Parte/35/Un nuevo comienzo
El nuevo matrimonio, se instaló en una casa propiedad de los padres de Max en una de las colonias más exclusivas de la ciudad, que previamente habían amueblado con muebles que la pareja había elegido a su gusto, Max le dijo a su flamante esposa.
─Aquí viviremos mientras construimos nuestra propia residencia, ésta será a tu gusto, así es que ve pensando como la quieres, para su efecto ya tengo el terreno en un fraccionamiento nuevo, mañana mismo te llevaré a verlo.
Al siguiente día, Max y Altagracia fueron al terreno ésta al ver las dimensiones del lugar exclamó.
─¡¡Pero es enorme!!
─Así lo parece, pero mira el fraccionamiento tiene sus reglas, una de ellas es dejar algunos metros de servidumbre o lo que es lo mismo, unos metros de jardín exterior dejando margen para el paso peatonal.
─Pero, aun así, me sigue pareciendo demasiado grande.
─Nada de eso, ten en cuenta que la casa además de todos los servicios, debe de tener estudio, cuarto de televisión, varias recamaras para cuando lleguen nuestros hijos y...
Ya, ya entendí.
La construcción de la casa dio inició, el arquitecto elegido para llevarla a cabo la encomienda les dio algunas ideas basándose en las necesidades del matrimonio, Max no escatimo el dinero para tal efecto, al cabo de un año la residencia quedo lista para habitarla, la inauguración de la misma fue acompañada de otra noticia, Altagracia estaba embarazada, el más sorprendido fue Max, este refuto a su esposa.
─Pero mi vida─ ¿Por qué no me habías dicho nada?
─Por dos motivos, quería estar completamente segura que no fuese solo un atraso de la menstruación y segundo esperar el tiempo reglamentario ya que en los primeros meses algunas mujeres pueden sufrir abortos espontáneos.
─¡¡Primeros meses!! ¿Pues cuanto llevas de espera?
─Tres meses.
─¡¡Tres meses y hasta ahora me lo dices!!
─Si señor.
Ser padre era un motivo muy grande para celebrar, es por eso que Max, a los pocos días de la inauguración de la casa, fue a celebrar la noticia con sus amigos de parranda, a esa noche se sumaron más fines de semana que Max llegaba con copas a su casa, a Altagracia no le parecía y se lo hacía saber a su marido.
─¿Y ahora cual fue la celebración?
Max siempre encontraba argumentos, y siempre terminaba convenciendo a su mujer y ésta le cría ya que estaba muy enamorada, un 24 de diciembre muy temprano Altagracia sintió el primer aviso de que la espera había llegado a su fin, muy pronto llegaría al mundo su primer hijo y así fue seis horas más tarde Altagracia escucho el primer llanto de su primogénita una preciosa niña saludable, Max no dejo que su cara denotara la terrible desilusión que había sentido al saber que en vez del varón que había esperado con tantas ansias era una niña, esa misma noche se fue a refugiar a los brazos de Lidia.
Altagracia ajena al amorío que su marido sostenía con su amante era muy feliz, pero Max aprovecho el tiempo que duró su completa recuperación para entrevistarse con su amante, volviéndose descuidado y lo que era de esperarse, Lidia quedó embarazada, ésta al darse cuenta se lo oculto a Max y cuando ya no fue posible ocultar su estado de gestación se iba a ir al extranjero a tener a su hijo ya que por ningún motivo quería perderlo.
Max le extraño cuando Lidia le anuncio su repentino viaje.
─Max me voy de viaje.
─¿A dónde y con quién?
─Me voy a reunir con mi tía Ivon en USA y juntas vamos hacer un largo viaje por toda Europa.
Pero así de un momento a otro, planeaste ir a Europa.
─Te equivocas, este viaje fue planeado desde hace algún tiempo y se llegó el día en que al fin lo realizaremos.
─Y ¿por qué no me lo dijiste antes?
─Pues por lo mismo que tu no me dijiste lo de tu matrimonio.
─¿Acaso es una venganza?
No, no nada de eso, recuerda que entre tú y yo no existe ningún compromiso, solo nos acostamos cuando nos apetece, lo de nosotros solo es sexo no lo olvides.
─Claro lo sé, no tienes que recordármelo, cuando regreses de tu viaje házmelo saber.
Lidia hablo con sus padres, ya que no les quería ocultar nada, además, iba a necesitar de su apoyo
─Papá mamá, los reuní para anunciarles que estoy embarazada.
─¡¡Cómo que embarazada!! ─Grito su padre colérico.
─Calma Eliodoro no ganas nada con gritar, vamos a calmarnos─, dijo su madre en un tono de voz calmado.
─Me supongo que el padre de tu hijo te apoya en esta aventura─ ¿Cuándo lo conoceremos?
─Te equivocas mamá, este niño es solo mío, no hay tal padre.
─¡¡Pero que estupideces estas diciendo, que no hay padre, no me vengas a decir que te embarazaste del espíritu santo, por Dios niña!!
─Claro que no, lo que quiero decir es que el matrimonio no va conmigo.
─¡¡Y el instinto maternal si!!
─Si papá, aunque se te haga difícil comprenderlo.
─Tú, mi única hija, has manchado mi apellido.
─Bien papá si te es tan difícil comprenderme, en este mismo momento me largo de tu casa y nunca más sabrás de mi ni de tu nieto.
Dame tiempo para pensar, luego te hago llegar mi decisión.
Ya a solas en su habitación, la madre de Lidia le dijo a su esposo
─Por favor Eliodoro hay que apoyar a la niña, mira si la obligas a casarse con el padre de su hijo, solo vas a lograr que se divorcie al poco tiempo y si dejas tal como están las cosas, te ahorraras el dineral que vas a gastar en una boda que solo durará quizá hasta que nazca la criatura.
─Está bien, pero lo haremos a mi manera.
─Está bien como quieras, ahora dime ¿Cuál es tu plan?
─Se hará lo mismo que mis abuelos hicieron con la tía Jenny, la mandaron al extranjero, poco después viajaron a la ceremonia del supuesto matrimonio de su hija, inclusive trajeron fotografías del evento, después dijeron que su hija estaba embarazada y poco tiempo después recibieron la noticia que su querida hija, había perdido a su marido en un accidente, los abuelos fueron a apoyar a su hija en esos difíciles momentos y un tiempo después regresaron en compañía de su hija con su hijo en brazos, a la tía Jenny siempre se le conoció como la pobre viuda tía Jenny.
Nadia se fue, pero no con la tía Ivon ya que tal tía, no existía, pero si fue con la anciana, tía bisabuela Jenny.
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