Recuerdo perfectamente aquel día en que hablamos por primera vez. Me encontraba sentada en mi lugar escuchando Jessie's Girl a todo volumen; sentía varias miradas sobre mí, pero no me importaba, ya me había acostumbrado a ser el blanco de sus tontos rumores. Realmente era molesto.

— Eh, tonta. Te estoy hablando. — dijo alguien mientras quitaba el auricular de mi oreja derecha. Fruncí el ceño.

— ¿Qué quieres, SunHee-ssi? — respondí tajante.

Estaba harta de escuchar chismes que trataban sobre mí. Levanté mi ceja derecha y la encaré.

— No estás en posición de responderme así.

Hice una mueca y me paré. No necesitaba quedarme a escuchar sus tonterías. Maldita hora libre.

— Y tú no estás en posición de mandarme.

Apenas había dado tres pasos cuando sentí que me tomaron del brazo, y en un movimiento rápido me estrellaron contra la pared.

— Demonios... — susurré.

Todo a mi alrededor era bullicio. Un golpe en mi estómago, una cachetada, un tirón de cabello. Dolor.

— ¿¡Qué se creen todos ustedes!? — escuché su grave voz. — ¡Ella no tiene la culpa de sus tontos rumores, pues son eso! ¡Rumores!

Una mano se posó en mi mejilla izquierda. No quería abrir mis ojos, tenía miedo. Mi cuerpo entero temblaba.

— Hey, tranquila... Todo está bien. — de nuevo esa voz grave. — Abre los ojos, por favor... Mírame...

Con temor abrí los ojos, y me encontré con él. Su piel demasiado blanca, igual que el azúcar; su hipnotizante mirada, sus labios... todo era tan irreal. ¿De verdad el había sido la persona que me salvó?

— YoonGi-oppa...

— Vamos. Salgamos de aquí.

Sin chistar lo seguí. Su mano rodeaba mi muñeca derecha, su tacto era tan delicado. Las lágrimas comenzaron a correr libremente por mis mejillas.

— ¿¡EunJi!? — escuché la voz de JiHu. — ¡Dios! ¿Qué te pasó?

Tomó mi rostro entre sus manos; del bolsillo de su suéter sacó un pañuelo y limpió mi cara. YoonGi aún sujetaba mi muñeca.

— J-Jihu... — susurré incómoda.

— ¿Qué te sucedió? — reparó en el chico junto a mí — ¡Tú! ¿¡Qué le hiciste a la pequeña EunJi!?

— ¿Yo? — preguntó ofendido el pelinegro.

— ¿YoonGi? — preguntó una voz nada conocida para mí.

— Noona.

— ¡Ah, no te hagas el santo, algo le hiciste a ésta chica! — le acusó la pelinegra junto a mí.

— ¿Qué? ¿¡Estás loca, mujer!? Yo no le hice nada.

Demasiados gritos me aturdieron. Y de nuevo comencé a llorar. Lo sé, soy demasiado sensible.

— ¡Ya, los dos! — gritó la chica a la que YoonGi había llamado noona — ¿Es qué no piensan? La están aturdiendo... Hey, ¿Estás bien? — preguntó mientras se posicionaba frente a mí.

Pude observar que no era demasiado alta, de hecho era más alta que yo como por cinco o cuatro centímetros.

— ¿A-Aturdiendo? — susurró JiHu.

— Lo siento. — murmuró YoonGi. — Y tú, gritona, para que sepas, la ayude. No le hice nada a EunJi-ssi.

Sabía mi nombre...

Dejé de llorar y tomé una bocanada de aire para tranquilizarme.

— Eso... ¿Ya estás mejor?

— S-Sí. — respondí — Uh, soy Park EunJi. — hice una reverencia.

— Yo soy Min EunYeong, hermana mayor de éste zopenco.

— ¡Oye! — musitó YoonGi.

Y así fue como me volví amiga de Min EunYeong y de Min YoonGi.

Y así fue como YoonGi se convirtió en mi amor platónico.

Y también, así fue como los rumores y los acosos pararon.

Jsjs, me gustó mucho el prólogo, ¿A ustedes qué les pareció? 🙈💕