Capitulo 5. Escapar
— ¡Krotz levántate ahora mismo!— escuchó Tom y saltó de la cama. ¿Se había quedado dormido otra vez? Miro de reojo el reloj, 5:40am, era obvio que no se trataba de eso ¿Entonces de qué?
Sin ganas se frotó los ojos y fue a abrir la puerta. Inmediatamente entraron varios hombres vestidos de militares y el capitán al último con el rostro rojo, parecía furioso.
—Salga inmediatamente de aquí y espere con el director— Tom confundido solo tomó su ropa y salió. Se topó con las miradas curiosas de los demás y algunos cuchicheos pero lo que no vio fue la sonrisa de oreja a oreja de Ricardo.
Pasó por los baños a cambiarse y corrió a la oficina del director dónde tocó y de inmediato la puerta se abrió. El director se puso de pie y caminó hasta él con pasos fuertes y rápidos.
— ¿¡Se puede saber cómo es que entro aquí!?— su rostro enfurecido hizo a Tom despertar de golpe.
—Usted me mandó a llamar señor— respondió Tom.
— ¡No intente jugar conmigo! ¡Le advierto que no tengo paciencia! ¿¡Ahora dígame donde está el dinero de la caja!?— siguió caminando a la vez que Tom retrocedía instintivamente hasta que chocó contra la silla y se sentó.
—No sé de qué me habla señor.
— ¡Hay pruebas Krotz!
—Le repito que yo no sé de qué habla, no he entrado aquí más que en este momento.
Aquello solo hizo enfurecer más al director quien mando a llamar a dos guardias y al verlos se dio cuenta que estaban como somnolientos.
—Estos hombres afirman que te vieron entrar.
<<Algo anda mal>> pensó Tom.
El director lo mando a la celda de castigo y al llegar los hombres que lo llevaron, lo golpearon hasta cansarse. Fue entonces cuando se dio cuenta cuan alejada estaba esa celda que ni sus gritos se escucharon.
Cuando recuperó la consciencia sintió que lo jalaban muy despacio del brazo. Abrió los ojos y vio un pequeño agujero por donde la mano de Andy lo jalaba para llamar su atención.
— ¿A—Andy?— se trató de levantar pero le dolía todo el cuerpo.
— ¿Estas bien? llevamos semanas sin saber de ti— lo escuchó fuera
—Me han acusado de no sé qué y me han golpeado
Se escuchó silenció.
—Nosotros sabemos que pasó— escucho a Sara y volvió a tratar de levantarse
— ¿Qué pasó?— solo consiguió sentarse y se recargó en la pared.
—Te acusan de robo pero creemos que fue Ricardo el que lo hizo junto con sus seguidores solo que no tenemos pruebas— le alegró escuchar a Sara pero le entristeció la noticia.
Como iba robar algo de lo cual desconocía su existencia.
Se preguntó porque Ricardo le había agarrado coraje y pensó que tal vez porque lo querían elegir como capitán cuando él había hasta pagado por serlo.
—Quiero salir de aquí— lagrimas inundaron sus ojos.
Otra vez volvía a ser castigado por algo que no hizo. Esto le recordaba a Raúl cuando lo castigaba a golpes por haber hecho algo de lo cual no tenía la culpa.
—Haremos todo lo posible, tú solo aguanta ¿sí?— de nuevo Andy dándole ánimos. Que haría sin su amigo.
—Si— susurró.
...
— ¡Tom, Tom!— despertó sobresaltado. Andy jalaba insistentemente su brazo por el pequeño agujero por el que se comunicaban.
— ¿Qué pasa Andy?— se sentó.
—Han intentado violar a Sara— aquello le cayó como agua helada.
— ¿¡QUIEN!?
— ¡No sé, no sé, ella estaba como en shock y no dijo nada!
Tom gruño, pegó puñetazos a la pared. <<Seguro fue el niñato>> pensó.
Esto ya estaba fuera de control y no iba a permitir más.
— ¿Andy sabes cómo sacarme de aquí?
—No, y aun no quieren decir que pasara contigo ¿por qué?
—Dejemos de ser arrastrados por el toro y tomémoslo de los cuernos—Andy entendió a la perfección.
...
Más tarde, en la noche. Después de asegurarse que nadie los estuviera viendo. Andy sacaba de su boca la llave de la celda de Tom.
—Aquí estas— susurró Andy sonriendo.
Tom salió y ambos corrieron a los demás dormitorios.
Tom llego al dormitorio de Ricardo y lo vio dormir tranquilo. Agitó la cama haciendo que el castaño saltará.
— ¿¡Qué carajo!?— hasta que lo notó.
—Hola Richi— vio sobre el escritorio aparte de cuadernos y libros, una botella de alcohol y más allá unos cerillos. Nunca le había gustado eso pero a falta de armas...rocío la botella sobre Ricardo y a su alrededor.
— ¡Estás loco Krotz!— Ricardo trato de salir pero Tom lo impidió, al ver que no podía hacer recapacitar a Tom trató de cubrirse con las manos y cerrar los ojos.
Se escucharon varios pasos en el pasillo y entonces Andy apareció junto con Sara que iba cubierta con una cobija.
— ¡Tom, Tom vámonos ya!— decía Andy con desesperación al ver a Tom con esa misma mirada que le veía cuando era mandado a "trabajar".
Tom le dió un leve vistazo y volvió a clavar la mirada en Ricardo —Esto no se va a quedar así, te lo juro— le advirtió a Ricardo quien se quedó paralizado al verlo tomar los cerillos.
— ¿Qué...qué estás haciendo?— Tom sonrió de lado.
—Ven...—encendió el cerillo—...ganza— y lo arrojó sobre Ricardo quien ardió al segundo.
Los gritos hicieron despertar a todos. La alarma contraincendios se encendió y ellos tuvieron que salir corriendo.
Corrieron hasta el patio trasero y saltaron por las vallas.
...
Llegaron a un extraño lago dónde tuvieron que entrar para que la gran luz que los buscaba no los encontrará.
Nadaron lejos hasta una carretera donde hicieron que un hombre los llevará a la cuidad. Y ya ahí entraron a una casa abandonada.
Sara temblaba sentada sobre una tablas.
—Tranquila preciosa ya estas a salvo— y por primera vez Sara les devolvió la mirada.
—T—Tom—tartamudeo Sara agarrándose fuerte de la ropa de Tom.
— ¿Qué pasa?— se sentó a su lado.
—No me dejes sola por favor— y comenzó a llorar. Tom la abrazó.
—No te dejare sola.
—Promételo.
—Lo prometo.
....
Los días pasaban. Sara poco a poco se fue recuperando de su estado con ayuda de Andreas que la hacía reír y no la dejaba caer de nuevo y bueno con Tom había empezado algo.
Diario veían como Tom salía temprano, Andy sabia a donde iba y Sara creía que iba a buscar trabajo, que equivocada estaba.
"Entrar a ese mundo es estar en el hasta que la muerte te llame".
Había matado a los que lo hicieron vivir un infierno y tomado sus armas. Ahora ya no le importaba hacer daño, empleaba todo lo que le fue enseñado y con eso sobrevivían los tres.
Su mirada se había vuelto fría e insensible excepto para Andy y Sara, pero fuera de sus vistas era el ángel de la muerte.
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