Parte/23/Angustia de una madre
Mientras todo esto pasaba en la vida del Jr., Victoria se moría de la angustia al no tener noticias de su hijo, es por eso que un buen día salió a la ciudad de México en compañía de su chófer, cuando llegaron el hombre le preguntó
─¿A dónde desea que la lleve señora?
─A la universidad donde estudia mi hijo.
─Si señora.
Cuando llegaron Victoria bajo del carro ayudada por el chofer.
─Por favor espere aquí, enseguida vuelvo.
Victoria se dirigió al comedor de la escuela, sabía que a esa hora encontraría a su hijo tomando su comida habitual, la mujer espero en vano, su hijo nunca apareció por el lugar, por lo que le preguntó a uno de sus compañeros.
─Buenas tardes Conrado─. ¿Me permites unas palabras?
─Buenas tardes señora ¿Dígame en que le puedo servir?
─Ahora que vuelvas al aula le podrías decir a mi hijo que estoy aquí
─Señora, su hijo ya no estudia en esta universidad.
─¡Pero qué es lo que estás diciendo, como es de que mi hijo ya no estudia aquí!!
─Si señora, así es, si gusta ir a la dirección del plantel, ahí le darán más informes.
─Si, si, eso es lo que voy hacer, gracias por tu información.
Victoria se dirigió a la oficina del director del plantel éste la recibió cortésmente.
─Pase señora, tome asiento por favor─ ¿En qué le puedo servir?
─¿Quiero saber si es cierto que mi hijo ya no estudia aquí.
─¿Me puede dar el nombre de su hijo por favor?
─Jorge Borja Palacios.
El director le ordeno a su secretaria.
─Señorita tráigame el expediente del joven Jorge Borja Palacios por favor─. Enseguida señor.
Poco después regreso la secretaría con el expediente, después de darle una ojeada el director le dijo a victoria.
─Efectivamente señora su hijo fue dado de baja.
─¡¿Pero, cuál fue motivo?!
─Por falta de pago, y no acudir a sus clases.
─¡Pero eso no puede ser posible!
─Perdone ¿Cuánto se debe?
─Nada, su esposo saldo toda la cuenta y los intereses que esta generó.
─Me está usted diciendo que mi esposo está enterado que mi hijo ya no asiste a sus clases.
─Si señora, su esposo acudió a pagar la cuenta en cuanto tuvo conocimiento del incidente.
─Gracias señor director por su atención.
─Estamos para servirle señora.
Victoria salió del plantel, subió al carro y le ordeno al chófer.
─Vamos a la casa por favor─. Como ordene señora
Cuando llegaron a la residencia, Victoria abrió la puerta con su propia y entro, el chofer espero en el carro, la casa despedía un olor a pintura se veía que estaba recién pintada, también lucía impecable de limpia, Victoria subió a la habitación de su hijo, abrió el closet ahí estaba lavada y planchada la ropa de su hijo, en el tocador estaba sus lociones y perfumes, en el cajón de la mesita de noche estaba su reloj, su encendedor de oro y algunas cadenas del mismo metal, pero de su hijo ni rastro, fue hasta la pequeña vivienda que había al fondo del jardín donde vivía el matrimonio que cuidaba de la casa, se encontró con el hombre trabajando en el jardín.
─¿Elías me podrías informar a que horas llega mi hijo?
─Su hijo ya no vive aquí.
─¿Cómo de que mi hijo ya no vive aquí? ¿Desde cuándo?
─Uy señora, ya casi va pa los siete meses.
─¡Pero! ─¿Por qué no se me informo?
─Pues eso pregúnteselo a su marido, él fue el que se lo llevo.
Victoria ya no quiso escuchar más, salió rápidamente de la casa, subió al carro.
─¿A dónde la llevo?
─¡¡A Hermosillo!!
─Pero señora, no sería mejor que descansara un poco ya es tarde...
─Por favor Miguel ya sabe que no me gusta que refuten una orden.
─Como usted ordene señora.
El viaje era largo se hacían varias horas de camino, a el chófer no le quedó más remedio que obedecer, pidiéndole a Dios no quedarse dormido en el camino, pero eso no sucedió y llegaron a la ciudad sanos y salvos, ya en su domicilio. Victoria se bañó y espero impaciente a su marido y cuando éste entro a la casa lo enfrento.
─¡¡Quiero saber a dónde te llevaste a mi hijo!!
─Lo llevé a un lugar donde lo van a ser hombre.
─¿Y a dónde si se puede saber?
─Pues fíjate que no se puede saber.
─¡¡Pero yo tengo derecho a saber!!
─¡¡No, no tienes ningún derecho a saber!!
─¡¡Pero es mi hijo!!
─¡¡Un hijo que echaste a perder, tu hijito es un árbol torcido, que a mí me toca enderezar y si no lo hizo por la buena lo va hacer por la mala.
─¿Pero a donde lo llevaste? ¿No lo meterías a la cárcel?
─Pues fíjate que no te voy a decir, si, ni te voy a decir no, piensa lo que quieras y ya no me estés chingando la madre con lo mismo.
Diciendo esto don Jorge salió de la habitación dejando a Victoria en un mar de llanto, pasaron los días Victoria deambulaba por la casa como alma en pena, dejo de lado todos sus compromisos sociales, Justa se preocupó bastante, es por eso que, se decidió hablar con don Jorge.
─Señor, me permite unas palabras.
─Ya que me hablas con tanta ceremonia, es porque me quieres pedir algo y conociéndote bien quieres hablarme de Victoria.
─Así es señor.
─¿Y bien que es lo que quiere?
─Por favor dígale donde esta Jorgito, la pobre mujer parece alma en pena, no come, mal duerme y, con decirle que ni a las reuniones con sus amigas quiere ir.
─Ya, parale te lo voy a decir a ti, pero a ver que le inventas porque si se entera dónde está su hijito ahora si se muere.
─Ay señor ¿Entonces es verdad que lo metió a la cárcel?
─No, no, eso se lo invento ella, el muchacho está en el ejército, ya lo sabes, ella no se tiene que enterar, dile lo que más te parezca menos la verdad.
─Gracias señor, con su permiso.
Justa salió de la oficina de don Jorge y fue hasta la recamara de Victoria ésta estaba llorando con la foto de su hijo en sus manos.
─Victoria ya deja de llorar, tu marido me dijo a donde llevó a Jorgito.
─En verdad nana─ ¿En dónde se encuentra?
─Lo llevo a un Internado en los Estados Unidos.
─Pues yo no estoy tan segura que lo haya llevado a ese lugar, sobre todo después de lo que hizo mi hijo.
─Que te digo que es verdad, él mismo me enseño unas fotografías donde se ve Jorgito muy contento con unos amigos.
─En verdad Justa, no me estas mintiendo.
─Y a santo de qué, te iba a yo a echar mentiras.
─Y no sabes a que ciudad se lo llevo.
─Ah no, eso sí que no me lo dijo, pero de que es verdad, es verdad, en la fotografía que tu marido me enseño del edificio de la escuela, claramente vi un letrero.
─¿Y que decía el letrero nana, haz memoria?
─Y yo que voy a saber, si estaba en inglés, lo único que se me quedo grabado fue university y sabrá Dios que más, pero ya no te preocupes, el muchacho está bien.
─Gracias nana, tu conseguiste lo que yo no pude, sacarle la verdad a Jorge.
Victoria recobro su alegría habitual, quería mucho a Justa, como para pensar que fuera capaz de mentirle.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro