---Tsumori---

Salí a pasear con mi amado Shinobu, ya que Hiroki nos dio un regaño por quedarnos a cuidarlo, entiendo cómo se siente, pero mi amigo en verdad lo ama, no sé qué le habrá picado pero supongo que tendré que averiguarlo.

Llegamos hasta una plaza y lo lleve a un puesto de comida ya que mi niño no dejaba de verlo, así que tome su mano y lo lleve hasta ahí.

-Shinobu ¿estás bien?

Él me miro y sonrió.

-Sí estoy bien, solo que me siento preocupado por Hiroki.
-¿Por lo de Nowaki?
-Sí, -suspiro- es que no puedo creer que lo haya rechazado, pensé que él también le gustaba.
-Y le encanta, en verdad Nowaki lo ama.
-Pero tiene una prometida.
-Eso es algo difícil de explicar, sinceramente ellos no están enamorados.
-¿Cómo?
-Te lo explicaré.

Le comencé a contar acerca de que la chica y Nowaki solo son amigos, que Nowaki lo hacía por ayudarla, que no hay nada entre ellos, solo una hermosa amistad, que son como si fueran hermanos. Le explique cómo estaba la situación entre ellos dos.

-Entonces, ¿por qué él?
-No lo sé Shinobu, pero te prometo investigarlo. –tome sus manos.
-Gracias Tsumori, siempre me estás ayudando.
-Porque eres lo que yo más amo, -besé sus manos- eres mi niño.
-Y-Yo...
-¿Qué sucede? –lo mire.
-Tsumori yo, -se sonrojo- también te amo.

No pude evitar sonreír, me levante de mi lugar y lo abrace fuertemente.

-Tus palabras me hacen tan feliz, en verdad, me siento tan afortunado de tenerte.
-G-Gracias a ti por no rendirte.
-¿Rendirme contigo? –lo mire- NI LOCO.

Lentamente me acerque hasta sus labios hasta casi rosarlos.

-Vaya, así que ya tienes pareja, -comento una mujer- por un momento pensaba que te quedarías solo.

Nos separamos y vi a la mujer. Estaba acompañada del hombre que más despreció, me mira con enojo y yo solo tome la mano de mi amado.

-¿Por qué le dices eso a mi novio? –la mire.
-Es solo que él se la pasaba coqueteando con mi prometido. –gruñó.
-Eso no es... -comenzó a decir mi niño y yo apreté su mano en gesto de cariño.
-No le permitiré decir mentiras acerca de Shinobu.
-Es la verdad.
-¡RISAKO! –gruñó mi enemigo.
-¿Por qué siempre lo defiendes? –grito la mujer.
-Tsumori vámonos. –se levantó mi amado.
-Está bien. –sonreí.

Tome su mano y caminamos un poco hasta que sentí como jalaban a mi amado.

-No te lo vas a llevar. –gruñó.
-¿M-Miyagi? ¿Qué haces?
-Tenemos que hablar Shinobu.
-NO LO TOQUES. –lo aparte.
-Shinobu es libre de hacer lo que quiera, así que ira conmigo. –lo tomo de la mano y yo le di un manotazo.
-No lo toques, él es mi novio.
-Eso no es verdad.
-MIYAGI YA BASTA. –gruñó mi niño- Ya me canse demasiado, tú solo eres mi profesor y Tsumori es la persona a la cual amo.
-Shinobu, tú no pudiste olvidarme, tú me amas y...
-MIYAGI, ¿POR QUÉ RAYOS ME DEJASTE AHÍ?
-Te hablan, -rio mi niño- anda que no quiero que tu mujer piense mal de mí.
-Shinobu déjame explicarte que...

Shinobu tomo mi mano y comenzó a caminar hasta el estacionamiento, al llegar lo tome de la cintura y lo cargue.

-¿Qué haces? –rio.
-Soy el hombre más feliz del mundo Shinobu.
-T-Tsumori baka, ya bájame.
-No puedo, -lo mire- no puedo, me haces tan feliz, demasiado.
-Yo también soy feliz –sonrió.
-Eres tan hermoso, -lo baje- solo mío y no pienso compartirte con nadie.
-No quiero que me compartas. –tomo mis manos y las coloco en sus mejillas.
-Te amo.
-Y yo a ti.

Lo besé tiernamente y él coloco sus brazos en mi cuello.

Después de besarlo nos subimos al auto y nos dirigimos a su casa, quería preguntarle si algún día volvería a hablar con Miyagi pero no quería arruinar nuestro momento y menos por un estúpido como él.

Al llegar entramos a la casa y nos quedamos sorprendidos de ver a Hiroki dormido en las piernas del pelinegro y esté también estaba dormido.

-Tal parece que no pierde el tiempo. –rio Shinobu.
-Aunque él ya pertenece a mi amigo.
-¿Y quién lo dice? –hizo un puchero.
-Yo.
-Pues Ijuuin-san es mucho más guapo. –sonrió.
-¿Acaso te gusta? –pregunte celoso.
-Quien sabe. –me enseño la lengua.
-Tú eres mío, así que no te quejes. –lo abrace de su cintura- Aunque también me gustaría que mi amigo y Hiroki fueran novios.
-Ya no hay opción, Hiroki está lastimado y no creo que quiera hablar con él.
-Esperemos que todo se solucione.
-Sí.

---Hiroki---

Me desperté a las 10 de la mañana y me di cuenta que estaba en mi habitación. Me parece algo extraño ya que recuerdo haber estado viendo películas con Kyo, ¿Cuándo fue que llegue hasta aquí?

Me levante de la cama y me metí al baño, me di un baño con agua fría ya que le día era caluroso, me coloque ropa algo holgada y camine al comedor donde vi a mi amado con su novio.

-Vaya Shinobu, así que ustedes dos... -bromee.

Mi amigo se puso todo rojo y desvió su mirada.

-Me quede a pasar la noche aquí, pero no es lo que tú crees. –sonrió Tsumori- No aún.
-¡TSUMORI!
-Es broma amor. –lo beso- Me encanta hacerte sonrojar.
-N-No digas más.
-Bueno en lo que ustedes siguen en lo suyo yo iré a desayunar.

Mi amigo solo desvió la mirada muy sonrojado haciendo reír a su novio, yo me prepare unos hot cakes y me senté en la cocina a desayunar.

Al terminar lave los platos y me dirigí a la sala para distraerme un rato.

¿Debería de darme una oportunidad con Kyo?

No, eso sería demasiado apresurado, no quisiera lastimarlo por mis decisiones aceleradas, dejaré que el tiempo nos junte.

No entiendo, no sé nada, me siento tan confundido, en verdad me duele su rechazo de Nowaki, pero me siento tan raro, como si tuviera una carga en el pecho.

Debería salir y distraerme, aunque debería ir a trabajar, creo que buscar Algo que me guste, Shinobu dijo que me gustaría ser como un profesor, debería intentarlo, no me siento capaz para regresar a la empresa de bienes raíces.

Camine hasta el librero y comencé a ver algunos libros. Elegí uno y al querer sacarlos un folder de cayo esparciendo todo el contenido, me agache a recogerlo y me encontré con una foto.

En ella estaba abrazando a Shinobu y Misaki estaba con Usami, aunque había otro hombre a mi lado, me tenía tomado de la cintura mientras sonreía.

-Hiroki iremos a dar una vuelta y... -comenzó a decir Shinobu.
-Shinobu, -me levante y lo mire- ¿Quién es él?

Shinobu se sorprendió al ver la foto y luego suspiro, camino hacia mí.

-Era nuestro mejor amigo.
-Amigo, ¿Dónde está?
-Él... él ya no volverá.
-¿Por qué lo dices?
-Por favor Hiroki, no me preguntes más. –sus ojos se volvieron cristalinos.
-Lo siento, no quise herirte.
-No es nada, -se limpió las lágrimas que tenía en sus mejillas- ¿quieres ir con nosotros?
-¿A dónde iremos?
-KYO-SAN. –sonreí.
-¿Qué es esto? –tomo la foto.
-Shinobu me dijo que era un amigo que teníamos en común.
-Vaya, -se sorprendió- es sorprendente.
-Etto... -murmuro Shinobu- ¿Por qué no vienen con nosotros?
-¿Cómo una cita doble? –rio Kyo.
-Algo así. –murmuro Tsumori.
-¿Quieres ir mi niño?
-S-Sí. –respondí.

Los cuatro salimos de la casa y nos subimos en el auto de Kyo, él manejo hasta una plaza donde había varios puestos. Se estaciono y nos bajamos para dar una vuelta. Tsumori y Shinobu caminaban hasta en frente, mientras que Kyo y yo caminábamos atrás tomados de la mano.

-E-Es vergonzoso Kyo.
-Me gusta tomar tu mano, me siento feliz.
-E-Eso es...
-Vamos a divertirnos y olvidar todo lo que nos hace mal.
-Hai.

Me llevo a cada puesto y me compro muchas cosas, su cercanía me incomodaba aunque me sentía protegido, sus ojos siempre me miraban con mucho amor y al susurrar mi nombre en mi oído me hacía estremecer.

-Hiroki.
-¿Sí? –lo mire.
-Te amo.
-K-Kyo...
-No sabes cuánto te amo. –me tomo del mentón.

Su mirada es felina y a la vez tranquila, quería apartarme hasta que vi a Nowaki, estaba acompañado de una chica muy linda, supongo que es su prometida.

Nuestras miradas se encontraron y lo vi aproximarse. Así que coloque mis brazos alrededor del cuello de Kyo.

-Yo...
-Hiroki, mi Hiroki.

Kyo me beso y yo cerré los ojos disfrutando de ese besó, sus manos se colocaron en mi cintura, no quería verlo, no deseaba hacerlo, él es feliz, no quiero ser un estorbo.

---Nowaki---

Después del regaño que me dio mi amiga, decidí terminar mi trabajo. A media noche volví a mi departamento con mi amiga.

-Tú y yo iremos a dar una vuelta mañana.
-¿Para qué?
-Buscarás algo lindo que darle a tu castaño.
-Hana, no sé qué haría sin ti.
-Seguramente miles de estupideces, como la que hiciste ahora, -suspiro- te pasas Nowaki, en verdad, eres de lo peor.
-No me digas más.
-Es que te mereces eso y más.
-Lo entiendo y te juro que daré lo mejor de mí para conquistarlo.
-Eso espero.

Al día siguiente me desperté algo tarde ya que después de madrugar tanto mi cuerpo se sentía cansado, desayune, me bañe y me arregle para ir con Hana y encontrar un regalo perfecto para pedirle perdón y confesarme adecuadamente.

-Todo es hermoso. –comento mi amiga al llegar al lugar.
-No sé qué darle.
-Pues empecemos a buscar.

Caminamos por los alrededores mirando los objetos que vendían hasta que encontré un cuarzo color chocolate como sus hermosos ojos, así que decide comprarlo.

-Es hermoso Nowaki, seguramente le gustará.
-¿Tú crees?
-Ya verás que sí.

Caminamos un poco más y por azares del destino me encontré con mi amado a lo lejos, se ve tan hermoso y su sonrisa es encantadora, él me miro y se sorprendió.

No pude esperar más tiempo y empecé a acercarme a él, pero no me había dado cuenta que ese pelinegro estaba a su lado hasta que mi castaño lo abrazo y ambos se besaron.

-E-Es mentira. –murmure.
-¿Nowaki?
-Él es mío.

Comencé a caminar hacia ellos pero mi amiga me detuvo.

-SUELTAME HANA.
-No hagas una tontería.
-HANA.
-Nowaki, si vas ahora con él solo lo asustarás, cálmate.
-LO ESTÁ BESANDO.
-Amigo, iremos después pero ahora relájate.
-MALDITA SEA. –gruñí.

Los vi alejarse y encontrarse con el chico rubio y mi amigo, MI AMIGO, maldito Tsumori, juro que le voy a reclamar, esto no puedo dejarlo así, tengo que hablar con él...