Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 3

Día 3-Experiencia cercana a la muerte

Advertencias: Muerte de personaje implicada (es temporal, lo prometo)

----------------------------

3-Los vampiros no pueden morir

Para fines de lugar y que quede evidencia de ello, la idea de ir a investigar en el bosque había sido completamente de Kenny y Eric no está ni un poquito feliz de tener que estar allí. De haber sido por él, se habría quedado dormido hasta el día siguiente, considerando que se pasaron la madrugada completa viendo películas de terror, de nuevo, a sugerencia de Kenny, y Stan supone, y luego él se pasó parte de la mañana intentando descansar.

Intentando es la palabra clave, porque a pesar del agotamiento sus sueños estaban plagados de pesadillas que no lo dejaron pegar el ojo. Y cuando por fin había logrado dormir más de dos horas corridas, fue despertado por Kyle insistiendo que debían investigar algo.

El punto es que odia ir al bosque. Dios, como lo detesta. Es la parte menos divertida de su trabajo y no puede creer que ha sido arrastrado allí por el hombre que asegura ser su mejor amigo. ¿Kenny por qué cree que suele enviarlo a él cuándo necesita ingredientes para sus hechizos y pociones? ¿Para darle algo que hacer? ¿para aprovecharse de él? Ok, sí, a veces se aprovecha un poco de su amigo, un poco nada más, pero la razón principal por la que no lo hace él mismo es porque odia tener que pasearse entre la maleza y los árboles. De noche.

Especialmente de noche.

'Gran brujo que eres' piensa para sí mismo, deteniéndose antes de tropezar con una raíz sobre salida, estremeciéndose por lo inquietantemente familiar que sus quejas internas se le hacen. Ha vivido esto antes ¿no? Él, caminando de noche por el bosque, a sugerencia de Kenny, que había metido su estúpida nariz en asuntos sobrenaturales que no le competían por puro aburrimiento, quejándose de ello solo para darse cuenta de que los había perdido de vista y luego...

—Estúpido humano —dice en voz alta con la esperanza de que no sea una repetición de su pesadilla recurrente.

—Cartman, técnicamente tu también eres humano —responde Kyle a su lado.

A pesar de que estaba esperando escucharlo no puede evitar sobresaltarse por lo repentino de su respuesta, cosa que le hace tropezar al apartarse y se habría caído de no ser porque el vampiro sostiene su codo enderezándolo. Conjura otro haz de luz, en vista de que el anterior se extinguió al perder la concentración, y lo alza para ver el rostro de Kyle, quién le observa con extrañeza; a su espalda puede ver la silueta de Kenny que, para su fortuna, está distraído con algo en el suelo.

—¿Cartman? —vuelve su atención hacia Kyle.

—¿Pretendes matarme de un susto, sanguijuela judía? —pregunta con fingido enojo, sacudiendo su ropa para ocupar sus manos y ocultar el ligero temblor en sus dedos.

Debe ser una coincidencia. Escalofriante, sí, pero una coincidencia.

—Lamento interrumpir su extraño ritual de apareamiento —lo que sea que Kyle quiere responder se ve interrumpido por la voz de Kenny. Ambos miran en su dirección, ignorando olímpicamente su comentario—, pero ¿alguno de ustedes sabes qué es esto?

Confundidos, se acercan al rubio para ver lo que está señalando. A los pies del árbol, gracias a la luz de la linterna del celular de Kenny, ven una sustancia verdosa; al menos, se ve verdosa por la iluminación, espesa y aún fresca. Al acercarse más, Eric nota que desprende un olor fétido.

—¿Qué diablos es eso? —cuestiona apartándose un poco, cubriendo su nariz intentando no regresar su almuerzo.

—Parece... —Kyle se agacha indicándole a Kenny que acerque la linterna, — ¿fango? —cuestiona por olor más que por su apariencia.

—A mi me parece más baba que otra cosa —asiente el rubio y, para horror de ambos, extiende su mano libre para tocar la sustancia—, se siente como baba —agrega tomando un poco entre sus dedos, juntándolos y separándolos para probar su consistencia antes de acercarla a Kyle, quién se aparta rápidamente con asco.

—No toques cosas desconocidas, pobretón —regaña Eric apartándose también cuando el rubio se levanta, intentando tocarlo.

