---Shinoda---

Desde que conocí a Hiroki hace 6 años me quede cautivado por su belleza, una verdadera joya, tan hermoso y lindo, nunca pensé en fijarme en un hombre pero me hizo feliz, la forma en como me hablaba como decía mi nombre, sus sonrojos, su risa, su carisma, todo de él me enamoro por completo.

Aunque me costó trabajo poder enamorarlo, que me hiciera caso, tuve que hacer de todo para que se fijará en mí y me pudiera acercar a él.

Cuando estudiábamos era una persona seria, se la pasaba en sus libros, quería ser el mejor, aunque le comente que debía relajarse un poco, tratar de ser feliz, de disfrutar los momentos que da la vida.

Puede que suene como si fuera sonsacador pero yo quiero lo mejor para él, lo amo...

Él se fue soltando poco a poco, siguió siendo el mejor de la clase pero también aprendió a disfrutar de las fiestas, de las salidas, de sus amigos.

Como el profesor Usami que es ahora el esposo de su amigo Misaki, ambos son muy cernamos a mi Hiroki, también lo es Shinobu uno de sus mejores amigos, salía con el profesor Miyagi pero tal parece que la ex de Miyagi volvió y regresaron.

Shinobu ha afrontado las cosas con madurez, a pesar de ser el más joven del grupo de Hiroki.

Misaki y Shinobu son grandes amigos que Hiroki aprecia, después de ellos no considera a nadie más su amigo, a lo mejor Miyagi y Akihiko le agradan pero solo eso.

Aunque ahora que recuerdo fue gracias a sus amigos que yo me pude declarar a Hiroki sin ninguna falla.

***Flash-back***

Hace 4 años...

-Shinoda-san Hiroki saldrá en una hora. –comento un castaño de ojos verdes.
-Muchas gracias Misaki. –suspire.
-Todo saldrá bien, ya lo verá. –sonrió el rubio.
-Shinobu eres grande.
-Jejeje, no es para tanto, -rio- además Hiroki se muere por ti.
-¿Enserio?
-Es la verdad, además hacen una linda pareja, no sé porque tardaron tanto para esto, cuando los conocí pensé que eran novios por como actuaban y como lo besabas a cada rato.
-Desde el principio me enamore.
-Se te notaba todos los días. –rio el rubio.
-Shinobu ya deja a Shinoda-san.
-Hai, Hai...
-Ya está preparado el salón de artes. –comento Usami mientras encendía un cigarrillo.
-Te debo una.
-No precisamente, -sonrió- me ayudaste a conseguir un departamento muy bueno, me encanto.
-Bueno. –suspire.
-Deberías irte a preparar los últimos detalles.
-Gracias a todos.
-Suerte.

Camine por los pasillos hasta que llegue al salón indicado, todo perfecto una mesa con dos copas de vino unas rosas, todo decorado de una forma romántica. Misaki dijo que lo había citado puntual para que no faltará.

Después de un tiempo de espera escuche la voz de Hiroki, apague la luz y encendí una vela.

-Misaki, -suspiro- ¿Misaki?

Abrió la puerta y se sorprendió de verme a lado de la mesa.

-Shinoda, pensé que tú...
-Hiroki, -tome las rosas- yo quiero hablar contigo.
-¿Qué paso?
-Ven.

Tome su mano y lo lleve hasta una de las sillas ofreciéndole las flores y una copa de vino.

-E-Esto es. –se sonrojo.
-Hiroki yo, -suspire- desde hace mucho tiempo me he dado cuenta que eres una persona maravillosa, que tiene una hermosa alma, un lindo carisma, que eres simplemente perfecto.
-N-No es...
-Hiroki, -me acerque a él- me gustas.
-S-Shinoda. –se sorprendió.
-Sé que es raro que un hombre te confiese sus sentimientos, pero te amo, -tome su mentón- eres lo que más me importa, quiero estar siempre contigo.
-Eso...
-Perdón mi atrevimiento.

Cuando estaba a punto de quitar mi mano de su mentón él la tomo colocándola en la mejilla, con sus ojos cerrados y un gran sonrojo aparecía en sus mejillas.

-M-Me gustas Shinoda.
-Hiroki. –sonreí.
-Te quiero.

Lo abrace fuertemente a mi pecho y susurre en mi oído todo lo que sentía por él.

-¿Quieres ser mi pareja?
-Sí.
-YA ERA HORA. –comentaron sus amigos.

***Fin del flash-back***

Después de eso nuestro romance fue más grande y resolvíamos todo con tranquilidad, es mi querido amante.

Soy feliz estando a su lado...

Tengo el lugar, el equipo, el día y...

Saque una caja pequeña negra de mi saco y la mire.

Pienso pedirle que se case conmigo el domingo cuando vayamos a escalar, aprovechare que es nuestro aniversario para pedirle que este conmigo para toda la vida.

Nos amamos como locos, es un amor puro y sincero y así será siempre, lo único que importa es ser felices.

Hiroki es mi vida entera...

Muchas personas intentaron quitármelo pero solo consiguieron la fría mirada de mi castaño o un rechazo, sé que me ama y es por eso que quiero que lo nuestro sea más serio.

-¿Qué tanto haces Shinoda?

Guarde la cajita de nuevo y lo mire.

-Nada amor, solo me quede pensando en nuestra salida.
-Deberías de poner atención al trabajo.
-Sí ya lo termine, -lo jale y lo senté en mis piernas- ahora quiero mi recompensa.
-¿Ah? –enarco la ceja.
-No me canso de hacerte mío.
-Shinoda baka. –se sonrojo.
-Yo también te amo. –bese su cuello.
-Solo un poco.

Coloco sus brazos en mi cuello y me beso tiernamente.

-Te amo, -sonrió- bueno debo irme.
-No te vayas.
-Pasado mañana es Domingo, debo preparar mis cosas.
-Sí tan solo viviéramos juntos. –hizo un puchero.
-Ya te dije que quiero mudarme contigo pero prefiero esperar.
-Lo sé. –lo abrace.
-Entonces nos veremos el domingo.
-A primera hora. –sonreí.
-Hai.

Lo besé con pasión y lo vi salir de la oficina caminando ya que le gusta regresar a su casa así, se siente más tranquilo al disfrutar un poco del exterior, supongo que eso fue lo primero que vi de él, sus gustos.

Su forma de ser...

Sus deseos, su felicidad, sus metas...

Todo de él es perfecto...



---Nowaki---

Salí del hospital temprano ya que quería descansar un poco porque había rolado turnos y siento que me estoy acabando poco a poco.

No he dormido bien y mi cabeza duele un poco.

-Maldición. –masculle entre dientes al ver todo borroso.
-¿Estás bien?
-Q-Que...

Sentí los parpados pesados y antes de cerrarlo pude ver una silueta no tan alta de cabello castaño.

Un olor peculiar me hizo despertar, abrí los ojos y mire todo mi alrededor, todo tan conocido, una habitación de color lila con muchos libreros cerca, el aroma a té de limón rodea la habitación me encanta.

Me doy cuenta que estoy en mi departamento pero...

¿Cuándo llegue aquí?

Yo estaba en la calle y luego...

-Veo que estas despierto. –suspiro un castaño de ojos color chocolate- Me alegro, llevas muchas horas dormido.
-¿Quién...? –empecé a decir.
-NOWA-CHAN. –Hana corre hacía mí y me abraza.

El castaño solo me dedica una sonrisa y sale de la habitación.

-E-Espera... -comente pero no me escucho.
-Debe estar apurado, dijo que te encontró cerca de la plaza y que te desmayaste, -comento- tuvo que ver tu cartera para saber la dirección.

Mirar sus ojos me hizo sentir cálido el corazón, no sé porque tengo la necesidad de escuchar más su voz, de saber quién es, de conocerlo completamente.

-¿Quién era?
-Lo siento, -murmuro- no le pregunte, estaba tan asustada que no le pregunte nada.
-Hana-chan, sabías que debía agradecerle.
-Luego vemos eso, lo único que te debe preocupar es recuperarte, debes descansar.
-Lo sé, -suspire- Hana.
-¿Sí?
-¿Cuánto tiempo llevo dormido?
-Como unas 7 u 8 horas.
-¿Tanto? –me sorprendí.
-Sí.
-¿Hace cuánto estas aquí?
-Hace 2.
-Eso quiere decir...
-Ese chico te estuvo cuidando, incluso se colocó un trapo en la cabeza para bajarte la fiebre.
-Es muy bueno.
-Sí, -suspiro- demasiado diría yo...
-Espero volver a verlo.
-Debemos agradecerle- -sonrió mi amiga.

---Hiroki---

Cuando estaba caminando al trabajo me encontré con un chico peliazul, estaba tambaleándose un poco y sin duda alguna me acerque para ver cómo estaba.

Le llame pero no me hizo caso, cuando estaba a punto de caerse lo sujete.

Llame a un taxi y tuve que sacar su cartera para ver alguna identificación, afortunadamente la conseguí y le di la dirección, afortunadamente el taxista me ayudo a bajarlo, saque las llaves que llevaba en su chamarra y abrí su puerta.

Lo coloco en el sofá y le pague, camine por el departamento y encontré su habitación, como pude lo arrastre hasta su cama y lo recosté.

-Doctor Kusama Nowaki, -suspire- lamento haber tenido esta confianza contigo, pero no te veías muy bien y no soy capaz de dejarte en la calle.

Coloque su billetera en el mueble y toque su frente.

-Tienes fiebre, -murmure- me disculpare después.

Me acerque a su cocina y tome un trapo mojándolo un poco y colocándoselo en su frente.

-Creo que debo hablar a tu trabajo, tal vea sepan algo de tu familia.

Hable al hospital y di los datos de Nowaki, ellos me dijeron que le hablarían a su prometida para que viniera enseguida.

Me quede sentado a su lado viéndolo dormir plácidamente.

-Debes estar estresado, -suspire- deberías de descansar más seguido, eso me lo dijo una persona que amo mucho, no te dejes consumir por el trabajo, date tiempo para ti.

Acaricie un poco su cabello y lo vi sonreír.

Luego de unas horas tocaron la puerta y me encontré con una chica pelinegra de ojos marrones, me dijo que era la prometida del doctor, casi no hablamos puesto ella estaba masajeándose con alguien.

Cuando estaba a punto de irme recordé que en su recamara deje mi portafolios así que entre y lo vi despierto.

Solo cruce unas palabras con él y me percaté de que sus ojos eres del mismo color que su cabello, azules, un azul muy hermoso.

Decidí olvidar todo este asunto del chico, y concentrarme en mis asuntos.








Ya el domingo a las 6 de la mañana llego Shinoda por mí en su camioneta, me coloque ropa cómoda para escalar y me ayudo a subir.

-Será un gran día. –me beso al llegar.
-Se ve fabulosa. –sonreí.
-¿Listo? –estiro su mano.
-Hai.

Parte del día nos la pasamos escalando la montaña, Shinoda se encargó de preparar todo para que lo escaláramos.

-¿Todo bien? –me miro desde arriba.
-Sí, solo que hace mucho que no lo hacía.
-Te ayudare.

De dejo caer un poco y tomo mi mano colocando mi cuerda con la suya y empezamos a escalar.

-Gracias.

Así seguimos hasta llegar a la punta de la montaña.

-WAAAAA. –me sorprendí- Es hermosa la vista.
-¿Lo crees así?
-Me encanta.
-Hiroki, -me abrazo por la espalda- Feliz aniversario.
-S-Shinoda. –susurre.
-Te amo.

Me volteo lentamente y se hinco.

-¿Q-Que haces? –me sonroje.
-Yo Shinoda juro hacerte feliz siempre, prometo cuidarte amarte, darte todo lo que has querido y deseado, darte lo que más anhelas, darte todo mi amor y mi cariño.
-...
-Hiroki, -beso mi mano y me mostro un anillo- ¿Quieres casarte conmigo?

Sentí como mis lágrimas querían salir y asentí.

-S-Sí, -susurre- quiero casarme contigo.
-Hiroki, gracias. –me coloco el anillo y me beso.

Me siento tan feliz, tan completo...






De un momento a otro sentí como la tierra se movía.

-S-Shinoda. –me alarme.
-Tranquilo, seguramente pasara pronto.

Quería creerlo pero...

El movimiento se hizo tan fuerte haciéndome perder el equilibrio.

-¡¡¡¡¡¡¡HIROKI!!!!!!!!!

Escuche el grito de Shinoda y cerré los ojos.

Al abrirlos estábamos colgando de una cuerda mientras él me abrazaba con uno de sus brazos.

-SUJETATE CON FUERZA.
-Estás sangrando. –lo mire.
-NO TE FIJES EN ESO.
-Pero...
-MIERDA.

La cuerda comenzaba a romperse...

-Hiroki, -sonrió- te amo.
-¿Mi amor?

.......Krash......

La cuerda se rompió haciéndonos caer por una gran altura...

Lo último que recuerdo es a Shinoda abrazándome con fuerza y muchos árboles golpear todo mi cuerpo.

-Te amo...