CAPITULO 3 Tiempo.
---Shinobu---
Al llegar al hospital pregunte por mi amigo Hiroki, una enfermera me dijo que buscaría al doctor a cargo para preguntar acerca de su estado. Me estaba desesperando por su tardanza.
-¿Te puedo ayudar en algo? –pregunto un hombre rubio que traía una bata puesto.
-Yo... -murmure.
-Disculpa, -sonrió- soy el Doctor Tsumori, un gusto. –estiro su mano.
-Yo soy Takatsuki Shinobu.
-Lindo nombre.
-Etto, -trate de controlar mis nervios- estoy buscando a Kamijou Hiroki, es mi amigo, me acaban de hablar para que viniera, estoy preocupado, él es mi mejor amigo y...
-Tranquilo, -coloco sus manos en mis hombros- todo estará bien, ya se de quien me hablas.
-¿Enserio?
-Sí, -sonrió- iré a ver como se encuentra y te avisare.
-Gracias.
-No sé qué será de ti pero ten esperanzas, -me revolvió el cabello- no tardaré.
Me senté en la silla tratando de no llorar, soy muy sentimental, y más cuando Hiroki ha sido como un hermano para mí, es la única persona que siempre ha estado conmigo, ha llorado y reído a mi lado, siempre tenía tiempo para mí, sin importar lo que hacía.
Shinoda y Hiroki son como mi familia, mi hermano y cuñado, yo ahora estoy solo, sin ellos yo no sé que hacer.
Mis padres están lejos, digamos que cuando supieron sobre mis preferencias sexuales me corrieron, antes vivía en Alemania, pero eso ya no importa porque lo superé gracias a mis amigos.
Le mande un mensaje a Misaki y me trate de comunicar con Shinoda pero su me mandaba directo a buzón, me extrañaba que eso pasará, pero decidí insistir y nada.
-Shinobu.
-Doctor Tsumori. –me levante de mi asiento.
-Solo dime Tsumori, -me miro- tengo malas noticias, siento tener que decirlo.
-¿Qué ocurrió? –me alarme- Dígame que Hiroki se va a recuperar por favor.
-Hiroki ha sufrido mucho daño, tiene múltiples fracturas y ha caído en un estado de, -suspiro y me miro- en un estado de coma.
-N-No es verdad... -solloce.
-Lo siento mucho.
-No es posible, -lo mire- Hiroki no me puede hacer esto, tengo que verlo.
Camine hacía las habitaciones pero fui detenido por el doctor.
-Lo siento, pero no puedes pasar ya que está en revisión.
-Tengo que ir, Hiroki es lo único que tengo, por favor, déjeme ir.
-Por favor, trata de estar tranquilo.
-COMO ME PIDE ESO, -solloce- USTED NO SABE QUE ES NO TENER A NADA Y A NADIE, NO SABE NADA.
Él me miro y pude ver la compasión y tristeza en sus ojos. Me abrazo dulcemente y yo deje que me envolviera en sus brazos.
-No es justo. –lloré.
-Shinobu-kun, puedes llorar todo lo que necesites, estaré aquí para ti, no te dejaré solo, te lo prometo.
-No quiero perderlo.
-Él se pondrá bien, te aseguro que por mi parte haré hasta lo imposible por traerlo de vuelta.
-Por favor. –lo mire.
-No pongas esa expresión, un rostro como el tuyo simplemente tiene que estar lleno de sonrisas, seguramente te verás más lindo así.
-No podré hacerlo.
-Lo harás y...
-SHINOBU.
Misaki se acercó a mí y yo me separe del doctor, me abrazo fuertemente mi amigo mientras Tsumori platicaba con Usami.
-¿Cómo está Hiroki?
-No muy bien, -solloce- está en coma.
-No... -sus ojos se llenaron de lágrimas.
-Shinobu-chin estoy aquí.
Sentí los brazos de Miyagi rodeándome por completo, me sorprendí pero decidí aceptar su abrazo, aspirando el aroma a menta y tabaco, me acurruque en su pecho.
-Se va a recuperar. –comento Misaki.
-Así será. –sonrió Miyagi y nos separamos al escuchar el ruido de unos tacones.
Risako entro por la puerta y Miyagi camino hasta ella.
-Mi amor ¿Por qué no me esperaste? Sabes que como tu novia debo estar contigo a todo momento.
-Lo siento Risako, fue algo apresurado.
-Te disculpo solo porque te amo. –lo beso.
Yo mordí mi labio para no tener que gritar o reclamar algo que no debo.
-¿Shinobu?
-Estoy bien Misaki, debo acostumbrarme.
-Pero...
-Lo importante es que Hiroki se recupere ¿no crees?
-Sí.
Hubiera preferido que Miyagi no viniera y menos que me abrazará, solo hace que mi corazón se haga ilusiones y yo no quiero eso. Risako me miro y sonrió mientras se abrazaba más a Miyagi y lo besaba.
Miyagi nunca me dio una explicación y yo no tengo porque exigirla, ya no somos nada, odio que me vea de esa manera, que me vea como si sintiera compasión por mí, me molesta, tanto que vivimos los dos, tanto amor que le demostré y al final de cuenta no valió para nada.
La noche se estaba volviendo más fría y abrace sus brazos para no sentir tanto frio, Misaki se había quedado dormido en el hombro de su esposo mientras que Miyagi abrazo a Risako.
-Estúpido frío. –masculle.
-Entonces, -comento Tsumori colocándome su chamarra- esto te mantendrá calientito.
-D-Doctor.
-Solo llámame por mi nombre.
-Siempre me estas salvando.
-O tal vez estoy al pendiente de ti. –se sentó a mi lado.
-¿No tienes trabajo? –pregunte.
-He acabado, -suspiro- el doctor Kusama es el encargado de Kamijou Hiroki, lo cuidará, espero que mañana sin falta puedan entrar a verlo.
-Eso espero.
-Ven aquí.
Me abrazo y recargo mi cabeza en su pecho acurrucándome, sentí como mis mejillas comenzaban a arder.
-¿Q-Qué haces?
-Tengo un poco de sueño.
-¿Por qué no...?
-Quiero estar aquí, además, -bostezo- te prometí que no te dejaría, así que estaré siempre contigo.
-P-Pero que dices.
-Te vez lindo sonrojado.
-B-Baka.
-Duerme un poco, tienes que descansar.
-Hai.
Me quede mirando enfrente y pude percatar a Miyagi mirándome fijamente, con algo de molestia en su semblante.
"Ya no importa..."
Cerré en mis ojos y dejé que el calor de Tsumori me envolviera por completo.
---Externo---
Una mujer grande de 60 años estaba acompañada de un hombre de edad similar y una niña de 12 años, los tres caminaban por los alrededores del riachuelo hasta que encontraron a un hombre lleno de golpes y heridas que parecían graves.
-A-Abuelo está herido. –comento la niña.
-Es lo que parece, -se acercó más- parece como si lo hubieran atacado, está realmente mal.
-Deberíamos llevarlo a la casa. –comento la señora.
-¿Y si es un ratero?
-No lo creo.
Mientras los adultos discutían lo que hacer con ese hombre la niña se acercó a él y pudo darse cuenta que tenía una leve respiración.
-Hi-ro... -fue lo único que pudo pronunciar.
-Abuelo, abuela está vivo, debemos ayudarle.
Ambos adultos se miraron unos segundos y asintieron.
Con mucho cuidado lo levantaron y lo llevaron a la caballa en la cual vivían, la niña se adelantó para tomar el botiquín médico que su abuela guardaba tras el espejo del baño.
La señora se dedicó a curarle las heridas mientras la niña le preparaba algo de comer, el hombre revisaba la ropa que le cambiaron esperando encontrar algo que pudiera ayudarlos a reconocerlo.
-Pobre hombre, -comento la señora- seguramente le agarró el temblor en el monte.
-Debería de prevenirse en esos asuntos.
-Tiene mucha fiebre, esperemos que se le baje, aunque...
-Lo sé, -respondió el señor- no podemos afirmar nada.
Semanas después los policías se contactaron con las amistades de Hiroki.
-Tenemos algo que avisarles. –comento un policía.
-¿Qué ocurre? –pregunto Akihiko.
-No habíamos dicho nada sobre el señor Madarame Shinoda porque no estábamos seguros de que él estuviera en el accidente que ocurrió hace días.
-¿Cómo?
-Es decir, que después de una búsqueda exhaustiva determinamos que Shinoda está muerto.
-¿QUÉ? –grito Shinobu- ESO ES UN ERROR, NO PUEDE SER VERDAD...
-Lo sentimos pero lo único que encontramos de él fue esto.
El policía les entrego la camisa de Shinoda ensangrentada.
-Suponemos que su cuerpo se hundió en el río, aunque no pudimos recuperarlo.
-Esto debe ser una broma. –sollozo Misaki.
-Pobre de Hiroki cuando lo sepa.
-Sigan buscándolo por favor. –comento Akihiko.
-Hemos hecho lo que podemos, pero lo intentaremos.
-Incompetentes. –murmuro Shinobu.
Todos estaban tan confundidos, desorientados, sin saber que algo malo vendría en camino, o tal vez una solución para el sufrimiento...
---Nowaki---
Han pasado ya 4 meses y Hiroki-kun sigue sin despertar.
Todos los días estoy al pendiente de él, no puedo entender como un chico como él pueda sufrir tanto, he rogado porque despierte, he hecho de todo para sacarlo de ese estado, pero me es imposible.
Su cabello ha crecido, se lo cepillo todas las mañanas.
He platicado con sus amistades y me han dicho cosas relevantes de él, aunque no mencionaron sobre su familia o si tiene pareja, supongo que sí, ya que es tan hermoso, pero sino juro que me confesaré.
Aunque no creo poder tener una relación con este hermoso castaño, no hasta que Hana se comprometa con otro. Apenas me escribió y dijo que llegaría en dos meses.
Al terminar mi trabajo volví a la habitación de mi castaño.
Suspire al verlo, tiene más color en las mejillas que antes, me senté a su lado y saque un libro.
-Hiroki-kun, -tome su mano- he traído el libro de Romeo y Julieta, espero te guste, quería leerte algo diferente.
Le leí el libro mientras acariciaba su cabello, su semblante lleno de paz me traía más tranquilidad, besé su mano cuando mire el reloj y me di cuenta que un chico rubio se quedaría a cuidarlo.
-Buenas noches Kusama-san. –comento.
-Hola Shinobu-kun, te encargaré mucho a mi paciente.
-Lo cuidaré. –sonrió.
-Muchas gracias, -lo mire- y no te desveles tanto.
-No se preocupe.
Regrese a mi departamento y me recosté en la cama con la imagen de mi castaño en mi mente.
A pesar de no conocernos yo siento que lo amo, Hiroki se instaló en lo profundo de mi corazón, y lo necesito tanto, espero que cuando se recupere vayamos a dar un paseo, tengamos una cita, confesarle lo que siento y pedirle que sea mi pareja.
A pesar de que pienso mucho en eso como opción, no creo poder llevarlo a cabo.
Me levante temprano e hice mi rutina de todos los días, bañarme, cambiarme, desayunar y dirigirme al hospital.
En todo este tiempo he tenido una gran duda...
¿Por qué Hiroki-kun estaba solo en el Monte?
¿Acaso no fue con alguien?
Supongo que tal vez si pero esas personas se libraron del accidente, aunque tengo mis dudas.
Entre a la habitación de Hiroki y me di cuenta que había una enfermera parada frente a la cama sin decir nada.
-¿Qué ocurre Naomi? –pregunte.
Ella no dijo nada y solo señalo a mi castaño.
Me sorprendí de verlo sentado en la cama y con sus manos en la cabeza.
"ESTA DESPIERTO"
Corrí a su lado y toque sus hombros.
-¿Cómo te encuentras Hiroki?
Él me miro por unos segundos.
-No puedo. –murmuro.
-¿Cómo?
-No puedo recordar nada, tengo la mente en blanco...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro