---Shinobu---

Ya mañana saldrá mi amigo del hospital, me siento emocionado, quiero traerlo a la casa y cuidarlo, ser como verdaderos hermanos, Tsumori se ha quedado todo este tiempo conmigo en la casa, me ha ayudado a acomodar la habitación que pertenecerá a Hiroki.

Me siento tan feliz de que esté a mi lado y sea mi pareja, es un hombre tan bueno y lindo conmigo, le agradezco tanto que me de todo su amor.

Tsumori me invito al cine, ya que mañana se va a reintegrar a sus actividades después de la sanción que tuvo por protegerme, extrañare esta semana, fue de las mejores que he tenido puesto que todos los días nos la pasamos juntos.

-¿Te gusto la película? –pregunto al salir de la sala.
-Me dio un poco de miedo. –suspire.
-Aunque querías verla.
-Lo sé, pero no pensé que fuera tan terrorífica.
-No te preocupes, si tienes miedo, puedo dormir a tu lado.
-G-gracias. –me sonroje.
-¿Quieres comer algo?
-Sinceramente las palomitas me llenaron por completo, pero, -lo mire- se me antoja un helado de chocolate.
-Está bien, vamos.

Me tomo de la mano haciéndome sonrojar, muchas personas nos miraban, intente soltarlo pero Tsumori solo me dedico una sonrisa y unas palabras que hicieron latir mi corazón.

-No me importa lo que los demás digan de nuestra relación, lo único que me importa es que tú me veas a mí y me ames como yo te amo a ti ¿correcto?
-Hai... -me sonroje.
-Shinobu, -tomo mi mentón y acerco sus labios a los míos- te amo, eres lo que más me importa.
-Tsumori disculpa mi actitud, yo...
-Dilo... -murmuro.
-Te quiero muchísimo, eres el único que hace latir mi corazón como un loco.
-Y quiero que sea así siempre.
-Así será. –lo abrace.

Seguimos caminando hasta comprar el helado. Cuando empezaba a anochecer nos dirigimos hasta mi casa y Tsumori se metió a dar una ducha.

El timbre comenzó a sonar y camine a abrir la puerta.

-Hola Shinobu-chin.
-¿M-MIYAGI? –me sorprendí.
-Me alegra verte.
-¿Q-Qué haces aquí? –trate de contener mi voz.
-Quería verte, -tomo mi mano- necesitaba hacerlo.
-Vete por favor. –suplique.
-Shinobu yo, no sé cómo disculparme por mi comportamiento, te dije cosas que no debí decir y...
-Dejemos eso en el pasado.
-Shinobu, -me miro- yo te a...
-¿Quién es amor?

Tsumori estaba detrás de mí con solo una toalla puesta alrededor de su cintura, miraba a Miyagi con coraje, mi novio me tomo de la mano y me jalo a su lado.

-¿En qué podemos ayudarle? –pregunto.
-¿Qué haces tú aquí? –gruñó Miyagi.
-Pues ¿no es obvio? Vengo a pasar la noche con mi novio. –sonrió Tsumori haciendo que me sonrojara.
-¿Novio? –nos miró.
-Sí, Shinobu y yo somos novios, -me beso la frente- y somos tan felices.
-Shinobu-chin, ¿podrías decirme que pasa aquí?
-Miyagi por favor vete, -lo mire- esto es incómodo para mí, y no quiero que mi novio piense cosas que no lo son.
-Jamás pensaría así. –me abrazo Tsumori.
-Espero que podamos hablar a solas otro día. –comento Miyagi y se fue.

Tsumori cerró la puerta y me cargo sobre su hombro.

-¿Q-Qué haces? –me sonroje.
-Estoy celoso. –murmuro cuando me recostó en la cama y se sentó a mi lado.
-Yo no sabía que...
-No tienes que darme explicaciones amor, te creo, solo que no puedo entender como ese hombre se atreve a buscarte.

Coloque mi cabeza en su hombro.

-No lo sé, lo único que sé es que quiero estar a tu lado.

---Ijuuin---

Toda mi vida la he dedicado a mi trabajo, nunca quise darme tiempo para mí puesto que cuando mis padres murieron mi hermano Shinoda tenía 8 años y yo 15, debía cuidarlo y protegerlo, nos dejaron a cargo dos empresas, la primera de bienes y raíces que era para Shinoda y la otra empresa o mejor dicho una editorial, así que yo me encargue de ambos negocios para que no fueran a la quiebra.

Mi hermano era muy pequeño y yo quería que no le faltará nada, que al contrario tuviera todo para que no sintiera la pérdida de nuestros padres.

Siempre vele por su bien, porque fuera feliz y creo que cumplí con mi misión de hermano mayor, aunque todo cambio cuando nos fijamos en el mismo chico, en mi chico.

Conocí a mi castaño cuando él tenía 16 años, ambos estábamos en una librería, sin querer tomamos el mismo libro, así que se lo deje y él sonrió con un hermoso sonrojo en sus mejillas.

***Flash back***

Fui un momento a la librería para saber cómo iban las ventas que producía mi editorial, era medio día y no habían muchas personas, así que revise cada estante, como tenía un poco de tiempo de sobra decidí comprar un libro de mi autor favorito.

-Ahí está. –suspire con alegría.

Me acerque hasta el libro y lo tome, pero mi mano choco con otra y luego mire enfrente encontrándome con un hermoso castaño, nos miramos fijamente y me perdí en esas orbes color chocolate, tan hermosas.

-Disculpe. –comento.

Su voz tan hermosa, en verdad él es perfecto.

-No pasa nada, -sonreí- puedes tomarlo si gustas.
-¿Enserio? –sus mejillas se sonrojaron haciéndolo ver tan adorable, sus ojos con un hermoso brillo que hace que quiera protegerlo y mimarlo.
-Sí, no te preocupes, yo puedo esperar para que publiquen los demás.
-Muchas gracias...
-Soy Ijuuin Kyo, para servirte. –hice una reverencia.
-Yo soy Kamijou Hiroki, mucho gusto. –sonrió.
-Tienes un lindo nombre. –comente.
-G-Gracias. –dijo avergonzado.

Conversamos un poco acerca de su escuela, de sus gustos, después lo acompañe hasta la caja para que pagará el libro.

-Mmmm –suspiro- creo que seré yo el que esperé para que salga otra copia.
-¿Por qué lo dices Hiroki-kun? –pregunte.
-No traje dinero suficiente, muchas gracias por haberme ofrecido el libro, estaré tranquilo si es usted quien se lo lleva.

Salió de la biblioteca y yo pague el libro, corrí hacía Hiroki alcanzándolo y tome su brazo.

-¿Ijuuin-san?
-Toma. –le entregue el libro.
-Pero...
-Es un regalo. –sonreí.
-No puedo aceptarlo.
-Por favor Hiroki-kun, -lo mire- tómalo como agradecimiento por el rato agradable que me hiciste pasar.
-Pero...
-Además a ti te gusta el libro, ¿no?
-Sí, -se sonrojo- gracias Ijuuin-san.
-Espero algún día me llames por mi nombre, y que seamos grandes amigos.
-Yo espero lo mismo.

***Fin del flash-back***

Desde ese día quede impregnado de la belleza de Hiroki, nos hicimos amigos, nos veíamos seguido y yo disfrutaba de su compañía.

Tal vez fui muy descuidado por no decirle mis sentimientos, pero ¿Qué podía hacer? Yo un hombre de 26 acosando a un menor, eso no podía hacerlo, tal vez podría odiarme...

Pero paso lo que nunca creí que ocurriría...

Mi hermano lo conoció, se enamoró de él y fue correspondido...

Tal vez si yo hubiera actuado antes, Hiroki sería mío, sería mi pareja, mi amante, fui tan descuidado pero ahora el destino me está recompensando.

Aún recuerdo el día que mi hermano me lo presento como su novio oficial, cuando mi castaño tenía ya 18 años.

***Flash-back***

Fui a dejar unos papeles a la editorial, al regresar a la casa encontré dos pares de zapatos en la entrada, aunque unos más chicos.

-He llegado hermano. –comente.
-Kyo, me alegra verte. –sonrió Shinoda caminando hacia mí.
-Lo siento, la editorial me absorbe un poco.
-Es lo que veo pero deberías de descansar un poco, podrías enfermarte. –comento.
-Hai, mamá Shinoda. –reí.
-A veces siento que yo soy el mayor. –comento.
-Pues si lo pareces.
-Que cruel. –rio- Por cierto quiero presentarte a alguien.
-No me digas que por fin alguien te acepto. –comente.
-Sí, la persona que yo más amo me ha aceptado.
-Entonces quiero conocerla o conocerlo.
-Ven conmigo.

Caminamos hasta la cocina y algo que pude distinguir fue la cabellera café, la silueta más hermosa de la tierra, me acerque y él volteo con un hermoso sonrojo en las mejillas.

-¿Kyo-san? –se sorprendió.
-¿Se conocen? –pregunto mi hermano.
-Sí, -respondió Hiroki- él es una persona muy especial para mí.
-¿Ustedes? –los mire.
-Hermano te quiero presentar a mi novio, Kamijou Hiroki.

Sentí como algo se destrozaba en mi interior, la persona que siempre creí que sería para mí, ahora era de mi hermano, ahora no tenía nada que pelear ni decir.

-Felicidades. –sonreí ocultando mi coraje.
-Gracias. –sonrió Shinoda y beso a mi castaño.

***Fin del flash-back***

Es el momento para reconquistar a mi amado, que sea solo mío, mi hermano murió en aquel accidente, y yo jure ante ese lugar que cuidaría a Hiroki, y que lo haría feliz.

Soy el único que merece el amor de Hiroki, estoy completamente seguro que yo le guste, que si no hubiera aparecido mi hermano mi castaño se me hubiera confesado, así que aprovechare para enamorarlo y tenerlo siempre conmigo.

Quede de acuerdo con sus amigos en que no le hablaríamos de mi hermano, que solo le contaríamos acerca de lo que le gusta hacer, así que para mí no hay problema ocultar que existió Shinoda, creo que eso será lo mejor para él, no me gustaría verlo decaído.

Hoy por fin saldrá del hospital, en toda esta semana he llevado a la casa de su amigo Shinobu muchos libros de su gusto, incluso le lleve tulipanes para adornar su habitación ya que es de las flores que más ama, también algunos chocolates.

Tome mi cartera y las llaves de mi auto, por supuesto que seré yo quien vaya por mi amado ya que lo darán de alta, así que estoy listo para enamorarlo.

---Hiroki---

Me desperté temprano, con mucha felicidad, ya que por fin después de tanto tiempo saldré de este lugar, no es que lo odie pero no me gusta estar rodeado de paredes blancas, me hacen sentir incómodo, aunque cuando está Nowaki a mi lado todo los sentimientos de intranquilidad se esfuman como el viento.

Nowaki me hace sentir raro, pero en una forma especial...

Mi corazón late con fuerza cuando me mira fijamente y me sonríe, ¿qué es este sentimiento en mi pecho?

-Hiroki ¿estás bien?
-Nowaki-san, -lo mire- sí, estoy emocionado.
-Me alegra. –tomo mi mano.
-N-Nowaki-san. –murmure.
-¿Sí?
-Gracias por sus cuidados, no sé cómo agradecérselo.
-No tienes nada que agradecer Hiroki, lo haría mil veces solo por ti.
-E-Espero que nos sigamos viendo.
-Claro Hiroki, sí tú me lo permites, -beso mi mano- iré a visitarte todos los días.
-Hai. –me sonroje- Eso me gustaría, en verdad, más que a nada.

Desvié mi mirada de solo darme cuenta de lo que había dicho.

-¿Hiroki-kun?
-No es nada, yo...

Tomo mi mentón y me giro.

Nuestras miradas se encontraron y sentí tan cálido mi corazón al igual que una inquietud. Se acercó hasta que nuestros labios se rosaron, sentí su aliento sobre mí.

-¡HIROKI!

Escuchamos el ruido de la puerta y nos separamos.

-¿Kyo-san? –lo mire.
-Vine por ti, -sonrió- afuera también te espera Shinobu.
-Gracias Kyo.
-Doctor Kusama, le agradezco que haya cuidado de Hiroki, ahora yo me encargaré de cuidarlo, se lo prometo. –comento.
-No tiene que agradecer, yo también lo cuidare puesto que es mi paciente y debo seguir su situación. –sonrió Nowaki y me miro.
-Entonces espero su visita.
-No necesariamente, -comento Nowaki- podemos vernos cuando tú quieres.
-¿Enserio? –sonreí.
-Sí.
-Nos vamos. –comento Kyo- Con su permiso.

Kyo tomo mi mano y salimos de la habitación, Nowaki nos seguía de cerca, no podía quitar mi mirada de él, de solo recordar la cercanía que teníamos mi corazón comenzó a latir.

Tengo muchas sensaciones ahora mismo...

Pero por alguna extraña razón siento un pequeño vació...

Tengo sentimientos que no logro comprender, siento como si me estuviera enamorando de Nowaki, pero siento que estoy traicionando a mi corazón...

¿Por qué me siento así?