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Capítulo 2

Cuatro años después...

Observo el apartamento casi ya terminado y me siento aliviado de todo lo que he logrado, aún tengo algunas cosas que hacer, pero no me estresan, la mayoría del apartamento está terminado. Tomo las llaves de la camioneta y me voy hacia la clínica, tenía muchas cosas pendientes el día de hoy.

El arreglo del apartamento, me ocupaba el poco tiempo libre (El poco que tengo), lo que en realidad era bueno para mí, mi mente se ocupaba en pensar en otra cosa que no fuera en ese audio y en los gritos de mis hijas. Los sueños han seguido, el deseo de vengarme también, la clínica me servía como método de entretenimiento. Estaba ubicada en un buen lugar, los clientes eran en su mayoría personas de escasos recursos, aunque si tenía personas de dinero (cortesía de Klain). Algunos traían animales heridos y pagaban el tratamiento, me encargaba de la publicación, tenía una red social y allí, luego que el animal sanaba se publicaba su foto, diciendo que buscaba un hogar.

Me adentro a la autopista y una patrulla me detiene una media hora después, de ella se baja un oficial, desde el primer año tenía problemas con estos tipos. Mi apariencia no parecía gustarles, las primeras veces, me llevaban a la estación y porque entrada en conflicto con ellos, al no darme explicaciones del porque me detenían. Bajo los vidrios y espero que el hombre, joven por lo que puedo ver, me diga que hice esta vez.

—Buenos días señor —saluda al bajar su rostro y asomarse por la venta. —¿Su licencia?

Evito preguntar, el porque me detienen esta vez, imagino que mi apariencia de nativo les resulta repulsiva. Sonrío internamente, si ellos supieran que los que deberían irse de nuestro territorio deberían ser ellos y dejarnos a nosotros con nuestras tierras.

—Shark Dewand —lee y asiento —¿Lleva mucha prisa? —pregunta al ver mi tamborileo desesperado en el volante.

—Un poco, —acepto y el oficial alza una ceja y lo escucho hablar por radio con alguien.

—Su rostro me es familiar señor Dewand —lo dudaba, pero solo asentí y esperé a que le dijeran lo de siempre. —¿Es nuevo en la ciudad?

—Llevo cuatro años, soy veterinario —señalo la modesta clínica que está a unos metros y el oficial mira en esa dirección —voy hacia allá ¿Le importa si espero allá?

—Si me importa señor Dewand —me responde y suelto el aire frustrado.

No otra vez, por favor.

—¿Tengo que acompañarlo verdad? —pregunto cerrando mis ojos y escucho su….

—Baje del auto —y eso hago.

Por fortuna no soy esposado, Fabián que ha presenciado toda la escena desde la ventana de la clínica se acerca en mi dirección apresurado y le entrego las llaves del vehículo. Ellos saben del acoso que soy víctima, y digo acoso, porque no encuentro otro nombre para lo que me hacen siempre.

—Llévala a la clínica y aplaza las consultas a media tarde, llama a Klain —el muchacho asiente y escucho la risa de los oficiales les miro sin decir nada, el cree que demoraré más tiempo allí. —¿Creen que han hecho el arresto de sus vidas? —niego divertido, mientras entro al vehículo.

—¿No lo cree así? —refuta el otro oficial dentro de la patrulla y alzo de hombros.

—Si para usted, ser nativo americano es un delito…

No sigo el comentario, me cruzo de brazos mientras me acomodo en el asiento trasero y disfruto de la vista rumbo a la estación. Jamás me han dicho porque me detienen y nunca me arrestan eso aseguran, solo me llevan a la estación a… “pasear”.

Por fortuna para mí, encuentro a Klain en la estación y quien habla según se ve con el jefe del lugar. Uno que ya me conoce, pues al verme mira a sus hombres y luego a mí, mientras niega divertido.

—¿Los golpeó de nuevo doctor? —niego y abro mis brazos.

—Juro que esta vez soy inocente—sonríe y mira al que me detuvo—tengo un gemelo malvado.

—Espero que no sea asesino o si tendrás problemas — el cirujano sonríe y me entrega un documento, dice no solo mi identidad, también señala que fuí exonerado de la muerte de mi esposa. — esto te evitará dolores de cabeza futuros.

Para Klain, mi arresto se debe a que mi rostro permanece en la memoria de muchos por lo sucedido con mi familia. La noticia fue televisada y puesta en primera plana en varios lugares, podría tener razón, asi que lo tomo y doblo cuidadosamente.

—Lamento la molestia doctor —habla el jefe de policía — espero eso no le impida que siga tratando a paca (su malhumorada gata) 

—No mezclo la vida personal con la laboral, — confieso — puede llevarla cuando desee.

—Te acerco a la clínica — me habla Klain.

No me dice nada, pero puedo sentir su risa mientras salimos del lugar. Prometo empezar a averiguar ¿Qué está sucediendo? Ya no se trata de antagonismo hacia mí y por mi origen, ahora sé que hay algo más, eso empezamos a hablar Klain y yo rumbo a la clínica. Mientras, le voy comentando todo lo que he encontrado sobre esa religión hasta el día de hoy.

(…)

Escucho los pasos apresurados y alzó la vista del pedido que estoy recibiendo. Una chica de aspecto latino, camina hacia mí, trae en manos a un gato que sangra, sin poder distinguir de qué lugar o por qué. Solo soy consciente que el animal necesita ayuda, y le entrego a Fabián la planilla.

—Encárgate de revisar todo esto.

Ha cubierto al gato con su chaqueta y se acerca a mí rápidamente, no es necesario que diga nada, puedo ver que la criatura es callejera y me sorprende que alguien tan joven lo trate con tanto cariño o sin asco. En todo el tiempo que llevo en esa ciudad, una cosa sobre sale, la mayoría de los jóvenes no se quieren ni ellos mismos.

—Lo encontré en la calle... Alguien corto su pata trasera. —empieza a llorar, acariciando al animal y sonrió ante el gesto de la chica con el animal.

Pocos seres humanos tienen ese hábito de apiadarse con los menos favorecidos. Le indico seguirme y le abro paso en el consultorio. Lo primero que descubro es que es hembra, tiene pulgas, esta desnutrida y... Puede que pierda esa pata. Me retiro un poco y miro a la chica que espera una respuesta, son muchos tratamientos para un animal callejero y ella no parece de dinero, aunque yo no podría permitir que muera. Le explico en palabras simples, que ella me entienda lo que mi revisión ha detectado y el precio del costo, me comprometo con una parte, pero hay medicamentos muy costosos y la clínica aún está levantándose.

—Yo no tengo dinero —confiesa y asiento es muy obvio, su apariencia, aunque limpia es de alguien humilde —pero podría trabajar aquí y así le pago el tratamiento... No es lo que tenía planeado cuando salí de casa esta mañana, se supone que debía encontrar trabajo. Para poder salir de casa... Y evitar así, que me insistan en acudir a ese lugar.

Balbucea y parece hablar más para ella misma que para mí, la observo mirar al animal, mientras preparo el medicamento que de momento necesita con urgencia. No deja de acariciar al gato y este se queda quieto ante sus caricias, parece que ha ganado una mascota el escuálido animal.

En lo que respecta a los gatos, tu no adoptas uno, son ellos los que te adoptan a ti, tu mundo girara en torno a ellos, a darles de comer y a acariciarlos solo cuando ellos asi lo quieran.

—No se preocupe ayudaré al pequeño, no es necesario que trabaje gratis... —negó levantándose y me preguntándome en qué podía ayudar.

Estaba por negarme cuando Caroline, la encargada de bañar a los animales entra y me explica que han llegado tres más, ella no puede con todo, Fabián está ocupado con el inventario y yo tengo pacientes retrasados. Suspiro y la chica suelta de golpe…

—Soy voluntaria ¿Puedo ayudar? —me mira y Caroline hace lo mismo, —Tengo medio tiempo, el otro lo ocuparé en búsqueda de empleo. —tras unos minutos de pensar, decido darle una oportunidad.

—Caroline, dile lo que tiene que hacer — sonríe y su rostro redondeado se ilumina.

La observo perderse dentro de la clínica y niego, lleva puesto un vaquero muy desgastado y una remera blanca bastante delgada, está limpia de la cabeza a los pies, pero su origen humilde resalta, algo me dice que la chica marcara mi vida, no sé porque lo siento asi. En lo que queda de la tarde me permito verla trabajar y reír con el grupo de compañeros, me doy cuenta que es una trabajadora incansable, aprende rápido y sus compañeros la quieren. Esa tarde antes de cerrar y cuando todos se despiden, la llamo al ver que ya se iba.

—Aún no se tu nombre —le pregunto y ella sonríe.

—Montserrat, doctor —me dice tendiendo su mano hacia mí. —mis amigos me dicen Mont y ya usted es mi amigo —sonrió...  Mont, es un terremoto y parece que no se caya nunca.

—Montserrat ¿Tienes apellido? Porque para elaborar un contrato necesitaré por lo menos eso —me mira un instante y de momento no parece entender, por lo que decido ser más específico —he decido contratarte medio tiempo, no cuento con el dinero de momento para pagarte tiempo completo.

—¿Neta? —me habla en un español y un acento que me hace reír, pero no parece muy convencida —¿No me está cotorreando verdad? —sigue hablando en español y parece no darse cuenta de ello.

—Neta, Montserrat — respondo en español y la veo abrir los ojos con sorpresa, pues sabe que entendí lo que acaba de decirme —bienvenida a la familia peludos, mañana me traes tu currículo y tus documentos

—Gracias, Gracias —grita en medio de la calle, llamando la atención de todos los que van pasando por el lugar. —usted no tiene idea de lo que me ha ayuda hoy doctor, es usted un ángel…

—No exageres —interrumpo, —mejor te acerco a casa, porque es tarde y no quiero que te reprendan por mi causa.

Me mira un instante y acomoda su bolso detrás de su hombro izquierdo, se lleva a sus labios la mano, se muerde una uña y sé que quiere pedirme algo más.

—Suéltalo ya Mont.

—Podría si nos encontramos a mis papás decirle que me contrata a tiempo completo —alzo una ceja y detengo las manos que pasan las cadenas por el lugar —es una larga historia, que prometo contársela.

Termino de pasar las cadenas y giro hacia ella, me cruzo de brazos, la veo fijamente y espero que me dé explicaciones, pero se mantiene en silencio y decido hablar.

—Si me vas a hacer mentirle a tus padres, quiero saber por qué— le reprendo — soy muy viejo, para hacer de celestina.

—¿Viejo usted? ¿Con 32 años? —ríe descontrolada, no sé porque de pronto también tengo ganas de reír —está bien, se lo diré, mi familia y yo no compartimos la misma religión, van a servicio todas las tardes.

—¿No es muy exagerado mentir para no ir a la iglesia?

—Es que no es cualquier iglesia… es el tal David y la iglesia no es otra más que la del ¡Iluminado!

Una vez termina empiezo a caminar y no se la fuerza que me hace hacerlo, el escozor en todo mi cuerpo ha vuelto. Si bien, mi deseo de vengarme estaba claro, hasta el momento me había encontrado con un muro en cuanto a encontrar personas que me dijeran que se hacía alla dentro. Aunque tenía muchos datos, bastante perturbadores, sin embargo, ninguno era de alguien que estuviera aún dentro.

—Te ayudaré, pero que no se vuelva costumbre —en respuesta me abraza y sonríe, lleva menos de cinco horas conociéndome, me ha abrazado y reído más de lo que ha hecho el resto del personal. —¿Siempre eres así de confianzuda? —cuestiono y niega.

—Los chicos tienen razón, con usted todo es sencillo es como si fuera un hermano mayor —guardo silencio, porque no tengo hermanos o familia.

Mi madre murió hace muchos años y mi abuelo igual, quede solo, con la compañía de mi esposa y mis dos hijas. Pero la felicidad llega a algunos de nosotros a cuenta gotas, no tuve tiempo de disfrutar de ellos, no como hubiera querido. La mayoría de chicos allí, tienen problemas e intento ayudarle de la mejor manera que encuentro posible.

—¿A dónde? —pregunto y me da la dirección, la conozco está cerca al templo principal de ese miserable. —¿Es casualidad que vivan cerca al templo? —niega y observa por la ventana, mientras habla no me da la cara.

—Vendieron la casa heredada del abuelo y tuvieron que dar la mitad a la iglesia, dijeron que Dios lo multiplicaría, si viven cerca al templo, recibirán mayor bendición —empieza a decir y guardo silencio, esperando que lo que me diga pueda servirme —si ese hombre, llega a de visita y decide un día que papá hizo una falta grave, tiene la potestad de desterrarlo, si quiere casarse con mamá o conmigo, también —mi cuerpo se eriza y escucho su voz romperse y detengo el vehículo, tomo sus manos y las siento apretarlas fuerte.

Yo he escuchado muchas veces ese testimonio y luego convierte a esas mujeres en sus esposas. Es un mal nacido, abusador de niñas y niños, que tiene a su Dios como negocio y la mayoría de sus fieles no son conscientes de ellos, sólo cuando son desterrados.

—Lo siento mucho… no sabía que fuera tan delicado tu situación …

—Una niña anda con él algunas veces, tiene cinco años y dicen que será su décima esposa… está esperando cuando su Dios le diga cuando es el momento —me mira y veo que está llorando, lo que no logro entender —también puede casarse con sus hijas, o con cualquiera. Algunas veces él dice necesitar a niños para orar, porque asegura que de esa manera el padre lo escucha más rápido.

—¿Quieres decir que…? —asiente, mientras se limpia las lágrimas.

—-Si les preguntan a los miembros de la secta lo negaran, pero le aseguro que es verdad. — lo curioso de todo es que le creo, yo mismo fui víctima de esa alma oscura. — ¿Ahora entiende porque no quiero ir a esos cultos? ¿Por qué tengo que salir de casa?

Si, la entiendo perfectamente porque mi esposa estuvo en los inicios y nunca vi lo extraño, solo cuando era demasiado tarde.

—Puedes contar conmigo, si crees que necesitas ayudas... Estoy dispuesto a ayudarte. —prometo y se lanza sobre mí.

—Sabía que no fue casualidad… usted llegó a mi vida para cambiarla.

—Estas, dementes … —es todo lo que digo mientras avanzos —y espero que restrinjas esas demostraciones con los demás hombres, algunos no son muy honorables y te puedes meter en problemas.

—Sí, señor— dice fingiendo orden militar.

Una vez en su casa, encontramos que su familia no ha llegado, lo que me alivia un poco, pues me evita tener que mentirle. No aguanto la tentación de pasar por el templo, y me encuentro de frente a una edificación de paredes de mármol, grandes ventanales dorados, el lujo brota por cada rincón. Me quedo unos minutos observando a las personas entrar y salir del lugar, uno pensaría que solo la gente humilde, o sin estudios están allí, pero lo que he averiguado sobre ellos no es así.

Tienen profesionales, algunos de ellos muy distinguido, la religión cuenta con una aldea en fronteras con nuevo México, en donde se dice vive el Iluminado en paz con un grupo de casi dos mil personas, son veganos, cultivan sus propios alimentos. Según el informe tiene nueve esposas, ocho hijos, una de sus esposas es una chica de 18 años, que se decia vivía con él desde los trece. Duerme en un chalet, mientras que sus seguidores, en cabañas de madera, expuesta al tiempo y a los elementos.

Su grupo de confianza son seis hombres, a quienes pocas veces se les permite fotografiar por lo que no ha sido posible, saber si son los mismos animales que dañaron a mi mujer y mataron después a mi hija, luego de presenciar todo cuanto le hicieron a su madre. Su culto se basa, según algunas fuentes, en ritos extraídos de muchas religiones, tienen prohibido la divulgación de sus costumbres, lo que ha dificultado un poco las cosas.

La navidad se celebra el día 20 de marzo, fecha en que nació esa bestia. Su verdadero nombre es David Gonzales Castro, colombiano, hijo de una inmigrante trabajadora doméstica y un miembro de un grupo ilegal de su país, por lo que es fácil deducir, que su maldad es heredara de su progenitor. Antes de formar su propia religión, trabajo como mecánico, de donde fue despedido, por llevar piezas de autos que el robaba y desmantelaba, también tiene innumerables anotaciones en su país natal. No fue sino hasta hace ocho atrás que recibió el llamado de Dios y fundó La iglesia que lleva su apodo, El Iluminado. Dentro de su iglesia, se tiene la creencia que es el verdadero hijo de Dios, no es la reencarnación de Jesucristo, él dice ser verdadero mesías.

Y la gente se lo cree, lo que me parece aún más descabellado, el informe de Klain es completo en cuanto a su iglesia. Todo lo que tiene que ver con sus allegados y los ritos dentro de ella, es escueto. Por lo que en ese instante lo que pueda decir Montserrat, es muy valioso para mí pienso mientras arranco el vehículo.

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