CAPITULO 8 Confesión.
---Hiroki---
Kyo es muy bueno y tierno pero no lo veo más allá de una amistad, sentí que era una eternidad, no podía quitármelo de encima, hasta que nos separamos por falta de oxígeno.
-Ijuuin. –susurre.
-Hiroki, mi Hiroki, te amo tanto, por favor acepta mis sentimientos.
Me sonroje y baje mi mirada.
-Lo siento Kyo pero yo, --suspire y lo mire- estoy enamorado de otra persona.
-¿Qué? –se sorprendió.
-No sé cómo ni porque, pero, me he enamorado de Kusama-san.
-Hablas de, ¿tu doctor?
-Así es. –me sonroje.
-¿Por qué él?
-¿Eh?
-Hiroki, yo siempre te ha amado desde hace 6 años, incluso antes que...
-¿Que ibas a decir Kyo? –lo mire.
-Nada, -suspiro- solo que te amo.
-Pero, ¿antes de qué?
-Antes de presentarme oficialmente contigo.
-Kyo yo...
-Por favor, no me hagas a un lado, piensa bien las cosas.
-No puedo detener estos sentimientos.
-Por favor Hiroki, yo te amo...
-Lo siento yo...
-Esperare, -me interrumpió- esperare tu respuesta, no me daré por vencido, no después de todos estos años.
-No lo digas...
-Me encanta cuando te sonrojas. –me abrazo.
-Basta. –dije avergonzado.
-Nunca vi está parte de ti.
-¿Eh?
-Es que antes eras más, mmmm ¿enojón?
-¿Enserio?
-Pero me gustas completamente.
-Me iré a dormir.
-Está bien, descansa. –beso mi frente.
-Hasta mañana.
Subí las escaleras y entre a mi habitación, esperando con ansias a que amaneciera y buscar a Nowaki para decirle mis sentimientos.
-Nowaki...
---Nowaki---
Me siento tan triste de que mi Hiroki no esté aquí en el hospital, no me siento tan motivado como antes, pero ya veo que no, en verdad lo extraño tanto, ese castaño me ha hecho sentir demasiadas emociones, me enamore completamente de él, quiero abrazarlo y decirle todos mis sentimientos, lo amo...
Camine a la sala de descanso y me senté en el sofá mientras revisaba unos expedientes, entre ellos se encontraba el de mi amado Hiroki, así que me quede apreciando la foto.
-Es tan hermoso, -murmure- desde el primer día que te vi me enamoraste por completo, me alegra haberme desmayado ese día.
-¿Debo hablar con un psicólogo?
-Tsumori-senpai, -me levante- pensé que ya te habías ido.
-Eso quería pero me encontré con la peor persona en el mundo.
-¿Te miraste en el espejo? –bromee.
-Je, buena esa, -suspiro- me bajaste el enojo que tenía.
-¿Qué ocurrió?
-Me encontré con ese cabroncete de Miyagi.
-¿A qué vino?
-Quería que me alejara de Shinobu, que le pertenece, que lo ama y un sinfín de excusas.
-¿LO golpeaste?
-Solo un poco, -suspiro- ese tipo me exaspera, su sola presencia me hace querer golpearlo.
-No puedo entender porque busca a Shinobu-kun si él termino con él.
-¿Cómo lo sabes?
-Me lo contó Hiroki.
-Wow, -sonrió- ¿tanta confianza se tienen?
-Algo así, -alce los hombros- soy feliz.
-¿Estás enamorado de Hiroki?
-Sí, como un loco, -sonreí- lo amo.
-Confesiones del doctor Kusama, pero, -me miro- ¿Y tú prometida?
-Solo es mi mejor amiga.
-Pero te recuerdo que todos saben que es tú prometida.
-Hablaré con ella, hicimos una promesa en que cuanto alguno de los dos encontrará a su pareja destinada romperíamos ese "compromiso".
-Espero que ustedes sean pareja pronto, me gustaría que saliéramos los cuatro.
-A mí igual.
-Bueno ahora sí me iré, prometí visitar a mi amado.
-Me alegra que te hayas enamorado. –comente.
-No sabes lo feliz que estoy, -suspiro- Shinobu es un chico tan lindo, tierno, es lo mejor que me ha pasado.
-¿Le contarás tu historia?
-Sí quiero que esta relación que tenemos sea fuerte y estable le tendré que hablar con la verdad, ser honesto con él y no ocultarle cosas.
-Así se habla. –lo animé.
-Bueno nos vemos mañana.
-Sí, yo solo alzaré los expedientes y me iré.
-Bueno pero, -rio- deja de hablarle a una foto y anímate a llamarle al Hiroki verdadero.
-Mañana lo haré sin falta, creo que es tarde y él debe descansar.
-Como tú lo digas, espero no te coman los mandados.
-¡TSUMORI-SENPAI! –exclame.
-Solo es un decir.
-Hasta mañana.
Tsumori salió de la sala y yo me cambie, guarde los expedientes, tome mis cosas y me dirigí a la salida del hospital.
Tome el tren ya que mi auto no lo pude traer porque estaba en revisión. Al llegar a mi casa me recosté en la cama con la imagen de mi castaño.
-¿Debería confesarme?
Hiroki, Kamijou Hiroki no sabes cuánto te amo, me enamore de ti cuando te conocí, sentí que estaba en el cielo porque tu belleza es sobrenatural, un mismo ángel, sinceramente sé que no debería pensar así pero, me alegro haber trabajado demás ese día, porque si no hubiera colapsado jamás lo hubiera conocido.
-Buenas noches amor mío.
Me deje envolver en los brazos de Morfeo esperando a que se hiciera de día para poder visitar a mi castaño amado.
Me desperté por el ruido de mi alarma y me prepare para otra dura jornada de trabajo, ya que mi turno era en la mañana decidí visitar a Hiroki en la noche y decirle que lo amo. Me bañe y me arregle, dejando pasar las horas llegue al hospital.
Hice mi rutina de siempre, checar a mis pacientes, ayudar a los demás doctores hasta que una enfermera me dijo que una chica deseaba verme en mi oficina, le agradecí y me dirigí a ese lugar.
-¡NOWAKI!
-¿Hana? –me sorprendí- ¿Cuándo...?
-Nowaki, -me abrazo y comenzó a llorar- Zebb, él no me quiere.
-¿Qué?
-Nowaki, me corrió, él en todo este tiempo estaba en el extranjero hasta que apenas llego ayer, él llego con una chica.
-Pero...
-Esa chica lo beso, lo beso frente a mí. –sollozo- Soy una idiota.
-Hana, tranquila.
-No puedo, no puedo hacerlo. –se aferró a mis brazos- Y para rematarlo, mis padres sospechan que lo nuestro es falso.
-¿Por qué?
-Por mis supuestas vacaciones, porque no estabas a mi lado, empezaron a decir que no eras digno y que me casarían con ese ruco en cuanto vinieran a Japón.
-Tranquila Hana, encontraremos una solución.
La abrace fuertemente mientras ella dejaba caer sus lágrimas, la verdad pienso que lo que paso con Zebb fue un malentendido, solo espero que venga para aclararlo. La puerta sonó y entro una enfermera.
-Doctor Kusama, el paciente Kamijou ha venido a verlo.
Mi corazón dio un vuelco por completo, pero me controle un poco.
-Páselo al consultorio, enseguida voy.
-Así será. –dijo la enfermera y se salió.
-Hana quiero que te quedes aquí en lo que vuelvo, -sonreí- prometo no tardarme.
-Hai.
Respire profundamente y me dirigí al consultorio donde encontré a mi amado castaño, estaba sonrojado y sus ojos tenían un brillo especial.
-N-Nowaki-san, me alegro verlo.
-Lo mismo digo Hiroki-kun. –tome sus manos- ¿En qué puedo ayudarte? ¿Te sientes mal?
-No es eso, -mordió su labio inferior- Y-yo quiero decirle algo importante.
-Te escucho.
-E-Es difícil para mí decirlo pero es lo que siento.
-Dime. –lo animé.
-Nowaki-san a mí, usted...
-¿Sí?
-Usted me gusta Nowaki-san, estoy enamorado de ti.
Sentí tanta felicidad, me sentí tan dichoso y tome su mentón.
-Hiroki yo... -empecé a decir.
Pero las imágenes de Hana llorando, su semblante de preocupación aparecieron en mi mente.
-Hiroki yo, -tuve que reprimir mis sentimientos y evitar llorar- no puedo corresponderte.
-¿Eh? –me miro.
-Yo tengo una prometida.
Él me miro y sus lágrimas comenzaron a caer.
-Déjame explicarte. –comente.
-N-No es necesario, -me miro- no lo es, Kusama-san, es mi culpa por ver más allá de su amistad.
-Hiroki yo...
-Lo siento, en verdad lo siento...
Salió corriendo del consultorio, mi corazón comenzaba a doler, así que empecé a correr detrás de él pero no lo encontré, ya se había ido.
-Hiroki. –lo llame- ¡HIROKI!
¿Qué acabo de hacer?
Pero si lo aceptaba y se enteraba de Hana, me habría odiado.
Quería explicárselo antes de aceptar y decirle mis sentimientos pero no me dejo decírselo, soy un completo estúpido.
---Hiroki---
En cuanto Nowaki me dijo que tenía una prometida sentí que todo en mi interior se quebraba, fui un tonto por ilusionarme, por pensar más de lo que era, supongo que así ha tratado a sus pacientes, tan cariñosamente.
Fui un estúpido por dejar que mis sentimientos se interpusieran y me invadieran por completo, debí preguntarle si tenía a alguien cuando tuve oportunidad...
Me duele tanto el corazón.
Tome el primer taxi que encontré y me dirigí de nuevo a la casa.
No puedo detener mis lágrimas, me hice ilusiones, no culpo a Nowaki puesto que él no hizo nada, el culpable fui yo, seguramente lo incomode, supongo que cambiare de doctor, no quisiera verlo y que me mire con desprecio.
Es un hombre, me le declare a un hombre, creo que era más que obvio que esto pasaría.
Llegue a la casa y abrí la puerta.
-¿Hiroki? Pensé que...
No pude más y corrí a sus brazos.
-¿Qué paso?
-Tiene prometida Shinobu, él, se va a casar.
-Hiroki... -me abrazo.
-Soy un tonto, soy de lo peor...
-No digas eso Hiroki, no lo sabías...
-Debí preguntar, debí hacerlo, ahora quede frente a él como un...
-Tranquilo.
La tristeza me invade profundamente, tal vez debí quedarme callado...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro