La señorita Kim tendría que pasar dos días más en el hospital para hacerle unos cuantos chequeos para asegurarse de que su bebé no tendría complicaciones en un futuro, y todo eso.

Miré a YoonGi y sonreí. Parecía una estúpida mirándolo con esa sonrisa en mi rostro, pero el tenerlo ahí, junto a mí, y por fin poder decir “Es mi novio”, era como estar soñando.

— D-Deja de verme — susurró.

— ¿Por qué? — pregunté fingiendo inocencia. Si fuera un dibujo anime, seguramente me habría aparecido la venita maliciosa en la frente. — ¿Acaso te avergüenzas?

— EunJi... — dijo él acercándose demasiado a mí rostro; inmediatamente me sonrojé y desvié la mirada. — Aquí la avergonzada, eres tú.

— Maldito. — murmuré.

— No llevan ni 24 horas de noviazgo, y ya se están insultando — dijo SeokJin tratando de no reír. — Cambiando de tema... ¿Y ustedes para cuándo? — cuestionó refiriéndose a JiHu y a JiMin.

— No tengo ni idea de lo que está diciendo, hyung — respondió mi hermano.

— Eso es como decir que eres el más alto de entre nosotros — se burló TaeHyung.

— ¡Oye! Eso es ofensivo.

JiMin se cruzó de brazos y puso una pose demasiado diva. JiHu lo miró y sacó un paquete de galletas de su mochila; una vez nos dijo a EunYeong y a mí “Ya que no tengo palomitas de maíz para disfrutar del momento, tendré que sacar mis galletas”.

— ¿Por qué siempre terminamos haciéndole bullying a JiMinnie? — preguntó HoSeok.

— Porque sin bullying, no hay amistad — comentamos al mismo tiempo JungKook y yo.

— Ustedes son malévolos... — murmuró TaeHyung.

— Yo también te quiero, Tae-oppa — dijo con sarcasmo.

— ¿¡De verdad!? — preguntó demasiado emocionado. — ¡Ay, yo te quiero demasiado, pequeña Park! — corrió hasta donde yo estaba y me abrazó.

Reí ante su actitud. Era demasiado lindo, y también muy apuesto. Su sonrisa cuadrada me daba mil años de vida.

— Kim, aléjate de mi chica — masculló YoonGi.

— ¿Uh? ¿Por qué? — cuestionó el chico con un lindo puchero. — La pequeña Park no es sólo tuya, hyung.

— Tae tiene razón — canturreó mi hermano.

— Malditos.

Me dió demasiada ternura la manera de actuar de YoonGi. Nuestras miradas se encontraron y le sonreí; realmente lo quería, y demasiado.