CAPITULO 35 Lo que el corazón siente.
---Shinoda---
Extraño tanto a mi amado Hiroki...
Sé que acepte darle su espacio para que pudiera aclarar su mente y su corazón, ya que él desarrollo sentimientos por mí y por el doctor.
Nos ama a los dos, pero él no sabe a quién elegir, y sinceramente no puedo rendirme, lo amo, no por nada lo conozco desde hace varios años.
Mi lindo niño, quisiera que esté a mi lado y abrazarlo para decirle que lo amo.
Espero que vuelva pronto, porque en verdad lo extraño.
-¿Qué tienes hermanito?
-Samanta, -la mire- no es nada.
-Sí tienes algo, -comento- te conozco muy bien.
-Me siento triste.
-¿Por?
-Mi Hiroki se fue.
-¿Eh? ¿Tú novio?
-Sí.
-¿Qué ocurrió? –pregunto mi abuela.
-Varias cosas, -suspire- mi amado quería estar solo...
-...
-Su corazón está confundido, no sabe a quién elegir.
-¿Cómo? –pregunto mi abuelo.
-Digamos que en todo este tiempo que estuvimos lejos él conoció a otra persona de la cual se enamoró, -suspire- y al encontrarnos él también se di cuenta de los sentimientos que tiene por mí, y ahora quiso estar solo para tomar una decisión.
-Entiendo.
-Lo hecho tanto de menos.
-Hermanito.
-¿Sí Samanta?
-¿Qué pasará si él escoge al otro?
Suspire y mire a la ventana.
-No lo sé.
-Tranquilo hijo, estoy seguro que ese chico se dará cuenta de lo mucho que vales.
-Bueno iré a mi casa.
-¿No quieres quedarte hermanito?
-Prefiero ir a la casa para ordenar algunas cosas.
-Está bien.
Me despedí de ellos y me dirigí a mi auto.
-Shinoda.
-¿Kyo?
-Me gustaría hablar contigo.
-Entiendo, -lo mire- ¿quieres ir a una cafetería?
-Estaba pensando en ir a tomar una copa a un bar.
-Claro.
Subimos a mi auto y en todo el camino no dijimos nada.
¿Qué puedo decirle?
A pesar de ser mi hermano... también es mi rival.
Nunca pude entender porque no me dijo que le gustaba Hiroki, tal vez yo me hubiera hecho a un lado, pero ahora es diferente.
-¿Cómo está Hiroki?
-Espero que bien.
-¿Espero?
-Él se fue.
-¿Qué? –se sorprendió.
-Te lo contaré cuando lleguemos.
-Hiroki... -murmuro.
Llegamos al bar que frecuentábamos cuando nos llevábamos mejor y nos sentamos en una mesa un poco apartada.
Pedimos un par de cervezas y nos la entregaron.
-¿Dónde está mi Hiroki?
"¿Su Hiroki?"
-Él quiso irse del país por un tiempo.
-¿Qué?
-Lo hizo por su bien, porque quería aclarar sus pensamientos y sentimientos.
-¿Por qué?
-Él por fin ha recordado, -comento- por fin sus recuerdos volvieron.
-¿Enserio?
-Sí, -suspire- soy tan feliz que así sea.
-Entonces...
-Él ama a Nowaki, pero también me ama a mí.
-...
-Creo que fue lo mejor para que el pudiera estar tranquilo, sin presionarse.
Él se tomó su tarro de golpe y me miro fastidiado.
-FUE TU CULPA.
-¿Kyo?
-POR TU CULPA MI HIROKI SE FUE.
-Tranquilízate hermano.
-ERES UN MALDITO EGOISTA, DEBISTE DEJARLO LIBRE, Y FELIZ CONMIGO.
-Kyo él no siente nada por ti.
-¿TÚ QUE SABES? –gruño.
-Hermano...
-Entre el doctor y tú apartaron a Hiroki de mi lado.
-Hiroki no te ha visto como algo más que un amigo.
-POR TU CULPA.
-Kyo...
-Te quitaré a Hiroki, no permitiré que este a tu lado, lo buscaré.
-No te atrevas. –lo mire.
-Ya lo verás.
Tomo su abrigo y se fue.
"Debo de alejar a mi hermano de Hiroki, presiento que algo malo sucederá..."
---Tsumori---
Siento pena por mi amigo, se le ve un poco decaído desde que Hiroki se marchó, al igual que mi amado, extraña a su hermanito.
Misaki me mandó un mensaje diciendo que estaba comiendo en un restaurante cerca de la Universidad, para que los alcanzara porque hoy salía temprano.
Me subí a mi auto y maneje hasta el lugar.
Me estacione cerca del restaurante y compre un ramo de orquídeas, las flores favoritas de mi amado.
Entre al restaurante y sentí como el odio se apoderaba de mí.
Ese idiota estaba besando a mi novio.
No pude soportarlo más y camine hacia él tomando a Shinobu entre mis brazos.
-¿Tsumori? –se sorprendió mi amado.
-Nos vamos.
-Espere, -comento ese hombre- yo necesito...
Le di las flores a Shinobu y me coloque delante de mi amado.
-Esta es la última vez que se lo digo, -gruñí- no se le acerque a Shinobu ¿entendió?
-No, -me miro- no me alejaré de él.
Lo tome del cuello de su camisa.
-Es mi novio, debería tener respeto.
-Shinobu me correspondió el beso.
Le di un golpe en la cara y de nuevo lo levante.
-DÉJALO EN PAZ.
-TSUMORI.
Shinobu me abrazo de mi espalda y su amigo llego para separarnos.
-Vamos hombre cálmate. –comento el peliplata.
Salimos del restaurante y nos quedamos cerca de mi auto.
-Tú no lo estarías si vieras como besan a tu novio. –gruñí.
-¿Te beso? –pregunto Misaki.
-S-Sí. –admitió mi amado.
-LO SABÍA, -se quejó su amigo- MALDICIÓN, NO LO VI VENIR.
-Sube al auto Shinobu. –comente.
-Tsumori no seas tan severo con Shinobu. –dijo Misaki.
-Gracias por decirme donde estaban, nos vemos después.
Shinobu se subió al auto y yo también. Empecé a manejar rumbo a su casa.
-¿Tsumori?
Siento tanta rabia de lo que ocurrió.
-No quiero hablar. –comente.
-Lo siento mucho, no era mi intención yo...
-¿Te lo dije no?
-¿Eh?
-Te dije que te alejaras de ese hombre, que no me era de fiar.
-Tsumori...
Al llegar a la casa me estacione sin apagar el auto.
-Entra, luego hablamos.
-Pero tú ya terminas tu turno ¿no?
-Nos vemos después.
-Tsumori lo siento yo...
-Tal vez no venga a dormir, iré a mi departamento.
-Tsumori, te amo... -sollozo.
-Y yo a ti Shinobu, pero estoy molesto, no quiero decir cosas hirientes.
-Lo siento.
Se bajó del auto y entró a su casa.
Maneje de nuevo hasta el hospital.
En verdad me gustaría estar con mi amado y tenerlo en mis brazos pero, me siento molesto, enojado y no sería bueno si estoy ahora a su lado, debo calmarme un poco.
Al llegar al hospital le dije el director que haría horas extras, para lo cual acepto. Camine hasta los vestidores y vi a mi amigo.
-¿Tsumori?
-¿Qué pasa?
-Pensé que ya estabas con Shinobu.
-Ah, -suspire- digamos que tuvimos un pequeño inconveniente.
-¿Pelearon?
-Pues...
Le empecé a contar todo lo que había pasado y él solo me miro.
-Tsumori, en verdad eres un idiota.
-¿Eh?
-Por muy enojado que estés, no debiste dejarlo solo.
-Yo...
-Por lo que sé Shinobu no tiene muchos amigos, y tal vez él no se dio cuenta de las intenciones de Kaoru.
-Nowaki...
-En verdad, deberías hablar con él y aclararle lo que paso.
-Tal vez, -suspire- ¿Cómo te encuentras tú?
Él suspiro y se recargo en la pared.
-Me falta la mitad de mi vida, no, me falta mi vida entera.
-Se ve que lo amas demasiado.
-Más que eso, no puedo vivir sin él.
-¿Y si eligiera a Shinoda?
-No lo sé...
-Tal vez deberías hablar con Shinoda.
-¿Para qué?
-Ustedes dos tienen mucho de qué hablar.
-Supongo que es así. –comento.
-Es lo mejor para ambos, tal vez... -comencé a decir.
-¿Qué cosa?
-Nowaki, -lo mire- ¿no has pensado en la posibilidad que ninguno renuncie?
-¿Qué quieres decir?
-Que ambos se queden con él...
---Hiroki---
Luka me dio un tour por toda su exposición, mostrándome todas sus pinturas y diciéndome cuando las pinto y qué impresión le causo a los demás.
Al igual que en la exhibición estaban las pinturas que hizo en el crucero, me sonroje de solo verme de nuevo en una pintura.
-Sin embargo mi favorita. –comento.
-Y-ya veo.
Seguimos caminando hasta que me detuve al ver una pintura que llamo mi atención.
-I-Imposible...
-Esa pintura la hizo mi padre hace bastantes años, -sonrió- antes de conocer a mi madre.
Mis lágrimas comenzaron a salir y él se preocupó.
-Hiroki, ¿dije algo que te molestará?
-P-Pa...
-¿Pa?
-Son mis padres. –murmure.
Él se sorprendió y me miro.
-¿Cómo lo sabes?
-Tengo varias fotos de cuando eran adolescentes.
-¿Enserio?
-sí, -asentí- sin duda ellos son mis padres.
El cuadro es tan hermoso, tan perfecto, incluso puedo ver el inmenso amor que se tenían, en verdad los extraño tanto.
-Es tuya...
-¿Eh? –lo mire.
-Te la regalo.
-P-Pero la hizo tu padre y...
-No importa, -tomo mi mano- lo que importa es ver esa sonrisa de nuevo y que me dejes capturarla.
Sentí tanta alegría y lo abrace.
-Gracias, -murmure- en verdad muchas gracias.
-Quiero que mi musa siempre sea feliz. –me acaricio mi mejilla.
-Acepto, -lo mire- acepto posar para otra pintura.
-¿Lo harás?
-Sí.
"Creo que es lo menos que puedo hacer pro él..."
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