---Shinoda---

Arrulle un poco más a Seito hasta que se quedó completamente dormido.

Realmente es tan hermoso.

Se parece tanto a Hiroki.

Mi pequeño hijo, solo nos necesitas a nosotros, no dejaré que te hagan daño.

Me encargaré de meter a la cárcel a ese tipo.

Recosté a mi hijo y acaricie su mejilla.

-Descansa.

Baje las escaleras y vi la puerta principal abierta.

Parece que no hay nadie.

Camine hasta la puerta y vi a Nowaki tirado.

-¡KUSAMA!

Corrí hacia él y comencé a moverlo.

-Despierta, vamos Kusama.

Él lentamente empezó a abrir los ojos mientras sobaba su cabeza.

-D-Duele.
-¿Qué paso?
-Alguien toco a la puerta y abrí, -respiro profundamente- era Miyagi y él...
-¿Kusama?
-¡¡HIRO-SAN!!

Él se levantó de golpe y corrió hasta la sala.

-HIRO-SAN, -me miro- ¿está con Seito?
-No, -murmure- n-no lo he visto.

Ambos buscamos por la casa y lo único que encontramos fue un trapo con un olor singular.

-Se lo llevo, -comento Nowaki- ESE IDIOTA SE LO LLEVO.
--Eso es...
-DEBEMOS BUSCARLO, HIRO-SAN ESTÁ EN PELIGRO.
-No entiendo porque se lo llevo.
-Ni yo pero debemos encontrarlo.
-Sí, iré por Seito.

Subí corriendo las escaleras y cargue a mi niño.

Al bajar Nowaki estaba hablando por teléfono me supongo que a la policía.

¿Por qué se lo llevo?

¿Qué gana con secuestrarlo?

Maldita sea.

Quiero salir corriendo y buscarlo por todos lados.

Tome mi celular y le marque a Usami y Misaki, Usami me dijo que movería todas sus influencias para buscarlo.

Le llame a Tsumori para avisarle.

-¿Hiroki también?
-¿Cómo que también?

Escuche como empezaba a sollozar.

-Él imbécil de Kyo se llevó a Shinobu.
-¿QUÉ HAS DICHO?
-Se lo llevo, mato a nuestros guardaespaldas y se lo llevo.

¿Qué diablos está pasando?

Esto no es...

Siento tanto enojo apoderarse de mi ser, estos dos tipos...

Muerdo con fuerza mi labio hasta hacerlo sangrar.

Me explico cómo pasaron las cosas y que estaba herido en el hospital.

-Debes descansar Nowaki y yo nos encargaremos de encontrarlos.
-Es mi esposo y debo protegerlo.
-Lo sé Tsumori pero estas herido.
-No me importa.

Después de regañarlo un poco más colgué y baje donde vi a Nowaki en la puerta.

-¿Ya?
-Nowaki, debo comentarte algo.
-¿Qué cosa?
-Shinobu, -respire profundamente- fue secuestrado por Kyo.
-¿Qué?

Ataco a sus guardaespaldas e hirió a Tsumori.

-MALDITO INFELIZ.
-Aquí hay una alianza. –lo mire.
-Son unos infelices, yo los terminare yo...
-Nowaki debemos de permanecer en calma.
-No puedo ellos se lo llevaron, estoy seguro que Kyo le hará daño.
-Yo también me siento así. –gruñí- Pero debemos estar en calma, por nuestro hijo y Hiroki. Debemos pensar con la cabeza y no con el coraje.
-Maldita sea.

Pasaron unos minutos y varias patrullas llegaron junto con unos investigadores.

Quiero llorar, quiero romper cosas, pero debo mantenerme en calma, nada gano con hacerlo.

Me siento tan desesperado.

Si no fuera porque tengo a Seito en mis brazos realmente enloquecería.

Nowaki trata de mantener la calma pero no lo logra por completo.

Tenemos que encontrarlo, no dejaré que le hagan daño de nuevo.

---Shinobu---

Abrí lentamente los ojos, aunque me lastimaba la luz intensa que iluminaba el lugar.

Mi cabeza me da vueltas.

Empiezo a recordar todo lo que paso y mis lágrimas comienzan a caer.

-Tsumori...

Por mi culpa...

Por Kami por favor, que Tsumori esté bien, que no le haya pasado algo más.

No me importa si yo debo sufrir.

Solo quiero que Tsumori esté bien y pueda cuidar de nuestros hijos.

Yo no importo.

-Veo que despertaste.

Quise sentarme pero me di cuenta que una de mis manos estaba amarrada a la cabecera de la cama.

Intente soltarme pero él se levantó y se sentó a mi lado.

-Yo que tú no lo intentaba.
-Desgraciado. –gruñí.
-Tengo muchas cuentas pendientes contigo niñito.
-...
-Tú fuiste el que hizo que mi Hiroki estuviera con ese idiota.

Me aterro tanto la mirada que me dedico.

Empecé a forcejear para soltarme pero él me sujeto del mentón.

-Espero que te parta en dos, que te folle sin piedad.
-¿Por qué lo haces Kyo?
-Hiroki es mío. –gruñó.
-¿Por qué no lo deja ser feliz?

Tiro de mi cabello con fuerza y me miro.

-TE LO DIRÉ SOLO UNA VEZ, HIROKI SIEMPRE HA SIDO MÍO Y ESO JAMÁS CAMBIARA ¿ENTENDISTE?

Yo asentí.

-Muy bien dicho, -sonrió- eres una putita sabias, Miyagi me ha dicho que no te conformaste con Tsumori, sino que buscaste refugió en varios brazos, que ramerita... espero que tus malas costumbres no hayan influido en mi castaño.
-BASTARDO.
-A mí nadie mi insulta perra. –alzo su mano para golpearme pero se detuvo.
-NO LO TOQUES, SOLO YO PUEDO HACERLO.
-M-Miyagi. –murmure.
-Como sea. –se apartó de mi lado- Disfrútalo y recuerda que mañana sale el jet privado.
-Lo sé, no hace falta recordarlo.
-¿Y Hiroki?
-En la otra habitación.

¿Hiroki?

¿Él también?

Kyo salió de la habitación mientras Miyagi me miraba fijamente.

Trate de quitarme la soga que me sujetaba a la cama pero no podía.

-Mal, mal, mal...

Mis lágrimas comenzaron a caer.

-¿Por qué lloras?
-Estás loco. –solloce.
-¿Yo? –rio- Solo soy un hombre enamorado.
-Es obsesión, eso no es...
-Shh, -coloco su dedo en mis labios- no hables, déjame admirarte.
-Déjame ir por favor. –solloce.
-Por fin estamos juntos, -me abrazo- mi niño te amo.
-Miyagi.
-Eres mío. –sonrió.

Su mirada era muy diferente.

"Está completamente loco..."

Siento como coloca una mano en mi vientre y comienza a acariciarme.

-Prometo llenarte de muchos hijos, ¿te lo imaginas Shinobu? –coloco su cabeza en mi vientre- Nosotros dos descansando en unas hamacas mientras varios niños rubios y azabaches corren por todo el lugar.
-¿Por qué lo haces?
-Te amo mi niño.

¿Qué paso con él?

¿Por qué se comporta así?

Sonríe de una forma... ¿tierna? No sé cómo definirla.

-Te amo Shinobu, seamos felices ¿sí?

Quiero apartarlo y llorar.

Quiero decirle que lo odio.

Pero tengo miedo.

No quiero que me haga nada.

Él se quedó dormido aun con su cabeza en mi vientre mientras tomaba mi mano libre.

Hubiéramos sido tan felices antes, desde el principio, pero tu ambición termino con todo.

Ahora quieres arrebatarme mi felicidad.

Soy capaz de todo con tal de proteger a lo que más amo.

Hiroki...

¿Qué está pasando contigo?

---Shizuo---

Soy un idiota.

Solo estoy preocupando a Izaya.

A pesar de mi cansancio puedo verlo mientras el doctor me revisa.

Se ve muy preocupado y ansioso.

-Tal parece que adquirió una infección, supongo que algo que comió contaminado.
-...
-Descanse un par de días, -miro a mi amado- tal vez debería revisarte a ti también.

Cuando se iba a acercar a mi amado tome su brazo.

-¿Huh?
-No lo toque. –gruñí.
-Yo me siento perfectamente bien, -comento Izaya- gracias.
-Bueno, cualquier cosa llámame. –dijo el doctor.
-Hai.

El doctor salió de nuestro departamento.

-Solo a ti se te ocurre ponerte celoso en está situación.
-Lo siento. –murmure.
-Idiota.

Se recostó a mi lado y acaricio mi mejilla.

-Sentí tanto miedo, no quiero perderte.
-Siempre estaré contigo.
-¿Lo prometes?
-Lo prometo. –lo bese.

Lo abrace fuertemente mientras acariciaba su espalda.

-Prometo que tendremos más rondas en nuestro siguiente encuentro.
-Baka.
-Pero primero te llevare con tu padre.
-¿Mi padre?
-Sí, te llevaré con tu verdadera familia.
-¿Eh?

---Hiroki---

Maldito Miyagi, ¿Qué diablos paso?

Ese hombre sí que está loco.

Debo salir de aquí.

Quiero cuidar a mis amados y mi niño.

Tengo miedo.

No quiero que nada malo le pase a mi bebé.

Por favor...

Kami-sama ayúdanos.

Te lo ruego.

-De nuevo eres mío.
-K-Kyo.
-Hiroki, mi lindo castaño.
-MALDITO. –corrí a su lado y le golpee su pecho.
-Sé que estás molesto porque Seito está lejos pero ya mande por él.
-¿Qué?
-Y de paso eliminaran a esos idiotas que te apartaron de mí.