Nathan Leduc.

Nathan Leduc llegó de su lejana tierra Niza, ubicada en la rivera francesa, atraído por los dichos de algunas personas que juraban que en México era el país indicado para forjarse una sólida fortuna, así que, un buen día, tomó sus pocas pertenecías que poseía subió a un barco y partió rumbo hacia su destino.

Nathan era un hombre instruido había asistido a la universidad y había obtenido el título de administrador, cuando llegó a México, no venía con las manos vacías, recientemente había recibido la herencia de su padre fallecido, más un dinero que había ahorrado, una pequeña fortuna en esos años.

Cuando llegó al país lo recibió en el puerto de Veracruz, su amigo Pierre (Pedro) el cual ya tenía unos años establecido en México.

─Nathan ¿Cómo estuvo tu viaje?

─Cansado, pero ya estoy aquí.

Pierre lo alojo en su casa, corría el año de 1912, México se encontraba en plena revolución mexicana, su amigo le preguntó.

¿Tienes una idea en que vas a invertir tu dinero?

─¿No y, espero que tú me aconsejes? ─por lo que veo a ti te ha ido muy bien.

─No me puedo quejar

─¿Y a que te dedicas si se puede saber?

─Si se puede saber y espero que te unas al negocio, si quieres recibir ganancias millonarias en poco tiempo.

Eso ya me suena a negocio ilícito.

─Y no te equivocas el negocio es traer de contrabando armas de Usa a México.

─Pero eso es ilegal.

─Claro que lo es, por eso es negoció ilícito.

─No sé, no vine de tan lejos, para terminar mis días en una mazmorra.

─No tienes que temer, yo tengo bien controlado el negocio, además tú no te vas a arriesgar yo tengo a la gente que se encarga de pasar las armas del otro lado de la frontera a México.

─¿Entonces yo solo tengo que aportar el dinero?

─Por el momento si, ya que conozcas a los contactos de USA, poco a poco iras participando, por el momento tu tranquilo.

Nathan solo invirtió una parte de su dinero, aunque le tenía mucha confianza a su amigo, sabía que en todos los negocios hay riesgos y más si éste es ilícito, es por eso, que si algo salía mal no quería quedarse sin dinero.

Pero afortunadamente para él, todo salió bien y tal como se lo dijo su amigo Pierre, en pocos años recupero su inversión y mucho más de lo invertido, cuando años más tarde llegó a su fin la revolución su amigo ya tenía otro negocio que al igual que el otro. éste también era ilícito.

─Como el negocio de las armas termino, tengo otro negocio que proponerte que al igual al de las armas, nos va a dejar varios miles de dólares de ganancia.

─¿De qué se trata?

─Recientemente el gobierno de USA, promulgo una ley donde se prohíbe la venta de licor el negocio es llevar la bebida de México a los Estados Unidos.

─¿Y yo que tengo que hacer?

Poner dinero e instalarte en USA, vas a trabajar de infiltrado en una destilería clandestina, para que aprendas a elaborar la bebida preferida de los gringos como son llamados aquí en México a los norteamericanos.

─¿Y cuál es esa bebida?

─El wisky, ellos prefieren el wisky al tequila, cuando consigas la fórmula vamos a poner una destilería de este lado de la frontera y será negoció redondo ¿Tenemos trato?

─Tenemos trato.

Nathan se infiltro en la destilería clandestina, no dudaron de él, ya que dominaba el inglés perfectamente, por su físico paso como un norteamericano más y tal como se lo dijo Pierre, pronto su fortuna se acrecentó, pero no todo fue felicidad a los dos años tuvo que huir de USA ya que alguien los delató, Pierre le dijo.

─No te puedes quedar aquí, ya que tu cabeza tiene preció y tu fotografía esta regada por toda la frontera y si te delatan eres hombre muerto.

Así fue como Nathan llegó al estado de Jalisco, con sus conocimientos adquiridos en la elaboración del wisky, los cuales uso para incursionar en la industria del tequila, lo que fue un acierto, en pocos años se convirtió en uno de los empresarios más poderosos en la industria tequilera.

Al poco tiempo de estar instalado en la ciudad de Guadalajara, conoció a la señorita Simona Virreyes hija de un empresario hotelero ya que era dueño de varios hoteles de lujo a lo largo y ancho de la república mexicana, a los seis meses de tratarse fijaron fecha para su enlace matrimonial, el cuál fue a todo lo alto, tuvieron seis hijos el mayor llevó el nombre de su abuelo materno Maximiliano, cuando su mujer se lo pidió Nathan no se reusó aunque muy en el fondo de su corazón deseaba que su primogénito llevará su nombre, amaba demasiado a su mujer, es por eso que un deseo de ella, era una orden para él. Nathan y su mujer engendraron varios hijos, pero solo sobrevivieron, seis, cuatro mujeres y dos varones, Nathan, Isabel, Angelita, Constanza y el menor, que llevó su nombre, Maximiliano.

De los antepasados de don Jorge Borja, no se sabe a ciencia cierta de donde provenía su fortuna, solo sabían lo que a su vez sus padres les habían dicho.

─Mi abuelo amasó su fortuna a base de trabajo honrado, y gracias a eso nosotros disfrutamos de una posición privilegiada.

Y esa fue, la misma contestación que recibió don Jorge Borja Fernández, cuando le hizo la misma pregunta a su padre.

Los padres de don Jorge Borja, fueron Catalina Fernández y Jorge Borja, él, por ser el primogénito llevó el mismo nombre que su padre.