---Nowaki---

Ya han pasado 3 meses más y en este momento tanto Shinoda como yo estamos en la sala de espera del hospital, mi amado Hiro-san comenzó a tener las contracciones.

Peo como al ser yo una de las parejas de Hiro-san no me dejaron atenderlo.

Y me siento tan frustrado.

Los doctores fueron crueles con nosotros.

Si me hubieran dejado estar en el quirófano sin duda alguno hubiera dejado entrar a Shinoda que también merece estar cerca ya que es nuestro hijo.

-Ya llevan mucho tiempo ahí. –comento Shinoda.
-Lo sé, no me gusta para nada.
-¿Cuándo piensa salir?
-Sabes que iré a ver. –chasquee la lengua.
-Voy contigo.
-Vale.

Caminamos hasta la sala de urgencias y un doctor salió.

-Ah, -suspiro- ¿acaso no les dije que esperaran?
-Pero... -comenzó a decir Shinoda.
-Su hijo nació muy bien sin complicaciones, -comento el doctor- en este momento lo están revisando, así que esperen un momento más.

Respire profundamente y camine hacía los asientos con Shinoda.

-Anímense un poco, solo terminamos y los dejaremos entrar.
-Como sea. –murmuramos.
-Se nota que adoran a Kamijou-kun.
-Más que nuestra vida. –comento Shinoda.
-Me alegro.

Nos sentamos en las sillas ansiosos por poder ver a nuestro Hiro-san y al pequeño Seito.

-No es justo. –murmure.
-Espero que para el próximo hijo ya seas director del hospital.
-Juro que me esforzare.
-Bien dicho.

Después de unos minutos interminables el doctor salió.

-Me alegra que esperaran pacientes, -comento el doctor- pasamos a Hiroki a una habitación, así que acompáñenme.

Nos levantamos de golpe y caminamos detrás del doctor.

-Por favor, adelante.

Abrió la puerta y vimos a nuestro Hiro-san cargando a Seito.

-Solo serán 15 minutos, después el paciente debe descansar.
-Sí doctor Redmine, muchas gracias. –comente.
-No hay de que Kusama, y recuerda no ser tan insistente.
-Eso es imposible. –suspire.
-Supuse que dirías algo así.

El doctor salió y Hiroki nos sonrió.

-Es hermoso, -susurro- acérquense quiero que lo conozcan.

Caminamos hasta él y nos colocamos en ambos lados de la cama.

Nuestro hijo es castaño con ojos oscuros, realmente se parece tanto a Hiro-san, y se por la mirada que Shinoda le dedica piensa lo mismo que yo.

-¿Puedo cargarlo Hiro-san?
-S-Sí. –susurro.

Con mucho cuidado me pasa a Seito y lo pego a mi pecho.

-Es tan lindo. –comente.

En verdad se parece tanto a mi Hiro-san.

-¿Verdad que es lindo?
-Sí Hiro-san.
-Yo también quiero cargarlo. –sonrió Shinoda.
-Claro, solo déjame mimarlo un poco.
-Eres malo, -hizo un puchero- muy malo.
-jejeje, parecen niños pequeños. –rio mi amado.
-No tanto. –dijo Shinoda y lo beso.
-¡Ey! No te aproveches. –me queje.
-Solo le demuestro todo mi amor.
-Demuéstraselo como la gente normal.
-¿Seguro?
-No seas pervertido. –me queje.

Le pase a nuestro hijo y Shinoda lo arrullo.

-Ahora me toca a mí. –exclame.

Tome el mentón de mi amado y lo bese.

Sus labios son tan suaves y deliciosos, se aferra a mi brazo con tanto amor que hace que mi corazón lata con fuerza.

-Te amo Hiro-san.
-Y-Yo también.
-¿Y a mí? –pregunto Shinoda.
-También te amo.
-Yo igual.

Sé que muchos puedan criticarnos pero...

Lo que nos importa es nuestro amor, nuestra familia...

---Tsumori---

Soy el hombre más feliz de la vida desde que Shinobu acepto estar de nuevo en mis brazos y decirme que seriamos padres.

Aunque...

Su vientre se ve muy abultado.

Se lo he comentado pero solo se sonroja y desvía su mirada.

Acaba de cumplir 5 meses y su vientre parece de 8.

Tengo mis sospechas pero quiero averiguarlos.

-Shinobu, levántate.
-No quiero...
-Mi amor.
-Tengo sueño.
-Hoy es nuestra cita con el doctor.
-Dile que fui al extranjero.

Respire profundamente y me recosté a su lado.

-¿Qué ocurre?
-Nada, solo me siento avergonzado.
-¿De?
-No lo sé.
-Mi amor eres tan tierno. –bese su frente.
-Pero aun así no voy a ir.
-¿Estás seguro?
-Shi.
-En ese caso, -desabroche su pantalón- tal vez deberíamos de divertirnos un momento.
-¿Eh?
-Desde el día de tu graduación no hemos tenido intimidad.
-P-Para.
-No.
-IRÉ, JURO QUE IRÉ.
-Bien dicho. –bese su frente.

Caminamos tomados de la mano hasta mi auto y lo lleve al hospital privado donde le realizaban sus consultas.

-Me alegra que llegarán temprano.

El doctor nos llevó hasta la sala de ecografías.

-¿Cuántos meses tienes Takatsuki-kun? –pregunto el doctor.
-Cinco.
-...
-¿Pasa algo? –sonreí.
-Tal parece que lo que me dijiste es verdad Tsumori.
-¿Enserio?
-¿De qué hablan? –nos miró extrañado mi niño.
-Pues debo felicitarlos, -suspiro el doctor- están esperando dos lindos niños.
-¿Eh? –se sorprendió mi amado.
-Lo sabía. –sonreí.
-¿Dos? –pregunto mi amado- s-son dos.
-¿Shinobu?
-Baka, -se sonrojo- no pudiste solo empezar con uno.
-¿Eh? –me confundí- Bueno no es algo que pueda controlar.

Él me miro y sonrió.

-Gracias Tsumori, me has hecho tan feliz.
-No más que a mí.
-Felicidades, -comento el doctor- les daré las debidas indicaciones.
-Gracias.

---Hiroki---

Después de un día me dieron de alta y tanto Nowaki como Shinoda me llevaron a la casa.

Seito es tan hermoso, ellos dicen que se parecen tanto a mí.

Y es la verdad.

Recuerdo haber visto fotos mías de cuando era bebé.

Él en verdad es igual a mí.

Me alegro tanto...

Mi niño se encariño muy rápido con sus papás y me hace sentir tan feliz.

Soy egoísta al no querer dejarlos ir pero, los amo, los amo tanto, tanto que me hace sentir tan avergonzado.

Pero no me arrepiento de mis decisiones.

Quiero estar con ellos.

Me quede en la sala alimentando a mi niño mientras Nowaki preparaba la cena y Shinoda hacía un poco de limpieza en las habitaciones.

Me consienten tanto y me hacen sentir realmente amado.

Acaricie el cabello de mi niño.

Su sonrisa es hermosa.

Realmente somos una gran familia.

Camine un poco por la sala para arrullar a mi niño para que se durmiera un poco.

El sonido del fax me distrajo y camine hasta él.

"Seguramente es de trabajo"

Al salir la hoja la tome y sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo.

Hermano de mi alma, solo quería saludarte.

Y decirte que la felicidad que tienes pronto se va a acabar.

Hiroki es mío, solo mío...

Pronto iré por él y por mi hijo.

Así que ¿Seito? Qué lindo nombre... saluda a Hiroki de mi parte.

Nos veremos pronto, o hasta nuestra próxima vida...

Att: Ijuuin Kyo

Mis lágrimas comenzaron a salir y me aleje del fax.

-¿Hiroki?
-S-Shinoda, -murmure.

Él corrió hasta donde estaba y tomo la hoja.

-N-No es posible.
-Tranquilo mi amor, -comento Shinoda- yo te protegeré.
-No quiero que nos haga daño.
-No lo haré, no lo permitiremos.

"Tengo miedo, tengo mucho miedo, no quiero que él vuelva a lastimarme ni a mí ni a mi familia"

---Tsuna---

-Es aquí jefe. –comento mi subordinado.
-Bien Izaya, este es tu premió. –lo bese.
-N-No hagas eso.

Mire hacía la ventana y vi la casa.

-Así que aquí viven ese par, -comente mirando las fotos de un peliazul y un rubio- Shinoda y Nowaki, mis próximas víctimas.