---Hiroki---

Ijuuin se quedó todo el tiempo abrazándome a su pecho mientras me repetía palabras de amor que en vez de hacerme suspirar o sonrojarme, me aterraban.

Su respiración en mi cuello me hace estremecer, sus brazos me rodean por completo, siento sus labios en mi frente.

-Lamento haberte lastimado.
-N-No importa ya. –murmure.
-Exageré mucho al hacerte mío, pero quería demostrarte mis sentimientos.
-Por favor no lo hagas de nuevo, -lo mire- no puedo más.
-Lo siento, -me abrazo con un poco más de fuerza- prometo que cuando te vuelva a tomar lo haré con cuidado y con ternura.
-...
-¿Pasa algo amor?
-Nada, solo me siento un poco cansado.

Él acaricio mi mejilla y me beso.

-Te amo Hiroki, prometo hacerte el chico más feliz del mundo.
-Gracias. –susurre.
-Hiroki.
-¿Sí?
-¿Me amas?
-I-Ijuuin... es vergonzoso yo...
-¿Me amas? –me tomo del mentón.
-S-Sí Kyo, yo te amo. –trate de sonreír.
-Eres tan dulce cuando lo dices.
-...
-Ahora vamos a dormir, -me acurruco en su pecho- buenas noches mi amor.
-B-Buenas noches Ijuuin.


Cerré los ojos y me quede profundamente dormido.



Tuve un lindo sueño...

Un sueño en el cual estaba en la playa junto a Nowaki y Shinoda.

Donde ambos me decían las palabras tan dulces.

Donde probé sus labios y me sentí tan feliz estando con los dos.

No puedo elegir a ninguno...

Los quiero a ambos.




Me desperté temprano y mire la habitación, por primera vez dormí tranquilo, sin el temor de que Kyo me pudiera hacer daño.

La puerta se abrió y pude ver como Ijuuin entraba a la habitación con una charola de comida, sonrió al verme despierto y se acercó.

-Buenos días mi amor. –me beso la frente.
-H-Hola.
-Te traje un delicioso desayuno.
-Gracias. –me senté.

Se sentó a mi lado y coloco la charola en sus piernas.

-Parecemos un joven matrimonio.
-S-Sí.

Comenzamos a comer mientras él me comentaba de los lugares a los cuales me quería llevar para conocer y ser felices los dos.

-Ijuuin.
-¿Qué pasa amor?
-Me gustaría salir a dar un paseo.
-¿Cómo?
-No me gusta estar encerrado.
-...
-Sé que es mucho pedir pero en verdad quiero salir, -mordí mi labio- quiero que salgamos como la pareja que somos, presumir que eres mi... n-novio.
-Hiroki, -sonrió- eres tan hermoso, pensando en nosotros dos.
-E-Es que q-quiero que seamos una pareja formal.
-Así será mi amor, pero tendrás que esperar, por lo menos un mes.
-¿Eh? Pero...
-Hagamos algo, ¿te parece?
-¿Qué cosa?
-Tendrás que utilizar un disfraz.
-¿D-Disfraz?
-Sí, -sonrió- hummm, te verías muy lindo como pelirrojo o tal vez peliverde o azul.
-¿Cómo?
-Estoy pensando en que color de peluca te beneficiaria.
-...
-Ya sé, -me miro- una peluca pelinegra.
-Ijuuin.
-Y con unos pupilentes verdes, te verás hermoso, aunque te prefiero tal y como estás. –sonrió.
-...
-Así que mañana iremos a dar una vuelta, primero debo comprarte algunas cosas.
-G-Gracias.
-Bueno termina tu desayuno mientras yo iré a comprar comida y tu disfraz.
-Está bien.
-Descansa un poco. –me beso la frente.

Salió de la casa y me quede mirando por la ventana.

"Aprovecharé el momento que salgamos para intentar escapar..."

----Shinobu---

No he dejado de llorar desde que Tsumori se fue, no puedo detener mis lágrimas, me senté pegando mi espalda en la puerta mientras abrazaba mis rodillas.

Jamás imagine que todo esto terminaría de esta manera.

Yo amo a Tsumori, es al único que quiero, es mi vida entera, yo realmente lo amo.

Pero, lo perdí...

Lo engañe, traicione su confianza y él...

No quería que esto pasará...

Pero fue mi culpa, le prometí no verme más con Kaoru y no cumplí con mi palabra.

No puedo creerlo...

Lo perdí, yo realmente no merezco tener a nadie a mi lado...

Supongo que siempre fue así...

No merezco nada.

Me fui a dormir y sentí de nuevo esa soledad que siempre había tenido, la casa tan grande y solo yo soy el único que vive en ella.

Que soledad...

Tal vez...

Debería venderla e irme lejos.

Pero primero debo acabar la Universidad, solo son los exámenes finales y seré libre...

Al despertar me di un baño y me cambie, por un momento hice mi rutina y baje corriendo las escaleras para saludar a Tsumori pero...

Me encontré con mi realidad, él no estaba y no lo estará.

Mordí con fuerza mi labio hasta hacerlo sangrar para no llorar a mares. Tome una fruta y salí de mi casa.

"Debo tomar un taxi a diario si no quiero encontrarme con el loco de Miyagi."

Tome un taxi y me llevo hasta la Universidad.

A decir verdad solo hoy y mañana son los exámenes, lo demás solo es papeleo.

Tal vez debería ir con mi hermanito y tomar unas vacaciones.

O encontrar un lugar en el cual vivir y ejercer mi carrera.

¿España? ¿Inglaterra? ¿París? ¿Singapur?

Todos suenan muy bien, supongo que debo ver la bolsa de trabajo.

Realice mis exámenes sin ninguna preocupación, se me hicieron tan sencillos que los termine primero y me fui a las jardineras.

-Que cansancio... -murmure.
-Buen trabajo Shinobu.
-Hola Misaki. –sonreí.
-¿Qué tal los exámenes?
-Me fue muy bien ¿y a ti?
-Solo espero aprobar. –suspiro.
-Ya verás que sí. –sonreí.
-Eso espero, Akihiko se dedicó a ayudarme a estudiar.
-Me alegro que tu esposo te apoye.
-Y tú, ¿te ayudó Tsumori?

Al escuchar su nombre simplemente desvié mi mirada.

-Él y yo... terminamos.
-¡QUÉ!

Le empecé a contar lo que ocurrió el día de ayer, desde el encuentro con Miyagi, el cómo Kaoru me había salvado y luego como me llevo con Tsumori. Después le conté cuando Tsumori fue a mi casa y termino conmigo.

-Shinobu, -suspiro- ¿Qué voy a hacer contigo?
-Es mi culpa...
-¿Por qué no le contaste?
-Él no me quiso escuchar.
-Ese Tsumori, iré y...
-Déjalo así, -susurre- traicione su confianza.
-Shinobu.

Pude ver como Akihiko se acercaba.

-Bueno te dejo, -sonreí- diviértete con tu esposo.
-Shinobu si quieres puedes quedarte con nosotros y...

Negué con la cabeza.

-Gracias por la oferta pero debo negarme, nos vemos después.

Camine hacía la salida y me encontré con unos amigos.

-¡Shinobu! ¿Vienes con nosotros?
-¿A dónde?
-Iremos al cine.
-Claro. –sonreí.

Me acerque a ellos y caminamos rumbo a la plaza.

"Debo distraerme un poco"

-Tú te sentarás a mi lado. –sonrió.
-Está bien Cecil. –sonreí a medias.

Al llegar al cine pedimos los boletos y como era una película muy taquillera me toco sentarme con Cecil apartados de los demás.

-Parece que tenemos suerte. –rio.
-La verdad sí, ellos son muy escandalosos.
-Perdón la indiscreción pero, -me miro- Has llorado ¿verdad?
-...
-Te conozco bien para poder observar que tus lindos ojos están opacados.
-E-Es una larga historia.
-Entonces, -tomo mi mano y la besó- permíteme escucharla.

"Supongo que puedo confiar en él ¿no?"

Es un amigo y lo aprecio...

---Nowaki---

Hicimos una pequeña maleta y nos dirigimos al aeropuerto ya que se nos empezaba a hacer un poco tarde para tomar el vuelo.

Subimos al avión y nos sentamos en nuestros asientos.

-¿Cómo te diste cuenta? –pregunto Shinoda.
-Lo vi en la televisión.
-¿Cómo?
-Bueno, perdón por no habértelo dicho antes, -suspire- vi una puntura de Hiroki, cuando fuimos a unas vacaciones y nos encontramos con un pintor, Luka Crosszeria.
-Sí, he escuchado de él.
-Pues pasaron un reportaje sobre sus pinturas en Inglaterra y una de ellas era Hiro-san.
-Vaya.
-Por eso pienso que él debe saber dónde está viviendo Hiro-san.
-Tienes razón, solo espero que no se haya ido.