuve una pesadilla—alcanzo a decir. La tensión se ha desvanecido—No recuerdo nada, pero tengo miedo.
— Shh, tranquila, estoy aquí—apenas dice eso comienzo a sollozar sin saber porque—Tranquila.
— No apagues la luz, por favor.
— No lo haré, me quedaré despierto hasta que te duermas—besa mi cabeza recostándose conmigo. Ambos estamos abrazados—Estoy contigo, respira—aparta las lágrimas de mi mejilla derecha.
No digo nada porque no sé qué decirle. Mi cuerpo se va relajando, pero la sensación de miedo sigue ahí provocando los temblores, JungKook se mantiene acariciándome o dejando besos en mi cabeza hasta que nuevamente caigo dormida en sus brazos.
...
Por la mañana termino de lavar mi rostro al cepillar mis dientes, escupo la pasta dental en el lavabo limpiando éste con el agua. Recojo la toalla junto a mí secando mi rostro, doy un respingo al sentir dos manos en mis hombros. JungKook me mira en el espejo algo preocupado.
— Tranquila, soy yo.
— Lo siento.
— Te preparé algo de té—abraza mi cuello—Está bien, fue una pesadilla, So.
Mi reflejo en el espejo del baño deja ver una SoHee con ojeras apenas visibles, mi cabello está recogido en una coleta baja, mis ojos lucen cansados pero asustados al mismo tiempo. JungKook también me evalúa a través del espejo.
— No fue una pesadilla, fue algo...real—lo miro en el reflejo—Estaba tu padre viéndonos en esa habitación—su semblante cambia—Te pedí que pararas, pero no escuchabas.
— Lo siento, si pudiera borrar ese recuerdo lo haría—me abraza—Lo siento.
Y ambos sabemos que el otro no tiene la culpa porque fuimos víctimas, pero tomará tiempo olvidar esas cosas o al menos superarlas del todo. Disfruto la cercanía del chico por unos minutos ya que debemos arreglarnos para salir.
— ¿Quieres...bañarte conmigo? —pregunto temerosa de que me rechace. Me siento sensible con cualquier cosa—Sé que anoche...deseabas...que algo más pasara y...te torturé un poco, si no quieres está bien...
— Sabía que me torturabas—dice intentando hacerme sonreír al menos. Lo veo ir hacia la bañera—¿Quieres que abra la ducha o deje llenar la bañera?
— Como quieras.
No tengo ganas de salir de casa siquiera. JungKook pone a llenar la bañera dejando el grifo abierto, extiende su mano a mí sabiendo que no estoy del todo bien.
— Dijimos que seguiríamos intentando superar las cosas, ¿Recuerdas?
— Algunas siguen afectándome.
— En algún momento lo dejarán de hacer—besa mi frente. Lleva sus manos a mi camisa comenzando a levantarla hasta sacarla por mi cabeza, lo ayudo con la suya haciendo lo mismo, estoy nerviosa pero no por él, sino por la pesadilla de anoche, apenas había despertado en la mañana y el recuerdo me golpeó. JungKook se desviste por su cuenta cuando la bañera termina de llenarse, es él quien entra primero. Termino de desvestirme uniéndome al baño.
El agua nos llega hasta el pecho, mis senos no logran cubrirse del todo. JungKook suelta mi cabello y es él quien comienza a mojarlo, es él quien aplica shampoo en mi cabeza y jabón en mi cuerpo. Hago lo mismo con él deteniéndome en su brazo con el tatuaje, ese donde su padre lo lastimó cuando estaba ebrio y drogado.
— So.
— Estoy bien.
— Entonces mírame—ante eso bajo más la mirada. Escucho un suspiro de su parte, lleva su mano a mi barbilla haciendo que lo vea—Él ya no está, no va a lastimarte, ¿De acuerdo? Perdóname.
— No tengo nada que perdonarte—coloco mi mano en su cuello—Pase lo que pase estaré contigo.
Una pequeña sonrisa dibuja sus labios, comienza a besarme despacio y sin prisa. Del cuello paso mi mano a su nuca, JungKook no duda en acercarme a él invitándome a sentarme a horcajadas sobre sus piernas. Mis brazos abrazan su cuello mientras nuestras bocas siguen juntas, no me importa que algunas partes de mi cuerpo se llenen de jabón debido a él.
Me ayuda a acomodarme sobre su miembro introduciéndose sin dudarlo, el baño comienza a llenarse de gemidos y jadeos, el agua de la bañera no se mantiene quieta debido a nuestros movimientos. JungKook se dedica a acariciarme o besarme cuando nuestras bocas ya no están juntas, una vez llegamos clímax del momento no deja de repartir besos por mi hombro susurrando una y otra vez que me ama.
Y sé que yo lo amo también.
3 capítulos en un día por mis 3 días ausente.
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