---Shinoda---

Por fin hemos llegado a Japón, en este momento nos estamos instalando en la casa, que compre para Hiroki y para mí.

Le mostré su habitación a Nowaki y a Hiroki lo lleve hasta la habitación que era suya.

-Es muy grande tu casa. –comento Nowaki.
-Gracias, pero ahora es nuestra.
-Hiroki ¿está en su habitación?
-Sí, -suspire- dijo que quería revisar todo, para familiarizarse un poco.
-Entiendo. –comento- Voy a ir a mi departamento a recoger mis cosas.
-Trae todo lo que tengas, -suspire- porque a partir de ahora está será nuestras casa.
-Está bien, regreso en un par de horas.
-Ok.
-Cuida a Hiro-san y cualquier cosa no dudes en llamarme.
-Lo prometo.

Salió de la casa y me deje caer en el sofá.

Nunca imagine que compartiría a mi hermoso Hiroki, soy un hombre egoísta pero, lo entiendo, ambos estamos enamorados de Hiroki, ambos queremos estar a su lado, y no podríamos vivir sin él.

Por eso decidimos quedarnos con él, compartirlo, porque nuestro amor va más allá de los límites, y queremos hacerlo feliz.

Solo espero que nos acepte.

Ahora más que nunca Hiroki nos necesita, debemos darle todo el amor y afecto para que pueda seguir adelante.

No puedo entender hasta donde pudo llegar mi hermano.

¿Por qué lastimar a Hiroki?

¿Por qué dañarlo de esa forma?

Según lo que dijo el doctor, así le demostraba "su amor".

No le hemos preguntada nada a Hiroki puesto no queremos que sufra por los recuerdos de su convivencia con el monstruo de mi hermano.

¿Qué fue lo que paso?

Mi hermano siempre se preocupaba por mí y mi relación con Hiroki.

Me aconsejaba cuando más lo necesitaba.

Entonces...

¿Por qué?

¿Por qué hizo tanto daño?

Maldición...

Siento tanta impotencia de que tuve la oportunidad de poder prevenir este ataque y...

Simplemente fui un estúpido.

-Lo siento tanto Hiroki...

-¿Por?

Mire hacia atrás y mi amado estaba recargado en las escaleras.

Camine hacia él y tome su mano.

-¿Cómo te sientes Hiroki?
-Bien, -susurro- me gusta estar aquí.
-Me alegro.
-Esta casa siempre me ha gustado, tiene un ambiente hermoso, me hace sentir tan cálido, -sonrió- recuerdo que hacíamos muchos planes para cada habitación.
-Como tu estudio.
-Y tu gimnasio.

Sonreí y él rio un poco.

-¿Tienes hambre?
-Mmm, -acaricio su vientre- se me antoja la lasaña.
-Perfecto, -bese su mano- te prepararé la mejor lasaña.
-Gracias.

Caminamos a la cocina y él se sentó en la silla.

-El bebé tiene mucha hambre, -sonrió- no puedo creer que hay alguien creciendo en mi interior.
-Será tan hermoso como tú.
-¿Lo crees?
-Sí.
-Aunque...

Su mirada se hizo más triste y lo abracé.

-Lo siento Shinoda yo...
-No tienes nada de que disculparte, no es tu culpa.
-Shinoda.
-Te amamos Hiroki, y nuestro amor es infinito, no lo dudes.
-Ustedes se merecen a alguien mejor, merecen ser felices y...

Tome su mentón y lo mire a los ojos.

-No hay nadie mejor que tú.
-Shinoda.
-Hiroki escucha con atención, -sonreí- te amo más que a nada en el mundo y Nowaki también.
-No quisiera perderlos, yo...
-Quédate con los dos.
-¿Eh? –se sonrojo.
-Sé que es muy pronto para decirlo pero no me gusta que te sientas triste, jamás nos vas a perder.
-Pero si yo me decido por uno...
-Como dije, ambos te amamos y queremos estar contigo por siempre.

---Tsumori---

Me sorprendí tanto de tener a mi amado frente a mí, cuando me beso pensé por un momento que era Sakura y lo empuje con fuerza.

No entiendo a que ha venido esa mujer, solo viene a fastidiarme la vida, es de lo peor, tengo que ponerle un alto.

-Tsumori, ¿podemos ir a otro lado?
-Sí Shinobu.
-Es tan raro.
-¿Qué cosa?
-No es nada. –sonrió a medias.

Me quite la bata y la deje en mi escritorio.

Caminamos hasta el patio del hospital y mi niño se sentó en una banca.

-Todo está tan pacifico. –susurro.

Me senté a su lado y tome su mano.

-Tsumori, dime una cosa.
-¿Qué ocurre?
-¿Crees en mi amor?
-...
-¿Confías en mí?
-Shinobu.... Sí.
-Entonces, ¿Por qué?

Tome sus manos y las besé.

-Confió en ti, demasiado.
-Eso...
-Solo que no tengo confianza en mí, -susurre- te amo demasiado y eres tan perfecto Shinobu, no quisiera perderte.
-No tomas la actitud que debieras.
-Lo sé y me arrepiento, en verdad te amo más que a nada en el mundo.
-Tsumori.
-Perdóname Shinobu, no debí pensar que me dejarías, mi inseguridad me hizo pensar en que te irías con otro.
-Te amo Tsumori, acaso ¿no basta con mi amor?
-Lo siento en verdad.
-Quiero que me cuentes toda tu historia de tus romances anteriores.
-...
-Solo así podré comprenderte.
-Lo haré.
-Te amo Tsumori, -me acaricio mi mejilla- más que a nada en el mundo.
-Y yo a ti Shinobu, te amo.

Coloco sus labios con los míos en un tierno beso.

No pude aguantar más y profundice ese beso disfrutando todo lo que me ofrece, sus manos se amoldaron a mi cuello y las mías en su cintura.

Al terminar de besarnos nos reímos y nos sentamos bajo un árbol para cubrirnos del sol, él se sentó en mis piernas.

Le empecé a contar acerca de mi romance con Sakura y que ella me había traicionado con varias personas.

Que era alguien a quien amaba tanto y me hizo daño.

Pero todo cambio cuando lo conocí, que él me hizo ver la vida de otra manera.

-Tsumori...
-Debí contártelo antes, lo siento.
-No pasa nada, -me abrazo- sé que tenías miedo, y que no querías ser herido, solo confía más en ti Tsumori, y también confía más en mí.
-Lo hago.
-Tsumori.
-¿Sí?
-Lo mejor es que...
-¿Qué cosa?
-Volvamos a empezar de 0.
-¿Cómo?
-Empecemos siendo amigos y después una relación más seria.
-Pero Shinobu yo... -saque el anillo y se lo mostré- quiero te cases conmigo.

Abrí la cajita y él sonrió a medias.

-Shinobu.
-Lo siento, -la cerro y me dio un beso casto- será lo mejor para los dos, ganar esa confianza y amarnos.
-Shinobu...
-No te preocupes, no pienso dejarte, -me abrazo- porque tú eres mío y yo tuyo.
-Entonces, volvamos a empezar.
-Hai.
-No sé si pueda aguantar.
-Estamos en las mismas Tsumori, pero dejemos que sea el tiempo quien nos una.
-Te amo.
-Yo igual.

Lo abrace de nuevo y lo besé.

-Debo irme.
-Quédate un poco más.
-No puedo, tú tienes que regresar al trabajo y yo a mi ca...sa
-Shinobu.
-¿Huh?
-Sé que empezaremos a ser amigos pero permíteme vivir contigo.
-...
-Sé mi casero por favor.
-Sí. –me abrazo.

---Hiroki---

Tener a los dos conmigo...

Eso es tan sorprendente.

Mi egoísmo es tan grande que tengo miedo de responder, no quiero perderlos no lo podría soportar, los necesito conmigo.

¿Esto está bien?

No lo sé...

-¿Hiroki?
-Shinoda, ¿acaso estás bromeando?
-En lo absoluto.
-E-Esto es...
-Sé que es difícil comprenderlo ahora pero, es la verdad.
-Shinoda.

La puerta se abrió y vi a Nowaki.

-Hiro-san. –sonrió.

Le di un beso casto a Shinoda y corrí hasta Nowaki.

Él me abrazo y sonrió.

-Me gusta este recibimiento yo...

Lo silencio de un beso casto.

"Esto sería extraño pero... no quiero perderlos..."

Tal vez...

Tal vez yo...

Quiero estar con los dos...