Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

28. Porsche

Los dedos de Porsche golpeaban su rodilla incesantemente, Big lo observaba de reojo por el retrovisor. El omega lucía furioso, su mirada estaba dilatada y su aroma dejó su esencia dulce por uno a más agrio. Su estado gestante lo volvía más territorial, más vulnerable al dominio de sus emociones. Y ahora se encontraba furioso, su presencia se volvió asfixiante y amenazante. Big tragó saliva intimidado, el beta sabía de lo peligroso que llegaban a ser los omegas cuando se trataba de proteger a los suyos.

Podían enloquecer, ser fieles a su instinto y desatar una jodida guerra por su manada. No eran la casta débil, no debían ser subestimados.

No a un omega como Porsche.

Big apenas estacionó la camioneta en el bar de Yok, y Porsche se bajó. No esperó al guardaespaldas, ni respondió los saludos de sus antiguos colegas. Fue directamente a la parte trasera del bar, pudo divisar la silueta de Vegas y corroborar que era él cuando su aroma agave combinado con el de Pete.

Porsche avanzó hasta él con paso firme, se remangó al camisa de Kinn y no esperó a que Vegas hablara. Su dominio era mayor, estaba errático. Su puño impactó contra el rostro de Vegas, el alfa se dio la vuelta por completo. Vegas apenas pudo sostenerse de la pared para no acabar en el piso; y para cuando logró reincorporarse, Porsche le lanzó otro puñete.

—Esto es por Pete. —Porsche cogió a Vegas de la camisa, no le dio tiempo de reponerse o intentar defenderse. Lo acorraló contra la pared y con bruteza, seguramente la espalda de Vegas quedaría con algún moretón. Poco le importaba, también el hecho de que el labio inferior de Vegas se haya roto y ahora empezara a sangrar.

Porsche estaba llegando al límite.

— ¿Por qué lo marcaste? ¿Qué piensas obtener de Pete?

— ¿Acaso él no te lo dijo? —La arrogancia en la voz de Vegas enfureció más a Porsche. Iba a masacrarlo, era seguro. Su instinto se lo exigía, agradecía que Big estuviera cerca. Porque no se iba a medir, no con el bastardo de Vegas.

—No, pero puedo adivinarlo.

— ¿Realmente, crees poder saber mis intenciones con Pete? —Vegas soltó una risa que provocó que Porsche lo acercara a él para volver a empujarlo contra la pared. El duro impacto hizo que Vegas se callara, la mirada del alfa se oscureció. Pero Porsche no se intimidó, su dominio era mayor -tenía razones más imponentes que las de Vegas, según pensaba.

—No es difícil predecirte, Vegas. —Porsche no soltó la camisa de Vegas, sus nudillos empezaban a tonarse blancos por su intento de contenerse y no derramar más sangre del idiota que tenía al frente. Mientras que, Big atónito estaba a centímetros de ellos y con su arma en la mano -dispuesto a dispararle a Vegas si respondía a las agresiones de Porsche. No era justo, Porsche lo sabía y le daba igual. —. No desde que descubrí el pobre diablo que eres.

—Oh, suenas como una perra resentida. —Vegas sonrió de lado, el alfa no tenía motivo para ser gentil con Porsche. No cuando sospechaba las razones de esta visita, Porsche le iba a exigir una estupidez que claramente no acataría. —. Aún no superas que fácilmente me haya burlado de ti, no te culpo. Debió dolerte el ser el culpable de que tu hermano haya estado internado por días en esa clínica, ¿no?

Porsche respondió con otro puñetazo; esta vez, Vegas escupió sangre. Pero no borró esa sonrisa arrogante que irritaba más a Porsche, Big seguía apuntado a Vegas -como protección de Porsche. El beta sabía que no serviría sus intentos para llevarse al omega.

— ¡Escúchame, animal! —Porsche volvió a sujetar de la camisa a Vegas, ambos se desafiaban mutuamente. El hostil aroma de Vegas se desprendió, quería someter a Porsche. Pero el omega estaba colérico y resguardado por el mismo aroma de su alfa, no se dejaría pisotear por ninguno. —. ¡Rechazarás el vínculo con Pete! O juro que eres hombre muerto.

—He crecido toda mi puta vida, bajo amenazas de muerte. —Vegas relamió sus labios, probando el sabor ferroso de su sangre. Estaba retando a Porsche, tampoco le interesaba. —. No vuelvas a ser tan estúpido de creer que eres capaz de intimidarme.

—Idiota, estoy siendo razonable. No estúpido.

— ¿Así? —Vegas se mofó.

—Vine aquí a exigirte que rechaces el vínculo para que se te sea menos complicado. Porque cuando se enteren de lo que hiciste, tendrás a Khun Korn y a tu padre encima de ti.

—Le estás dando mucho crédito a Pete, él es solo un simple perro de la primera familia. —A Vegas le dolió decirlo. Pero aquello era para no evidenciarse con Porsche, no confiaba en el omega.

—Para ellos, pero no para el resto de la primera familia. Puedo asegurarte de que Khun casará a Pete con el primer alfa dispuesto a borrar tu sucia marca, mientras exige tu cabeza a su padre. —Porsche no imaginaba la magnitud de sus palabras en Vegas, pero tampoco se sorprendió cuando Vegas lo imitó al tomarlo de la camisa -alertando a Big. —. Ese loco bastardo es capaz de eso y más, si así libera a Pete de ti.

—Que no se le ocurra, Pete es mío.

—Es de la primera familia, no me hagas volver a recordártelo. —Porsche advirtió y soltó a Vegas.

El alfa creyó que su discusión con Porsche se terminó, pero no fue así. Porsche se regresó y volvió a lanzarle otro puñete, teniendo a Big como su sombra. El beta no interfería porque Vegas no respondía a los golpes, pero mantenía la guardia. Big estaba listo para dispararle a Vegas si se atrevía a golpear a Porsche, esto para proteger a Porsche y su cachorro.

—Rechaza el vínculo, o nosotros nos encargaremos.

Vegas sacó su arma y apuntó contra Porsche, Big de inmediato se colocó frente al omega. Porsche no se inmutó, la reacción de Vegas solo lo enfurecía más. Porque asumía que el comportamiento del alfa era de un niño caprichoso que no estaba dispuesto a soltar a su nuevo juguete.

—No renunciaré a Pete.

—Lo harás, Pete no es tu juguete. —Porsche dio un paso hacia adelante, Big le impidió acercarse más a Vegas. Los dedos del beta se tentaban a apretar el gatillo. —. Es mi amigo, y lo voy a proteger incluso de él mismo.

Fue lo último que Porsche dijo para después abandonar el bar de Yok; ignorando las amenazas de Vegas. No lo temía, tampoco podía hacerle daño.

Porsche no era el mismo tonto que creía en su bondad o en la cordialidad de la segunda familia, a cada día iba entendiendo el lodo que rodeaba este mundo. Tenía que hacerlo, su hijo nacería pronto y debía protegerlo como al resto de su manada.

Porque era lo que tenía con Kinn y sus amigos; una manada.

En la camioneta, Porsche soltó un profundo suspiro y revisó sus nudillos. Estaban rojos, le esperaba una difícil conversación con Kinn. No esperaría que Big le informara a su alfa sobre su encuentro con Vegas, él lo haría -primero hablaría con Pete. Su amigo no podía seguir fingiendo que todo era antes, no ahora. Pete debía tomar una decisión; y él, apoyarlo.

—Te arriesgaste demasiado, Porsche.

—Lo sé, pero tuve que hacerlo. —Porsche miró nuevamente la entrada de la clínica. El viaje fue rápido, su cabeza le dolía. —. Se lo debo a Pete.

Porsche susurró lo último para sí mismo, aún tenía sobre sus hombros a la culpa. La misma que nunca lo abandonaría, porque su amigo se metió a esa casa por lealtad a Kinn y a él. De haber sido otro, Pete no estaría envuelto en este jodido problema, seguiría siendo el despreocupado omega que sencillamente podía acabar a cinco hombres en combate como disfrazarse inocentemente de un payaso asesino por las pijamadas de Khun.

Camino a la habitación de Pete, Porsche llevó sus manos a su vientre abultado. Se disculpó con su cachorro por exponerle a emociones tan asfixiantes, también le prometió que no volverían a arriesgarse. O por lo menos, no sin considerar los riesgos por completo. Estaba siendo muy descuidado, lo reconocía. Su propio cuerpo empezaba a cobrarle factura, tuvo que sostenerse del brazo de Kinn para no caerse.

— ¿Porsche? —Kinn tomó a su pareja de la cintura, lo pegó a su cuerpo para envolverlo a su calor al percibirlo alterado. Fue ahí que notó el aroma picoso que estaba en Pete hace días ahora en su omega, Kinn cerró los ojos y se contuvo por calmar a Porsche. —. Sabes qué ocurre, ¿verdad?

Porsche escondió su rostro en el cuello de su alfa como respuesta, Kinn se quedó callado y pensando en sus próximas palabras.

—No estás solo, Porsche. Me tienes a mí para cuidar de nosotros, recuérdalo.

—Bien, porque te voy a necesitar para cuidar nuestra manada. —Porsche terminó por abrazarse de Kinn. No lo iba a soltar, ahora querían su calor y protección.

Kinn besó su mejilla y le acarició la espalda con delicadeza, el resto se habían devuelto a la primera mansión -excepto Khun. Él se quedó con Pol, pero estaban detrás del doctor Top en la cafetería.

— ¿Khun Korn? —Porsche se separó de Kinn, sorprendido y un tanto asustado.

*
*
*
[•] Lo que se viene es la perspectiva de Pete, debe calmar las aguas. Que Porsche está dispuesto a quemar la casa de la segunda familia con Vegas dentro, y Khun se le unirá apenas se entere. 👀

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro