---Nowaki---

Me quede sorprendido de que no tuviera recuerdos, según el doctor Shinnosuke dijo que no había contusiones cerebrales o alguna perturbación en la cabeza.

-¿Usted es un doctor? –pregunto.
-Así es, -me acerque a él- soy el doctor Kusama Nowaki, mucho gusto.
-Yo soy... -murmuro- yo soy...
-Kamijou Hiroki, eres un empresario reconocido en bienes y raíces.
-Vaya, -se sorprendió- suena genial.
-¿Cómo te encuentras? –me senté a lado de su cama.
-M-Me duele un poco el cuerpo. –susurro.

Nuestras miradas se encontraron y se sonrojo.

"Que hermoso"

-N-No me mire tan fijo doctor. –murmuro.
-Lo siento Hiroki-kun, es que quería ver su tus ojos no estaban dilatados o rojizos, digamos que es revisión de rutina. –mentí.
-Oh, entonces lo siento. –comento.
-No tienes que disculparte, -sonreí revolviendo sus cabellos- puedes decirme Nowaki si gustas.
-Y-Yo debo hablarle con respeto, Kusama-san.
-Mucho mejor, -suspire- me gustaría poder llevarme mejor contigo, como un amigo.
-No sé, esto es raro yo no conozco nada y nadie pero, -me miro- quisiera tener un amigo.
-Aquí estaré para ti.
-Gracias. –sonrió.

Esa sonrisa me hizo feliz, lo tome del mentón para que nuestras miradas volvieran a cruzarse, me incline un poco hacía él hasta que escuche el carraspeo de la enfermera.

-Lo siento, -dije nervioso- por favor traiga los instrumentos necesarios para revisar mejor a Hiroki.
-Así será Nowaki-san.

La enfermera se rio y salió de la habitación.

-¿Cuánto tiempo he estado dormido?
-¿Cómo lo sabes?
-Escuche a esa enfermera platicar con otra persona y dije que he estado dormido por mucho tiempo.

Me acerque de nuevo a él y tome su mano.

-Han sido cuatro meses.
-¿Qué? –se sorprendió.
-Lo siento.
-¿Qué fue lo que me paso? –me miro.
-Hiroki, es mejor que descanses y trates de estar bien, acabas de despertar y...
-Yo quiero saber que pasó, Nowaki no sabes lo que se siente tener tu cabeza en blanco, no poder pensar, no recordar nada, un rostro o nada, estar vacío y... -sus lágrimas caían por sus mejillas.

Lo abrace fuertemente a mi pecho mientras dejaba que él se desahogara, se aferraba a mi bata, la enfermera entró a la habitación de golpe y le hice una seña para que no hiciera ruido, ella sonrió y dejo las cosas en una mesita y se retiró.

-Hiroki-kun, llora todo lo que necesites, estaré aquí para ti.
-Me siento tan solo, tan vacío, no tengo nada, no tengo a nadie.
-Los tienes, -levante su mentón y limpie sus lágrimas- afuera hay personas que han estado todos los días esperando a que despertaras, día con día entraban a esta habitación y hablaban contigo, te pedían que despertarás, ellos te quieren mucho.
-¿Lo dice enserio Nowaki-san?
-Así es, -acaricie su mejilla- eres muy querido y apreciado, estoy seguro que quieren verte en este instante y decirte lo mucho que te echaron de menos.
-Quiero conocerlos. –sonrió.
-Claro, iré por ellos...
-Etto, ¿Nowaki-san? –me miro.
-¿Sí?
-Puedo tomar su palabra enserio.
-¿Cómo?
-D-De que seamos amigos, ¿puedo tomar su palabra? –se sonrojo.
-Claro Hiroki, -no pude contenerme y bese su frente- quiero estar a tu lado.
-Gracias Nowaki-san. –sonrió.

Este chico me hace tan feliz, me siento tan completo de tenerlo a mi lado y más ahora que puedo hablar con él y acercarme.
Hiroki sé que eres la persona que siempre espera, la cual puede hacerme muy feliz, así que me acercare más a ti y te conoceré mejor para que podamos tener una relación.

Salí de la habitación dirigiéndome a la sala de espera donde estaban sus conocidos, el chico rubio que parece como si fuera su hermano y Tsumori siempre lo anda cuidando, tal parece que mi senpai se enamoró del chico.

Una pareja conformada por un peliplata y un castaño y por último un pelinegro con una chica que es su novia, ellos son los que están al pendiente de mi lindo niño, no ha habido ni un solo momento en que lo dejen solo.

Espero que se recupere pronto, pero eso significa que...

¿Lo perderé?

¿Cómo puedes perder algo que no has tenido?

No quiero que se aparte de mí, quiero tenerlo siempre a mi lado, pero no tendré ninguna excusa, ¿Qué voy a hacer?

Me he enamorado completamente de Hiroki, su aroma, su calor, todo es perfecto y en verdad me siento tan feliz.

Necesito estar a su lado, aunque ahora soy su amigo y es un gran avance.

-Nowaki.
-Tsumori-senpai, -comente- ¿Qué ocurre?
-Te he estado hablando desde hace diez minutos, ¿en qué estás pensando?
-En el amor, -suspire- ¿puedo ayudarle en algo?
-Sí, venía a ver sobre el paciente.
-Es verdad, iré a decirles lo que paso, pero antes, -lo mire- Senpai, ¿está saliendo con el rubio?
-¿Shinobu-kun? –sonrió- Aun no, nos estamos conociendo y no me gustaría presionarlo.
-¿Está enamorado?
-A ti no te puedo mentir, -lo miro- me enamore de ese chico cuando cruzamos palabras.
-Vaya, eso es sorprendente, ya que usted es cerrado a las relaciones.
-Ya sabes que fue por las decepciones amorosas que tuve.
-Lo siento.
-No te disculpes, al fin y al cabo siento que estoy cambiando por él.
-Me alegro.

---Shinobu---

Estaba sentado esperando a Tsumori porque me dijo que me traería noticias sobre mi amigo ya que como en esta semana le tocaba revisión no nos han dejado verlo y me siento triste cuando no lo veo.

-Tranquilo Shinobu, estoy seguro que Hiroki se va a recuperar.
-Eso espero, aunque no sé cómo reaccionara cuando sepa lo de Shinoda.
-Tendremos que ocultárselo al menos hasta que se recupere.
-Es verdad.

Tanto Miyagi como Risako se acercaron a nosotros, tenían agarradas sus manos.

-¿Cómo sigue Hiroki? –pregunto Risako.
-Igual, -contesto Misaki sin verla- no sé porque lo preguntas si nunca te ha interesado.
-Eso es mentira. –respondió.
-No te hagas la inocente que no te queda. –refuto mi amigo.
-¿Misaki que ocurre? –pregunto Akihiko.
-Nada, solo que no me gusta la gente hipócrita.
-Serás... -gruñó la chica- Vámonos Miyagi.

Mi mirada se encontró con la de Miyagi y la desvié.

-Por favor debemos quedarnos yo también estoy preocupado por él.
-Pero que dices, se supone que debes de cuidarme de defenderme.
-Risako.
-Me voy.
-Lo siento chicos. –comento Miyagi y se fue con ella.

Misaki bufo mientras su esposo lo abrazaba, me extrañaba que mi amigo actuará así con ella, pero deje ese tema de lado cuando vi a Tsumori caminar hacia nosotros con el doctor personal de Hiroki.

-Buenas tardes. –comento- Debo de comunicarles algo.
-¿Cómo sigue mi amigo? –pregunte rápidamente.
-Afortunadamente Kamijou Hiroki ha despertado.
-¿Enserio? –solloce- ¿Lo jura?

Tsumori camino a mi lado y me abrazo.

-Lo es. –sonrió.
-Aunque eso no es todo.
-¿Eh?
-Tal parece que Hiroki-kun sufre de una amnesia parcial, lo he revisado y no tiene alguna contusión en la cabeza.
-¿Q-Qué quiere decir con eso? –murmure.
-Que Hiroki no tiene recuerdos, no sabe nada de ustedes ni de él.
-No es posible. –comento Misaki.
-¿Hay probabilidad de que recupere sus recuerdos? –pregunto Akihiko.
-Hay un 7% de probabilidad que los recupere, aunque se le van a hacer algunos estudios para determinar como está.
-Mi amigo no puede estar así, él no...
-Dejaremos que pasen a verlo y que charlen un momento con él, solo no le den noticias que puedan perturbarlo.

Los tres platicamos y les dije que pasaran ellos dos, entre los tres decidimos no mencionar nada de Shinoda puesto que eso lo haría caer en depresión, tal vez sería mejor para él no recordar aquel accidente.

Me quede en las sillas esperando a que Misaki y su esposo salieran del lugar.

-¿Cómo sigues?
-No muy bien, lamento todo lo que le está pasando. –murmure.
-Pero deberías alegrarte. –sonrió- Ya está despierto.
-Tienes razón Tsumori, él está de nuevo con nosotros, debo de hacer todo lo posible para estar con él y hacerle recordar quien soy yo ¿no?
-Así se habla. –me tomo del mentón.
-T-Tsumori. –sentí como mis mejillas comenzaban a arder.
-Me gustas. –susurro- Te quiero.
-¿Eh?

Acerco sus labios hasta los míos y me dio un tierno beso.

-Tan lindo.
-P-Pero que dice.
¿Tan fácil me olvidaste Shinobu?

Voltee a ver a la persona que dijo eso y me encontré con la mirada severa y fría de Miyagi.

-M-Miyagi. –murmure.
-¿Quién es usted? –comento Tsumori sosteniendo mis manos.
-Debí saberlo que no eras de fiar, que tus sentimientos son... -empezó a decir.
-PERO QUE DIABLOS DICES, -grite- ¿Mis sentimientos? Vete a la mierda Miyagi, vete tú y tu estúpida novia.

Salí del hospital dirigiéndome hasta la avenida.

-Shinobu. –los brazos de Tsumori me rodeaban haciéndome sentir muy cálido.
-Lo siento yo...
-No tienes que disculparte, -me volteo y me miro- tú no tienes la culpa, ese hombre la tiene y ya le di su merecido.
-¿Eh? ¿Qué ocurrió?
-Solo digamos que me sancionaron con 1 semana sin trabajar.
-Tsumori lo siento yo...
-Lo volvería a hacer mil veces si es por ti. –tomo mi mentón.
-YO...
-No te voy a presionar, solo quería decirte mis sentimientos, -sonrió- te amo Shinobu, me gustas demasiado.

Siento como mi corazón comienza a acelerarse y desvió mi mirada.

-C-Creo que también me gustas.

Sus labios rosaron los míos de nuevo y me deje llevar abrazando su cuello y envolviéndome en su calor.

---Externo---

Un rubio llegaba a una casa que compartía con unos ancianos y una niña de cabello castaño.

-Abuelito ha llegado Mark. –sonrió la niña.
-Sí mi cielo es lo que veo. –sonrió el señor.
-Samanta pon la mesa para comer. –comento la señora.
-Hai.

El rubio entro a la casa y miro a los presentes.

-Lamento la tardanza, había mucha gente en el pueblo.
-No te preocupes hijo. –sonrió el señor.
-¿Cómo siguen tus heridas? –pregunto la niña.
-Mejor hermanita. –comento el rubio.
-Me alegro, hace dos meses que despertaste. –suspiro la señora.
-Es verdad, sentí muy feo cuando no los reconocí, me alegro que siempre estuvieran apoyándome.
-No tienes que agradecer.

Los cuatro se sentaron alrededor de la mesa y comenzaron a comer.