Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Parte/27/Buen viaje

Max, no era de los que aceptaban con resignación una negativa, es por eso que, por la noche se reunió con su amigo Daniel.

─Que tal Max, ayer saliste tan disgustado de la casa de mi abuela que creí que había perdido tu amistad.

─Claro que no amigo, aunque debería seguir disgustado, quedamos en que solo íbamos a durar una hora y tú no respetaste nuestro acuerdo decidiste dejarme ir solo.

─No me reclames nada, también tu estabas a tus anchas, no lo niegues.

─Pues no tanto, solo dure más de lo acordado, para que me presentaras a tu primita, pero mira, hasta en eso me fallaste.

─Pues ya vez que no se pudo, pero ya olvídala, ella ni siquiera vive en la ciudad.

─No, de eso nada, tú sabes que cuando una chica me gusta, no descanso hasta que cae.

─¡Cuidado Max! no olvides que estás hablando de mi prima, ella no es como las chicas resbalosas que estás acostumbrado a tratar.

─Aun así, lo quiero intentar y tú me vas a ayudar.

─Pues no veo la manera, ella vive a muchos kilómetros de distancia y tu vives aquí.

─¿Y a todo eso, en donde vive?

─En el estado de Sonora.

─¡Qué! ─tan lejos

─Así es

─No importa, soy capaz de irme a vivir allá.

─¡Que dices! Tú sí que éstas loco, y lo peor del caso, por una mujer que ni siquiera conoces, solo la viste por escasa media hora.

─Esa media hora me basto para saber, que ella es la mujer que quiero para mi esposa y madre de mis hijos.

─¡Por Dios Max!

─No quiero que me cuestiones ¿Me vas a ayudar o no?

─Está bien ¿Cómo te puedo ayudar?

─Acompáñame a casa de tus tíos.

─Pero te has vuelto loco, ella y yo somos familia, pero tal parece que ni lo fuéramos.

Pues desde mañana lo vas a ser, llámala por teléfono.

─No, no nada de eso, yo no me voy a involucrar.

─Tu eres mi mejor amigo.

─Es por eso, te conozco muy bien, y también conozco a mi prima, pero más a mi tío y él no va a permitir que te burles de su hija.

─Nadie se va a burlar de tu prima, la quiero tratar y si nos avenimos me voy a casar con ella.

─Por favor, si solo la viste unos minutos, estoy seguro que ella a ti, ni en el mundo te hizo.

─Pero no entiendes, esos minutos bastaron para saber que ella es la mujer de mi vida.

Definitivamente estás loco amigo.

─Loco por tu prima─ ¿Si me vas ayudar?

─No, y no insistas por favor y espero que nuestra amistad no se vea perjudicada por mi negativa.

Claro que no amigo.

Max ya no insistió más, pero no se iba a quedar con los brazos cruzados, él tenía sus medios para salirse con la suya y así fue como, después de darle muchas vueltas al asunto, encontró la solución perfecta, tenía un año de haber terminado sus estudios, aún no tenía su cedula profesional, hasta ese momento no le urgía contaba con empleo y un buen sueldo gracias a las influencias de su padre, es por eso que cuando le dijo a su progenitor lo que pretendía hacer, a este no le pareció nadita de bien.

─A ver hijo, que es eso tan importante que me tienes que decir.

─Papá voy a renunciar al trabajo.

─¡Pero que estupidez estas diciendo, pero debí habérmelo imaginado, has defraudado mi confianza, no sé en donde tuve la cabeza cuando te recomendé al bufete de abogados, debí sospechar lo que ibas hacer, si siempre has sido un irresponsable!

El hombre seguía hablando sin control, cuando hizo un descanso para tomar aire su hijo aprovecho para decirle.

─¿Ya puedo hablar papá?

─¿Y que me vas a decir?

─¡Pues, si no me dejas hablar, nunca lo vas a saber!

─¡Esta bien habla, cuentas con cinco minutos!

─Renunciaré al trabajo, porque voy hacer mi servicio social, necesito mi cedula profesional.

─Ah mira, por ahí hubieras empezado.

─Pues, si no me dejas hablar.

─Bien voy hablar con...

─Espera padre, el servicio no lo voy hacer aquí, lo voy hacer en Sonora.

─Pero─ ¿Por qué te quieres ir? Aquí te sería más fácil, ni siquiera tienes que renunciar a tu empleo.

─Papá, papá esto lo quiero hacer por mis propios méritos, sin tu ayuda.

─Muy bien, pero si se te atora algo me avisas.

─Gracias papá, lo tendré en cuenta.

Max busco a su amigo Daniel para contarle lo que había decidido hacer.

─¿Qué pasa amigo, que es eso que me tienes que contar con tanta urgencia?

─Me voy a vivir a Hermosillo.

─¡¡¡Qué, pero te has vuelto loco!!!

