«Toma un momazo del amor de tu vida...

Te quiero~♥»

Sonreí al ver el mensaje de JiHu.

— ¿Por qué sonríes tanto? — cuestionó el pelinegro. — Das miedo.

— Que lindo — susurré con un sarcasmo demasiado notorio. — Es que JiHu me mandó un meme.

— A ver — dijo el pelinegro.

— A ver al cine — respondí mientras guardaba mi celular.

YoonGi sonrió. Sabía que le gustaba que me pusiera en plan sarcástica, a tener que aguantarme en plan cursi. Pero para su mala fortuna, yo era cursi la mayor parte del tiempo.

— EunJi. — susurró. — S-Sabes que tienes mi apoyo... y si ese chico te rechaza, lo golpearé.

Sonreí.

Pues, si me rechazas, tendrás que golpearte, YoonGi.

— Gracias.

EunYeong me había dicho que avanzaba dos pasos con YoonGi, y que retrocedía unos diez, pero no podía darme el lujo de hacer una de mis tantas tonterías.

Si le llegaba a decir algo de forma imprevista, saldría como la vez en que le dije a Jackson que me gustaba, y sin querer le derramé mi café encima. Así de estúpida soy con el tema de la atracción.

— Me gustas, me gustas — susurré.

— Eso suena demasiado repetitivo y muy estúpido — dijo mi mejor amigo.

— Amargado... — dije bufando.

En realidad ya tenía la manera en que le declararía mis sentimientos, pero no encontraba el momento indicado, o mejor dicho, estaba de cobarde.

— Así me quieres.

Lo miré directamente a sus bellos ojos. Era verdad. Amargado y todo, pero así lo quería; y así estaba dispuesta a entregarle mi corazón, para que él lo cuidara. Min YoonGi me tenía realmente mal.