Después de comer en casa de los Min llamé a mi madre.

— ¿De verdad ya comiste o me estás mintiendo, querida? — la preocupación de mi madre era palpable, incluso en una llamada.

— Sí, mamá. Ya comí — respondí.

YoonGi me arrebató el celular y lo colocó junto a su oreja derecha. Sonrió y puso su dedo índice en sus labios; si no me desmayé en ese momento fue porque estaba más atenta en lo que diría a continuación.

— Tranquila señora Park. Mi madre alimentó muy bien a su hija. — murmuró. — Ajá. Sí, yo la cuido, no se preocupe. — hizo una pausa y escuchó con demasiada atención a lo que fuese que mi madre le estuviera diciendo. — Claro, no será ningún problema. La tendrá sana y salva antes de las diez. — y colgó.

— ¿Qué? — fue lo único que salió de mis labios.

— Tu madre dijo que te lleve sana y salva a tu casa antes de las diez. — miré el reloj; eran las tres de la tarde. — Y que también lleve a JiMin.

— ¿Acaso eso es normal? — dije entre risas.

— Mejor terminemos la tarea para que podamos tener nuestra tarde de anime. — dijo con una hermosa sonrisa en su rostro.

Me senté junto a él frente a su escritorio y saqué mi libreta de álgebra junto con mi estuche de plumas. Comenzamos a resolver los problemas juntos; había partes en las que YoonGi no entendía bien el procedimiento, por lo que me inclinaba hacia su libreta, tomaba su lápiz y comenzaba a explicarle el problema.

— ... y así es como sacas el valor de x. — terminé de explicarle el último problema.

— Oh, gracias... — susurró.

Le sonreí y yo terminé de hacer el problema en mi cuaderno. Sentía su mirada sobre mí, por lo que mis mejillas estaban sonrojadas.

— ¡Listo! — murmuré emocionada.

Guardé mi libreta y mi estuche, para después ponerme de pie y encaminarme a la cama de YoonGi. Estaba un poco desordenada pero era demasiado cómoda.

— ¿Y qué caricatura china quieres ver? — dijo con su típico sarcasmo.

— Tarado — susurré entre dientes. — Kimi ni Todoke.

— ¿Amor? — preguntó. — Porque eso significa llegaré a ti.

— Uh, sí. — respondí mientras abrazaba una de sus almohadas — Ah, Kazehaya es un amor...

— Brillan. — comentó. Lo miré confundida. — Cuando hablas de algo que realmente te gusta, tus ojos brillan...

— ¿Eh? ¿¡De verdad!? — mis mejillas se tornaron rosas. — Es como cuando tú comienzas a hablar demasiado rápido cuando algo te gusta.... — musité.

— Eres la única, sin contar a mi madre, que lo ha notado...

Entonces sonreí con una gran felicidad. Y fue cuando caí en cuenta de que él era todo lo que necesitaba para realmente ser feliz, que no importaba si sólo éramos amigos, pues el tenerlo ahí, para mí, era suficiente.

— Por cierto — los nervios me atacaron —, ¿Por qué te acercaste así...?

No pude terminar mi oración, pues él caminó hasta donde yo estaba y acercó de nuevo su rostro al mío. Nuestras respiraciones se encontraban mezcladas y mi corazón latía demasiado rápido.

— ¿Cómo? ¿Así? — susurró.

— Eh, YoonGi, cosa fea... — ambos nos separamos bruscamente — Oh, yo... ¡No quería interrumpir!

Y mi hermano salió corriendo del lugar, ocasionando que ambos comenzaramos a reír.

A estas alturas ya deben saber en quién está basada EunJi xD

Oh, ayer olvidé comentarles que en éste fic, JiMin es de la misma edad que YoonGi 💕