─Si estoy loco por tu prima.

─¿Y que hay con el trabajo, lo vas a dejar botado?

─No, nada de eso, voy hablar con el Licenciado Bustamante, solo va a ser un permiso por seis meses.

─¿Y cuál va a hacer el motivo de tu ausencia?

─Voy hacer mi servicio social para que me den mi cedula profesional ¿Y tú deberías hacer lo mismo? Vámonos juntos.

─Yo pasó, nunca cambiaria este clima tan maravilloso que gozamos en nuestra ciudad por el infierno de Sonora.

─¿A qué te refieres con eso?

─Como se nota amigo que nunca has estado en esa tierra, me refiero que en tiempo de calor las temperaturas suben a más de cuarenta grados y en tiempo de fríos bajan...

─Mira, amigo a mí no me vas a intimidar con lo del clima y ya te dije me voy porque me voy.

─¿Y qué va a pasar con Lidia?

─Lidia ya es agua pasada.

─Agua pasada dices, esa mujer está obsesionada contigo, nunca te va a dejar en paz.

─Pues lo tiene que hacer, yo siempre le puse las cartas sobre la mesa, pero por las dudas y cuando noté mi ausencia no le vayas a decir a donde me fui.

─Por favor, que poco la conoces, esa mujer te va a encontrar en donde quiera que te encuentres.

─Ya, ya, no seas aguafiestas

─Mi deber es advertirte.

Max, no tuvo ningún problema en conseguir que la universidad permitiera que hiciera su servicio social en otro estado, gracias a que su padre previamente habló con el director y, también compró una pequeña casa en Hermosillo en una de las colonias más privilegiadas de la ciudad, cuando se acercaba la fecha de su partida Max se lo comunicó a su padre.

─Padre el sábado me voy a Hermosillo.

─Pero hijo no me habías dicho que faltaban dos semanas para presentarte en los juzgados.

─Y así es, pero tengo que adelantar mi viaje, tengo que buscar un lugar para vivir.

─Por eso no te preocupes, compre una casa pequeña para que vivas el tiempo que dures por allá.

─Pero padre, ya te había dicho que yo me encargaría de todo.

─Si que me lo dijiste, pero esa casa es una pequeña inversión, además no te la estoy regalando, aquí tienes la dirección, también compré algunos muebles, le pedí al piloto del helicóptero que te llevé.

─No nada de eso, me pienso ir en mi carro.

Se ve que no tienes idea de dónde queda el estado de Sonora.

─Si lo se padre eso me lo enseñaron en la primaria, además no me iba a ir a ciegas a un lugar desconocido, pero necesito el carro para moverme por allá.

Está bien, pero llamas por teléfono en cuanto llegues, no quiero estar con pendiente y no manejes cansado, no te vayas a quedar dormido manejando en la carretera. Ah otra cosa, este es el domicilio de Jorge, él te puede echar una mano si algo se te ofrece por allá.

─Jorge, ¿Qué Jorge, lo conozco?

─Creo que sí, pero no importa.

─Gracias padre.

Su madre le hizo una escena ya que esta era muy controladora con sus hijos, pero no le sirvió de nada y una semana más tarde el joven Max, llegaba a la ciudad de Hermosillo, se dirigió directamente a la casa que su padre había comprado para que viviera, se llevó una agradable sorpresa ya que ésta, tenía todo menos pequeña, pero en comparación con la mansión de su familia, si era pequeña, pero tenía un problema, él necesitaba a una persona que se hiciera cargo del manejo de la casa, él de esas cosas no sabía ni un ápice.

Al siguiente día, ya descansado desayuno en un restaurante mientras lo hacía, pensaba.

─Tengo que ir a una colocación de personal, pero como hacerlo si ni siquiera conozco la ciudad─, de pronto. recordó al amigo de su padre.

Con todo y pena voy a tener que ir a pedir ayuda, estoy seguro que su esposa me orientará.

Apelando a su buena educación, primero habló por teléfono, para saber si lo podían recibir.

Sacó de su billetera el papel que le había entregado su padre con el nombre, domicilio y el número de teléfono, se apresuró a llamar al domicilio contesto una empleada.

─Casa de la familia Borja Palacios ¿Con quién desea hablar?

─Con el señor Jorge.

─No, en estos momentos no se encuentra.

─Y su esposa.

─¿De parte de quién?

─Maximiliano Leduc.

─Un momento.

La empleada fue en busca de Victoria, la encontró dando los últimos toques a su maquillaje ya que como siempre se disponía a salir.

Señora le habla un señor por teléfono.

─¿Te dijo su nombre?

─Si señora, Maximiliano Leduc.

A Victoria le extraño la llamada, pero se apresuró a contestar.

─Bueno.

─Señora disculpe la molestia, pero...

Victoria no dejo que terminara la frase al momento lo interrumpió.

─Pero Maximiliano, a que se debe tanta solemnidad.

─Perdone señora, pero creo que me está confundiendo con mi padre, soy su hijo el que habla.

─Válgame el señor, pero si tienes el mismo timbre de voz que tu padre, pero dime por favor que tu llamada no es para darnos una mala noticia.

─No, no señora, nada de eso.

Max les contó a grandes rasgos el motivo que lo llevó a vivir en Hermosillo y el favor que requería de ella finalizando con una disculpa por las molestias que le causará su petición.

─¡¡Pero ¡¡qué dices muchacho, para mi es un placer ayudarte, tratándose del hijo de Max y Leonor, siendo tan buenos amigos nuestros!! ¿dime en donde te recojo!!

─No hay necesidad señora, mi padre compro una casa y aquí me encuentro.

─Oh ya entiendo.

─El favor que requiero de usted, es el siguiente, usted sería tan amable de recomendarme a una persona para que se haga cargo del manejo de la casa.

─Claro que sí, en este momento voy a tu domicilio, pásame la dirección por favor.

Max le dijo el nombre y número de su domicilio, Victoria cancelo su reunión con unas amigas y rápidamente le ordenó al chófer dirigirse al a la casa de Max, éste ya esperaba en la puerta, por más que forzó su mente no lograba recordar al famoso Jorge amigo de su padre, mucho menos a su mujer, para Victoria no fue difícil reconocerlo ya que según le dijo, era la misma imagen de su padre además tenía poco de verlo en casa de su suegra.

─Pase señora.

─Victoria se dio cuenta de que el joven no la recordaba y así lo dejo, Max la hizo pasar y juntos recorrieron la casa.

─Así es de que tu padre vino a Hermosillo y no paso a saludarnos.

─No, no señora, mi padre no vino, según me dijo compro la casa por medio de una inmobiliaria.

─Oh ya entiendo. Veo que la casa tiene pocos muebles.

─Creo que los suficientes para albergar a un hombre soltero.

Lo primero que vamos hacer es contratar el servicio eléctrico, del agua, y el servicio telefónico, también hay contratar a los técnicos para instalar el aíre acondicionado, porque ni sabes en este lugar no se puede vivir sin ese servicio.

Después de hacer todas esas diligencias Victoria se despidió, sin antes decirle al joven.

─Mañana a primera hora, te traigo a una señora y a su hija, ellas son de toda mi confianza además son muy buenas haciendo su trabajo.

Enseguida le pregunto sobre el salario que debería pagar por los servicios de las dos mujeres, posteriormente Victoria se despidió.

─Bien por ahora me despido, pero el domingo te espero sin falta a comer en mi casa.

─Será un placer y muchas gracias por todo sin su ayuda creo que yo hubiese saliendo huyendo de este condenado lugar.

─No fue nada, para eso estamos los amigos.

Cuando Max quedo a solas pensó.

─Mañana mismo voy a presentarme a los tribunales para ver lo de mis horarios de trabajo y cuando eso este finiquitado, me dedicaré a buscar a mi adorada Altagracia, tengo que hablar con Daniel, necesito saber cómo se apellida, solo sé que es su prima y que se llama Altagracia, por otro lado, tengo que ir a comer a casa de la señora Victoria, no me pude negar a su invitación ya que ha sido tan linda conmigo tengo la sensación de haberla visto, pero ¿En dónde?

Victoria habló con su marido y su hija.

─El domingo no quiero que me falten a comer, viene un invitado muy especial.

─¿Y se puede saber quién es ese dichoso invitado? Preguntó don Jorge.

─Se trata del hijo de Maximiliano y de Leonor.

─¿Cuál de ellos?

Se trata de Max el menor ¿Si lo recuerdas hijita, estuvo en la cena de la abuela?

─Claro que lo recuerdo, es un pesado engreído y lo siento mucho, pero no cuentes conmigo, para el domingo ya tengo otro compromiso.

─Ah no, a mí no me importa cuál sea ese dichoso compromiso, te quiero aquí a la hora de la comida y no se diga más.

─Lo siento, y no insistas más no asistiré y hazle como quieras.

Altagracia salió de la habitación dejando a su madre con la palabra en la boca, ésta arremetió con su marido.

─Será posible, que te quedes impávido viendo el comportamiento de tu hija.

─No empieces con tus dramas y dime como esta eso de que el hijo de Maximiliano viene a comer a la casa.

Victoria puso al tanto a su marido de los motivos que trajeron a Max a Hermosillo.

─Se me hace muy raro, que haya elegido este lugar tan remoto para hacer su servicio social, con las palancas que tiene su padre en Guadalajara, pero en fin sus motivos tendrá, con que no sea, que haya cometido algo ilícito y ande huyendo, de todas maneras, le voy hablar por teléfono a Maximiliano para que me tenga al tanto.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro