---Miyagi---

Me empecé a dejar llevar por el deseo que le tengo a mi amado Shinobu, lentamente probé esa piel que siempre he querido probar, dejar mi marca en ella, su cuerpo es tan hermoso, simplemente perfecto.

"Solo mío..."

-T-Te odio.

Me distrajo de mis pensamientos esas simples palabras, mire a mi amado niño que tenía lágrimas en sus mejillas mientras temblaba.

¿Qué estoy haciendo?

Lo amo, pero, hacerle algo que no quiera es...

Lo senté de nuevo en el sofá colocando su playera en sus hombros y lo abrace a mi pecho. Sus sollozos se intensificaron y trato de apartarme.

-Lo siento amor mío.
-¿Por qué no me dejas ser feliz? Tú...
-Actúe mal, pero no quiero que me odies.
-No me toques, suéltame ya...
-Shinobu-chin perdóname, por favor yo...
-QUE ME SUELTES. –me empujo.

Me dolía la forma en como me miraba, sus lágrimas acumuladas, quería acercarme pero él se alejó de mí.

-NO TE ME ACERQUES.

Subió corriendo las escaleras encerrándose en una habitación.

Que idiota he sido...

Estaba a punto de obligar a la persona que más amo a entregarse a mí, sino fuera por sus palabras tal vez yo...

Mire mis manos y las cerré en puños...

Soy de lo peor...

¿EN QUÉ RAYOS ESTABA PENSANDO PARA INTENTAR HACERLE DAÑO A MI NIÑO?

Debo estar muy dañado para intentar lastimarlo, en verdad lo lamento tanto, quisiera poder pagar esa falta que cometí.

Me siento tan frustrado, no sé cómo ahora me acercaré de nuevo a mi niño, le hice algo terrible, ¿Qué puedo hacer para que me perdone? ¿Cómo recupero su confianza?

Mi amor por Shinobu es tan grande, que tal vez no lo demostré como debía, pero lo amo, en verdad lo hago, por eso hice todo esto, para protegerlo de Risako y que se diera cuenta que me sigue amando.

Camine hacía la cocina para preparar algunos bocadillos y comiera un poco, tal vez se relaje cuando coma algo.

Termine de preparar los bocadillos, los coloque en una charola, serví un poco de té y subí a la habitación.

Toque la puerta antes de entrar pero no me respondió, así que gire la perilla de la puerta y entre, mi niño estaba sentado cerca de la ventana abrazando sus rodillas.

-Shinobu. –murmure.

Coloque la charola en el mueble y camine hacia él.

-Te traje algo de comer. –comente.
-LLEVATELO. –gruño.
-Mi niño tienes que comer.
-No quiero nada.
-Shinobu. –lo abrace.
-NO ME TOQUES. –me empujo- ERES LO PEOR, TE ODIO.
-Por favor compréndeme, lo hice por ti.
-No digas tonterías, -gruñó- lo hiciste por ti, nunca pensaste en mí.
-Mi amor...
-NO, NO SOY TUYO, NO SOY NADA TUYO, YO Y-YO TE AMABA TANTO MIYAGI, ¿POR QUÉ HICISTE ESO?
-LO lamento, -lo abrace fuertemente- lo siento tanto amor.
-Quiero ir a casa Miyagi por favor.
-Prometo que te llevaré a la casa mi amor pero no ahora, quiero que Risako se calme.
-Lo puedo solucionar de otra manera. –me miro.
-LO siento mi niño, en verdad lo siento.
-Por favor...
-Me duele tu dolor Shinobu-chin, esperaremos un mes y regresaremos te aseguro que te cuidaré y te mostraré mi amor de manera sincera.
-No quiero, déjame tú...
-Lamento tanto lo de hace un rato, te juro que no volverá a pasar.
-No te creo.
-Te lo demostraré.
-Sí aún me aprecias, -me miro- déjame ir, demuéstrame así tu cariño.

Sé que tiene razón pero él aún me ama y puede volverse a enamorar de mí, haré hasta lo imposible para que me diga te amo de nuevo.

---Nowaki---

Abrace fuertemente a mi amado cuando ese hombre se marchó, en verdad me sentí tan celoso de solo ver la cercanía que ambos tenían, no me agrada.

-¿Nowaki?
-Hiro-san, me siento tan celoso.
-Baka, -se sonrojo- solo te quiero a ti.

Entramos a la casa y lo besé apasionadamente.

-¿Puedo comprobar tus sentimientos?
-¿Eh? –me miro.
-¿Puedo hacerte mío Kamijou Hiroki?

Mentiría si dijera que no deseo a mi amado, que no pienso en hacerlo mío y tenerlo en mis brazos hasta el amanecer, sentir su piel junto a la mía, darle mi calor y que él me dé el suyo, amarnos sin contratiempos.

Sé que estoy pidiendo mucho pero en verdad lo necesito y lo anhelo tanto...

-S-Sí. -Tartamudeo.
-¿Hiro-san?
-Q-Quiero estar contigo. –se sonrojo.

Le di un beso tierno y lo tome entre mis brazos, lo lleve hasta su habitación y lo senté en la cama. No quiero olvidarlo, es lo que más amo.

-Hiro-san sí tú quieres yo...
-Te amo.

Lo bese apasionadamente mientras desabotonaba su camisa, los brazos de mi castaño se aferraron a mi cuello, tenía un bello sonrojo en sus mejillas.

Lentamente empecé a acariciar su hermosa piel, baje mis labios hasta su cuello probándolo con mucho deleite, baje un poco más y recosté a mi amado, empecé a lamer sus pezones y acariciarlos de forma circular.

-Ahh. –gimió y desvió su mirada.
-Y-Yo lo...
-Mi amor, ese sonido es el más hermoso que he escuchado, por favor, -le dio un beso casto- déjame escucharlo más.
-E-Es vergonzoso.
-Entonces haré muchas cosas más. –sonreí.

Le empecé a quitar su pantalón y su ropa interior, en verdad su cuerpo es tan perfecto, no puedo contenerme, es lo que más amo. Su piel tan suave y perfecta, acaricie sus piernas y empecé a besarlas.

Cada gemido que empezaba a emitir me sentía tan excitado, siento que me parezco a un pervertido lujurioso y siendo sincero eso soy.

Tome su miembro entre mis manos y comencé a masturbarlo.

Se tapó la boca para no gemir mientras sus ojos se volvían cristalinos.

-No tienes por qué ocultar esos hermosos sonidos Hiroki, solo yo te estoy escuchado.
-N-Nowaki eso es ahhhh.
-Prometí hacerte sentir bien y eso haré.

Empecé a lamer el miembro de mi castaño con lentitud, desde la base hasta la punta mientras él se aferraba a las cobijas.

-AHhh s-se siente r-raro.

Me metí todo su miembro a mi boca y lo comencé a chupar y succionar, Hiroki intentaba reincorporarse, pero los espasmos de placer se lo impedían.

Seguí saboreando a mi amado castaño hasta que él arqueo su espalda y se corrió en mi boca y yo lo trague con gusto.

-L-Lo siento. –me miro.
-No tienes por qué disculparte, eres muy delicioso.
-Baka. –desvió su mirada.

Tome un poco de loción que tenía en un mueble y lo vertí en mis dedos, lentamente coloque uno en su pequeña entrada.

-¿Q-Qué haces? –se sorprendió.
-Necesito prepararte amor mío. –lo mire.

Metí mi dedo mientras él empezaba a gemir, después metió otro y luego otro más, los movía lentamente, empecé a simular embestidas, cada gesto me hacía estremecer, necesito entrar en él, necesito sentirlo.

Saque mis dedos y me quite la ropa, mi amado se sonrojo más de lo que estaba y me miro a los ojos. Lentamente coloque la punta de mi miembro en su entrada.

-Quiero que estés tranquilo Hiro-san, confía en mí.
-Lo hago.

Lo tome de las caderas y entre en él de una embestida.

-Ahhhhh. –se estremeció- S-Sácalo.
-Tranquilo amor, respira profundamente. –comente.
-N-No puedo.
-Aquí estoy para ti.

Lo bese apasionadamente mientras comenzaba de nuevo a acariciar su miembro que poco a poco comenzaba a despertarse.

-N-Nowaki. –gimió- Hazlo.
-LO que tú me pidas mi amor. –bese su frente.

Tome sus caderas y comencé a moverme lentamente, su interior es tan estrecho, tan placentero, me encanta sentirlo, estar conectado con él.

-Ahhhh e-es t-tan...
-Te amo Hiroki, eres solo mío.
-Nowaki...

Mis movimientos eran lentos pero certeros, mi amado gemía fuertemente mientas se aferraba a las blancas sabanas, el sudor recorría su cuerpo lo cual lo hacía verse más sexy, me incline un poco y lo bese apasionadamente mientras él se aferraba a mi espalda, sentí como sus uñas se clavaban en mis brazos pero no me importo, lo que me importa en que él se sienta bien.

De un solo movimiento jale a Hiroki hacía mí haciendo que se colocara encima, tome sus caderas y lo empecé a mover de arriba hacia abajo.

-Ahhh, e-espera.

Su expresión fue tan hermosa, sus ojos cristalinos mientras me miraba con sorpresa.

"Creo que le di a su punto erógeno"

-¿Te sientes bien si hago esto?

Le di una gran embestida haciéndolo gemir más fuerte.

-E-Es raro.
-¿Te gusta?

Mordió su labio para no responder mientras seguía embistiéndolo en el lugar donde más gemía.

-Me encantas Hiroki, están tan estrecho.
-N-No lo digas. –susurro.
-Hiroki, me estoy haciendo adicto a tú piel y tus besos, por favor bésame.

Hiroki coloco sus manos en mi cuello y me beso apasionadamente mientras sus gemidos se ahogaban en mi boca.

-N-No puedo más. –murmuro.
-Hazlo amor mío.

Tome su miembro y lo masturbe al ritmo de mis embestidas.

-Ahhhh.

Se corrió en mis manos y luego de que le diera unas embestidas más me corrí en su interior, él se acurruco en mi pecho.

-M-Me siento cansado. –suspiro.
-Te amo Hiroki, eres mi amado al cual yo voy a proteger siempre.
-También te amo.

---Ijuuin---

En cuanto dieron las 10 de la mañana camine hacia la cafetería donde quede de verme con Mayte, en verdad esa mujer prometió separar a mi castaño de mi hermano pero jamás lo logro, y eso es molesto.

La vi llegar y le hice una señal para que se sentará.

-Has tardado.
-Ya estoy aquí ¿no? –chasqueo la lengua.
-¿Qué me tienes? –pregunte.
-Eso es lo que debo preguntarte yo, ¿Qué ocurrió?
-Ya te lo conté.
-Sí pero necesito que me lo digas.
-Lo principal ahora es separarlos.
-¿Crees que no lo sé?
-Maldición Mayte, esto es serio debes embarazarte de ese idiota sí o sí.
-¿Cómo?
-No lo sé, embriágalo, sedúcelo, que caiga en una trampa, quiero que hagas algo para que ellos no vuelvan a estar juntos.
-En verdad estás urgido. –rio.
-Te lo estoy diciendo por las buenas, -gruñí- hazlo.
-LO sé, yo amo a Shinoda y haré lo que sea para tenerlo en mis manos.
-Eso espero, no quiero fallas.
-Nunca he faltado a mi palabra.
-Creo que sí, como 4 años.
-Es porque la piru... digo Hiroki se le metió por los ojos.
-No tiene la culpa de ser tan perfecto.
-Sí claro. –bufo.
-¿Entonces?
-Me encontraré "casualmente" con Shinoda y le contaré de Hiroki, la persona que me hizo sufrir.
-¿Crees que te crea?
-Pues tú debes de ayudarme a darle validez.
-¿Cómo? –pregunte interesado.
-Le diré que él es un promiscuo al pasar por una plaza y tú lleva a Hiroki, bésalo de una forma que parezca que te corresponde.
-Pensé que solo eras una cara bonita. –reí.
-Idiota.
-Me gusta tu idea y te apoyo.
-Ya verás que funcionará.