—No, ninguno me convence. —Porsche suspiró frustrado, Big sonrió de lado. Para Porsche, solo eran convenientes sus postulantes -esos que se caracterizaban por ser viejos y poco agraciados.

El beta sospechaba que Porsche estaba celoso, los prospectos de P' Chan eran no solo muy capacitados para el dominio de armas y combate, sino también atractivos para cualquiera. Quizás, esa era la verdadera razón de que rechazara a cada uno de ellos.

Big contuvo su risa, despidió a los prospectos y se regresó con Porsche. —Sabes bien que son muy capaces de cuidar a Khun Kinn.

—Pero también son fáciles de comprar. —Porsche cruzó sus brazos, todavía disgustado. Se suponía que era un reclutamiento, no una pasarela con modelos. A este ritmo, iba a pedirle a Pol que cuidara de Kinn.

—Es cierto, el dinero puede muy letal e incluso llegar a pesar más que los años de amistad. —Lo último fue dicho con una pizca de tristeza, Porsche lo notó.

Porsche no iba a ser necio, su estado lo volvió más sobreprotector y tal vez, un tanto asfixiante. Pero, también percibía con mayor claridad los sentimientos de los demás, a través de sus aromas.

Y aunque Big fuera un beta, pudo notar su tristeza y sospechar en quién pensaba cuando le respondió. Los dos suponían el destino que le esperaba a Ken de ser encontrado, Kinn fue bastante claro sobre cómo responder a la traición.

—No se comunicó contigo, ¿cierto?

—Sería un tonto si lo hiciera. —Big respondió, recordando los días con Ken. Fue su amigo, su confidente. "¿En qué momento el chico que amaba ver animes en sus días libres decidió a venderse por dinero? ¿Qué hizo mal para que se alejara y tramara este final tan desastroso para él?". Había tantas preguntas en la cabeza de Big, ninguna tendría respuesta. Ken no lo buscaría, lo conocía demasiado bien para saber que no dudaría en entregarlo.

—Tonto ya es, prefirió a la segunda familia. —Ambos sonrieron triste. Porsche se levantó palmeó la espalda de Big y decidió darle la tarde libre.

Hoy no saldría, Kinn estaba en una junta en los puertos del sur. No pretendía preocuparlo con alguna salida, sino que se dedicara a cuidarse y volver sano y salvo. De lo contrario, no se lo perdonaría.

Porsche suspiró, debía contener sus propios miedos. Pero le era difícil, estaba acostumbrado a cuidar a Kinn -a ser su guardaespaldas. Que este nuevo "cargo" era una mierda para él, no se le permitía entrenar libremente. No sin la supervisión de un médico cerca, no se iba a romper o perder. Todos en la mansión exageraban, su cachorro y él eran fuertes. Tanto que podían darle una paliza a cualquiera.

Especialmente, al idiota que inquietaba a Ché. Porque nadie le quitaba de la cabeza que la reciente tristeza de su hermano era por alguien, por un corazón roto. Y a pesar de que estaba desesperado por confirmar sus sospechas, debía ser paciente. O aquello le recomendó Arm, no iba a obedecer su consejo -de no ser porque su hermano parecía reacio a conversar sobre ello. No estaba listo, y lo entendía. Ché tampoco lo presionó cuando tenía sus propios secretos, tenía que devolverle la misma paciencia.

—Y decías que no te unirías a nuestras tares de series, sin Pete presente. —Khun se burló cuando Porsche se tiró al lado de su hermano en el sillón. Ché estaba hecho llanto, quería creer que era por el dorama que veían.

—Vine asegurarme de que no contagiaras a mi hermano con tu locura.

— ¡Ja! Ya cuenta con la locura de Los Kittisawasd. —Khun se puso en medio de Arm y Pol, cogiendo un poco de las palomitas de maíz. Atento a los hermanos Kittisawasd, ambos eran idénticos. Se preguntaba si sus hermanos se parecían a él, rogaba que no. Esas bestias no podían compararse a él. —. Esa locura es más peligrosa que la mía, Kinn puede dar fe a ello.

Porsche le lanzó un cojín a Khun, este terminó quejándose porque sus palomitas acabaron tendidas en su cama.

—Ya, Ché. Solo es un drama coreano, cálmate. —Ché no dejaba de llorar, Porsche lo abrazó y su hermano terminó por sollozar con más fuerza. El omega suspiró, no iba a tener tanta paciencia.

—No vayas a culparme, ah. —Khun susurró después de apagar la televisión. Desde que puso el drama, Ché se quebró. Tenía sus sospechas, pero se las guardaría. Porque entendía que Porsche las compartía. —. Yo solo lo invité como despedida.

— ¿Despedida? ¿Será acaso que nos bendices con un viaje?

Khun fingió una risa. — ¡Qué gracioso! Pero, no. Pete volverá mañana, se acabó sus vacaciones.

— ¿Así? —Arm y Pol preguntaron, no querían hacerse ilusiones.

—Sí, tontos. He contado los días desde que Kinn me avisó que le dio permiso de regresarse a su isla. —Khun se levantó de la cama, fue hasta uno de los cajones de sus mesas de noche para sacar un pequeño calendario. —. Se ha cumplido su tiempo límite, él debe volver mañana o quemaré su isla.

—Loco bastardo, no todo se soluciona quemando algo o alguien.

—Tampoco pateando, pero henos aquí, Porsche Pachara. —Khun desafío, Porsche iba patearlo. Pero tenía a Ché en su regazo. —. Henos aquí.

—Entonces Pete mañana regresa. —Arm susurró emocionado, abrazó a Pol y ambos terminaron por festejar. Finalmente, Pete iba a reclamar su puesto como jefe de la seguridad de Khun. Ellos ya no podían solos.

—Ya les dije que sí, tontos. Pero, si no me creen, entonces lo sabrán por cuenta propia de la abuela de mi Pete. —Khun también sacó su celular.

Khun marcó el número de la abuela de Pete, esto porque el celular de Pete no atendía sus mensajes ni llamadas. Ya le reclamaría después por ignorarlo. Esperó unos segundos hasta que una voz dulce sonó desde el otro lado de la línea, Khun preguntó por Pete. Porsche lo vio fruncir el ceño, girarse hacia ellos asustado.

— ¿Cómo que Pete no está con usted, señora? ¡Mi Pete se regresó a la isla! —Khun gritó asustado, mil ideas se asomaban a su loca cabeza. Las mismas que descartó porque su hermano le dio su palabra de que Pete estaba a salvo y con su abuela en la isla. —. ¿Qué amigo, señora? Mi Pete no se fue con ningún amigo de acá, menos al norte.

Porsche, Arm y Pol se vieron preocupados, lo que escuchaban no era una buena señal.

—Es suficiente. —Khun cortó la llamada, y sin avisar, salió de su habitación.

Arm y Pol corrieron tras él, Khun también lo hizo. Estaba decidido a ir donde Kinn, patearle las bolas por ser un idiota. "¿Cómo pudo mentirle sobre Pete? No solo era su guardaespaldas, sino su persona". 

— ¡Suéltenme! ¡Iré por la cabeza de Kinn, lo mandaré al mismo infierno! —Khun amenazó, Arm y Pol se esforzaban por retenerlo. Porsche no tardó en llegar hasta la entrada, no entendía absolutamente nada.

Khun no parecía querer dar explicaciones, tampoco entrar en razón. Estaba frenético, podría jurar que se encontraba a nada de entrar en una crisis -de no ser por la llegada de Kinn.

— ¡Tú, maldito mentiroso! ¡Dime dónde está, Pete! —Porsche ayudó a evitar que Khun se lanzara contra Kinn.

Kinn apenas entendía lo que pasaba. —Ya te lo dije, se regresó a la isla con sus abuelos.

—Mientes, no está con ellos. Nunca lo estuvo, su abuela me acaba de confesar que supuestamente se fue de viaje con un amigo al norte.

—Tal vez, lo hizo y me mintió porque sentía vergüenza.

—Respóndeme, Kinn. ¿Te encontraste con Pete, escuchaste de su propia boca que se iría con alguien?

—... —El silencio de Kinn le respondió a Khun.

—Aparte de mentiroso, eres idiota. Porque no encuentro razón de que creas que un tipo como Pete no volviera y se reportara directamente contigo. —Khun se soltó del agarre de Arm y Pol, estaba furioso.

— ¿Por qué se tendría que reportar? ¿Qué está sucediendo con Pete? —La alarma en Porsche se desató, acompañando a Khun en la misma desesperación.

— ¿Acaso Kinn no te lo dijo? Envió a Pete a infiltrarse a la mansión de la segunda familia. —Khun informó con recelo.

— ¿Por qué?

—Necesitábamos pruebas para descubrir a Vegas. —Porsche sintió una horrible presión en su pecho. Todas estas semanas creyendo que su amigo estaba en su isla y disfrutando con sus abuelos fue un engaño que se hizo a sí mismo. Porque probablemente su amigo ahora estaría muerto, tirado en algún callejón. Ese era el único final que le esperaba al infiltrarse en esa casa, sin éxito.

—Si mi Pete está muerto... —La furia de Khun terminó por convertirse en llanto. —. Jamás se los perdonaré.

Khun acusó para seguido esquivarlos a todos e intentar subirse a la camioneta de Kinn, quería ir a la mansión de la segunda familia y reclamar por Pete. Pero, Arm y Pol lograron detenerlo y arrastrarlo a su habitación por orden de Kinn.

Porsche se había quedado quieto, no sabía cómo reaccionar. Solo no quería a Kinn cerca, no hasta saber qué le ocurrió a Pete.

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[•] He equilibrado la balanza, ahora corresponde al VegasPete y al KimChay. He decidido que Ché se abrirá más con Pete porque indirectamente pasan por lo mismo. So, se viene la perspectiva de Pete. ¿La quieren hoy o mañana? 👀💕✨