---Shinoda---

Todos en mi trabajo extrañan a mi hermoso castaño, se gaño el cariño de todos los trabajadores y eso me agrada aunque si me llego a encelar cuando lo abrazan o lo tocan.

Creo que soy muy posesivo.

Pero quien no lo sería cuando se tiene a Hiroki como pareja.

Él es tan perfecto.

-¿De nuevo pensando en Hiroki? –pregunto una de las secretarias.
-Me conoces bien.
-Se le nota en la cara. –rio.
-Es algo que no puedo evitar.
-Supongo. –rio.
-¿Cómo van las adquisiciones?
-Muy bien, vamos con grandes ventas.
-Qué alegría, pensé que no lo cumpliríamos este mes.
-Fue gracias a Hiroki, siempre tan lindo.
-Sheyla...
-Solo bromeaba. –rio.
-No seas así conmigo, ya no soy joven para estas bromas.
-Suena como si fuera mayor.
-A veces me siento así. –sonreí.

Entre a mi oficina y mire mis documentos.

-HERMANITO.

Samanta entro corriendo y me abrazo.

-Eres muy malo, no nos has visitado. –hizo un puchero.
-Lo siento pequeña, -acaricie su cabello- ¿viniste con los abuelos?
-Sip, no tardan en llegar es que yo subí corriendo las escaleras.
-Debes tener cuidado y no correr por las escaleras.
-Es que quería verte a mi cuñado, quiero probar de nuevo su pastel de chocolate, sin olvidar de ver a Seito tan lindo. ¿Podemos ir a tu casa?
-Samanta no molestes a tu hermano. –comento la abuela.
-No es nada abuela, -comente- y claro que sí, pueden venir Hiroki estará feliz de verlos.
-¿Cómo va todo muchacho?
-Muy bien abuelo.

Los deje entrar y le pedí a mi secretaría que nos trajera un poco de té.

-¿Y cómo está nuestro niño Hiroki? –pregunto mi abuela.
-Muy bien, -comente- cuidando a Seito y mimándonos mucho.
-¿Nowa-chan está con él? –pregunto mi hermanita.
-¿Desde cuándo le dices así?
-Desde que lo conocí.
-Seguramente lo quieres más que a mí. –hice un puchero.
-No es verdad, -me miro- quiero más a Hiro-chan y mi sobrinito.
-Qué mala.

Todos reímos ante el comentario y seguimos charlando.

Tengo una linda familia.

Aunque no sean de sangre.

Ellos me han dado tanto amor y cariño.

Incluso me cuidaron cuando perdí la memoria.

¿Cómo no quererlos?

Mi fax comenzó a escucharse y camine hasta él y tome la hoja.

Vaya Ijuuin Shinoda tienes una hermosa familia.

Me pregunto qué pasaría si... ¿llegaran a desaparecer?

O tal vez...

Descuartizar a ese par de ancianos y prostituir a la niña.

¿Qué piensas?

Supongo que te agrada mi idea, aunque no sería tan bueno.

SI TU NO ESTÁS PRESENTE.

Sabes lo que tienes que hacer sí no quieres que resulten heridos.

Apártate de Hiroki...

O créeme que ellos pagaran las consecuencias de tu rebeldía...

Siento como si mi pecho fuera a salir de su lugar, los miro fijamente.

-¿Hermanito? ¿Qué pasa? ¡¡¡ESTAS MUY BLANCO!!!

Mordí fuertemente mi labio y salí de la oficina.

-Sheyla habla a la comandancia dile que les mandare un fax, que investiguen.
-Sí jefe.

Volví al fax y envíe la hoja.

-¿Qué pasa hijo?

Me quede pensando y los abrace.

-Disculpen pero tengo decirles algo.
-...
-Los mandaré a otro país donde estén protegidos.
-¿Por qué?
-Por favor no pregunten.

Todos me miraron sorprendidos.

-Entiendo mi niño. –acaricio mi mejilla mi abuela- Sí lo dices es porque es algo importante, así que, está bien.

Debo protegerlos.

Al igual que a Hiroki...

---Izaya----

Quisiera estar siempre en los brazos de Shizuo.

No apartarme de él ni un momento.

Pero si estoy con él...

Corre el riesgo que Tsuna lo mate.

Ese tipo está loco.

No quiero que algo le pase a mi novio por su culpa.

¿Mi novio?

Esa palabra me hace sentir raro.

Aun no me creo que seamos algo, que mis sentimientos sean correspondidos.

Me siento tan feliz.

A pesar de vivir en un infierno... yo soy feliz...

Porque lo tengo a él.

Porque me ama.

-¡¡Izaya!!!

Siento como mi corazón empieza a latir con rapidez y me levanto del sofá.

-¿QUÉ HACES DESCANSANDO?
-T-Tsuna-san. –murmure.
-TE NECESITO EN ESTE INSTANTE.

Camino hacia mí y quise retroceder solo consiguiendo caerme de espaldas.

-Te ves tan patético.

Me senté en el piso como pude pero no valió de mucho porque sostuvo mi brazo y me levanto.

-Ahg, -me queje.
-Ese sonido, -relamió sus labios- sonó como un excitante sonido.

Apretó más mi brazo y coloco su mano en mi entrepierna.

-S-Suéltame.
-No lo haré. –sonrió ampliamente.

Lentamente desabrocho mi pantalón y metió su mano por mi pantalón.

-Parece que reacciona a mis caricias.
-P-Para por favor. –jadee.
-Quiero saborearte más.

Con su otra mano me tomo del mentón y me beso apasionadamente.

Intente pararlo pero me sentía tan débil, mis piernas comenzaban a flagelar.

-Ahh. –gemí al sentir como me comenzaba a masturbar.
-¿Te gusta? –mordió mi oreja.
-P-Para.
-Se ve que lo disfrutas.

Me beso y aumento el ritmo hasta que me corrí.

-Tienes que hacer lo mismo por mí, -sonrió- pero con tu boca.
-...

Siento como su mano baja hacia mi trasero y uno de sus dedos acaricia mi entrada.

-¡¡¡¡TSUNA!!! Sus inversionistas lo buscan.
-Tsss siempre arruinado el momento Shizuo. –chasqueo la lengua.
-Esto aún no termina. –me miro con frialdad- Todo tu ser me pertenece.

Ese tipo salió del lugar y Shizuo se acercó.

-N-No me mires. –susurre- No lo hagas.

Sus brazos me envolvieron en un fuerte abrazo.

-Vámonos.
-¿Qué?
-Me ha mandado a una misión, así que vamos.

Lo abracé fuertemente.

---Hiroki----

Me quede tan asustado después de recibir esa llamada.

¿De qué rayos haba?

¿Una sorpresa?

No debe ser nada bueno.

Pero no sé de quién se trate, no reconocí su voz...

Esto me tiene intranquilo.

Corrí automáticamente hasta la habitación de Seito y mire la cuna.

Mi niño aun dormía plácidamente y respiré tranquilamente.

Mi celular comenzó a sonar y respondí.

-¿Sí?
-Hiroki, que gusto escucharte.
-¿Luka?
-Así es musa de la inspiración.
-¿Cómo has estado?
-Con mucho trabajo, mi agente no me deja ni a sol ni a sombra.
-¿Y eso?
-¡¡Es al revés idiota!!! –escuche a través del celular.
-¿No quieres decirme algo?
-Bueno es mi amante y no lo suelto, es que lo amo tanto.
-¿Quién es el afortunado?
-Su nombre es Yuu, tan lindo.

Charlamos acerca de sus pinturas y una posible visita a este país, nos despedimos cuando escuche el timbre de la puerta.

Baje las escaleras y mire por la ventana, respire profundamente y abrí.

-Shinobu, Tsumori que gusto verlos.
-Venimos a visitarte.
-Adelante por favor.

Abrí la puerta y deje que pasarán.

-¿Y Seito?
-Está dormido.
-Qué lindo.
-¿Cómo van sus gemelos?
-Creciendo más y más. –susurro Shinobu.
-Me alegro.
-¿A qué debo su visita?
-Solo veníamos a recordarles sobre nuestra boda. –comento Tsumori.
-Es verdad, es el sábado.
-S-Sí. –se sonrojo mi hermanito.
-Me alegra mucho por ustedes, soy feliz.
-Gracias hermano.
-Dile a ese par que no se olviden de las arras y el lazo.
-Sin falta.
-Gracias Hiroki.

Shinobu me ayudo a preparar la comida y después de unos minutos llego Nowaki y comimos los cuatro.

Luego de unas horas llego Shinoda con un semblante de preocupación pero dijo que no era nada,

Así que después de platicar más sobre su boda se marcharon dejándonos solos.

---Ijuuin---

Me he encontrado con alguien que me va a apoyar.

Que también está interesado en recuperar algo que le pertenece.

Mejor dicho a alguien.

Un conocido.

-Y bien, ¿puedo unirme a ti? –pregunto.
-Bien.
-¿Enserio?
-Solo no actúes imprudentemente Miyagi.
-Solo si me aseguras que me darás a mi niño yo soy capaz de ser el perro más fiel.
-Suena bien.
-En ese caso, escucha con atención.
-Por supuesto.
-Le había encargado una tarea a un mafioso pero no ha hecho nada, así que... quiero eliminar a Nowaki y Shinoda.
-Esos simplones.
-Así es.
-Y yo a Tsumori.
-En ese caso, tenemos pocos días para actuar.