Las clases pasaron con normalidad. YoonGi seguía tratándome igual que siempre y como todos los días, mi corazón se agitaba al mirarlo.

— EunJi — musitó con calma. — Te ayudaré en todos tus ensayos, hasta que sientas que estás preparada para confesarte al chico que te gusta.

Abrí los ojos con total sorpresa. ¿Acaso había escuchado mal? Conociéndolo, desde hace mucho me hubiera mandado al carajo, pero... había hecho todo lo contrario.

— ¿Gracias? — respondí dubitativa. — Pero... ¿Estás seguro?

— Claro. Soy tu mejor amigo, ¿No?

Prácticamente nos acababa de mandar a la friendzone a ambos.

— S-Sí.

Me miró sin expresión alguna y regresó su vista al libro que tenía entre sus manos. Por mi parte, saqué mi celular para ver memes, pues había olvidado Prohibido creer en historias de amor en mi casa.

«YoonGi...

Gracias por existir y aparecer en mi vida ❤️»

Pulsé la tecla enviar y esperé que el mensaje de WhatsApp le llegara a mi mejor amigo. Necesitaba ver su reacción... Lo necesitaba a él.

— ¿Y éste momazo de tu hermano? — cuestionó soltando una carcajada.

— ¡No veas sólo la imagen! — lo reprendí.

En su rostro apareció una sonrisa totalmente bella. Sus ojitos tomaron un brillo que nunca había visto, y comenzó a teclear rápidamente.

«Gracias.»

Una palabra. Sólo eso. Pero esa única palabra había hecho que mi rostro se pusiera colorado y que mi corazón tratara de salirse de su lugar. Ese dominio tenía Min YoonGi sobre mí... y era magnífico.