Montserrat.
Entré a la habitación y Shark está dormido, doy algunos pasos y miró su historial clínico. El hombre tiene la fuerza de un caballo, y la resistencia de 10 hombres, saltar de un segundo piso, con su cuerpo en llamas y estar vivo. Solo hace alguien que tiene pacto con el Diablo, solía hablar solo en algunas ocasiones, Fabián decía que tenía el poder de hablar con sus antepasados y que eso pocos hombres lo hacían.
Era una costumbre que se ha perdido y que, en él se debía a lo arraigado a sus costumbres. Meto la mano al bolso y buscó la jeringa, cuando la puerta se abre. Giró para encontrarme con Fabián en pie mirándome con sorpresa.
—¿También te llamaron? —me pregunta.
Inicialmente no sé qué responder, no veo en sus ojos algo que me diga que está mintiendo o actuando, pero tengo muchas dudas de su presencia allí. No sé porque lo tiene como cuñado, solo sabía que conocía a Shark del pueblo y que eran de la misma raza. Me aclaro la garganta al ver que está en espera de mi respuesta y sonrió.
—Le prometí a Jade que lo buscaría entre mis colegas, me llamaron hace unos minutos —respondo —acabo de terminar turno nocturno.
—Con razón —dice y sonríe, sus ojos achinados desaparecen prácticamente con ese gesto—no te ves nada hermosa —señala mi cuerpo y asiento —¿Puedes resumir como esta? No he podido hablar con el médico, acabo de llegar.
Leo el informe con rostro neutral, le digo sonriente que su estado, aunque crítico es estable. Se recuperaba de forma rápida y eso era sorpresa para los médicos, quienes me habían dicho, era un verdadero milagro que estuviera vivo. Sonrió pese a que interinamente estoy gritando de frustración y Fabián me dice que esperara que despierte para que le diga que hacer. Aún no llamara a su esposa, porque duda en que sea buena idea.
—¿Por qué lo dices?
—Si quisiera que ella supiera, hubiera pedido que la llamaran a ella y no a mí—se encoge de hombros y yo asiento porque él tiene razón me incorporo en la silla y el hace lo mismo —¿Te llevo?
—Llegué en auto —sus ojos muestran sorpresa y sonrió —Paola y yo compramos uno...
—La prensa dice que está desaparecida —habla más para sí —imagino está asustada, no debe ser fácil siendo hija de la víctima.
No respondo, no sé dónde está ella y él tiene razón, le doy una última mirada a Shark, me despido de él y me pide hacer el turno de la tarde. En caso que Shark no despierte, sedado, es más fácil su recuperación, aceptó gustosa, salgo de la habitación y le envió un mensaje a Roy.
—No pude, pero lo haré esta tarde. Fabián tiene pacientes que atender y pidió que cuidara de mi ex jefe —sonrió al darle enviar y guardo el móvil en mi bolsa.
Salgo por los lados de urgencias por donde entré, he dejado el auto a algunos metros del lugar. Tomando las medidas que Roy me ha dicho y una vez dentro intento encenderlo, sin éxito, reviso la gasolina y tengo el tanque lleno. Vuelvo a insistir y enciende al tercer intento, ya en la autopista mi móvil suena y descuelgo sin mirar por los manos libres, creyendo que es Roy.
—Hola cielo—saludo sin dejarlo hablar.
—Montserrat —escucho una voz que conozco bien —¿Recuerdas que he dije que todos iban morir? —guardo silencio la voz de Shark es ronca y un poco baja. —hay bandos en esta historia, el que no está conmigo, está en contra... Y si estas en contra, mueres...
—¿Tu desapareciste a Paola? —le grito e intento ñ frenar el auto, pero me es imposible. —al igual que a los demás...
—Paola, supo de qué lado ubicarse, es una lástima que siguieras a tu corazón. El mio ya no late Mont, y por eso pude llegar a buen fin... Yo estoy muerto y los muertos no sienten... —cuelga la llamada e intento marcar a Roy.
El sonido de un auto me hace levantar la mirada y me encuentro de frente con un tráiler que cruza en ese instante.
Narrador.
Una vez cuelga la llamada, Fabián le observa fijamente, entrega el móvil y apoya su cuerpo en la cama nuevamente. Supo de su engaño por Kya, quien había visto la noche anterior a la muerte de David a la feliz pareja besarse en un restaurante. Fue ella quien esa mañana y antes que ir a la iglesia contó, como fue engañado por ella, en un inútil intento de hacerle desistir de morir.
—¿Llamaras ahora si a tu esposa? — pregunta y el hombre en la cama niega, lo que causa que su acompañante resople—está embarazada...
—Está mintiendo—responde sin verle —yo me cuidé y ella lo hacía.
—Esas cosas pasan Shark, sabes que es tuyo...
—Perfectamente puede ser de Roy y ya le registré a una hija, no tengo por vicio registrar hijos ajenos —interrumpe —estoy aquí ante ti vivo y eso deberías agradecerlo...seguiré con el plan.
—Tienes que aceptar como suceden las cosas, sabes que algunos eventos o personas actúan como instrumento —empieza a decirle —quizás es lo que ellos quieren, llevas aquí tres días. Es el tiempo en que Jade no ha comido o dormido solo ha llorado.
Se acerca a él y se sienta en la silla de al lado, a Shark le cuesta creer que sean sus hijos, que la vida le diera la oportunidad de ser padre nuevamente. Ella vio a Roy en muchas ocasiones, aunque supuestamente era para decirle lo que yo le pedía. El la seguía y veía que no iban a ningún lugar, la única manera de estar seguro era ver ese examen con sus propios ojos.
—Ella se ve realmente mal... Deberías verla —insiste y sigue en silencio —no puedes seguir con tu odio, tienes que aceptar que ya se fueron... Ellas no querían verte así.
—Necesito un favor —alza la cabeza y observa expectante —entrégale al abogado testamento el real, y lo demás.
—Shark... No le puedes quitar la niña. —le recuerda —se lo prometiste
—Haz lo que te digo Fabián —murmura entre dientes —te dije que todos iban a pagar lo que hicieron con mi familia y ella inicialmente se acercó a mí para dar información a Roy.
—Nunca lo hizo y no me digas que porque la descubriste …llevaba dos años allí y tú mismo aseguraste que te temía—cierra los ojos ignorando así a su compañero —iré al ginecólogo —sigue —traeré ante ti ese registro y sacaras las malditas cuentas.
—No me jodas Fabián y haz lo que te ordeno—sentencia.
Sale de la habitación dando un portazo, dejando a su compañero sumergido en sus recuerdos. La noche en que se despidió de ella, creyendo que no la vería más, lo hermosa que la veía últimamente y lo feliz que había descubierto era con las dos mujeres. La puerta se abre estrepitosamente entra Fabián apresurado y se acerca a él.
—Debemos largarnos de aquí —le dice, su compañero se levanta al ver su rostro asustado, después hace las preguntas respectivas —en la casa te cuento, no te va a gustar lo que te tengo que decir.
Se viste con la ropa que le ha traído y salen por la salida de emergencias sin problemas. Fabián lo ayuda a entrar al vehículo con la dificultad que resulta mover a un hombre de 1,90mt y más de 90 kilos. Una vez en el tránsito, gira hacia su compañero y observa su puño cerrado en el volante, tiene su rostro tenso y labios apretados.
—Un oficial preguntaba por ti en la recepción —habla por fin —Cyrus Lawrence.
—No sé quién es…
—Si sabes —interrumpe.
—¿Quién es? —insiste.
—El séptimo hombre de esa foto —lo mira y luego vuelve la vista a la vía —la foto que te dio Klain. No estoy seguro viejo, pero dudo que te busque para felicitarte, mataste a su hermano.
—Primero tiene que explicar, que hace en esa foto con delincuentes —responde llevándose una mano en su costado. —Jodida mierda… déjame en casa y busca esos exámenes. Hay que buscar a Kya…
—Y los documentos al abogado…
—Se hará Fabián, necesito saber si es la mujer que dice ser —satisfecho con esa respuesta sonríe mientras le pasa unos lentes y una gorra.
WALKER
Tal como Kya lo dijo, ese otro día estaba en todas las noticias la captura de los dos hombres. La prensa, entrevistaba a altos oficiales que se desbordaban en elogios hacia el oficial que logró la captura y los cinco años que duró el operativo para lograrlo. Como "héroe" era llamado en casi todas las noticias, insinuando que era un hombre el que había logrado todo.
Ser infiltrado tiene sus desventajas, más allá de poder morir si eres descubierto y tu cuerpo ser alimento de las bestias salvajes (en el mejor de los escenarios), estaba también el que tus logros jamás podías presumirlos. Pasabas de un caso a otro, si tienes la edad o si quedaste ileso sin mucho aspaviento, con una palmada en la espalda, en donde te decían que eres el mejor o una patada en el trasero si no lograste nada. Kya lo sabía, era consciente que le esperaba al final de la meta.
Como quiera que fuera, era su lucha, su trabajo y esfuerzo, ella merecía el beneficio de la duda y entendía su sentimiento de impotencia al terminar su trabajo y ser puesta a un lado sin ser felicitada. Mucho peor cuando pasó de ser una de las mejores en su trabajo, a ser retirada y señalada de traición.
—Walker —digo contestando el teléfono.
—Necesito el caso de David terminado hoy mismo —la voz del director general me hace detener en seco. —¿Cómo va la investigación?
Llevaba las llaves del auto en la mano y estaba a dos metros de él, el recordatorio de lo dicho por Kya la noche anterior esta aun latente en mi mente. Junto con las pesadillas, de que sucedería si la madre de mis hijos fuera declarada culpable.
—Tenía dos sospechosos, Rogers y Brianna O’Higgins…
—¿Por qué tenías Walker?
—Lawrence ha decidido estar al frente personalmente—escucho la respiración pesada del otro lado y suelto el aire estresado.
—No sé qué busca Lawrence en ese caso, pero quiero tu informe y no el suyo—entro a mi vehículo y pongo la cabeza en el volante. —tengo a cinco personajes en espera que esto concluya Chuck, confío en ti.
—Lo que usted ordene señor… iré a la oficina…
—Resultados Walker, es lo que quiero y no promesas. Si ya dirigiste tus ojos a esos dos es por algo, desmenuza tus pruebas… confió en ti. Busca a ese nativo y ponlo a salvo, no quiero revueltas con los suyos—cuelga la llamada y me deja con el ardor en mi estómago.
Enciendo el auto y voy rumbo al buró, no sé quiénes son esos cinco personajes que presionan al gran jefe, solo que deben ser poderosos para sacarlo a las seis de la mañana a hablar con un agente. Entré al edificio y me encontré con Marcus y Carlos ya en el lugar. Con todos los documentos que me había dado la esposa de Shark. Alzaron la cabeza solo para saludar y volvieron a su escritorio, el audio no había sido escuchado.
—Ellos están aquí —murmura Carlos y señala la oficina de Lawrence —quieren hablar contigo.
—¿Tienes problemas con asuntos internos? —pregunta Marcus.
—No sé —respondo mirando la puerta negra cerrada y dos pares de ojos observándonos —ya regreso.
Me acerco a la oficina entro sin tocar y me encuentro a dos hombres de espaldas y observado los galardones de Lawrence con interés. Al verme en pie giran un su rostro y asienten para volver el rostro a una fotografía del dueño de la oficina cuando era joven.
—Madrugó hoy Walker. —dice uno.
—No fui el único —respondo y sonríen —tengo trabajo pendiente, y Lawrence se quedó a cargo de lo que queda de investigación... El jefe presiona por resultados.
Sonríen y veo la ironía en sus ojos, algo muy propio de ellos, imagino que están allí por la investigación a Kya. Necesitarán de mi declaración, solo que yo no sé absolutamente nada, lo poco que sé, me lo explicó ella la noche anterior.
—Los superiores suelen ser muy molestos, los de Cyrus rayan lo insensible —habla el más joven de los dos y sigo en silencio —¿Has visto estas fotos Chuck? —golpea con el dedo índice el vidrio de la foto y asiento.
—Muchas veces, tantas que puedo decirles como posa, que lleva puesto hasta cerrando los ojos —confieso —también el porqué de cada condecoración.
Me miran una vez más y luego regresan la mirada a las fotografías, son tres, una está de vacaciones cuando solo era un agente hace más de quince años. La tenía en ese lugar, porque era según él, una manera de no olvidar de donde venía. La segunda era de una condecoración unos meses después de otra fotografía, de un caso que no le gustaba hablar porque era muy doloroso. La tercera era una foto cuando fue nombrado jefe de esta unidad y lucia sonriente en solitario.
—No creo que estén aquí para saber los detalles de la vida de Lawrence —le digo —¿Qué desea?
—Saber que tanto sabes sobre tu esposa —me dicen sin verme —Compro cinco barriles de gasolina, con el mismo serial que tienen los de ese incendio.
—¿No pidieron soporte? Una cantidad de esa naturaleza lo amerita y lo saben —les recuero y llevo una mano a mi bolsillo —la factura… ¿Fue confirmada?
—Algo me dice que tú ya lo hiciste —avanzo hacia el que acaba de hablar que está frente a la foto de Lawrence en sus años dorados.
—¿Qué desean…?
Hago a un lado al hombre al notar que yo había visto esa foto, descuelgo la foto y la tomo entre mis manos. Salgo apresurado a los pasillos en donde Carlos y Marcus observan mi carrera hacia ellos, imagino que piensan lo peor, pues se han levantado rápidamente.
—La foto de David con esos miserables —es todo lo que le digo y ambos buscan en medio de lo que tienen dispersado en el escritorio.
Es Carlos quien la encuentra y me la muestra, la tomo rápidamente y la comparo con la que está en el marco. Ya en ese instante ambos hombres están al lado mio, cada uno al lado de otro, no es su jodido problema, pero lógicamente quieren saber mi inquietud.
—Es el mismo lugar, eso no quiere decir nada —habla Rivers el hombre que tengo a mi derecha.
—Con la misma camisa y pantalón, mucha casualidad.
Dejo la foto que me ha entregado Carlos en el escritorio, Saco la otra del marco y de la parte trasera de ella, cae una segunda fotografía. Rivers la toma y la mira con sorpresa, para girarla hacia su compañero y luego a nosotros tres. Es la misma foto, con todos esos hombres, esta vez se ve él con más claridad. Tiene en sus piernas a una chica de vestido negro y ceñido al cuerpo, que en nada se parece a su esposa.
Mientras divago en mis pensamientos los dos buldóceres se han ido a la oficina y recuerdo en todas las veces que me negó esa investigación. Decia que Gales era muy poderoso, que su carrera llegaría a su fin y tantas excusas más. Solo era el miedo a no ser descubierto, recuerdo además el video recibido, como me dijeron que era para él. Era una manera de frenar cualquier investigación y recordarle, que ellos sabían su secreto.
Rivers regresa con las otras fotos, por lo que alcanzo a ver la han sacado también del marco y la tiran una tras otra. Seguido de dos fotografías una de los Dewand sonriendo a la cámara, los cuatro y la esposa besando la mejilla del nativo. La otra de las dos niñas… desnudas e inconscientes.
Retrocedo, Marcus y Carlos hacen lo mismo, los otros dos solo se cruzan de brazos. Paso mis manos por mi rostro y no sé qué decir, esta mañana decia que nada podía empeorar.
—Sabía que el los cubría, decia que era por un superior —hablo y mis palabras salen forzosas de mi garganta —Jamás lo creí capaz de algo asi.
—Nosotros nos encargamos —nos dicen recogiendo las fotografías —aun no le decimos porque estamos aquí.
—Quiero un informe detallado de la muerte de David Gales en mi oficina —Rivers mira en mi dirección y alza la mano en que tiene la fotografía —más le vale que su mujer no está metida en esto.
—No debería amenazarme —le recuerdo —no estoy en ese caso, no es mi mujer y … no tengo porque rendirles cuentas —suelto con fastidio. —en cuanto al caso de David, tienen que hablar con Barrymore—sonrío al ver su rostro tensarse. —que tengan un feliz día y buen viaje a Columbia.
—¿Por qué le dijiste de Barrymore?
—Porque quiere mi informe lo antes posible y que busque a Dewand y le de protección —respondo observando al chico que avanza hacia nosotros.
Viene acompañado de un oficial, nos quedamos todos viéndolo en silencio y se detiene frente a nosotros.
—¿Agente Chuck Walker?
—Soy yo ¿Qué deseas hijo? —extiende su mano hacia mí y se presenta.
—Soy Fabián Bing, hermano de Agatha Bing, cuñado de Shark Dewand—asiento y le indico sentarse, mira a mis compañeros.
—Son de confianza, no te preocupes.
—Yo sé dónde está Shark —no se sienta y permanece en pie —me llamaron ayer de un hospital, él estaba inconsciente y llegó sin documentos…
—¿En qué hospital?
—Está en mi casa... esta mañana me tocó sacarlo… el hermano de Damond Sawyer es el agente que está a cargo…
—El agente que esa a cargo es nuestro jefe, Cyrus Lawrence—habla Marcus y el chico asiente.
—Damond Sawyer Twist, señor. Es hermano de madre, educado por la abuela, pues era hijo del primer matrimonio de la señora Twist. —suspira y luego nos mira a cada uno —fue una de las cosas que los unió, todos fueron rechazados por sus madres o padres. Shark supo lo de Kya y quiere ayudarles señor…
—Está herido ¿De qué manera? —habla Carlos.
—La factura fue ilegal y todo lo ilegal Roy lo hacía con el rostro de Shark ¿Entienden ahora? —todos reímos y el chico espera una respuesta.
—¿Cuándo quiere que vayamos? —él quería ver a Kya y saber que “mi mujer” estaba bien. — Llamaré a mi esposa.
—Ella sabe dónde encontrarlo—asiento sin decir nada y ante la mirada de burla de mis compañeros.
El chico da la vuelta y todos callan un instante, están por empezar a burlarse cuando nuestros móviles suenan al tiempo. Es Lawrence que quiere vernos inmediatamente y quiere que llevemos todo lo que tenemos del caso. Nos miramos entre sí y sin saber qué hacer.
—¿Walker? —digo levantando el móvil.
—Estas a cargo a partir de este instante —la voz de Barrymore una segunda vez y menos de dos horas me causa escalofríos —no me falles.
—¿Lawrence?
—Ustedes solo vayan a esa reunión y lleva el fax que te estoy enviando en estos instantes —el ruido del aparato hace a los dos compañeros girar detrás de ellos.
Toman el papel en sus manos, lo leen y sonríen…
—Jefe —dicen al tiempo y avanzo quitándole el documento en mi paso por ellos. —¿Qué te dijo?
—Que debemos ir a esa reunión y llevar este papel… recojan todo…
—Como ordene jefe. — resoplo lo que les hace reír.
—Yo sabía que algo bueno tenía que salir detrás de todo esto. —sonrío a Marcus. —ahora si podré ir a casa.
Aun se ve afectado por este caso, sigue teniendo problemas de comportamiento y Lawrence le había negado el permiso a casa.
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