—Oh vamos, es solo una baba muy apestosa —Kenny ríe poniendo más empeño en su intento de tocarlo.

Ambos terminan corriendo en círculos alrededor de Kyle, Eric gritando que ni se le ocurriera al rubio tocarlo con sus asquerosos dedos y Kenny riendo como maniaco, asegurando que no pasaría nada. El rubio logra alcanzarlo y ambos caen al suelo, rodando alrededor, luchando Kenny por tocarlo y Eric por liberarse. Kyle los observa para nada divertido por la tontería en que terminaron. Está por separarlos, luego de determinar que la 'baba' es tan inofensiva como Kenny asegura, pero se detiene al escuchar algo a la distancia.

—Silencio —ordena mirando alrededor, agudizando el oído.

Ante la seriedad de su tono ambos se detienen en seco, Eric contra el suelo, una mano en el rostro de Kenny empujándolo lejos de él y la otra sosteniendo la muñeca de la mano con la que el rubio trata de tocarlo. Miran al vampiro y luego en la dirección en la que este mira, intentando escuchar también lo que este captó, pero no pueden oir nada.

—Khal, debe ser algún animal... —Eric se detiene cuando escucha algo también, cerca de ellos, entre los árboles. No puede identificar el sonido, pero puede asegurar con certeza que no es un animal.

Golpea suave el costado de Kenny, indicándole que se levante y luego se pone en pie, mirando a su alrededor, listo para echar a correr de ser necesario. Podría pelear, obvio, es un gran brujo después de todo; sin embargo, hay momentos en que lo mejor es simplemente huir. Este parece ser uno de esos.

—Ugh, ¿qué es ese olor? —Kenny frunce la nariz colocándose a su espalda, mirando en la dirección contraria a dónde mira Eric.

—Creo que deberíamos... —Eric empieza a decir, alargando a ciegas un amano para sostener el brazo de Kyle, preparándose para arrastrarlo consigo de ser necesario, pero sus palabras son interrumpidas por un gruñido.

Al menos, para él suena como un gruñido, pero no como el que emitiría un animal en advertencia, sino más... humano. El sonido de antes ahora llega a ellos con más claridad, lo que pueden identificar cómo pisadas. Lentas y pesadas, con aparente dificultad, pero sin duda alguna más cerca de su posición; puede ver movimiento entre los árboles, gruñidos acompañando cada paso que se hace escuchar y Eric pronto divisa una silueta, definitivamente humana. Nota, sin embargo, que quién sea que se está acercando se tambalea de forma anormal, lo que puede identificar como brazos balanceándose en un ángulo antinatural. Sabe que sus ojos podrían estar engañándole, por la poca iluminación que aportan su haz de luz y la linterna del celular de Kenny, sabe que podría tratarse de alguien que se haya encontrado con algún animal salvaje o algo por el estilo y que podría necesitar ayuda. Ayuda que ellos podrían brindarle.

Su instinto le dice otra cosa. Cada alarma de peligro en su interior encendiéndose a todo volumen, instándole a correr. Su instinto jamás le había fallado, por lo que eso es precisamente lo que hace. Aprieta su agarre en el brazo de Kyle y toma el brazo de Kenny con su otra mano, jalándolos a ambos y echando a correr pese a las protestas de los otros dos.

Al principio le cuesta mantener el paso, moviéndose más lento de lo que le gustaría por el esfuerzo que conlleva arrastrar consigo dos cuerpos que parecen no querer cooperar. La oscuridad del bosque no ayuda mucho, pero eso no lo detiene. Para su alivio, los otros dos se sueltan de su agarre para poder seguirlo de forma individual, lo que le permite moverse más rápido y conjurar otro haz de luz que les ayude a encontrar el camino de regreso.

—¿Alguna... alguna idea de qué era eso? —pregunta Kenny adelantándolo un poco.

—Ni puta idea —responde tomando una bocanada de aire. Como odia correr.

—Un zombi —informa Kyle deteniéndose contra un árbol, haciéndolos parar.

—¡¿Por qué te detienes judío estúpido?! Tenemos que seguir antes de qué... —el vampiro le cubre la boca con una mano, callándolo al instante.

Antes de que pueda apartarse y reclamar por su osadía, Kyle lleva un dedo a sus labios indicándole que haga silencio; lo suelta con lentitud, al asegurarse de que no va a hacer algo estúpido, y señala algo más adelante. Eric sigue su dedo con la mirada hasta toparse con lo que está señalando, sintiendo su sangre helarse.

En primer lugar, porque puede reconocer la parte del bosque dónde están. No lo hace porque lo conoce, sino porque es el mismo punto dónde, en su sueño, se encontró con el cuerpo de Kenny. En segundo lugar, y la razón más importante por la que un escalofrío lo recorre, es que entre los árboles hay más siluetas como la otra, amontonadas entre sí; por suerte les están dando la espalda, pero de no haberse detenido se habrían topado directo con una horda de zombis.

—¿Qué hacemos ahora? —Kenny pregunta en voz baja, apoyándose contra Eric para ver mejor lo que tienen delante.

—Debemos bordearlos —responde Kyle sin apartar la vista de los zombis.

—¿Bordearlos? ¡Son un millón! —protesta Eric señalando a lo que, claramente, no es un millón de zombis. A lo sumo son unos die, máximo quince, pero para él se siente como si lo fueran.

Puede ver en el rostro del vampiro como este considera si valdría la pena empezar una discusión con él o no sobre el asunto, probablemente de haberse dado el comentario en otra circunstancia lo habría hecho, pero al final decide que sólo perderían el tiempo y les indica con un gesto que van a bordearlos, antes de caminar hacia un árbol. Frustrado, pero deseando fervientemente salir del bosque en este instante, y sin ninguna mejor idea de cómo hacerlo sin recurrir a pelear, decide hacerle caso empezando a seguirlo, cuidando de no tropezar o pisar algo que llame la atención sobre ellos.

Confía en que la vista de Kyle sea tan buena como se supone, porque en algún punto entre bordear árboles y no perderlo de vista, su haz de luz se desvanece y no puede ver un carajo frente a él. Kenny también había apagado la linterna de su celular, caminando tan cerca de Eric como le era posible para no perderlos de vista, por lo que al brujo lo había quedado otra opción más que dejarse guiar por el sonido de los pasos de Kyle, lo que no es mucho porque este trata de mantenerlos tan ligeros como puede.

Después de esto no piensa volver al bosque, jamás, se dice sintiendo su corazón acelerarse por el silencio que los envuelve. Si tenían que investigar de dónde habían salido tantos muertos vivientes, piensa enviar al vampiro sólo si es que para ello debían regresar al bosque. Al carajo que seguramente tendría que ser de día, no piensa poner un pie fuera de la ciudad nunca más.

Concentrado como va en maldecir su suerte, pierde de vista por un segundo el suelo. No nota la rama caída frente a él hasta que la pisa y esta se rompe, produciendo un sonido tan fuerte que debe ahogar un grito de la impresión. Frente a él, Kyle se detiene girándose lentamente, mirándolo con una mezcla de horror y ese brillo de '¿eres estúpido?' que el vampiro ha desarrollado sólo para su persona. A su espalda, Kenny maldice por lo bajo. Los tres se quedan dónde están un segundo, rogando que el ruido no haya atraído la atención de los zombis, los que habían dejado, atrás pero no lo suficientemente atrás como para que no lo hayan escuchado.

Y, por supuesto que la suerte no está de su lado, un segundo después el silencio del bosque es roto por una cacofonía de gruñidos y gritos. Sin pensarlo dos veces echan a correr nuevamente, evadiendo los árboles como pueden, evitando chocar, separándose solo lo suficiente para no ser un obstáculo para el otro.

Para su sorpresa, los zombis se mueven rápido, si el sonido cada vez más cerca de sus gruñidos, o el incremento del olor fétido a su alrededor, es algún indicativo. En todos sus años Eric jamás había visto algo así, aunque también hasta ahora pensaba que zombis solo existían en películas, ¿de dónde diablos habían salido? ¿por qué carajos había tantos? ¿por qué eran tan rápidos? Dios, como odia correr y por más rápido que intenta ir siente que no está ni cerca de dejarlos atrás.

Un grito a su espalda le hace tropezar. Teme lo que va a encontrar a su espalda si se detiene, por lo que no lo hace, alcanzando a Kyle quién sí se había detenido por el grito. Toma su mano jalándolo, instándolo a seguir moviéndose.

—Pero Kenny... —protesta el vampiro, siguiéndolo en automático.

—Estará bien, salgamos de aquí, rápido —mira a su alrededor buscando una abertura, algo que le señale que están cerca de la entrada del bosque y no adentrándose más en él.

Siente a Kyle dudar, su ritmo disminuyendo, obligándole a disminuir el suyo.

—Si regresamos podemos ayudar... —empieza a decir, deteniéndose abruptamente.

—Kyle —se gira tomando su otra mano con fuerza, mirándolo con seriedad. Respira hondo tratando de controlar su corazón, enfriar la cabeza un poco para hacer llegar su mensaje con claridad—, tenemos que salir de aquí antes de qué...

Sus palabras se cortan cuando el recuerdo de su sueño regresa con fuerza a su mente, como las piezas de un rompecabezas terminando de encajar. Esto es lo que su sueño le había intentado advertir. La presencia de los zombis explicaría las mordidas en el cuerpo del Kyle de sus sueños, que sean tantos responde porque eran tantas y porque el vampiro no pudo curarse antes de encontrarlo.

Si no salían de ahí dejaría de ser una pesadilla para convertirse en una realidad. No puede permitirlo.

—Confía en mí, él estará bien —dice apretando sus manos. Mira por encima de su hombro y maldice al notar que aún son seguidos por los zombis—, pero no podemos regresar. Tenemos que salir, ahora.

Espera que siga protestando, si algo es Kyle, en todo momento, es testarudo, preparándose mentalmente para aturdirlo y arrastrarlo a la salida, pero para su inmenso alivio el vampiro sólo asiente, soltándose de su agarre para seguir corriendo. Vuelve a detenerse un segundo, antes de que Eric pueda seguirlo se gira un poco, toma una de sus manos y vuelve a correr, guiándolo por el camino.

No tiene claro cuanto tiempo llevan corriendo cuando finalmente encuentran la salida del bosque. Se detienen y Eric se desploma en el suelo, tomando grandes bocanadas de aire, aliviado de ya no escuchar los gruñidos de los zombis; incluso el ambiente se siente más ligero, libre del fétido aroma que desprenden los muertos vivientes. Kyle se sienta lentamente, mirando los árboles con preocupación.

—Esto no es normal —dice el vampiro luego de un rato en que el silencio se ha extendido demasiado.

—¿En serio? Empezaba a creer que es una ocurrencia normal. Salir a pasear por el bosque y encontrarnos una horda de zombis, totalmente como esperaba terminar mi noche —Eric no puede evitar cargar sus palabras de sarcasmo.

—¿Por qué están en el bosque? —Kyle continúa, ignorando su comentario—. Es más común que se agrupen en un cementerio.

—Khal —arrastra las palabras, el cansancio de correr mezclándose de mala forma con la adrenalina abandonando su cuerpo—, los avistamientos de zombis no son normales en ninguna circunstancia. Punto.

Siente los parpados pesados, todos los músculos de su cuerpo protestando por el ejercicio no solicitado y la preocupación emanando a raudales del cuerpo del vampiro. Gruñe bajo luchando por al menos sentarse, no puede sólo quedarse dormido en el suelo a las afueras del bosque. Kyle le ofrece su mano y la toma sin dudarlo, dejando que lo ayude a ponerse en pie.

—¿Podemos dejar esto para mañana? —pregunta apoyándose contra el hombro del vampiro, lo que lo obliga a ayudarlo a caminar.

—Supongo que es lo mejor —asiente el pelirrojo, decidiendo mejor cargarlo en brazos.

Eric quiere protestar, pero está demasiado cansado como para iniciar una pelea por algo tan nimio como es el ser cargado a modo nupcial. Sabiendo que están fuera de peligro, apoya su cabeza en el hombro de Kyle y deja que el cansancio se apodere de él.

El último pensamiento que tiene, antes de caer profundamente dormido, es que las pesadillas se detendrán. La situación que se desarrollaba en ellas acaba de suceder, había impedido la inminente muerte de su estúpido vampiro y sólo tendrán pendiente averiguar de dónde habían salido los muertos vivientes.

Ese pensamiento es desestimado horas después, cuándo despierta, otra vez bañado en sudor y con un grito atascado en la garganta, de otra pesadilla mucho peor que la anterior.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro