---Shinobu---

En toda la noche Miyagi no me soltó para nada.

No pude dormir.

El miedo se apodera de mí ser.

Me abraza... no... él se aferra a mi como si su vida dependiera de ello.

¿Por qué?

No es justo.

Quería estar con mi familia.

Ser felices.

Pero no puedo.

Tsumori...

Te extraño tanto.

Mi amada familia.

¿Cuándo regresaré?

Aunque la pregunta en sí es...

¿Regresaré algún día?

Miyagi comenzó a moverse y se despertó mirándome fijamente.

-Buenos días mi niño.
-...
-¿Cómo dormiste?
-Que te importa. –gruñí.
-Ah, -suspiro- creo que amaneciste de malas.
-¿QUIÉN PUEDE DORMIR CUANDO LO ESTÁS APLASTANDO?
-...
-Idiota.
-Lo siento mi amor, no quise hacerlo.

Bufe y como pude le di la espalda.

-Podrías poner de tu parte ¿por favor?
-Sí claro.
-Te amo.
-...
-Shinobu.
-¿Qué?
-¿Me amas?
-ACASO ¿ESTÁS BROMEANDO?
-No bromeo, soy serio contigo.
-Miyagi, -lo mire- déjame ir por favor.
-No puedo, -me tomo del mentón- te amo tanto.
-Esto no es amor Miyagi, lo que tu sientes es...

Su mirada se hizo más sombría e intente apartarme.

Él se colocó encima de mí y tomo mis muñecas.

-Tú no sabes nada.
-S-Suéltame.
-Yo te amo más que a mi propia vida.
-...
-Yo soy el único que puede hacerte feliz, que te ama, puedo darte todo lo que me pidas.
-E-Esto.
-Más te vale que te acostumbres a mí.
-Miyagi.
-¿Entendiste?

Esa manera de hablarme me estremece por completo, pero en el mal sentido.

¿Quién es este hombre?

¿Por qué se volvió así?

Está completamente loco.

Después me llevo hasta el baño y me dio un cambio de ropa.

Agradecí infinitamente que no intentara nada.

Al cambiarme él me tomo del brazo y me llevo hasta el comedor.

-Esperaremos a Kyo y a Hiroki.
-...
-Seguramente ellos se divirtieron anoche.
-Idiota. –murmure.

Me tomo del mentón y me obligo a mirarlo.

-Trátame bien Shinobu.

Siento como mis lágrimas comienzan a caer y me besa apasionadamente.

-No llores mi amor.

Hiroki salió de la habitación con Kyo, mi hermano me miro y yo corrí a sus brazos.

Él me da consuelo, me da la fortaleza.

Hiroki no se merece esto, él menos que nadie.

Daría lo que fuera porque él no estuviera aquí.

Poder ayudarlo.

Y más ahora que nos quieren llevar a otro lado.

No quiero que eso pase.

Miro a Hiroki y tiene la misma expresión que yo.

"Queremos iros de aquí"

---Tsuna---

Maldito hermano que me toco.

No me deja buscar a ese bastardo de Shizuo.

Maldición.

¿Por qué no lo mate cuando tuve oportunidad?

Maldito imbécil.

-Tsuna nuestro padre te habla.
-¿QUÉ DEMONIOS LE DIJISTE?
-Sólo la verdad.
-Hijo de pu...
-Más te vale que no sigas porque me vas a conocer. –gruñó.
-Ya sé que eres un idiota jodido.

Él me tomo del cuello y me levantó.

-Me estas empezando a joder Tsuna, mejor quédate tranquilo o haré que mi padre te corte las bolas por idiota.
-También soy su hijo.
-Pero yo soy el preferido.
-Maldito desgraciado.
-¡¡¡Tsuna!!! ¡¡¡Amadeus!!! Paren su rollo.

El viejo llego hasta nuestro lado y cruzo los brazos.

-Tsuna ven conmigo a mi oficina.
-Ni loco voy contigo viejo.
-HE DICHO QUE VENGAS.
-De seguro ese imbécil ya te lleno la cabeza de mierda.

Ese idiota me dio una bofetada.

-Te recuerdo que soy tu padre.
-Estúpido viejo.
-Más respeto porque soy tú...
-Sí, sí, ya lo sé.

Camine hacía su oficina y me senté en el sofá.

-Que sea rápido porque tengo que encargarme de unos negocios.
-¿Cuáles son tus negocios?
-No es nada que le importe.
-Háblame bien idiota.
-Como si te lo merecieras.
-Me lo merezco más que nadie.
-Ya habla.
-Tsuna, quiero que te alejes de Izaya.
-¿Ah?
-¿POR QUÉ MIERDA LO TUVISTE CAUTIVO?
-Es mío.
-Estás idiota, ese chico es hijo de mi mejor amigo.
-...
-ES DEL MALDITO CLAN TREBORT.
-Y...
-ESE CLAN ES MÁS GRANDE QUE EL DE NOSOTROS.
-Como si me importará.
-Pues debería pendejo, si haces algo mal te van a asesinar.
-No me jodas viejo.
-Pero si eso quieres yo puedo cumplirte tu deseo. –sonrió y me apunto con su arma.

---Shinoda---

No sé cómo rayos mi hermano acabo en esta locura.

Kyo es un hombre completamente loco.

¿Por qué le hace tanto daño a Hiroki?

Maldita sea.

¿Qué rayos le pasa?

Tenemos que encontrar a Hiroki.

Debemos protegerlo, a él y a nuestro bebé.

Nowaki se ha encargado que los investigadores sigan la pista de Kyo.

Aun esos hombres que llegaron a nuestra casa no han hablado, no han dicho ni una sola palabra.

Tenemos que ir por Hiroki.

Pero...

¿Dónde buscarlo?

¿Por dónde empezar?

Arrulle a Seito hasta que se quedó dormido.

-¿Cómo está? –pregunto Nowaki.
-Bien, está dormido.
-Es lo que veo, -acaricio su mejilla- cada día se parece más a Hiro-san.
-Sí.
-¿Puedo cargarlo?
-Adelante, yo manejo.
-Gracias, -sonrió- no quiero que se acostumbre más a ti que a mí.
-Jejeje.
-Yo soy papá uno y tú papá dos.
-¿Ah?
-Así es el orden.
-Sí claro.
-Es la verdad, por eso Seito debe acostumbrarse a mí.
-Pero a mí me querrá más.

Maneje hasta la casa de Usami porque queríamos encargarle a Seito en lo que nosotros investigábamos.

Queremos que él este seguro, que nada malo le suceda y con quien mejor que con Akihiko y Misaki, sé que ellos pueden protegerlo.

Y los gemelos de Tsumori los cuidaran unos amigos que tiene, en lo que se recupera y nos ayuda a nuestra búsqueda.

Espero encontrarlo.

Necesitamos encontrarlo.

No sé qué más podría hacer mi hermano.

Realmente lo desconozco.

Esa obsesión no lo va a llevar a ningún lado.

Maldita sea.

Al llegar a la casa de Akihiko, le entregamos a Seito y juraron protegerlo.

-Gracias.
-Por favor cualquier cosa dinos.
-Claro Usami. –comento Nowaki.

Lo mejor es que esté protegido.

Nos subimos al auto y maneje de nuevo a la estación de policía.

-Lo encontraremos.
-Sí, lo haremos Shinoda.
-Daremos lo mejor de nosotros.
-No nos rendiremos.