---Hiroki---

Siento como si estuviera en una fantasía producto de mi mente, la sensación de seguridad, el sabor de sus labios el calor que me trasmite es lo mejor de la vida.

Nowaki me está besando, algo dulce y tranquilo, no puedo detener mis manos al amoldarse en su cuello, acaricio algunos mechones de cabello, me gusta está sensación aunque...

Una parte de mí tiene nostalgia, una sensación de culpabilidad, no puedo entender porque será, porque ocurre esto, no sé qué hacer.

Nos separamos por falta de oxígeno y me quede mirándolo fijamente.

-Hiroki, -me abrazo- te amo.

Me acurruque en su pecho y lo rodee con mis brazos.

-Y-Yo también. –me sonroje.
-No sabes lo feliz que me haces Hiro-san, -tomo mis manos- quédate siempre conmigo.
-Yo...
-Es cierto, -rio- Kamijou Hiroki ¿podría darme la oportunidad se ser tu pareja?
-N-Nowaki, -me sonroje- s-sí.
-Amor mío.

Aunque lo amo y lo he aceptado, la sensación de culpabilidad sigue presente.

-¿Pasa algo? –me tomo del mentón.
-Nada, solo me siento feliz.
-Ahora más que nunca te voy a proteger, les dejaré en claro a tus miles de admiradores que eres mío y solo yo puedo besarte.
-P-Pero que dices, yo no tengo admiradores.
-Sí supieras todos lo que decían de ti en el hospital.
-¿Qué decían?
-Pues que eres tan lindo y tierno, que parecías el bello durmiente, que con solo verte querían devorarte.
-E-Eso suena muy amenazador.
-No te preocupes ya que siempre los regañaba y no dejaba que nadie se acercara a ti.
-¿Hacías eso?
-Sí, bueno he de admitir que nos conocimos antes que recuperaras tu memoria, me salvaste.
-¿Te salve? No entiendo nada.
-Digamos que colapse en la calle y tú me salvas y me cuidaste hasta que llego mi amiga.
-¿Eso hice?
-Sí, -me tomo del mentón- y aunque solo intercambiamos algunas palabras yo quede enamorado profundamente de ti.
-V-Vaya, no se me hubiera ocurrido.
-Fue amor a primera vista. –me dio un beso.
-C-Creo que me pasó lo mismo.
-¿Enserio?
-Bueno, no sé qué sentí en el pasado, pero cuando desperté y lo vi, me sentí tan seguro, que quería monopolizarlo, creo que me enamoré cuando platicamos y me ofreció su amistad.
-Pero ahora te ofrezco un corazón en donde cada latido estás tú.
-E-Eres muy romántico. –sonreí.
-Es porque tú lo provocas.
-¿Enserio? –lo mire.
-Sí Hiroki, eres el amor de mi vida.
-Nowaki, -sonreí- me gustas mucho.
-Tú también me gustas demasiado.

Me beso tiernamente.

-Parece que ya son pareja, -comento mi amigo- me alegro.

Shinobu se encontraba recargado en la puerta con los brazos cruzados.

-Shinobu. –sonreí.
-Más te vale que hagas feliz a mi amigo, sino pagarás las consecuencias eh.
-Lo prometo. –comento Nowaki.
-¿Y Kyo-san? –pregunte.
-Ya se fue.
-Me alegro. –gruñó Nowaki.
-Por favor Nowaki, no te pongas así, ya te dije que él no lo hizo por maldad.
-Ese idiota... -comenzó a decir y yo lo bese.
-Por favor no digas nada más, ¿sí?
-Ah Hiroki, -suspiro- solo porque tú lo dices.
-Gracias. –lo besé.
-¿De qué me he perdido? –nos miró extraño mi amigo.
-Nada importante. –reí.
-Bueno, ¿quieren un poco de té?
-Sí, se me antojaron los bocadillos que trajimos. –suspire.
-Bueno iré a prepararlo, bajen enseguida.

Mi amigo salió de la habitación y antes de que yo saliera Nowaki me tomo de la mano.

-¿SÍ? –lo mire.
-Se me olvidaba que te compre esto. –me mostro un cuarzo de color café.
-Es hermoso.
-En cuanto lo vi pensé en tus ojos.
-Que hermoso, ¿me lo pones?
-Claro.

Nowaki me coloco el cuarzo en el cuello, tan lindo y brillante.

-Es perfecto. –murmure.
-Simplemente parece que lo hicieron pensando en ti.
-No es para tanto. –me sonroje.
-¿Vamos?

Bajamos a la sala para comer unos bocadillos. Me siento feliz de estar a su lado y comenzar un romance con Nowaki, espero que algún día vuelvan mis recuerdos y poder ser feliz completamente.

---Shinobu---

Después de comer con los enamorados salí de la casa porque debía realizar algunas compras, así que tome mi cartera y mis llaves, salí de la casa y me fui caminando hasta la tienda de víveres.

-Shinobu-chin.
-¿M-Miyagi?

Me lo encontré en la entrada de la tienda, estaba a punto de dar media vuelta pero me detuvo del brazo.

-¿Qué quieres?
-Necesitamos hablar.
-Yo no quiero hablar con usted.
-Por favor Shinobu-chin.

Respire profundamente.

-Solo serán unos minutos.
-Te lo prometo.

Caminamos hasta el parque y nos sentamos en una banca.

-¿De qué quieres hablar?
-De nosotros.
-No hay nosotros Miyagi.
-Shinobu-chin, sé que te he lastimado profundamente y no sabes cuánto lo lamento.
-Eso quedo atrás.
-Por favor mi niño, -tomo mis manos- te amo, siempre lo he hecho.
-Pues que ridícula forma de amar tienes.
-Lo sé, fui un estúpido, no debí separarme de ti, pero lo hice por los dos.
-¿Ah? –me aparte.
-Shinobu yo quiero darte lo mejor, que nada te falte y tengas todo lo que tú tienes, -me miro- si comencé una relación con Risako fue porque ella me da un pase directo a un mejor trabajo y un status económico más alto.
-¿Qué?
-Mi amor, -se incoo recargando su cabeza en mis piernas- lo siento tanto en verdad, yo he terminado con ella, así que volvamos a empezar, déjame demostrarte todo mi amor.

Mis lágrimas comenzaron a salir...

La persona que ame con locura, por la que hubiera dado mi vida, me vio como un interesado, me dejo simplemente por dinero, sí yo siempre le decía que no me importaba lo material sino los sentimientos.

¿Qué clase de persona cree que soy?

-Te amo... -sentí como si inclinaba hacia mi rostro.
-Eres lo peor, -lo aparte- ¿Cómo pides que te perdone? ¿Por qué rayos crees que el dinero me podría hacer feliz?
-Quería que nada te faltaba.
-¿Qué rayos sabias de mí? YO TE AMABA A TI NO A TU POSICIÓN ECONÓMICA...

Me levante de la banca y él me abrazo por la espalda.

-Déjame.
-Lo siento amor mío, podemos empezar de nuevo y...
-TE QUIERO LEJOS DE MÍ, NO TE ME ACERQUES, TE ODIO...
-Sé que aún me amas.
-No lo hago, ya no, todo ese amor que sentía por ti fue muriendo con cada acción que tuviste.
-Shinobu, en verdad lo siento...
-A mí solo me interesaba tú amor Miyagi, no quería nada más, soló a ti...
-Perdóname.
-Ya es tarde, -me aparte de él- lo siento.
-Shinobu, permíteme demostrarte que...
-No quiero nada de ti, corrompiste tu alma por dinero, por ser parte de la sociedad alta, no te importo mi amor, me alejaste como si nada.
-Lo hice por los dos.
-No Miyagi, lo hiciste por ti, fue tu egoísmo el que acabo está relación.
-Te lo ruego.
-Lo siento Miyagi pero yo estoy enamorado de otra persona.
-¿Del estúpido rubio?
-No te permito que le llames así.
-Es un aprovechado, nos está separando.
-BASTA MIYAGI, -lo mire- PIENSA ANTES DE HABLAR.

Empecé a caminar hacía mi casa.

-Shinobu...
-Esté es el adiós Miyagi.
-No me rendiré, tarde o temprano tú serás mío.
-Nunca.

---Mark---

Al día siguiente tome la mochila en la cual había guardado mi ropa para una semana, baje las escaleras encontrándome con mis abuelos y mi hermana.

-Suerte en tu viaje Onii-chan.
-Gracias Samanta. –acaricie su cabello.
-Hijo cuídate mucho por favor. –comento mi abuela.
-Disfruta de tu viaje. –sonrió mi abuelo.
-Así será.

Les dije que no era necesario que me acompañaran hasta la central de autobuses puesto que mi abuelo seguía mal de la pierna. Así que me dirigí hasta la central y compre mi boleto.

El viaje a la ciudad fue algo largo y cansado, pero por fin después de 4 horas llegamos. Miré un mapa que había comprado y busque los departamentos más cercanos y hoteles. Después de encontrarlo llegue al lugar y pedí una habitación pagando así los días que me iba a quedar.

Subí a la habitación y me recosté un rato en la cama.

Me siento extrañamente familiar al estar en la ciudad, como si siempre estuviera aquí, incluso revisar el mapa se me hizo demasiado fácil.

No quiero pensar de más y mucho menos tener sospechas, pero mi familia actúa un poco raro cuando menciono el pasado, es como si me ocultaran algo importante y no me agrada eso.

Tal vez prolongue mi viaje aquí para poder encontrar pistas sobre lo que me ocurrió, quiero mucho a mi familia pero no puedo creerles del todo, algo ocultan y no me gusta que eso pase.

Después de descansar un rato decidí darme una vuelta por los alrededores, guardé el mapa por si las dudas, aunque no creo necesitarlo ya que mi propio cuerpo me va guiando.

Camine por las calles principales mirando todo a mi alrededor, sintiendo todo tan conocido y desconocido a la vez, mi cabeza comienza a dolerme y me recargo en un poste.

-¿Estás bien?

Esa voz resonó en mi cabeza, se me hizo tan cálida y hermosa. Lentamente me reincorpore y subí mi mirada encontrándome con dos orbes color chocolate tan hermosas.

-¿Puedo ayudarte en algo?

No podía hablar por la sorpresa, la persona que tenía frente a mí es la misma persona de mis sueños, ¿tanta suerte tengo?

-E-Estoy bien solo mi cabeza me duele.
-Ven, vamos a sentarnos y comprare una pastilla para el dolor.
-No es...

Aquel castaño me tomo del brazo y me llevo hasta una cafetería.

-Espera aquí, iré a ordenar algo.

Lo vi dirigirse a la caja, luego salió de la cafetería. Una chica dejo en mi mesa dos tazas de té con algunos panecillos.

El hermoso castaño volvió con una bolsa en sus manos y se sentó frente a mí.

-Tomate estas pastillas con el té.

Hice lo que me pidió mientras lo miraba fijamente.

-Gracias, -sonreí- no entiendo porque me ayudas.
-Bueno, no te iba a dejar ahí ¿verdad?
-Eso creo.
-Mi nombre es Kamijou Hiroki, mucho gusto...
-Soy Mark Stone.
-Un placer.

Aquel castaño sonrió de una forma que hizo latir mi corazón tan fuertemente.

"Por fin encontré a mi hermoso ángel de mis sueños..."

Soy tan afortunado.