---Nowaki---

Amo mi trabajo pero cuando tengo a la persona que es mi vida entera en mis brazos, ser llamado del hospital es un dolor de cabeza.

-No te vez tan bien Nowaki. –rio Tsumori.
-Ah, -suspire- extraño a mi Hiro-san.
-Pero, si lo acabas de ver.
-Aun así, quiero verlo, abrazarlo y decirle lo mucho que lo amo.
-Vaya que el amor te pego con todas sus fuerzas.
-Es mi vida entera. –sonreí.
-Mañana tienen una cita ¿no?
-Sí, ¿Quién te lo dijo?
-Mi pequeño niño, -rio- él siempre tan preocupado con Hiroki, que hasta me pongo celoso.
-Y él enamorado era yo eh.
-Bueno, que se le puede hacer, -suspiro- encontramos a dos hermosos chicos.
-En eso tienes mucha razón.
-Bueno sigamos trabajando.
-Es verdad.
-Al menos yo terminare pronto y me iré a quedar con mi niño.
-Senpai por favor no le haga nada.
-¿Acaso me crees un pervertido?
-Te digo la verdad o seguimos siendo amigos.
-Vaya, ya no hay respeto por tus superiores.
-Hai, hai.

Camine hasta mi oficina y comencé a dar consultas. Me llego un mensaje de mi amiga diciendo que quería hablar conmigo después de mi trabajo, así que la cite en el café más cercano.

Me alegra haber aclarado mis sentimientos con Hiroki, que afortunadamente llegue a tiempo para decirle que lo amo y que quiero tener una vida a su lado.

Ese maldito de Ijuuin le intentó hacer daño a mi castaño, debo alejarlo de su lado, no permitiré que se le vuelva a acercar de esa forma, no lo haré, porque ahora que Hiroki me ha aceptado yo soy el único que puede estar a su lado.

Al salir del hospital y como si lo hubiera invocado me encontré a ese tipo, sin pensarlo me acerque a él y lo tome del cuello de su camisa.

-¿Qué te pasa? –me miro.
-Quiero que no te le acerques a Hiroki, ¿entiendes?
-En primer lugar no me toques, -me empujo- en segundo lugar Hiroki me pertenece.
-No es verdad.
-Así es, -gruñó- yo lo he amado por 7 años, 7 malditos años en los cuales no pude confesarme y cuando estaba a punto de hacerlo llego el bastardo de Shinoda y me lo quitó.
-¿Cómo?
-Desde un principio Hiroki debió ser mío y solo mío, pero siempre estorbos como tú y Shinoda se interponen en mi camino, pero ya no más.
-En vez de quejarte y lamentarte, deberías de buscar a otra persona que te haga feliz.
-Hiroki es mi feliz, es mi vida.
-Lo siento Ijuuin pero Hiroki es mi novio y no permitiré que se le acerque.
-Tú no estás a su altura.
-Lo estoy, soy lo suficiente para él, me ama y yo lo amo, ¿Qué más podemos pedir?
-Maldito creído.
-No me interesa lo que pienses, solo no te acerques a mi novio porque te juro que me las pagarás.
-Eso ya lo veremos. –gruñó y se fue.

Suspire pesadamente y camine hasta mi auto.

-Vaya que eres de armas tomar. –sonrió.
-Hana, -la mire- ¿Qué haces aquí?
-Preferí venir por ti.
-Hana-chan, ¿A dónde quieres ir?
-Vayamos por una crepa, quiero comentarte algo.
-Claro.

Caminamos hasta el parque y le compre su crepa, nos sentamos en una banca y ella miro el cielo.

-¿Qué ocurre Hana-chan?
-Nowaki, -me miro- me iré del país.
-¿Cómo?
-Zebb, él vino en la mañana y comenzamos a hablar de lo que paso allá, me comento que me corrió para protegerme, que mis padres lo amenazaron con lastimar a su familia y a mí encerrarme en un lugar muy lejos, así que hizo todo eso por mí y por su familia, aunque sus padres lo regañaron, diciendo que no se dejará influenciar.
-Hana...
-Hablamos tanto y decidimos irnos a otro país para comenzar nuestro dulce amor.
-Me alegro hermanita, -la abrace- espero sean muy felices y me visiten de vez en cuando.
-Así será Nowaki, muchas gracias por todo. –me abrazo.
-Aquí se disuelve nuestro compromiso. –reí.
-Quien se quisiera casar contigo. –me mostro la lengua.
-Tal vez mi niño.
-¿Hiroki?
-Así es.
-Me invitaras a su boda ¿cierto?
-Claro, -reí- tú serás la madrina.
-Kyyaaa, hermoso.
-Gracias por tus sabias palabras Hana, sino fuera por ti y tus regaños tal vez yo...
-Con mi ayuda o sin ella, -me miro- hubieras enamorado a ese chico, eres tan directo en lo que sientes, solo que aquí pensaste en mi bienestar cuando tú primera prioridad debes ser tú.
-Te voy a extrañar. –la abrace.
-Nos volveremos a ver lo prometo. –se levantó.
-Cuídate.

Me volvió a abrazar y luego camino hacía un carro estacionado, donde se veía un chico con gafas oscuras quien solo hizo una reverencia y sonrió.

-Me alegro que todo se haya aclarado.

Camine de nuevo a mi departamento para prepararme para el día siguiente, porque tendría mi primera cita con mi lindo castaño.

---Shinobu---

Misaki y Usami se ofrecieron a llevarme a mi casa y yo lo acepte. En todo el camino Misaki comenzó a maldecir a Risako mientras Usami y yo nos reíamos.

-Están en mi contra. –hizo un puchero.
-Amor mío, es que te ves tan lindo cuando te enojas.
-Es verdad. –reí.
-Baka.

Al llegar a mi casa me baje del auto y los despedí. Me metí a la casa y camine hacía el baño.

-Maldita sea, -me mire al espejo- se está hinchando.

Me lave la cara y baje a la cocina por una compresa fría. Escuche el ruido del timbre y camine hasta la puerta.

-¿Sí?
-Shinobu. –me abrazo.
-T-Tsumori, -me sonroje- p-pensé que llegarías hasta la noche.
-Quería verte y...

Coloque instantáneamente mi mano en mi mejilla.

-¿Qué te paso? –me tomo del mentón.
-No es nada. –susurre.
-Shinobu, no mientas, -me acaricio mi mejilla y yo me estremecí- está muy hinchado, vamos.

Me tomo de la mano y me llevo hasta la cocina, me senté en una silla mientras Tsumori me colocaba una compresa fría.

-¿Qué ocurrió? –me miro.
-F-Fue Risako. –baje la mirada.
-¿Qué?
-Está enojada porque Miyagi la dejo.
-Esa mujer, -gruñó- me escuchará.
-Déjalo así Tsumori.
-Pero...
-No importa, -lo mire- ahora lo importante es que ambos estemos juntos.
-Shinobu, -tomo mi mentón- no dejaré que te hagan daño.
-Gracias. –me sonroje.
-No sabes lo mucho que te amo. –me beso.

Lentamente coloque mis brazos alrededor de su cuello, y los suyos bajaron hasta mi cintura, sentí como se aferraba a mi mientras me besaba con pasión, sentí como su mano se metía bajo mi playera y comenzaba a acariciarme.

-Ahhh. –gemí al sentir su lengua pasar por mi cuello.
-Shinobu, -susurro en mi oído- eres tan encantador.
-N-No lo ahhh.
-Te amo Shinobu, te amo tanto...
-Tsumori yo también.

Me sentó en el mueble y me beso apasionadamente, lentamente le fui quitando su camisa mientras él me besaba el cuello.

-Ahhh.
-Shinobu...

Acaricie su cabello y me aferre a él envolviendo con mis piernas su cintura.

-Ahhhh. –gemí.
-Ya llegue Shino...

Al escuchar la voz de Hiroki nos separamos y me arregle mi ropa.

-Lo siento, no quise interrumpirlos. –se sonrojo.
-N-no es nada. –me sonroje.
-Etto... -murmuro Hiroki- me iré a dormir, buenas noches.

Salió corriendo de la cocina y yo sentí como mis mejillas comenzaban a arder mucho más.

-¿Shinobu?
-T-Tsumori, c-creo que me iré a dormir también.
-Mi amor, -me abrazo- me gustaría seguir y...
-A m-mí también, -me sonroje- p-pero no aquí.
-Insinúas, -murmuro en mi oído- que quieres ir a mi casa.
-E-Eso...
-Esperaré Shinobu, así que vayamos a dormir. –me beso la mano.

---Mark---

Tener que esperar para ver a mi amado ángel es tan desesperante, lo necesito a mi lado, sé que Hiroki tiene a otra persona a su lado y que ambos son felices, pero no puedo evitar enamorarme de él, querer que este a mi lado y hacerlo feliz.

Soy un desalmado...

Deseando a Hiroki cuando él ya tiene a alguien...

Que egoísta sueno.

Camine de nuevo hasta mi habitación y me dejé caer en la cama.

-Hiroki, mi Hiroki...

Lo siento como mío, aunque él es prohibido.

Tome mi maleta y saque la tarjeta de presentación.

-¿Debería llamarla?

Respire profundamente y tome mi celular para marcarle.

-¿Sí?
-¿Mayte?
-Mark, -se sorprendió- q-que alegría que me llames.
-Solo quería preguntar como estabas.
-Muy bien, gracias, me alegro que te acordarás de mí.
-Algo así.
-¿Pasa algo?

Quería decirle que me encontraba en Japón, pero algo dentro de mí me lo impedía, era como un temor o un miedo.

-Solo quería saber cómo estabas.
-Me siento tan feliz que pienses en mí.

Charlamos un poco acerca de su trabajo hasta que se disculpó diciendo que tenía mucho trabajo que hacer, así que colgué.

-Ahora a esperar a que sea domingo para verlo de nuevo.



-Te amo tanto. –me abrazo del cuello.
-Y yo a ti Hiroki.
-Baka. –se sonrojo.
-Me alegro que estés conmigo.
-Yo...
-¿Qué pasa amor?
-Acepto vivir contigo.
-Hiroki eso es lo mejor que he escuchado.
-Gracias por estar a mi lado Shinoda.



Abrí los ojos de golpe.

-Shinoda...

Acaso ese nombre no es del ex de Mayte...

¿Por qué mi castaño lo menciono al abrazarme?

Porque pienso en esto, no entiendo nada...