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CAPITULO 22 Confesiones verdaderas.


---Hiroki---

  Aún no sabemos nada de Shinobu, siento que voy a enloquecer si no sé nada de él, es mi hermanito, yo en verdad lo necesito.

-No llores mi vida, -me limpió las lágrimas- él aparecerá.
-Nowaki, tengo miedo.
-Tranquilo, ya verás que...

La puerta se abrió de golpe y camine hacia ella.

-H-Hiroki.
-¡SHINOBU! –llore y corrí a abrazarlo.
-Hermano, -se aferró a mi pecho- te extrañe, te extrañe tanto.

Lo abrace tan fuerte como pude mientras acariciaba su cabello, no quiero soltarlo, no cuando lo tengo a mi lado, que está bien y que no se volverá a ir.

-Shinobu, en verdad estaba preocupado.
-Lo siento.
-No fue tu culpa, -comento Tsumori- aunque ya la policía debe de haberlo agarrado.
-¿Quién fue? –pregunte.
-FUE EL ESTUPIDO DE MIYAGI, ESE HIJO DE...
-Tsumori cálmate un poco. –comento Nowaki.
-Lo siento, pero, tengo tanto odio.
-Me lo imagino.
-Sabes, -me miro Shinobu- Tsumori quiere que vayamos de vacaciones.
-Suena bien, deben distraerse.
-Pero para los cuatro. –me miro.
-¿Eh?
-Ya compre los boletos para irnos mañana temprano, iremos a las aguas termales, ya hice reservaciones, espero no les incomode.

Mire a Nowaki y él solo me sonrió.

-Iremos, -comente- quiero consentir a mi hermanito y me gustaría ver otros rumbos, pero ¿no hay problema por ustedes?
-Yo ya pedí una semana, quiero estar al lado de Shinobu por siempre, ya que después de este viaje viviré aquí.
-Es una buena idea. –sonreí.
-Supongo que yo avisaré al hospital, espero me den ese permiso.
-Ya verás que sí.
-Yo iré donde mi hermanito esté. –lo abrace.
-Hiroki, -se acurruco en mi pecho- ¿puedo dormir contigo?
-¿EH? Pensé que querías dormir conmigo. –comento Tsumori.
-No me malinterpretes, pero quiero estar con mi hermano. –lo miro.
-Lo sé mi amor, -sonrió- descansen, nosotros nos quedaremos en otra habitación.
-Gracias.
-Vamos a dormir Shinobu, -lo mire- te vez cansado.
-Sí hermanito.
-Yo también te protegeré.
-Gracias por todo lo que haces por mí.
-Somos hermanos ¿no?
-Así es.

Subimos a la habitación y nos recostamos en la cama.

-Shinobu.
-¿Sí?
-Quisiera preguntarte algo, pero creo que no es el momento.
-¿Qué cosa?

Respire profundamente y lo mire.

-¿Quién es Shinoda?
-Es una vieja historia de amor...  


¿Una vieja historia de amor?

Esas palabras por alguna extraña razón me dejaron más confundido y mi corazón comenzó a latir como un loco.

-¿Me la contarías?
-LO haré pero en el viaje, -me miro- disculpa hermanito ahora tengo sueño.
-No pasa nada, -acaricie su cabello- te entiendo.
-Gracias.
-Bueno vamos a dormir.

Abrace a Shinobu para que durmiera tranquilo.

Muchas preguntas invaden mi cabeza, varias imágenes en las cuales me veo con otro hombre, no puedo verle la cara por más que quiero, solo veo esa sonrisa, esa hermosa sonrisa que me hace sentir calma.

Shinoda...

Ese nombre me causa tanta felicidad, seguridad y ganas de abrazarlo.

Cerré mis ojos y deje que el sueño me venciera.



-Hiroki. –me abrazo de la cintura.
-Waaa, no me espantes. –lo mire.
-Lo siento amor, -sonrió- no quería hacerlo.
-Y bien, ¿Qué haremos hoy?
-Pues, -susurro en mi oído- quiero tenerte toda la noche en mis brazos, decirte cuanto te amo, y hacerte el amor hasta el amanecer.
-P-Pero que dices. –desvié mi mirada.
-La verdad, -me tomo del mentón- eres tan hermoso, tan tierno y dedicado, me alegro de haberte encontrado.
-Esas cosas son tan vergonzosas.
-Es porque te amo, -me beso- ¿me amas?
-Te amo, -me sonroje- eres mi vida entera.
-Soy tan feliz a tu lado.
-Vaya, derraman mucha miel.
-Ijuuin, -lo mire- pensé que vendrías hasta el fin de semana.
-Mi viaje se adelantó.
-Me alegro verte hermano, este viaje fue más largo.
-Pero ahora estoy para quedarme. –sonrió.
-Me alegro mucho, -lo abrace- en verdad te extrañamos tanto.
-Por cierto, -me dio una cajita- feliz cumpleaños Hiroki-kun.
-Gracias.
-Bueno hermano nosotros nos iremos, tengo una reservación.
-Supongo que le celebraras a mi cuñadito.
-Así es.
-Diviértete. –beso mi frente.
-Nos vemos después Kyo-san.

Shinoda tomo mi mano y me llevo a su auto. Tomo una venda y me la coloco en los ojos.

-¿Qué haces? –reí.
-Quiero darte una sorpresa.
-Shinoda no es necesario.
-Lo es, -susurro en mi oído- además que cumpliré mi deseo de tenerte en mis brazos.
-S-Solo por hoy.
-¿Enserio?
-Porque yo también deseo estar en tus brazos.

Sentí sus labios en los míos y abrí mi boca para profundizar ese beso. Después de unos momentos se apartó y comenzó a manejar.

El auto se detuvo y él me ayudo a bajar, luego me tomo de la cintura y me llevo por todo el camino dirigiéndome y en algunas ocasiones me cargaba.

Subimos al elevador y de pronto sentí como la brisa de la noche recorría mi cuerpo. Lentamente me fue quitando la venda y abrí lentamente los ojos.

Estábamos en una azotea, había una mesa decorada románticamente, una botella de vino en medio, la vista era increíble, la luna tan grande y brillante.

-Es hermoso. –susurre.
-¿Te gusta? –me abrazo de la cintura.
-Gracias Shinoda.
-Te mereces esto y más, -beso mi cuello- disfrutemos de este hermoso lugar.
-Por lo que veo, -comente mientras comíamos- estamos en un hotel.
-Sí, -sonrió- es el nuevo hotel que inauguraron hace dos semanas.
-Es hermoso.

Comimos mientras hablamos de los viajes que haríamos en un futuro, que queríamos escalar el Everest, al igual que me enseñaría a conducir una motocicleta.

-Esto no acaba aquí.

Shinoda estiro su mano y yo la tome. Subimos al elevador y me comenzó a besar, me aferre a su cuello y él me tomo de la cintura, me cargo y yo rodee su cintura con mis piernas, nos besábamos apasionadamente mientras él me dirigía a una habitación.

Como pudo abrió la puerta y la cerró, me recostó en la cama mientras me empezaba a desnudar.

Sus besos, sus caricias, todo es tan perfecto, no puedo dejar de besarlo, cada embestida me llena de gozo, de placer.

-Te amo, te amo tanto.
-Yo también te amo Shinoda, no me dejes, no me sueltes.
-No lo hare...




Abrí mis ojos y sentí mucho calor, recordé las sensaciones de mi sueño, los besos y caricias, aunque no logro ver la cara de Shinoda, solo esa sonrisa que me recuerda mucho a Mark...

Mire la cama y me di cuenta que Shinobu ya no estaba, así que me levante y me metí al baño para tomar una ducha y arreglarme porque nos iríamos de vacaciones.

Intenté llamarle a Mark pero no contestaba, así que solo le mande un mensaje diciéndole que llegaría dentro de un mes.

Termine de preparar mi maleta y baje donde vi a Tsumori, Nowaki y mi hermanito desayunar, las maletas estaban en la entrada.

-Buenos días Hiro-san.
-Buenos días. –sonreí.

Me acerque con ellos y comencé a desayunar.

No me atrevía a mirar a los ojos a Nowaki, después del sueño que tuve me da vergüenza mirarlo, aunque sé que él me mira y no puedo dejar de sonrojarme.

Al terminar de comer caminamos hasta el taxi que habían pedido y nos subimos.

-¿Pasa algo Hiro-san?
-No es nada, -lo mire- solo que me siento extraño.
-¿Quieres que nos quedemos?
-No, -sonreí- yo también quiero ir a la playa.
-Te amo Hiro-san. –tomo mi mentón.
-Gracias Nowaki, yo también.

Me tomo de la mano y nos subimos al taxi, mi hermanito me platicaba de lo que quería hacer llegando mientras que Tsumori y Nowaki charlaban sobre el trabajo.

Llegamos al aeropuerto y luego de unos minutos subimos al avión.

Mire a Shinobu y estaba a punto de preguntarle de nuevo sobre Shinoda, pero decidí esperar, al menos hasta llegar a Hawaii.

"Una vieja historia de amo... ¿Será mi historia?"



---Mark---

Todo esto me parece sorprendente pero yo necesito saber quién soy yo, y lo más importante, saber que soy para Hiroki.

-Por favor cuéntame todo sin omitir nada. –lo mire.
-Claro que sí Shinoda-san, es más, -comento- lo llevare a su empresa.
-¿Mi empresa?
-Sí, usted es dueño de la empresa Ijuuin de Bienes Raíces.
-Vaya, -me quede pensando- tengo una pregunta.
-¿Sí?
-¿Mayte trabaja ahí?
-Sí, es su ayudante general, aunque...
-¿Aunque?
-Ella siempre le ha hecho la estancia imposible a su prometido.
-¿A Hiroki?
-Así es, -suspiro- no sé porque odia Hiroki-kun, siempre le hace alguna maldad pero Hiroki no dice nada.
-Ella me dijo que Hiroki le hacía maldades a ella.
-Eso no es verdad, -comento- Hiroki es tan bueno con todos.
-Esa mujer. –masculle.
-Vamos Shinoda-san lo llevare.
-Está bien.

Nos subimos a un taxi mientras me comentaba acerca de Mayte, me comentaba acerca de que esa mujer esparcía rumores de que Hiroki era lo peor, que se metía con cualquiera, pero nadie le creía ya que Hiroki con su dedicación, ternura y apoyo se ganó a todos.

Nos bajamos del taxi y mire el edificio, mi cabeza me comenzó a dar vueltas y me dolía mucho, pero eso no me importaba, ahora más que nunca necesito saber la verdad.

Entramos al edificio y todo mundo me miraba con sorpresa, algunos comenzaban a murmurar mientras que otros dejaban sus actividades.

Rick me condujo hasta una oficina y me senté en el sofá.

-¿Por qué todos me miran sorprendidos? –pregunte.
-Porque todos creíamos que estaba muerto.
-¿Eh?
-Hace casi más de medio año usted llevo a su prometido a una excursión, nos dijo que le pediría matrimonio, todos estábamos muy felices, porque ustedes dos son tan buenos y hacen la mejor pareja.

¿Casarme?

Yo, ¿le pedí matrimonio a Hiroki?

Las imágenes de una montaña y yo tomando a Hiroki en mis brazos, pidiéndole que se casará conmigo.

-Después nos llegó la noticia que hubo un temblor en el lugar al que ustedes fueron a escalar, Hiroki estaba mal herido en el hospital pero, jamás lo encontraron a usted, -me miro- lo dieron por muerto, se le busco por muchos medios pero, pensaron que su cuerpo se lo llevo el rio.

Lo mire sorprendido.

-Hiroki despertó 4 meses después sin recuerdos, no sabía quién era, Shinobu y Misaki, sus mejores amigos lo cuidaron pero no le dijeron de usted.
-¿Cómo?
-Como le había mencionado, a usted lo dieron por muerto, ellos decidieron que no le dirán de usted, por eso nunca lo han traído, no querían que Hiroki sufriera.
-Por eso no sabe quién es Shinoda.
-Shinoda es usted, -se levantó de su asiento y me mostro una foto- está es la foto más reciente que se tomaron.

Tome el cuadro y mire la foto.

Estaba abrazando a mi hermoso ángel de la cintura mientras él sonreía ampliamente.

-Hay más. –comento dándome un álbum de fotos.

Empecé a mirar las fotos y en cada una de ellas estaba con mi angelito y otras personas, pero quienes estaban en el centro éramos los dos.

-Hiroki. –murmure.
-Ustedes se amaban con locura.
-Pero ahora él...
-Recuerde que no sabe quién es usted, -suspiro- no se mucho de Hiroki, ya que me encargue de su empresa, pero aunque Hiroki tenga una pareja yo sé que lo que siente por usted debe de estar en su corazón.
-Rick, cuéntame todo lo que sepas de nosotros.
-Será un placer.
-Usted conoció a Hiroki cuando él tenía 17 años, cuando entró aquí a realizar su servicio social, usted lo contrato enseguida porque se enamoró de él a primera vista.
-¿Cómo lo sabes?
-Yo era su secretario personal pero usted me promovió y fue Hiroki él que siempre estuvo con usted.
-Así que eres mi mano derecha.
-Algo así, -sonrió- poco a poco se fueron enamorando hasta que se hicieron pareja, ahora llevan 4 años de ser amantes.
-¿Tanto tiempo? –me sorprendí.
-Sí, ustedes se aman.
-Mi Hiroki.

Me siguió contando de mis amigos, de Misaki y su esposo Akihiko, de Shinobu, de mi hermano.

-¿Hermano?

Tomo el álbum y me mostro su foto.

-Él es Ijuuin Kyo, su hermano mayor.

Al verlo recordé las veces que abrazaba a mi amado o intentaba besarlo.

Sentí como el enojo me invadía, no puedo creer que mi hermano me haya querido quitar a mi amado, pero...

Sí es mi hermano, ¿Por qué no me lo dijo? ¿Por qué me trato como un desconocido?

-¿Ocurre algo Shinoda-san? –pregunto Rick.
-No sucede nada, por favor continua.

Siguió hablándome de la relación tan linda y estable que tenía con Hiroki, de mis negocios, de los viajes de todo un poco.

Ya cuando me di cuenta había oscurecido.

-Eso es todo lo que se.
-Gracias, -lo mire- ahora puedo estar tranquilo de que todo lo que pensaba o creía son mis recuerdos.
-Espero pueda recuperar su memoria.
-Yo igual, tengo que recuperar mi vida, mis amigos y a mi prometido.
-Sé que lo recordará.
-Yo igual, -sonreí- él me quiere, estoy seguro, solo que ahora no sabe diferenciar sus sentimientos, ya que no sabe todo de mí.
-Espero puedan hablar.
-Yo igual.

Seguimos charlando un poco más hasta que se disculpó porque quedo de llevar a su familia al cine, nos despedimos y él me dio una llave con una dirección.

Me subí a un taxi y le pedí que me llevara a la dirección que le indique.

Llegue a una casa enorme y me sorprendí ya que se me hacía tan conocida, entre a la casa y la mire.

-Mi hogar.

Me deje caer en el sofá y un sinfín de imágenes se presentaban en mi mente.

-Hiroki, mi Hiroki....

Saque mi celular y me di cuenta que estaba apagado, lo prendí y vi un mensaje de Hiroki.



Hola Mark, espero que estés bien, lamento no haberte visto en estos días, ocurrió algo con mi mejor amigo y luego sentía pena de verte.

Lo que dije ese día es verdad, yo te quiero, pero necesito tiempo, es que me siento tan confundido.

No te podré ver por un mes ya que iré de vacaciones con mi amigo y nuestras parejas, pero prometo buscarte en cuanto vuelva.

Por favor cuídate, y no olvides que te quiero.



Me quiere, él siente algo por mí.

Ahora que tengo mis recuerdos pondré en orden mi vida y voy a recuperar lo que me pertenece, ya no seré Mark, solo Shinoda...  

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