☆ᵎ chapter four
☆ᵎ ⌇ CAPÍTULO CUATRO ˖ ݁ !! *
— ꒰‧ ❝ about you by the 1975 !¡ ₊˚༊*·
— ꒰‧⁺💌¡! | ❝ there was something 'bout you that now I can't remember, it's the same damn thing that made my heart surrender ❞
───────────
En el estudio se encontraban Changbin y Bang Chan dándole las últimas indicaciones a Lee Know sobre la canción que estaban grabando. Habían quedado para darle terminar con los arreglos y así poder enfocarse plenamente en los ensayos para su primer Music Comeback. Todo el grupo estaba a la expectativa de la reacción de sus fans y el reencuentro con estas.
Changbin escribía en su celular, completamente distraído de lo que pasaba en el estudio. Tanto el staff como Bangchan habían decidido hacer caso omiso a la falta de atención del chico. Tenían un solo objetivo y era terminar lo antes posible, cosa que ya estaban por hacer.
—Ya terminamos— le avisó Bangchan a Mihno para luego girarse a su compañero y llamar su atención —¿Sabes algo de Hyunjin y Han?
—Me han dicho que pasaban a buscar café antes de venir— contestó Changbin.
—¿Y hace cuanto fue eso?
Antes de que el chico pudiera fijarse en el chat cuándo había sido enviado el mensaje, Han y Hyunjin aparecieron en la puerta del estudio. Mihno, quien ya había recogido sus cosas y estaba listo para volverse al dorm, fue interrumpido por los chicos.
—Hyung, antes de que te vayas, lleva esto al dorm— Han le extendió los café —¿Pueden creer que la cafetería a la que vamos siempre está de vacaciones?—
—Sí, casi morimos cuando vimos el cartel— todos miraron extraño al chico por la exageración —Pero por suerte encontramos una más cerca. Probamos un poco en el camino y está buenísimo— agregó Hyunjin ignorando a sus compañeros.
—Y-y-y una de nuestras canciones estaba sonando en el parlante. Las chicas que nos atendieron fueron muy amables también.
—Suena a que deberíamos pasar más seguido— opinó Changbin sacándose la campera.
—Me parece bien. Podemos ir luego a comprar más. Pero luego, porque ahora necesitamos terminar esto. Más tarde tendremos ensayos y hay que entregar hoy— ordenó el líder.
Todos obedecieron al instante. Han se puso junto a él para dirigir la parte que le tocaba a Hyunjin y Changbin se tiró en el sofá de atrás a seguir mirando su celular. Bangchan, mientras tanto, ayudaba a Han con las indicaciones.
Un par de arreglos más y la canción estaba lista para ser presentada. Lo lograron justo a tiempo ya que, en cuanto el líder cerró su laptop, Seungmin se apareció por la puerta para avisarles que el coreógrafo ya estaba en el edificio esperándolos para comenzar con el ensayo.
Lo que le restó de la tarde, los chicos se la pasaron practicando y bromeando entre medio de los descansos. Para suerte de Bangchan, el entrenamiento todavía no le pesaba demasiado en su físico. Tampoco se estaba sobre exigiendo como otras veces. En parte porque no tenía suficiente energías, y otra por miedo a causarle daño a su alma gemela.
El grupo aún no estaba al tanto de la situación. No quería preocuparlos o alterarlos antes del show. Habían pasado ocho meses desde la última vez que se habían presentado en el Music Comeback por lo que muchos estaban ansiosos y nerviosos. A causa de esto, y de que prefería resolver su asunto tranquilo y sin presiones, había tomado la decisión de ocultar su lazo hasta encontrarla.
Al terminar con las prácticas, Bangchan le había pedido a los chicos que se le adelantaran en ir a la casa. A él le quedaba recoger sus cosas del estudio de grabación. Luego de eso, quería pasar por la farmacia para ver si tenía algo de suerte y encontraba allí a quien buscaba. A sus compañeros le puso la excusa de que pasaría por el café que Han y Hyunjin habían recomendado para ahorrarse explicaciones de su retraso.
Cuando tuvo las órdenes de todos y guardó su laptop en la mochila, el líder del grupo salió en busca de la chica. Estuvo sentado en la tienda de conveniencia frente a la farmacia por unos minutos luego de entrar y fallar en su misión de cruzársela.
No quería levantar sospechas entre sus miembros por lo que, con muy mala gana y maldiciendo en todos los idiomas que conocía, fue hacia la tienda de café por los pedidos de los chicos. La suerte parecía no estar de su lado y eso lo volvía loco.
Confirmo su falta de suerte cuando llego a la dirección indicada y vio que la tienda se encontraba cerrada. Al menos así lo parecía. Las luces estaban apagadas pero la puerta seguía teniendo el cartel de 'abierto'. Podía escuchar movimiento dentro de local así que estaba dudoso si acercarse o no.
Antes de que poder decidir si abrir la puerta o no, una de las empleadas se asomó por allí. Traía el uniforme de trabajo aún puesto pero en su espalda cargaba una mochila. Sin siquiera mirarlo, giró el cartel a 'cerrado' y buscó en el bolso lo que él supuso que serían las llaves.
—Lo lamento, hoy tuvimos que cerrar unos minutos antes. Normalmente...
Bangchan dejó de entender lo que la joven decía. Escuchaba su voz a la perfección. Era ella, era la misma voz de aquella vez. No parecía reaccionar ante la información que recibía. Se había quedado en blanco. Su cerebro y cuerpo estaban paralizados. Todo lo que había pensado que podía decirle, los miles de escenario que se había imaginado en donde la encontraba y le hablaba, se esfumaron de su conciencia.
—¡Oh! —exclamó la joven al ver la forma extraña en la que la miraba —No estaba... usted no quería... Lo siento mucho— se disculpó haciendo una reverencia —Pensé que estaba viendo la tienda. Realmente me disculpo.
Al chico le pareció extraño y gracioso lo mucho que este encuentro se parecía al primero. Como si el universo le estuviera gritando en la cara que no estaba loco y que ella era la misma chica.
La joven, ajena a todo, cerró el local con llave y se dio la vuelta para dirigirse en la dirección opuesta en la que él se encontraba.
En cualquier otra circunstancia se hubiera resignado a llamarse loco, delirante e insensato. Nadie, en su sano juicio, hubiera hecho la imprudencia que él estaba a punto de cometer. Pero en cierta parte ese era el punto de la conexión entre alamas gemelas, era ilógico y brutal. Te llevaba a tus extremos, mostraba una faceta completamente nueva en aquellos que lograban hacer el vínculo. Por ello, un cantante famoso terminaba tomándole la mano a una extraña para poder impedir que se escapara. Una celebridad terminaba casi acosando a alguien que podía terminar no siendo quien esperaba por la simple locura de encontrar a la indicada.
Al ver la mano del extraño en su muñeca, ella estaba dispuesta a pelear contra el extraño que acababa de invadir su privacidad. Pero como una bala impacta en alguien, la calma la impactó a ella. Sus intenciones dejaron de ser escapar y pasaron a invadirle las ganas de acercarse a él.
En ambos, una sensación de tranquilidad, hogar y alivio a sus dolores les recorrió el cuerpo. El dolor de cabeza, de músculos, la ansiedad y el estrés disminuyeron de intensidad. El mundo parecía más calmo, silencioso y colorido.
—Estaba noventa por ciento seguro de que eras tú— dijo Bangchan como pudo.
—Supongo que esto— señaló su muñeca siendo agarrada por la de él—Te aseguró el otro diez por ciento— el joven asintió con la cabeza —¿Qué hubiera pasado si te equivocabas?
—La verdad... no lo pensé
La joven rió ante la declaración. Le pareció gracioso y tierno como había arriesgado a sufrir un escándalo por la mera posibilidad de que ella fuese la chica de la farmacia. Pronto Bangchan se le unió.
—¿Quieres pasar? Salía a ver si hoy era mi día de suerte.
—¿Y lo es? — preguntó algo tímido mientras le soltaba el brazo.
Al instante que dejaron de tocarse sintieron como la paz abandonaba sus cuerpos. Los dos quisieron estirar devuelta y seguir como estaban instantes atrás. Sin embargo, prefirieron no hacerlo ya que consideraban que podrían llegar a incomodar al otro.
—Bueno, la verdad que teniendo en cuenta que estaba cerrando temprano para poder ir a buscarte...—la chica palideció al darse cuenta que había sido un poco directa frente al extraño —Digo, no a buscarte sino buscar a mi alma gemela... que eres tú...así que sí sería a buscarte pero lo que yo...
A Bangchan le pareció tierna. Sus mejillas se teñían de un suave rojo y sus ojos viajaban de un lado a otro con nerviosismo. Si ella tan solo supiera que él estaba igual de nervioso.
—Descuida, te comprendo. Por cierto, soy Bang Chan. Me parece que ya es hora que nos presentemos formalmente. Como no lo hicimos la anterior vez.
El chico extendió su mano la cual fue rápidamente estrechada. Vio el rostro de la joven y pudo ver la sonrisa que iba de oreja a oreja. Sus ojos marrones casi ni se percibían cuando lo hacía. Su rostro tenía facciones delicadas y suaves, completamente opuestas a las de él. Había un brillo peculiar a su alrededor, como si su aura estuviera brillando a plena vista.
—Un gusto, soy Yejin— contestó—Espera— tomó su mano un poco más fuerte y acercó el rostro del chico a ella —Eres Bangchan.
—Sí— respondió dudoso, sin comprender demasiado bien a qué se refería al repetir quién era.
—Eres Bangchan, así como Bangchan de Stray Kids.
—No sé si alegrarme de que me conozcas o si entristecerme de que te hayas tardado tanto en hacerlo— bromeó.
—No puedo creerlo, Han, Hyunjin y ahora tú...—Yejin dio una vuelta en su lugar intentando contener la emoción y el nerviosismo —Y tú, tú eres, tú eres mi alma gemela.
—Sí, si lo soy. Y tú la mía.
—¡Oh por dios! Mi alma gemela eres tú y no te reconocí. Miyeon me va a asesinar cuando se entere— el chico río —Espera, ¿Qué crees que hacías? — lo regaño mientras le pegaba suavemente en el brazo que no estaba ocupado agarrando su mano —¿Tienes idea del escándalo que podrías haber hecho si yo no era tu alma gemela? Tu carrera podría correr riesgo, ¿acaso no pensaste en eso?
—Pues no... debería haberlo hecho pero cuando te vi quedé paralizado— contestó con completa honestidad —Además, supongo que valía la pena correr el riesgo, digo, me ayudó a encontrarte.
Yejin sintió sus mejillas arder fuego. Una sonrisa empezó a colarse en sus labios y no pudo hacer otra cosa que apartar la mirada del chico para evitar que la vea en aquel estado.
Bangchan fingió no notar la reacción de ella. Simplemente se limitó a mirar hacia el lado contrario y morderse el labio inferior para no soltar la sonrisa que se le quería escapar.
—¿Quieres pasar y te hago los café? — ofreció Yejin como pudo. Odiaba actuar nerviosa cuando no era el tipo de persona de ponerse así —Dijiste que tus compañeros querían tomar de aquí y por eso viniste.
—Oh, sí, claro.
Yejin sacó la llave y abrió el local, sin embargo, no cambió el cartel y solo prendió la luz que alumbraba las máquinas de café. Bangchan la miró prender todo y sintió vergüenza al saber que estaba haciendo trabajo extra sólo por él y los miembros de su banda.
—No es necesario si ya te estabas yendo.
—Descuida, como ya mencioné, de todas formas mi turno no termina hasta dentro de — sacó su celular para mirar la hora y continuó —diez minutos.
Bangchan asintió y siguió viendo como prendía la máquina para tomar el pedido.
—Supongo que llevarás lo mismo que pidieron Han y Hyunjin cuando vinieron.
—Sí, ¿los reconociste a ellos? — preguntó curioso y, si tenía que admitir, con celosía también.
—No, no. Mi compañera de trabajo lo hizo, ella es stay así que si no hubiera sido por ella no los hubiera reconocido.
—Así que ella es la tal Miyeon que mencionaste antes.
—Oh, no. Esa es mi mejor amiga, ella me enseñó sus nombres y me convirtió en baby stay.
Bangchan río al escucharla denominarse baby stay. No podía negar que se sintió más relajado al saber que a ella de cierta manera le gustaba su música. No se podría haber imaginado tener que compartir un lazo tan fuerte con alguien que no apreciara su carrera artística.
—Así que algo sabes sobre nosotros.
—Podría decirse, sí. Digamos que lo básico lo sé, sus nombres, canciones, cumpleaños.
—Entonces me queda a mí aprender lo básico sobre ti para poder estar iguales de conocimientos.
Yejin, quien estaba por terminar con los pedidos, volvió a sacar su celular. Esta vez, lo desbloqueó, abrió su contacto de KakaoTalk y se lo tendió al joven frente a ella. Bangchan sacó el suyo para agregarla a la app y así poder tener su contacto.
—Mi nombre es Park Yejin, nací el doce de agosto de mil novecientos noventa y ocho, y mientras no estoy en la universidad estudiando medicina veterinaria estoy aquí, trabajando.
—¿Veterinaria? —preguntó con asombro —Hay que tener valor para estar en esa carrera. Admirable, debo decir.
—Gracias, es difícil saber que no puedes salvar a todos. A veces dudo si es lo indicado para mi, pero ver a muchos liberarse del dolor y volver a jugar y tener aquel brillo en los ojos hace que todo el esfuerzo y sufrimiento valga la pena.
Bangchan quedó sorprendido y admirado por la respuesta de la chica. Le pareció genuina y con mucho valor.
Por algunos momentos más, compartieron datos sobre sus vidas a medida que Yejin terminaba con los pedidos. De a poco, la joven entraba en confianza y su personalidad aparecía por pequeños momentos de la charla. Lo mismo ocurría con Bangchan.
Ninguno de los dos querían terminar con aquel momento. De todas formas, Yejin había hecho todas las bebidas y ambos debían seguir con su rutina.
—Presiento que debes estar tan ocupado como yo, por no decir más, así que voy a ir directo al punto— Bangchan se enderezó y espero recibir la pregunta que él también se había formulado en su cabeza —¿Cómo haremos con todo el tema de... del contacto físico? Entiendo si aún no te sientes conforme en estar tocando a...
El chico la interrumpió. No por mal educado, sino porque sabía que divagaría en un tema sin necesidad. Él estaba dispuesto a hacer contacto físico con ella.
—Supongo que esta semana deberemos posponer algunas actividades. Ya sabes, es cuando más necesitamos de estar juntos. Luego podemos arreglar para juntarnos entre mis ensayos, tus clases y trabajo.
—Creo que será lo mejor si yo voy hacia ti. No quiero que corras riesgo a ser visto y tener problema con la empresa y los paparazzis. Además, estoy casi segura que soy quien tiene horarios menos estrictos de los dos. Puedo hablar con mi compañera para que cubra algunos de mis turnos.
—Si eso es lo que prefieres, entonces hagámoslo. No quiero condicionarte a...
—Tranquilo, sólo me queda una materia y estaré de vacaciones, así que no te preocupes por mí.
—Tendrás que saber que eso será imposible— comentó medio bromeando y medio siendo sincero.
Yejin río al darse cuenta que lo decía más en serio que bromeando. Le restó importancia y terminó de agarrar sus cosas y apagar las luces del local.
—Hasta dentro de dos días tengo clases hasta tarde, pero la buena noticia es que luego de eso estoy libre toda la semana y no trabajo, así que si quieres puedo pasar por donde prefieras. Supongo que deberías decirle a tu empresa— Bangchan tomó el pedido y asintió —¿No tendrás ningún problema con esto en tu trabajo?
Bangchan le acarició el hombro para calmarle el estrés. La empresa estaba al tanto que en algún momentos sus idols encontrarían a sus almas gemelas y no quedaría más remedio que aceptarlo.
Cuando con sus compañeros tuvieron la charla al respecto, habían dejado bien en claro que quedaba a cargo de ellos los tiempos en los que admitían haber encontrado a su pareja. Así que, en cuanto a ello, él fue sincero en aclararle que llevarían las cosas a su tiempo y que los dos tendrían las riendas del asunto.
—Por estos días podemos juntarnos en los dorms hasta que hable con la empresa. Mientras tanto, estoy seguro que los chicos no tendrán problema en que nos juntemos en mi casa o la tuya si es que estás muy cansada— a Yejin le pareció tierno como intentaba que ella estuviese cómoda, incluso cuando los dos sabían que él era quien tenía la agenda más agotadora debido al comeback —Ya te envié un mensaje así que, si ves un 'hola', es de mi parte. Escríbeme al llegar— agregó Bangchan al verla guardar la llave del local en su mochila y acomodarse las prendas.
—Descuida, pasaré por lo de una amiga antes. Debo alcanzarle algo.
—De todas formas, me gustaría que me dijeras que llegaste bien— comentó dulcemente —Luego te escribo la dirección de donde vivo así ya la tienes en caso de emergencia.
Con un simple saludo, los se despidieron y salieron en direcciones opuestas. Ninguno podía creer las vueltas que el destino le había dado a sus vidas. Aún no comprendían la dimensión de lo que les sucedía y seguían a la espera de despertar del sueño. Sin embargo, aquello era real. Tan real que sentían la ausencia del otro a tan solo segundos de haber estado juntos y minutos de haberse conocido. No lograban dimensionar que al final del día, la suerte sí estaba del lado de ambos, sólo que necesitaba tiempo para aparecer.
— ꒰‧⁺💌¡! |❝nota de venus !¡ ₊˚༊*·˚
───────────
¿qué les pareció este encuentro? 👀
yo soy esta:
CAPÍTULO SIN REVISAR
───────────
ÚLTIMA EDICIÓN
— 2024.04.14
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro