Capítulo 19
Montserrat
El turno se me hizo eterno, las cosas no estaban sucediendo según lo acordado. Shark Dewand, demostró ser un hombre inteligente y astuto, lo subestimamos, jamás pensamos que el hombre fuera tan ágil. Entro al edificio y presiono el botón del ascensor, una vez en la caja metálica suelto todo el aire retenido y paso mis manos por mi cuello. Brianna y los dos niños habían encontrado a David castrado, atado, pero vivo. Con una nota de Shark bastante sencilla pero que dejaba claro, que conocía toda la verdad.
"Jamás he seguido las reglas de nadie. Yo manejo mi propio juego".
Antes de castrarlo o mientras lo hacía, Shark Dewand le contó a David, en detalle de cómo logró entrar a la iglesia, quienes le ayudaron y que él debía morir ese día en manos suyas. Su hija no lo quería, su esposa lo odiaba porque se enteró de lo que les hizo a sus hijos. Y que sería un espectador, tal cual él lo fue con su familia.
Aterrada Brianna, al descubrir que David sabía la verdad y en medio de su dolor amenazó con matarlos cuando lograra soltarse. Su esposa hizo lo impensable.... lo mató y al mejor estilo de la época juvenil, cuando andaba con su hermano, robando y atracando a rancheros, dañó toda la escena y creo una bastante dantesca. En donde dejaba claro la realidad detrás del hombre de fe, su pasado y sus inclinaciones sexuales, de ninguna manera dejaría a ese hombre vivo, con el odio que sentía ahora hacia ellos.
Salgo del ascensor y llegó a mi apartamento, las llaves en la fina mesa de al lado me dicen que Roy está aquí y suspiro. Entro a la habitación y lo encuentro mirando por la ventana, en la semi penumbra.
—¿Has visto las noticias?
—No. —respondo y veo la TV encendida, leo el reporte de las capturas. Sacudo mi cabeza porque esto no puede empeorar. —no puede ser...
—Estoy en problemas linda —dice y gira hacia mí —nada está saliendo bien.
—He llamado a algunos colegas preguntando por alguien con la descripción de Shark, quizás entró como desconocido... Les he dicho que es mi ex jefe y mi patrocinador —sonrío pese a todos nuestros problemas sentándome en la silla y viendo las noticias —solo uno aseguró poder tener algo, estoy en espera de respuestas.
—Yo también he hecho lo propio, sin resultados —las noticias de las dos capturas estaban siendo transmitidas.
Lo siento detrás de mí y apoya sus manos en mis hombros. Observando como nuestros planes se vuelven polvo en nuestras narices y no podemos hacer nada por impedirlo. Esperaba estuviera realmente dentro de los incinerados, por que hizo todo gracias a mí y no le tembló la mano para dañarme. En realidad, creí que había sido mi relato fue creíble.
—Desde la una están en esas, cada que escucho esto siento que me derrumbo más y más—me toma en brazos y me deja en la cama, mientras da ligeros besos en mi cuello —No debí hacer esa póliza, lo sé, pero fue la mejor manera de dejarte con dinero.
El enojo hacia él ha pasado, como ocurre siempre que hace algo mal. Roy sabe cómo hacerse perdonar o quizás soy muy blanda con él.
—No quiero dinero Roy, te quiero a ti —aclaro abrazándolo —esto no debió suceder.
—Mi pequeña —murmura abrazándome.
Desde la edad de quince años fui presentada a David, mi rebeldía en el estudio, comportamiento con mis hermanos, compañeros de clases y padres, los hizo pensar que necesitaba de oración. La limusina que transportaba a El Iluminado estaba parqueada en los jardines de la casa y eso le hizo pensar a mis padres que él estaba allí.
No era así, Brianna Gales, recibía la visita de su hermano Roy, fue ella quien dijo que su hermano podía hacer algo por mí. En muchas ocasiones y en su mayoría en los sermones, el pastor se desvivía en elogios por el hombre, llegando a decir incluso que era su reemplazo.
No puedo decir que fue amor a primera vista porque yo solo era una adolescente, fui sacada de mi país y alejada de abuelos, amigos idioma y vida. Conocí al verdadero Roy O'Higgins y puedo decir con orgullo, soy la única que lo conoce. Salía con el continuamente y mis padres me dejaban, porque su compañía "Me hacía bien" dicho en sus propias palabras.
—No dejaré que nada te pase —me dice y me abraza fuerte —te lo prometí a los quince y lo cumpliré.
De igual manera en el que yo lo conocí, el a mí también, fue a él quien le dije por primera vez que era bisexual y lo que esa información podía ocasionar en la iglesia. Mi confesión lejos de enojarlo, le divirtió diciéndome que, por fortuna, era él quien lo sabía y no el estirado de su cuñado. Ya sabía que esa iglesia era un fraude, tenía dos años saliendo con él y ese día tuve mi primera relación con un hombre, con el único que he estado desde entonces.
—¿Vendrán por ti verdad? —preguntó y sonríe mirándome.
Cubre mi rostro con besos y asiente, el amor nos llega en las personas menos esperadas, en el momento más inesperado. A mí me llegó disfrazado de Shark Dewand, pero Roy estaba lejos de ser ese hombre, para mí era mucho mejor, aunque todos digan lo contrario. Dewand, era un tipo débil y sin carácter, que le faltó autoridad y malicia para no ver lo que sucedía con su familia en esa iglesia. Perdió a los suyos por ello y es la razón por la cual se culpa y quería morir. Nos quedamos en silencio contemplando las noticias, mientras el besa mi cuello y me permito ese instante de felicidad.
Se preguntarán ¿Qué sucedió? Fácil, empezamos a planear su salida del cartel. La mejor manera en aquella época, era tener de nuestro lado a todos los que pudiéramos. Roy ya se veía como Shark, se había presentado como tal y en muchas ocasiones vio a los dos jefes.
Solo se podría de una sola manera, que Shark fuera encarcelado por la muerte del hombre que mató a su familia. Roy podría ser libre, casarse conmigo y ocupar el puesto que el iluminado dejaba. Por eso, me acerqué a Paola, ella estaba dentro de la mansión y tenía acceso a toda la casa. También al libro, que tan celosamente Brianna custodiaba.
Ella veía en mí la persona con quien podía hablar sin tapujos y desahogarse, tal cual Roy, fue para mí en alguna época. La amistad con Roy maduró a una relación más fuerte, al tiempo que yo fingía querer a Paola. Navegaba entre sentimientos hermosos y excitante al lado del hombre que amaba y me amaba. Recibí siempre su apoyo incondicional. Jamás me juzgo o me señaló, ambos podíamos ser nosotros mismos sin fingir. Dos almas incomprendidas, que encontramos en el otro, el amor que la sociedad y familia no pudo brindar. "—Debes tener cuidado con David, o tu familia, jamás permitirá algo así. Creo que lo mejor es hacer las cosas yo solo, no quiero que salgas herida." Me dijo en una ocasión "—Dame un voto de confianza, quiere salir conmigo y creo que te llamará para que le ayudes. "
Con el pretexto de ver a su tío, ella salía de casa y Roy le ayudaba, lógicamente yo tenía que pagarle más tarde, pero era un pago que me gustaba. Todo transcurrió con tranquilidad hasta que Paola me compuso esa canción. Fuimos separadas y se lanzó la amenaza que yo sería casada con quien "el señor" le dijera al pastor y Paola lo seria con su padre.
Fui llevaba a la principal allí estaba Roy, quien salió al paso, ofreciéndose a casarse conmigo. Sin embargo, tuve que acceder a los caprichos de ese infeliz esa noche, sin que Roy pudiera hacer mayor cosa al respecto. Me prometió que se desquitaría al ver cómo había quedado.
Si tenía dudas que tenía que morir, lo que me hizo esa noche lo confirmó, Roy pidió oficialmente mi mano a mis padres y yo empecé a tejer mi propia venganza. Paola no me era del todo indiferente, lo único malo en ella, es que era muy infantil, pero muy hermosa. No fue del todo un sacrificio enamorarla, pienso con una sonrisa.
Todo salió según lo planeamos, yo le había regalado a Paola un móvil, con el que solíamos hablar por horas. Le conté lo que su padre me había hecho y hasta mostré mis moretones. Recibiendo en ese instante su apoyo, en adelante empezó a mandarme las copias de ese libro, que ella ya había visto en la habitación de su madre. Por su parte, Roy me prometió haría algo para impedir que Paola llegara a casarse con su padre.
Las investigaciones dirán otra cosa, pero Rogers amaba a sus sobrinos. Estaba dispuesto a lo que sea para impedir ese acto, incluso revelar la verdad sobre la iglesia. Fue allí donde maduró la idea de buscar a Shark, darle la información necesaria y de esa manera él nos liberaría de ese hombre. Para Roy, David Gales, había adquirido un poder peligroso, empezaba a creerse su mentira y los castigos ofrecidos, rayaban el absurdo.
Me contó el plan y lo ejecuté sola, sin decirle nada, porque de esa manera sería más fácil. Cuando lo vi Díez días después ya trabaja en esa veterinaria, mi violación ya había pasado, mis padres no me creyeron porque no llegué llorando o lamento mi maldita suerte.
Si tenía que definir mi sentimiento ese día, era de odio puro, por no poder matar a ese hombre ese mismo día. Se negaron a llevarme a una clínica, por lo que no tenía registros de ella, necesitaba de algo que lograra convencer a Shark. Roy sabía que su amigo hacía turnos en ese hospital y tenía un conocido de la iglesia dentro. Falsificar ese documento fue necesario, que llegara a manos de Shark a través de su amigo y no mía.
Nada nos preparó para una verdad que nos explotó en la cara una mañana, Simón y Pablo, los hermanos de Paola, estaban enfermos, se quejaban de un dolor abdominal, y no quisieron dar más detalles a su madre. Fueron conducidos a la clínica y fue con el doctor que lograron abrirse, de su pene salían secreciones malolientes y le habían empezado a salir pequeñas verrugas en esa parte. Horrorizada por qué sabía lo que ello significaba y ante la ausencia de su esposo, llamó a su hermano.
Descubriendo los verdaderos motivos por los cuales sus hijos eran encerrados con su padre. Brianna, jamás pensó que David pudiera llegar a dañar a su propia sangre, pero Roy lo conocía aún más y sabía de lo que era capaz. Buscó a David, lo enfrentó y amenazó con destruirlo si volvía a dañar a sus sobrinos. "—Yo te cree, yo te destruyo—" dijo en aquella ocasión, pero David, no lo tomó en serio.
El móvil nos sacó de nuestras caricias, al intentar buscarlo, me lo impidió presionando su cuerpo contra el mio.
—No contestes —rogó y le mostré la pantalla del móvil.
—Es uno de los que me dijo me ayudaría a buscar a Shark. —se aleja de mí rápidamente y descuelgo la llamada. —¿sí?
—Montserrat, creo que encontré a tu amigo —dice y sonrió a Roy. —te enviaré una foto para que confirmes, está sedado por lo que no he podido hablar con él.
—¿Cómo está? —pregunté, aunque lo que realmente quería saber, era si podría morir o tenía que convertirme en asesina.
—Tiene una quemadura del costado derecho de tercer grado en su dorso, varias heridas en su espalda, producto de los vidrios de las ventanas que explotaron. Antes de quedar inconsciente fue lo que dijo, también que se lanzó de un segundo piso es todo lo que dice el registro...
—¿Sabes por qué no han llamado a su familia? —escuchó las hojas pasarse y sé que está leyendo los registro, tengo a Roy cerca de mi oreja escuchando. —despertó hace unas horas, pidió llamar a Fabián Bing, su cuñado.
—¿Estás seguro?
—Es lo que dice aquí, pero el hombre no ha llegado, yo no lo he visto...
—Iré a verlo, gracias —cuelgo la llamada y me levanto apresurada.
—No puedes ir sola... pueda que sepa también sobre ti —se incorpora conmigo y me hace verlo —es peligroso...
—Es nuestra única oportunidad, lo sabes —digo —enviamos ese video a ese oficial, al ex esposo de Kya... Tenemos que seguir, confía en mí.
Me costará convencerlo, pero es nuestra última oportunidad. Aún falta encontrar la droga que Shark se robó haciéndose pasar por Roy. Tenemos 36 horas para entregarla, de lo contrario, lo menos malo es que caiga en prisión. También el video de Brianna asesinando a su esposo, el maldito lo dejó en manos de alguien, junto con todos los videos de los encuentros de David y Roy, con los "rebeldes" de su congregación.
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