---Kyo---

Me estoy impacientando, quiero a Hiroki ahora mismo.

Pero esos malditos guardias no dejan de vigilar la casa.

Maldita sea.

Quiero verlo y besarlo.

Estoy seguro que el estúpido de mi hermano y ese doctorcito de quinta lo han envenenado en mi contra.

Me lo han quitado.

Él es mío.

Tengo que ir por él.

Tengo que tenerlo en mis brazos.

Es mío, mío, mío y solo mío.

No dejaré que se lo queden.

Es mío.

Mi hijo Seito y Hiroki me pertenecen.

No se los daré a nadie más.

A nadie.

Hiroki es mi pertenencia.

Lo he marcado miles de veces.

Lo he hecho mío una y otra vez.

Solo reacciona conmigo.

Sus gemidos me pertenecen.

Todo su ser es mío.

Y si él no es mío...

Entonces no será de nadie.

Si no puede eliminar a esos idiotas entonces Hiroki, Seito y yo moriremos por amor.

Somos una familia y si no podemos estar juntos vivos pues moriremos y nos encontraremos en otro lugar.

Mío solo mío.

-¿Qué haces Kyo?
-Nada, solo pienso.
-Mmmm, pareces loco.
-Gracias por tu alago Tsuna.
-Es que pareces un loco obsesionado pero bah, prometí ayudarte.
-¿Qué me tienes de nuevo?
-Pues, -comento- ese chico en verdad está muy bien cuidado.
-...
-Parece que no lo sueltan ni un momento, -suspiro- tiene policías cuidándolo a cada rato y la casa ni se diga.
-¿Y?
-Será algo complicado pero no imposible.
-Pues hazlo.
-Modera tu actitud Kyo, no me gusta que me ordenen, quien da las órdenes soy yo.
-...
-Así me gusta.

"Sí acaba con ellos yo mataré a Tsuna"

-Espero cumplas tu palabra. –comente.
-Siempre cumplo lo que digo ¿entendiste?

"Mataré a Tsuna, eso lo juro..."

---Tsumori---

Estoy trabajando tiempo extra para tener una luna de miel inolvidable con mi Shinobu, quiero que sean al menos hasta que nazcan nuestros hijos.

Yurei y Chiaki.

Hermosos nombres.

Mi amado tiene 6 meses y solo faltan unos días para nuestra boda.

Quiero que sea espectacular.

Luego me lo llevaré a un lugar tranquilo y cálido donde esperaremos la llegada de los hermosos angelitos.

Quiero darle una gran vida a mi hermosa familia.

Cuando anocheció guarde mis cosas y me dirigí a la salida del hospital.

-Tsumori.
-¿Usami-san?
-Me alegro encontrarte muchacho. –comento.
-¿Qué pasa?
-Tengo que hablar contigo.
-Claro.

Caminamos hasta la cafetería del hospital.

-Dígame ¿Qué ocurre?
-Aunque Misaki le prometió a Shinobu que no diría nada creo que es mi responsabilidad decírtelo.
-Me estás asustando.
-Tranquilo, Misaki se quedó con Shinobu y con un amigo de confianza, lo están cuidando.
-...
-Miyagi.
-¿Qué?
-Miyagi intento atacar a Shinobu.
-¡¡¡CÓMO!!!
-Nosotros llegamos a tiempo y lo apartamos, -comento- aunque ese idiota logro escapar.
-Lo mataré.
-Tsumori no.
-PERO....
-Lo que ahora importa es que cuides mucho a Shinobu, no lo dejes ni un momento.
-Eso ni dudarlo.
-Miyagi es una persona de temer, antes era capaz de defenderlo, pero, parece que ha enloquecido por completo.
-...
-Shinobu corre peligro mientras él este libre.
-Me lo llevaré.
-Esa es una gran idea.
-Usami gracias por decírmelo.
-Sé que Shinobu no quería molestarte por eso quería ocultártelo, por favor no te enojes por él, ya ha pasado un susto terrible.
-No quiero que le pase nada a mi familia.
-Lo sé, mientras este en mis manos, -me miro- yo los ayudaré.
-Gracias.

Caminamos hasta el estacionamiento y cada uno se fue en su auto con un mismo destino.

Al llegar Misaki me comento que Shinobu se había quedado dormido, Usami se despidió y también el amigo del castaño.

Cerré la puerta y subí las escaleras.

Al llegar a la habitación vi a mi hermoso niño durmiendo tranquilo, me acerque lentamente a él y acaricie su vientre.

-No dejaré que nada malo te pase mi amor, te amo.

Él abrió lentamente sus ojos y sonrió.

-Tsumori, te quería esperar pero me dio sueño, -susurro- bienvenido a casa.
-Estoy en casa. –lo bese.
-Te amo Tsumori, mmm no, te amamos.
-Y yo a ustedes, no me despegaré ni un momento.

---Nowaki---

Un olor a dulce empezó a llenar la casa, me encantaba ese olor me habría muchísimo el apetito, así que lentamente me levante, vi a Shinoda salir de la regadera, me dijo que iría a ver a nuestro hijo, así que me di un baño y vi a mi amado en la cocina.

Lo abrace y lo besé.

Me siento tan feliz...

Él decidió ser nuestro, avanzar en nuestra relación.

Nos podemos amar sin medida.

Hiroki ha superado lo que paso.

Debemos protegerlo y hacerlo feliz.

Cumplir con esa promesa que nos hicimos.

Ser felices siempre.

Hiro-san nos sirvió el desayuno.

Shinoda bajo con nuestro hijo y Hiro-san lo beso para luego cargar a Seito.

-Está delicioso. –comente.
-Realmente eres el mejor cocinero. –dijo Shinoda.
-Gracias, -se sonrojo nuestro castaño- me alegra que les gustara.

Seguimos desayunando mientras hablábamos de que iríamos a registrar a Seito, pero no sabíamos que apellido llevaría.

Hiro-san bajo la mirada y luego nos miró.

-Creo que lo dejaremos en Ijuuin Seito.
-Hiroki / Hiro-san. –dijimos al mismo tiempo.
-Estoy bien, -comento- no me molesta que lleve tu apellido.

Shinoda sonrió y lo abrazo.

-Es nuestro.
-Pero el siguiente, -los mire- tendrá mi apellido.

Hiro-san se sonrojo y yo bese su frente.

-Te ves hermoso.
-Mejor váyanse a trabajar. –suspiro.

Shinoda tomo la cintura de Hiro-san y lo beso apasionadamente. Yo me despedí de mi hijo y luego bese a mi Hiro-san.

-Cuídate mucho.
-Hai.
-Y no coquetees con el lechero. –reí.

Él hizo una mueca de disgusto.

-Pues prefiero coquetear con los alumnos de la universidad.

Tanto Shinoda como yo enarcamos la ceja.

-Creo que debemos cargar a alguien. –sonreí.
-¿Eh? –nos mi amado.
-Estoy de acuerdo, -dijo Shinoda- es solo nuestro.
-Bakas, -se sonrojo- están pensando en algo pervertido ¿verdad?
-No precisamente, -comento Shinoda- pero cumpliremos tus fantasías.
-Son unos pervertidos.

Lo abrazamos y lo besamos.

---Shizuo---

Mi amado Izaya por fin me ha dicho lo que siente, por fin aclaramos nuestros sentimientos, ahora sabemos que nuestro amor es más grande que nada.

Nos quedamos recostados en mi cama, él estaba acurrucado en mi pecho.

-Tengo miedo. –susurro.
-¿Por qué mi niño?
-Por Tsuna.
-Yo te protegeré.
-ÉL....
-Soy lo suficientemente fuerte para estar a tu lado, no me voy a separar de ti.
-Shizuo.
-Confía en mí. –bese su frente.
-Confío en ti solo que...
-Yo me encargaré de todo, no dejaré que nada ni nadie te lastime.

Sus lágrimas comenzaron a caer mientras besaba sus mejillas.

-No llores.
-Lo siento, odio sentirme así, -se quejó- esta debilidad es...
-Te amo Izaya y no tienes porque odiar este sentimiento, es una parte de ti.
-Pero...

Lo abrace más a mi pecho.

-Tengo una misión, -me miro- ¿quieres ir conmigo?
-P-Pero Tsuna.
-Yo me encargo de él, tengo poder de convencimiento.
-...
-¿Confías en mí?
-Y-Yo...
-¿Lo tomo como un no?
-Confío mucho en ti.
-Gracias.

Él me beso apasionadamente y acarició mi mejilla.

-Llévame contigo.

---Hiroki---

Mi amados se fueron a trabajar y yo me quede haciendo un poco de quehacer.

Seito seguía dormido cosa que agradezco.

Aunque ahora que recuerdo...

Seito no se está quieto hasta escuchar la voz de alguno de sus dos padres.

Él se ha encariñado con los dos.

Me alegro que así sea.

El teléfono de la sala comenzó a sonar, así que me acerque y conteste.

-¿Sí?
-Hola Hiroki...
-¿Quién habla?
-¿Te has olvidado de mí?
-¿Eh?
-No importa pronto nos veremos de nuevo.
-¿Quién eres?
-Soy un gran amigo.
-...
-Un amigo que te dará una gran sorpresa...